Re-Viste arranca, desde Canarias, su programa piloto de recogida de residuos textiles
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Madrid – El programa piloto de recogida de residuos textiles de la SCRAP de la industria textil Re-Viste es ya una realidad, con la puesta en marcha, desde Canarias, de la primera de las hasta seis pruebas que la entidad gestora contempla llegar a poner en marcha durante todo este proceso. Seis pruebas piloto, que servirán para la redacción de una completa guía “de buenas prácticas” para la implementación de un correcto sistema de recogida y tratamiento de los residuos textiles en todo el país.
Constituida en enero de 2023 bajo el nombre de Asociación para la Gestión del Residuo Textil, en el marco de la aprobación y entrada en vigor de Ley 7/2022, del 8 de abril, sobre residuos y suelos contaminados para una economía circular, y rebautizada como Re-Viste a comienzos del pasado mes de octubre de 2024, la SCRAP (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor) de la industria textil ya adelantaba en agosto de 2024 las primeras informaciones sobre la pretendida “prueba piloto” que se disponían a poner en marcha, en cumplimiento justamente de esa misma Ley. Norma entre cuyos articulados se establece que los municipios de España deberán de proceder a instaurar una recogida diferenciada para los residuos textiles, antes del 1 de enero de 2025; tareas que se deberán encargar de financiar y de organizar, desde su recogida hasta su tratamiento, y finalmente su revalorización y/o reciclaje, las empresas adheridas a cada una de las distintas SCRAP textiles que pudieran surgir, para el caso que ahora nos ocupa, las adheridas a Re-Viste.
A pesar de que actualmente ya existe esa obligación legal para proceder a una recogida diferenciada de los residuos textiles en España, en virtud de la aprobación en 2022 de esa Ley de Residuos y Suelos Contaminados, una norma que no deja de ser una transposición de la Directiva Europa UE 2018/851 de 2018, la realidad es que en España esa obligación, a día de hoy, no deja de pasar de ser más que una quimera y un mero canto al sol. Una circunstancia que denota la ciertamente falta de diligencia con la que se ha venido abordando la implementación de la norma por parte de las mismas Administraciones del estado, a causa de una falta de reglamentos adicionales y de herramientas que hubieran permitido llevarla ya a la práctica como se pretendía, tanto por parte de los municipios, que son los competentes en la materia de la gestión de los residuos domésticos, como de las SCRAP de la industria textil, que financiarán y se encargarán de gestionar esas recogidas, una vez que se redacte y se termine de desarrollar la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) de la industria textil. Y en esas seguimos, aunque ahora al menos con la dicha de poder asistir a la puesta en marcha, finalmente, del programa piloto para la recogida y la gestión de residuos textiles que se han decidido a poner en marcha desde Re-Viste, con el objetivo de redactar una “guía de recomendaciones” que pueda servir de marco para la correcta implementación de un óptimo sistema diferenciado de recogida de los residuos textiles en todo el país. Iniciativa que se puso en marcha, hace ahora justamente una semana, desde el municipio de San Miguel de Abona, al sur de la isla de Tenerife.
“Gracias a la colaboración del Cabildo y el Ayuntamiento de San Miguel de Abona iniciamos la transformación de la gestión textil”, para la que además “apostamos por la reutilización como vía prioritaria para alargar la vida útil de las prendas y fomentar un consumo más consciente”, se encargaba de destacar durante el acto de puesta en marcha del programa Juan Ramón Meléndez, director general de Re-Viste desde julio de 2024. Con la puesta en marcha de esta iniciativa, apuntan desde la SCRAP, “San Miguel de Abona se convierte en el primer municipio donde arranca esta prueba, que prevé implementarse en otras cinco localidades representativas de diferentes contextos: urbanos, rurales y semiurbanos, involucrando a una población total de 300 000 personas”; marcando así “el primer paso de un camino colectivo hacia un sistema textil más circular, eficiente y respetuoso con el medio ambiente”.
“Es un honor y una gran responsabilidad para San Miguel convertirse en uno de los seis municipios elegidos a nivel nacional para poner en marcha este proyecto del SCRAP textil Re-Viste”, apuntaba por su parte el alcalde de San Miguel, Arturo González. “Nuestra participación nos convierte en pioneros en la gestión circular de residuos textiles, anticipándonos a las exigencias de la nueva Ley de Residuos y demostrando el compromiso de nuestro municipio con la sostenibilidad”; compromiso para el que “este proyecto”, destacaba, se presenta como “una herramienta fundamental”, en lo que al menos refiere a “la gestión de los residuos del sector” textil. Unos residuos textiles para los que se va “buscando ser más eficientes e innovadores, siendo nuestro objetivo facilitar la separación de residuos textiles a nuestros ciudadanos y asegurar que todo el material recogido pase por plantas de tratamiento donde se priorizará la reutilización y el reciclaje”.
Con 30 contenedores, un punto limpio, y un año de duración
Puesta en marcha por el Cabildo de Tenerife, el Ayuntamiento de San Miguel y Re-Viste, con la colaboración de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), la prueba piloto contará con una duración mínima de un año, y para su correcta implementación desde Re-Viste, han procedido a instalar un total de 30 contenedores de recogida, así como un “minipunto limpio”. Contenedores, y espacio, que durante todo el tiempo en el que se mantenga en activo la iniciativa, se mantendrán específicamente destinados a servir de puntos para la recogida de residuos textiles de calzado.
Para llevar a cabo un correcto “testeo” del modelo, y tratar de recoger la mayor y más variada cantidad de datos e informaciones posibles, los contenedores se han instalado en puntos de diferente naturaleza de todo el municipio tinerfeño, tanto públicos como privados. Pudiendo al respecto encontrar puntos de recogida instalados en las vías públicas, en colegios, en iglesias o en tiendas y espacios comerciales, de los que los vecinos de San Miguel de Abona podrán servirse para depositar todos aquellos residuos textiles y de calzado de los que pretendan deshacerse. Un material de desecho que, a partir de ahí, se transportará a unas plantas de “pre-selección” de residuos, donde se separarán aquellos textiles reutilizables de aquellos que no lo sean, los cuales ya se derivarán a plantas de clasificación, donde se prepararán para su reciclaje, según su naturaleza y composición, y de manera preferente para dentro de un circuito cerrado de “textil a textil” que permita su reaprovechamiento para la fabricación de nuevos productos textiles.
Primando de este modo la reutilización, y para el caso de no poder ser así, su reciclaje dentro de un modelo circular de “textil a textil”, los vecinos pueden depositar en los contenedores y puntos de recogida “prendas de vestir limpias y secas, calzado emparejado, así como textiles de hogar como sábanas, mantas, toallas o cortinas”, concretan desde Re-Viste. Siendo “importante”, se encargaba de remarcar Blanca Pérez, consejera insular de Medio Natural, Sostenibilidad, Seguridad y Emergencias, el que “todo el material que se entregue esté sin humedades ni sucios y se entreguen en bolsas cerradas para facilitar su posterior clasificación y tratamiento”.
Hacia un óptimo sistema de recogida de residuos textiles, insular y nacional
Para aclarar tatos estas como otras posibles dudas, además de para fomentar el uso de estos nuevos puntos de recogida, completando su instalaciones, se ha procedido a repartir diferente material visual y a instalar señales informativas en los propios contenedores. Medidas que se verán reforzadas con una campaña de sensibilización, bajo cuyo paraguas de celebrarán diferentes charlas y talleres educativos en centros escolares de todo el municipio de San Miguel de Abona. Todo, como parte de esta experiencia piloto, con la que se busca avanzar hacia ese óptimo modelo de tratamiento de los residuos textiles, tanto para las islas, como para todo el conjunto del país.
“La participación en el piloto de Re-Viste en San Miguel de Abona desde ya nos brinda una oportunidad única para analizar modalidades de recogida de textiles y validar un modelo de gestión insular que podrá ser replicado en otros municipios de la Isla y del estado”, señala al respecto la consejera insular. “Este proyecto no solo aborda el reto regulatorio de la SCRAP, sino que también busca mejorar la eficiencia de los procesos actuales de gestión de residuos textiles”, para lo que “es fundamental monitorizar y analizar los resultados para desarrollar una guía de buenas prácticas que beneficie a todas nuestras entidades locales”. Y para alcanzar ese objetivo, enfatizaba, “tenemos que contar con la participación ciudadana, esto es vecinos que se conviertan en clave del buen funcionamiento del sistema”.
“La puesta en marcha del proyecto piloto Re-Viste en San Miguel representa un avance significativo en la estrategia insular de gestión de residuos, específicamente en el flujo de textil y calzado”, y es que “este plan nos permitirá desarrollar un sistema insular de recogida selectiva completo y trazable, evaluando la eficiencia de diferentes métodos de recogida y la efectividad de las plantas de clasificación y tratamiento para la preparación de materiales para la reutilización y el reciclaje”, remarca por su parte Alejandro Molowny, director insular del departamento de Residuos. En ese fin, “el monitoreo riguroso de datos será esencial para ajustar y mejorar el sistema, y eso conlleva el análisis de los costes de gestión y los datos de aportación y reciclaje en función de la localización de los contenedores, zonas del municipio, frecuencia de recogidas, etc.”.
Un programa piloto, desde seis municipios
Junto a ese programa piloto en San Miguel de Abona, y atendiendo a lo ya adelantado por Re-Viste, el programa pondrá en marcha iniciativas similares en otros cinco municipios de diferentes regiones del país; de manera más concreta, en los de Rubí (Barcelona), Titulcia (Madrid), Trujillo (Cáceres), Arbo (Pontevedra) y en la ciudad de Zaragoza. Unas iniciativas piloto cuyos datos, una vez analizados, servirán para la redacción de esa “guía de recomendaciones” para la correcta implementación de un óptimo modelo de recogida de residuos textiles, que se pondrá a disposición de los diferentes municipios de toda España.
El objetivo del programa piloto “es evaluar la viabilidad y eficiencia del sistema, identificar buenas prácticas y mejorar el modelo antes de su posible extensión nacional”, cuestión por la cual se desarrollará sobre “municipios representativos de distintos contextos urbanos, rurales y semiurbanos, alcanzando a una población conjunta de más de 300 000 personas”, ponen en contexto desde Re-Viste. A partir de ahí, y de las hasta seis “experiencias piloto” que se pondrán en marcha, “los resultados del piloto permitirán la elaboración de una guía de recomendaciones”, que podrá servir así de base para “su implementación en otros municipios del país”.
- Re-Viste ha iniciado, desde Canarias, un programa piloto de recogida de residuos textiles para crear una guía de buenas prácticas a nivel nacional.
- El programa piloto, en colaboración con municipios y otras entidades públicas, busca implementar un sistema eficiente de recogida, reutilización y reciclaje de textiles.
- Como parte de esta primera iniciativa se han instalado 30 contenedores y un ‘mini-punto’ limpio y se realizarán campañas de sensibilización para fomentar la participación ciudadana en el municipio de San Miguel de Abona (Tenerife).