Unicef, Vivascarrion y Morir de Amor: los otros protagonistas del vestido de Cristina Pedroche

Madrid – Un año más, y con este ya van 10, la presentadora madrileña Cristina Pedroche se ha encargado de alumbrar la entrada en el nuevo año retransmitiendo, junto al cocinero Alberto Chicote y desde Antena 3, el habitual toque de las 12 campanadas que acompasan a la ingesta de las uvas de la suerte con las que los españoles damos la bienvenida a cada nuevo año. Una tradición a la que ya ha pasado a sumarse la de descubrir cómo es el estilismo que luce la madrileña para la última noche del año, en un acontecimiento televisivo que, en este paso de 2024 a 2025, ha tenido también como protagonistas a Unicef, Vivascarrion y a Morir de Amor.

De la mano, también un año más, del reconocido y televisivo estilista “Josie”, quien ha vuelto a ejercer de director creativo del proyecto para el vestido de fin de año de Cristina Pedroche, si en las pasadas campanadas de 2023 a 2024 el foco de la iniciativa se puso en tratar de lanzar un mensaje de concienciación y en dar visibilidad a la problemática del agua como un recurso esencial pero escaso para la vida, que es así pues de necesidad proteger, cuidar y gestionar, a través de una colaboración junto a Greenpeace, en este paso de 2024 a 2025 la organización ambiental ha cedido el testigo a Unicef, la agencia de las Naciones Unidas para la Infancia. Un fondo cuyos orígenes se remontan hasta el año 1946, en el que la recién creada Organización de las Naciones Unidas (ONU), fundada en 1945, poco después del final de la Segunda Guerra Mundial, puso en marcha el por entonces conocido como “Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia”, para ayudar a los niños de Europa tras el final de la contienda. Una labor que desde entonces, y desde su constitución en 1953 como un organismo permanente de la ONU, siguen desempeñando desde Unicef, en una loable labor que llevan a cabo en favor de los niños y niñas más desfavorecidos del mundo, desde 190 países y territorios, sobre la que justamente han tratado de concienciar y arrojar más luz, a través de esta asociación con Cristina Pedroche que es la que ha terminado haciendo de la protección de la infancia y de los más pequeños el “leitmotiv” del proyecto para el vestido de estas campanadas de bienvenida a 2025.

“La violencia contra la infancia se da en muchas circunstancias”, y “para empezar, en los conflictos armados”, como los que por desgracia siguen teniendo lugar en regiones y países como Gaza y Ucrania, y para los que desde Unicef España mantiene abiertas justamente sendas campañas de donaciones. Pero más allá de estos conflictos, señala José María Vera, director ejecutivo de Unicef España, a través de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la dirección creativa de las Campanadas 2025 de Antena 3, “hoy día, más de 473 millones de niños y niñas —más de uno de cada seis en todo el mundo— viven en zonas afectadas por conflictos”. Sin embargo, advierte, “la violencia también se da en los lugares donde los niños y niñas deberían estar más protegidos: sus hogares y sus escuelas, y también en el entorno digital”. Frente a estos peligros, “proteger a la infancia e invertir en su bienestar es un eje fundamental del trabajo de Unicef”, que con ello “permite garantizar su desarrollo pleno y su futuro”, trabajando y contribuyendo a ese fin a través de una labor sobre la que han querido poner el foco en esta entrada y bienvenida a 2025, encendiendo una llama que aspiran a que, de la mano de esta acción, pueda seguir brillando durante todo este nuevo año, y más allá.

“Este año estoy especialmente ilusionada con la llegada del nuevo año”, para lo que además de ser “un privilegio para mí poder retransmitir las Campanadas un año más”, advierte por su parte la misma Cristina Pedroche, “me siento tremendamente orgullosa de unirme a Unicef España”, que “desde hace 78 años trabaja sin descanso para proteger a la infancia”. Un objetivo para el que, al igual que hacen desde la agencia de la ONU, “tenemos el deber de luchar para garantizar el bienestar de cada niño y niña, como bien común: para que puedan soñar, para que puedan alcanzar todo su potencial y que todos sus sueños se conviertan en realidad”. Un meritorio propósito por el que trabajar durante este nuevo año, un 2025 al que, concluye Pedroche, “le pido paz, tolerancia y responsabilidad”.




Un “vestido joya” de más de 42kg y con 8.500 cristales de leche materna cristalizada

Partiendo de este comprometido “leitmotiv” con la infancia, para terminar de dar forma a todas las intenciones que guardaba para consigo mismo el proyecto para el vestido de estas Campanadas de Antena 3 de 2024 a 2025 de Cristina Pedroche, Josie, como director creativo, ha tratado de poner el foco de atención, también un año más, sobre la creatividad e inventiva que se cultivan, con no poco esfuerzo ni menos dedicación, en España. Un propósito para el que en esta ocasión, y siguiendo con la directriz que se ha querido mantener a lo largo de todos estos años en torno a una iniciativa que fuera capaz de combinar mensaje social, con moda y arte, el estilista se ha servido de las artesanales manos del taller de sombrerería sevillano Vivascarrion, y de las joyas hechas de leche materna que elaboran desde la firma Morir de Amor.

Siguiendo con el proceso de elaboración del vestido, concebido a modo de un arcaico vestido ceremonial desde sus líneas y diseño más primitivo, ha corrido a cargo de Vivascarrion la tarea de diseñar, componer y dar forma al corsé, casquete y guardainfantes que dan forma la estilismo de este año. Una tarea para la que desde el taller sevillano de Felipe Vivas y Manuel Carrión han recurrido a las técnicas de alta sombrerería que atesoran, para terminar de componer un conjunto de tres piezas que ha requerido de un laborioso trabajo artesanal de más de 2 500 horas de trabajo. Un tiempo que se ha invertido en la elaboración de un “vestido joya” de más de 42 kg, cuyas piezas se crearon a medida y “ad hoc” para este conjunto por parte del taller sevillano de sombreros, responsable igualmente de, una vez creada la estructura, enrejar, ensedar y ahormar las piezas en el molde con croché de algodón. Fibras de las que prenden los hasta 8 500 cristales con los que cuenta este vestido, elaborados a partir de gotas de leche materna cristalizada que la misma Pedroche conservó de su primera maternidad, y que ha sido así reconvertida en unos elementos decorativos que se descubren desde este vestido-joya adornando e iluminando desde la zona de la cintura, donde mezclándose con pan de plata adquieren la identidad de formar un gran cuarzo, hasta la cabeza, coronando ese casquete a lo “burlesque” bordado de plumas de papel. Un trabajo, el de la cristalización de la leche materna, que ha corrido a cargo en su caso de la firma joyera Morir de Amor. Una casa especializada en la creación de joyas con leche materna, fundada y dirigida por la joyera Belén Mozas, quien encontró en su puesta en marcha una manera de canalizar y hacer frente al hecho de que no podía ser madre biológica, dando a todas aquellas mujeres que sí podían la oportunidad de capturar esa etapa vital tan significativa a través de joyas que perdurasen para siempre.

Concebido por Josie a modo de un “mecano-chandelier” del que prenden más de 40 pezones —reinterpretados— de los que emana esa leche materna cristalizada, el vestido guarda por intención la de convertirse en una suerte de armadura o manto ceremonial que termina por conferir a Pedroche la potestad de erigirse en una suerte de nueva “deidad femenina asociada a la maternidad, la tierra, la fertilidad, la agricultura y la vida; como lo fueron Deméter, Isis, Parvati, Lat, Kubaba, Coatlicue, Cibeles, Houtu, o Hepat” señala el mismo estilista en relación con el diseño del vestido en sí. Más allá de esas formas, destaca Josie, “este vestido me produce mucha felicidad porque, una vez más, me ha permitido poner el enorme foco mediático creado hace diez años” a través de esta acción “sobre personalidades del ‘Made in Spain’”, como se hizo en la bienvenida a 2021 con Pedro del Hierro, en 2022 reivindicando a Manuel Piña, o en la entrada a 2024 dando visibilidad al trabajo de la diseñadora navarra Paula Ulargui. Un protagonismo que en esta ocasión se ha puesto sobre “Vicascarrion y Morir de Amor”, responsables de crear este vestido que “ojalá”, concluye el estilista, “nos nutra de su piadosa leche y nos haga mejores seres humanos en este año que empezamos ayudando a visibilizar la situación de desprotección de tantos niños y niñas”.