Zara crea una colección junto a la artista china Fanglu Lin, premio Loewe Craft Prize 2021
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Madrid – Zara vuelve a dar la sorpresa en el terreno de las colecciones colaborativas, en esta ocasión uniendo su nombre y su saber hacer al de la reconocida artista textil china Fanglu Lin. Justa ganadora del premio internacional de artesanía Loewe Foundation Craft Prize de 2021, y quien ahora, y de la mano de Zara, termina por incursionar por primera vez en el ámbito de la moda.
Según defiende al respecto la misma artista china, este paso y esta entrada en el campo de la indumentaria que ahora protagoniza como autora de la nueva colección colaborativa de Zara, no deja de ser una evolución natural desde la que poder seguir expandiendo y trasladando a otros ámbitos las mismas sensibilidades, poéticas y reivindicaciones que hasta ahora había venido enarbolando desde su producción artística. Unas obras desde las que ha venido tratando de poner en valor y recontextualizar los métodos de costura tradicionales empleados por las mujeres de la minoría étnica Bai de la provincia china de Yunnan, a través de la ideación de piezas artísticas y artesanales como esa “She” con la que lograba terminar por imponerse como ganadora del premio internacional de artesanía de la Fundación Loewe de 2021. Un reconocimiento que llegaba para subrayar todavía más su posición como una de las nuevas voces emergentes a tener en cuenta en el campo de la artesanía y el arte contemporáneo, tras haber logrado ya para entonces haber llegado a exponer su obra en Shanghái y Pekín, y ser galardonada con los premios a la Joven Diseñadora del Año y a la Marca Innovadora del Año durante la ceremonia de entrega de los premios de la Asociación China de Decoración de Edificios (CBDA) de 2016.
Formada en China, Alemania y Japón, Fanglu Lin regresaba a su china natal en 2014 para iniciar el proceso de análisis, investigación y exploración de los métodos milenarios de costura de las mujeres de esa minoría étnica de los Bai que, a partir de entonces, se han mantenido como la principal pulsión de toda su producción artística. Desde tanto para su obra expuesta en China, como tanto para la hora de dar forma a esa gran pieza de pared “She” con la que se hacía con el Loewe Craft Prize de 2021; una obra a gran escala creada a partir de técnicas tradicionales de anudado y tintado, que le permiten llegar a transformar por completo un tejido liso hasta el punto de elevarlo a auténtica obra de arte. Un proceso sobre el que ha continuado investigando con la intención de lograr completar esa revalorización de esas técnicas tradicionales, hasta el punto de alcanzar a devolverlas a su natural ámbito de aplicación: la indumentaria. Un anhelo que ahora la artista textil china logra ver convertido finalmente en realidad, con el desarrollo de esta colección cápsula colaborativa junto a Zara que marca su primera incursión en el diseño de moda.
“El trabajo de Fanglu está profundamente arraigado a las tradiciones textiles de la minoría étnica Bai de la provincia china de Yunnan”, en respuesta a un viaje introspectivo que “comenzó cuando pasó un año en el pueblo de Zhou Cheng, en Dalí, aprendiendo las complicadas técnicas de teñido, tejido y anudado de las mujeres que han conservado estos conocimientos durante generaciones”, relatan desde Zara a través de una nota. Como resultado de ese acercamiento a esas técnicas tradicionales, “en la última década” la artista china “ha reinventado estos métodos ancestrales a través de instalaciones a gran escala”, caracterizadas por sus “formas escultóricas llenas de textura, abstracción y serena fuerza emocional, que evocan temas de identidad, feminidad y espíritu”. Una producción sobre la que ahora aplica “una nueva evolución de su práctica” artística, de la mano de esta colección colaborativa que le permite abrir “su trabajo a un público totalmente nuevo”.
“En el ámbito de la artesanía tradicional, el tiempo no se cuenta, sino que se retiene en cada puntada y nudo, acumulándose silenciosamente”, apunta por su parte la misma Fanglu Lin. Desde esa sensibilidad, “llevo mucho tiempo buscando la forma de trasladar este sentido meditativo del tiempo a los ritmos de la vida contemporánea”. “Para mí, los tejidos nunca son sólo material o técnica; son recuerdos encarnados de la cultura, una herencia susurrada que se transmite de mujer a mujer”, de forma que “lo que cosemos no es sólo tela, sino las costuras olvidadas de la historia y las emociones”. Una poética que la lleva a percibir “los bordes deshilachados” como a “las huellas de las manos” que han trabajado esas teles, y que “me recuerdan que el papel del arte no es velar la realidad, sino rozarla”, señala la artista china desde unas líricas palabras con las que parece invitarnos a levitar sobre la realidad, desde un distanciamiento que nos permite estudiarla, analizarla y reinterpretarla bajo una perspectiva crítica y propia.
Una colección colaborativa “360”, con propuestas para mujer, hombre, niño y hogar
Concebida en estrecha colaboración entre Fanglu Lin y el equipo de diseño de Zara, la colección se presenta, naturalmente, como una transición a escala, y para el ámbito de la indumentaria, y ojo que también para el del hogar, de la producción artística y de las obras de arte de la artista textil china. Un universo que las partes han trabajo mano a mano por recontextualizar, dando forma en ese proceso a una colección cápsula colaborativa de carácter 360 compuesta por piezas de moda para mujer, para hombre y para niño, así como por artículo de hogar que se comercializarán, como parte de una variante de esta misma cápsula, a través de Zara Home. Siendo todas un conjunto de distintas propuestas de moda y de artículos para el hogar que desde Zara pondrán a la venta a partir de este jueves, 24 de abril, tanto a través del canal online como de tiendas seleccionadas.
En respuesta a la aplicación de esa metodología desde la que se ha buscado respetar las consideraciones de la obra de Fanglu Lin, al tiempo que dotarla de una nueva dimensión, la colección cápsula colaborativa se presenta diseñada sobre una contenida paleta cromática, compuesta por una serie de distintos acentos tonales, todos ellos extraídos de las propias acuarelas de la artista china. Unas obras de las que de este modo la colección ha terminado por tomar los blancos rotos, los negros, los azules índigo, los marrones nude y arena, los verdes caqui, y los amarillos-oro que dan cuerpo y tono a la propuesta, de marcadas líneas atemporales y orientales.
Más allá de las particularidades en cuanto a color y líneas, si por algo se caracteriza esta cápsula es por lo atractivo y original de sus patrones y siluetas, fiel reflejo de esa obra artística que ha servido de germen y de motivo inspiracional para sus piezas. Unas serie de prendas rebosantes de los mismos bordados, fruncidos, nudos, pliegues, cuerdas y acabados texturizados y tintados que tanto y también se significan como elementos principales y representativos de la obra de Fanglu Lin, y que de este modo también lo terminan de ser de esta última cápsula colaborativa de Zara. Una propuesta desde la que, como piezas especialmente claves, se destacan, dentro de la colección de mujer, desde los vestidos fruncidos y con cordones anchos, hasta los sublimes vestidos y cuerpos de acabados texturizados, fruncidos y en relieve. Mientras que de con respecto a la oferta masculina resultan especialmente llamativas las prendas y conjuntos de líneas holgadas, fluidas, desestructuradas y orientales, con un traje sastre en negro y un abrigo capa entre los diseños más llamativos; y destacándose la línea d niño por su carácter “juguetón”, con prendas que igualmente juegan a recontextualizar la oferta de moda para adulto. Encargándose de completar toda esta oferta una serie distinta de complementos, tanto de indumentaria como para el hogar, entre los que no faltan cojines, cestos, colgantes, bolsos y una distinta serie de modelos de calzado.
“La colección está repleta del vocabulario textil tradicional que cautivó su imaginación”, con “bordados, anudados, fruncidos y, por supuesto, tintes”, apuntan desde Zara. Bajo su paraguas, “la sastrería deconstruida se define por los intrincados detalles de los cordones, que anclan los escotes, dan forma a las siluetas y confieren una dimensión escultural a las prendas fluidas”, mientras “en otros lugares, las técnicas de su firma crean superficies” a modo de “tejidos vivos”, con acabados “texturizados” y diseños en forma de “capas y protectores” del cuerpo “llenos de movimiento y gracia”. Elementos que contribuyen a perfilar el conjunto de esta colección cápsula colaborativa, en la que los “anudados y fruncidos definen vestidos que contornean suavemente el cuerpo, revelando y ocultando al mismo tiempo con poética contención”, y como base de una filosofía que “se traslada a la ropa masculina, difuminando las líneas entre estructura y fluidez”.
Con “esta colaboración con Zara es la primera vez que mi obra encuentra un cuerpo que habitar”, pone en valor la misma Fanglu Lin. Con esta evolución de su obra, y de manos de la cadena de moda española, “estas piezas ya no descansan en la quietud”, como hasta ahora habían hecho todas las piezas de la artista, sino que “se mueven, respiran y se despliegan con quien las lleva”. “Se convierten en un lenguaje de fibra hablado en movimiento”, ensalza la artista china, con el que, y a raíz de esta colaboración, “espero que en los pliegues silenciosos de la vida cotidiana, la gente pueda sentir el calor de la artesanía, no en los grandes gestos, sino en los detalles más pequeños”. En detalles como los que contiene esta última colección colaborativa de Zara, como los de “un hilo recogido” o los de “una arruga del tejido que te llama a hacer una pausa, a tocar algo suave que ha recorrido un largo camino para llegar hasta ti”.
Acercamiento a China; elevación de la marca
Desde una perspectiva de índole más corporativo, tanto a nivel de cadena como de grupo, no podemos cuanto menos dejar de hacer referencia al momento y al contexto en el que Zara termina por lanzar al mercado esta última colección cápsula colaborativa, diseñada junto a Fanglu Lin. Una propuesta sobre la que está claro que desde la cadena española han venido trabajado con anterioridad a la actual crisis arancelaria promovida por el presidente estadounidense Donald J. Trump, y que cuenta con el potencial de terminar por afectar al desempeño de Inditex, ya no solamente en Estados Unidos, sino también en Europa, y faltará por ver hasta qué punto en Asia, y en China. Un mercado sobre el que la compañía todavía percibiría un fuerte potencial de crecimiento, y en el que actualmente opera a través únicamente de sus cadenas Zara, Zara Home, Massimo Dutti y Oysho, tras tomar la decisión de replegar todas sus marcas de moda joven en el país, primero con el cierre de sus puntos de venta físicos, en 2021, y finalmente, en 2022, también sus plataformas de comercio online.
Lejos de abandonar sus operaciones desde entonces en el gigante asiático, desde Inditex han seguido firmes en su apuesta por China a lo largo de estos últimos años, ya con Zara como principal baluarte, como demostraban con la apertura a finales de este mes de marzo de 2025 de su nueva, e impresionante, “flagship store” de Nanjing; la primera en contar con las primeras máquinas de vending de ropa de Zara. Una apertura que se situaría como la primera de las iniciativas implementadas por Inditex, y por la dirección de su principal marca en cartera, con el objetivo de tratar de destapar y aprovechar todo ese potencial de crecimiento al que apuntábamos y que percibirían en China, a partir y siguiendo a rajatabla para ello con las principales prioridades estratégicas establecidas por la dirección de Inditex para la hora de aprovechar sus “grandes oportunidades de crecimiento”, a escala global.
Una hoja de ruta esta sostenida, defiende desde Inditex, sobre la constante apuesta por la sostenibilidad; la preservación y la promoción del talento dentro de sus equipos; la mejora continua de la experiencia que se les brinda a los clientes; y la mejora igualmente constante de sus propuestas de moda, epígrafe este bajo el que se ubicaría esta colección cápsula colaborativa creada ahora junto a Fanglu Lin. Un colección de un elevadísimo perfil, con la que desde Zara salen nuevamente a demostrar su capacidad para defender una voz y un tono propio dentro del microuniverso de las colaboraciones colaborativas, al tiempo que siguen elevando su imagen, y las de sus propuestas, frente a su audiencia global, y en esta ocasión además con un guiño especial hacia esa parte de su comunidad de clientes en China, como mercado en el que confían en seguir transitando sobre una senda de crecimiento como la que firmaban en 2024. Un ejercicio que Inditex completó reduciendo desde los 192 a los 134 sus puntos de venta en la China Continental, pero aumentando desde los 241 a los 251 millones de euros su beneficio antes de impuestos (+4,15 por ciento) en China. Un mercado sobre el que especialmente ahora salen a reivindicar su renovado perfil como firma de “fast couture”, con esta cápsula junto a Fanglu Lin que llega para tomar el relevo de las que a lo largo de estos últimos años han lanzado desde Zara junto a figuras de la talla de Narciso Rodríguez, Stefano Pilati o Kate Moss.
- Zara colabora con la artista textil china Fanglu Lin, ganadora del premio Loewe Foundation Craft Prize 2021, para crear una colección cápsula.
- La colección 360 incluye moda para mujer, hombre y niño, así como artículos para el hogar, inspirados en las técnicas textiles tradicionales de la minoría étnica Bai.
- Esta colaboración refuerza la presencia de Zara en China al tiempo que eleva su perfil a escala global como firma de 'fast couture', siguiendo a colaboraciones con diseñadores de renombre como Narciso Rodríguez o Stefano Pilati.
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