El lío de las Rebajas: Illa aclara que “no están permitidas”
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Madrid – La descoordinación pasa factura al Gobierno. En un ejercicio de confusión que ha terminado por enervar hasta el extremo los ánimos del sector de la moda y del retail, durante la rueda de prensa organizada a última hora de la jornada de ayer desde el Palacio de la Moncloa, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, decretaba finalmente que las Rebajas y las promociones en los establecimientos físicos no están permitidas. Declaraciones con las que confirmaba las primeras informaciones sobre el asunto que a principios de semana facilitábamos desde FashionUnited, y con las que rechazaba en última instancia la interpretación que de manera oficial ofrecían en el día de ayer desde el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a petición de la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel ACOTEX.
Durante la parte posterior a la rueda de prensa, reservada a la realización de preguntas por parte de los medios de comunicación, era la periodista Rocío Rodríguez García-Abadillo, de el periódico El Mundo, quien planteaba al ministro de Sanidad la cuestión sobre “¿Qué va a pasar finalmente con las Rebajas?”. Ante lo que Salvador Illa respondía de la necesidad de que “hay que evitar las aglomeraciones”. “Hay que evitarlas”, subrayaba. “En ese sentido, puesto que las Rebajas son un reclamo que puede facilitar las aglomeraciones, no están permitidas. Es así de clara y contundente la respuesta”. “Online, las rebajas online, las ofertas online”, proseguía indicando el ministro en su respuesta, “pueden estar permitidas. Pero todo aquello que provoque aglomeraciones físicas no está permitido. Las Rebajas pueden suscitar esas aglomeraciones, y no están permitidas”.
Crónica de un cruce de interpretaciones contradictorias
Toda la polémica surgida en torno a si existía dicha prohibición o no a la hora de realizar ofertas y promociones en los espacios de venta físicos, comenzaba tras la publicación el pasado sábado 9 de mayo en el Boletín Oficial del Estado de las medidas de flexibilización en relación a la aplicación de la Fase I del plan de desescalada diseñado por el Gobierno. Entre cuyas disposiciones en relación a la paulatina vuelta a la actividad del comercio minorista, se establecía la ya polémica disposición adicional segunda, en virtud de la cual el Ministerio de Sanidad, máxima autoridad competente delegada en todo lo relativo a esta pandemia por coronavirus, establecía que “los establecimientos no podrán anunciar ni llevar a cabo acciones comerciales que puedan dar lugar a aglomeraciones de público, tanto dentro del establecimiento comercial como en sus inmediaciones”. Unas restricciones que sin embargo “no afectará a las ventas en rebaja ni tampoco ventas en oferta o promoción que se realicen a través de la página web”.
Una vez conocida tal decisión, se encendían rápidamente las alarmas en el sector de la moda y del retail. Siendo la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel ACOTEX, la que elevaba una consulta ante el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, a la que en el día de ayer respondían a través de la emisión de una interpretación oficial, a la espera de disponer de una aclaración sobre la norma por parte del Ministerio de Sanidad, en la que apuntaba en la dirección de que las Rebajas sí estaban permitidas, y lo que únicamente se prohibían eran las aglomeraciones en los puntos de venta físicos. Una postura que lograba calmar, temporalmente, los ánimos soliviantados de las empresas y profesionales autónomos. Ánimos que volvían a enardecerse con la confirmación última de la prohibición de las Rebajas en las tiendas por parte del ministro de Sanidad.
El comercio online, el único beneficiado
Con esta sucesión de aclaraciones e interpretaciones disonantes, desde el Gobierno no se hace sino acrecentar las incertidumbres que envuelven a un sector de la moda y del retail más necesitado que nunca de apoyo y de políticas de actuación claras. Más aún cuando esta misma semana asistíamos a la confirmación de unos datos que sitúan en el -89,5 por ciento la caída de ventas experimenta por el sector durante el pasado mes de abril.
Como ya indicábamos desde FasionUnited al analizar por primera vez esta decisión de prohibir las rebajas en los establecimientos físicos, en términos económicos la medida se traducirá en una menor y más lenta recuperación de la demanda por parte de los consumidores. Un hecho que afectará mayormente al pequeño y mediano comercio, con mayores dificultades a la hora de acceder a una buena visibilidad en la red y a buenas condiciones logísticas para servir sus pedidos. Empresas todas ellas que corren el riesgo de convertirse en las primeras víctimas económicas de esta pandemia, al tiempo que asisten a una clara discriminación frente a sus competidoras digitales y portales de venta online, tanto nacionales como internacionales. A quienes se les abren las puertas y parece que se les pone una alfombra roja de facilidades, mientras que al conocido como modelo de venta tradicional se le impide hacer uso de una práctica especialmente empleada ante momentos de crisis como los actuales. Una situación de extrema necesidad frente a la que muchas empresas no ven más remedio que ajustar beneficios e intentar reducir pérdidas, echando mano de una política de descuentos y de rebajas de la que ahora desde el Gobierno les prohíben hacer uso.
Photo Credits: Pool Moncloa, JM Cuadrado.