Save the Date: las grandes citas con la moda de 2025

Madrid – Con la llegada del nuevo año va llegando el momento de estrenar agendas y actualizar calendarios con las fechas clave con la moda que trae consigo este nuevo año de 2025 al que acabamos de dar la bienvenida. Salones comerciales, desfiles, Semanas de la Moda… que van a componer un largo etcétera de acontecimientos, que terminarán dejando tras de sí no pocas ni sorprendentes sorpresas a lo largo de todo un año en el que tampoco serán menores los retos a los que deberá de saber hacer frente el conjunto de la industria, ante un panorama cada vez más desafiante a nivel tanto normativo como comercial.

A nivel de negocio y nacional, el conjunto del sector se prepara ante desafíos para este 2025 cómo los de tener que ir preparándose para asimilar los cambios en la industria de la moda que están llamados a imprimirle nuevas normativas europeas, como la del Pasaporte Digital de Producto, que se confía con que entre en vigor para comienzos de 2026; pero también españolas, tras la prohibición de la destrucción de excedentes textiles que establece la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular, y que si bien obliga a una recogida separada de los residuos textiles a partir de este mismo 1 de enero de 2025, todavía se encuentra carente del régimen de responsabilidad ampliada del productor (RAP) para los textiles que regule todo el proceso de reciclaje y revalorización. Un documento a desarrollar por el Ejecutivo que debería de terminar de ver la luz a lo largo de estos próximos meses, aunque bien podría retrasarse a la espera de los resultados que termine por arrojar el próximo programa piloto que se van a encargar a poner ya en práctica, a partir del próximo mes de abril, desde Re-Viste, la SCRAP del residuo textil de El Corte Inglés, H&M, Ikea, Inditex, Kiabi, Mango, Primark, JD Sports y Tendam.

A estos retos, se suman también las elevadas incertidumbres que siguen generándose a cuenta de la ausencia de avances de consideración en las negociaciones —congeladas desde la última reunión mantenida el pasado martes 1 de octubre— para la redacción de ese gran primer Convenio Colectivo estatal de grandes cadenas de moda y calzado que se encuentran liderando, junto a los sindicatos representativos del sector, desde la Asociación Retail Textil España (Arte); la patronal de las grandes cadenas de moda con presencia y actividad en España, como Inditex, Mango, Tendam o Primark. Un convenido con el potencial de afectar a más de 160 000 trabajadores vinculados a ese comercio textil y de la moda, a cuya indeterminación hay además que añadir la indefinición sobre sus condiciones laborales en la que se mantienen los trabajadores vinculados a la otra parte del sector, la industrial, después de que en su caso tampoco se haya logrado avanzar en las negociaciones para la renovación del nuevo Convenio de la Industria Textil y de la Confección, cuyos trabajadores, unos 80 000, siguen estando llamados a secundar la huelga sectorial que se mantiene convocada para este próximo 28 de enero. Un paro que es más que previsible que siga adelante, dado que, como mar de fondo de toda esta falta de concreción sobre sus condiciones laborales en la que se encuentran atenazados los trabajadores del textil, tanto de su parte comercial como industrial, estaría no sino que un cambio de tan hondo calado en el marco normativo laboral del país, como la reducción de la jornada laboral. Una reforma acordada por el Ejecutivo y los sindicatos en la recta final de este ya superado 2024, que es la que hará que resulte más que improbable el que puedan llegar a acordarse ni a aprobarse ningún nuevo convenio colectivo sectorial, y ni tan siquiera su renovación, hasta saber cómo termina por completarse su tramitación parlamentaria, y si la reforma para la reducción de la jornada laboral termina finalmente saliendo adelante y recibiendo el visto bueno del Congreso de los Diputados, y en ese caso, en qué términos y junto a qué enmiendas.

Entre un amenazado éxito comercial y el “ninguneo” a los creativos nacionales

Dibujado, a grandes líneas, el panorama que se le presenta por delante al sector de la moda y del textil español para este nuevo año de 2025, y que es el que nos permite ponernos en situación frente a los retos a los que deberá de saber hacer frente, a estos deberá de saber hacerlos desde su naturaleza como sector global y altamente competitivo. Cuestión que se dará tanto en su perfil comercial como industrial, y en lo que volverá a hacer que resulte esencial para las empresas nacionales, ya no solamente defender sus intereses y posiciones a nivel interno, tanto de país como de la Unión Europea, sino también externo, impulsando su visibilización y sus relaciones comerciales con toda una suerte de distintos mercados estratégicos, en función de los objetivos de cada empresa de cada subsector de la industria. Unos propósitos ante los que hemos observado cómo igualmente durante esta recta final de 2024 todos los agentes que integran la escena de la moda española han empezado a alinear sus intereses como sector, dando decididos pasos hacia lo que hemos gustado desde FashionUnited de denominar como el “gran lobby” de la moda española. Una entidad que empezó a armarse, en defensa de los intereses de la industria de la moda española y de sus empresas, con la asociación entre Arte y el Observatorio del Textil y de la Moda; acuerdo al que le siguió, escasamente un mes después, el de este mismo con la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), la patronal de compañías como Carrefour, C&A o El Corte Inglés.

Lejos de resultar baladí, son estos acuerdos los que han empezado a dejar claras las intenciones de la industria de la moda española por erigirse en un grupo capaz de contar con la misma influencia sobre las materias que les afectan, a nivel de empresa y normativo, que la que ejercen frente a los ojos de unos consumidores de moda, globales, que visten y compran moda española de punta a punta del planeta. Una moda, y un sector, que si bien goza de ese éxito comercial, allanado y conquistado por titanes nacionales como Inditex, Tendam, Mango, Desigual, Bimba y Lola o Adolfo Domínguez, vio cómo durante la pandemia sus intereses comerciales y empresariales eran supeditados a los de otros grupos con mayores influencias, del mismo modo que la industrial del textil y de la confección española ha venido descubriendo cómo sus intereses son desmerecidos a nivel europeo frente a las condiciones y los acuerdos comerciales que han sido capaces de defender, en el corazón mismo de la UE, los lobbies textiles de Marruecos o Turquía. Y eso sin hacer mención al doble peligro, para las cadenas de moda y las empresas de la industria textil española, que han empezad a suponer plataformas como Shein o Temu, y que habrá que esperar para ver cómo su presencia en Europa y en otros países termina por ser o no ser cada vez más sólida a lo largo de este nuevo año.

Con estas presiones a la vista, y el reto de tratar de salir a defender más y mejor sus intereses frente a los reguladores y las Administraciones públicas, volverá a resultar igualmente esencial dentro de este mismo contexto para las empresas del sector el empuje que demuestren para la hora de lograr seguir reforzando sus posiciones tanto dentro, como especialmente fuera de las fronteras del país. Un objetivo para el que los diferentes salones comerciales de este 2025 se convertirán en un nuevo punto de contacto desde el que salir a hacer “marca España”, ya sea acogiendo en el país a firmas internacionales, o con la participación de las empresas españolas en salones de referencia de más allá de las fronteras nacionales. Un gusto por la internacionalización que volverá a hacer de las marcas y empresas españolas un atractivo valor de ferias comerciales de moda, calzado y complementos de las distintas partes del mundo, haciendo valer con su participación una posición de liderazgo del país dentro de la industria y de la escena global de la moda, que un año más no obstante no parece que vaya a verse igual de justamente representada sobre las pasarelas de moda. Unos circuitos en los que, ya no solamente las marcas españolas, sino los diseñadores de moda españoles, volverán a descubrirse como meramente anecdóticos, con la excepción de los propios certámenes del país. Una dicotomía sobre la que precisamente poníamos el foco de atención en nuestro reciente análisis de las relaciones comerciales entre España e Italia, y que volverá a afectar este 2025 al valor con el que se percibe esa “marca España”, entendida en su mayor parte tanto dentro como fuera del país como válida para vestir en el día a día, pero insuficiente como para llegar a aportar un mayor valor añadido a propuestas más elevadas, en calidad y diseño. Una percepción equívoca, pero real, que en este 2025 seguirán trabajando por tratar de corregir todas aquellas marcas y creativos nacionales que saldrán a participar de buena parte de toda esta serie de grandes citas con la moda de 2025, desde las que al tiempo se seguirán marcando los nuevos estándares y tendencias del sector, y adelantándose todas las últimas innovaciones de la industria de la moda y del textil desde una nueva muestra, a lo largo de un nuevo año más, de la vorágine en torno a la constante innovación, disrupción y creación de nuevos códigos en la que se mantiene sumida, de manera consustancial a su propia naturaleza, la industria de la moda.

Las grandes citas con la moda de 2025