Tíscar Espadas, Edward Cuming y Ernesto Naranjo, finalistas al Vogue Fashion Fund 2024
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Madrid – El Vogue Fashion Fund, el mayor premio a la moda que se concede en España, ya tiene finalistas a su edición de 2024. Un primer reconocimiento a sus quehaceres como creativos que, siguiendo con el propósito fundacional del galardón, en esta ocasión ha ido a parar a los diseñadores emergentes Tíscar Espadas, Edward Cuming y Ernesto Naranjo, quienes terminarán por competir ahora por llegar a alzarse como el justo y merecido ganador de esta última edición del premio.
Convocado por la revista Vogue, desde su edición para España, en colaboración con la multinacional de la moda española el Grupo Inditex, propietaria de cadenas de moda tan destacadas a nivel global como Bershka, Massimo Dutti o Zara, su cadena estrella y buque insignia, el Vogue Fashion Fund arranca su particular singladura en nuestro país hace ya cosa de 12 años, momento en el que lo hacía, hacia el año 2012, bajo el título de premio “Who’s On Next”. Una denominación que el galardón dejaba de lado hace ahora ya dos años para adoptar su nuevo nombre como Vogue Fashion Fund, siguiendo así con el título que la popular cabecera especializada en moda de la editorial Condé Nast decidía adoptar como firma para la homogeneización, bajo una misma designación, de los diferentes premios similares que venía otorgando en los principales mercados en los que opera la revista. Unas menciones que, al igual que el Who’s On Next de entonces, y el Vogue Fashion Fund de ahora en España, cuentan como misma finalidad la de querer salir a celebrar el talento de las nuevas generaciones de diseñadores, brindándoles además de los recursos necesarios con los que lograr alcanzar a imprimirle un decisivo punto de inflexión a sus trayectorias, y a las de sus incipientes casas de moda.
En esa intención, desde la creación del premio, y para el caso de España, Vogue ha logrado ejercer un marcado papel como mecenas en la evolución dentro de la escena de la moda española de no pocos de los hasta 12 creativos que a lo largo de estos años han logrado a alzarse con el que, a día de hoy, sigue considerándose como el mayor premio, por cuantía económica, a la moda que se concede en España. Una característica que, sumada al resto de las recompensas con las que llega dotado el galardón, lo han llevado a descubrirse como un premio a cada nueva edición más codiciado entre las nuevas generaciones de creativos, que ansían, con el reconocimiento que otorga, en sumarse a una familia de premiados de la que forman parte la diseñadora Marcela Mansergas, ganadora de aquella primera edición de 2012, así como los hoy igualmente reconocidos diseñadores Juan Vidal, María Ke Fisherman, Miguel Becer (ManéMané), Moisés Nieto, Leandro Cano, Palmo Spain, Carlota Barrera, Jaime Álvarez (Mans), Domingo Rodríguez Lázaro (Dominnico), Paula Cánovas del Vas y Pepa Salazar, ganadora de la anterior edición de 2023.
Con 100 000 euros en metálico, y la entrada en Acme y en la siguiente edición de la pasarela MBFW Madrid
Completando a esta familia de ganadores de las 12 anteriores ediciones del premio, es como ahora nos encontramos con el grupo de finalistas a esta edición del Vogue Fashion Fund. Un grupo formado por esa Tíscar Espadas, por ese Edward Cuming y por ese Ernesto Naranjo, que además de competir por alzarse como ganadores del premio, y por pasar a integrarse a ese destacado grupo de creativos de primer nivel al que señalábamos, también lo van a hacer por lograr llegar a hacerse con esas distintas recompensas que, más allá del galardón, el premio contempla junto a la entrega del premio para el ganador.
De entre todas ellas, no cabe duda alguna de que la principal son los 100 000 euros de premio con los que logrará hacerse el ganador de la edición de este año, y que son los que, desde la misma fundación del premio, hacen que nos encontremos frente al mayor premio a la moda que se concede en España. Unos fondos que podrán emplear para marcar un antes y un después a su trayectoria dentro del mundo de la moda, cambio para el que también el premio permitirá al ganador pasar a incorporarse, de manera automática, a la Asociación de Creadores de Moda de España (Acme), así como la posibilidad de participar en la siguiente edición de la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, el plato fuerte y principal de la Semana de la Moda de Madrid; y todo ello al tiempo en el que además reciben el apoyo y la cobertura especial de la edición para España de la revista Vogue.
“Solo uno de ellos conseguirá alzarse con el ansiado galardón y el premio de 100 000 euros que, en colaboración con Inditex, puede cambiar la trayectoria de sus firmas emergentes”, enfatizan desde Vogue a través del comunicado oficial desde el que han confirmado los nombres de los finalistas a la edición de este año. Tres ya reconocidos diseñadores emergentes dentro de la escena de la moda española, que tienen así a su alcance la posibilidad de incorporarse a ese grupo de 12 destacados ganadores del premio, que “durante los últimos años”, después de lograr llegar a alzarse como ganadores de sus diferentes ediciones, destacan desde Vogue, “han visto cómo sus carreras recibían el impulso del premio gracias a la inyección económica, el reconocimiento y el apoyo editorial que lo acompaña”.
Tíscar Espadas, desde Madrid al mundo (y a Japón)
Como principales “bazas” a su favor con los que contarán para llegar a alzarse con el premio, para el caso de Tíscar Espadas, ganadora del premio Allianz EGO Confidence in Fashion de la edición de febrero de 2023 de MBFW Madrid, desde Vogue destacan cómo la diseñadora ha logrado impulsar, apoyada sobre el valor de la artesanía y de lo artesanal, su firma de moda emergente, con base de operaciones en Madrid, hasta consolidarla como una de las firmas emergentes europeas que más interés están despertando en Asia, y especialmente en Japón. Un mercado para el que la casa de modas ya cuenta hasta con 20 socios distribuidores para la comercialización de su oferta de moda y complementos.
“Las nuevas creaciones de Tíscar Espadas”, ensalzan desde Vogue, “se presentan por ‘Capítulos’” y sin atender “el calendario frenético habitual” que rige en el siempre agitado y acelerado “mundo de la moda”. Una muestra de “su compromiso con la sostenibilidad”, que crece más allá de ahí de esa defensa de la atemporalidad, para terminar igualmente abrazando un “cariz humanizador” en términos de producción; procesos para los que, apostillan, ese misma naturaleza de la firma por “el respeto por el medio ambiente”, también se manifiesta con “la elección de tejidos” o desde “el propio organigrama de la empresa”, que guarda “como principal objetivo ayudar a construir un mundo más humano y mejor”.
Edward Cuming, desde Australia a la producción “Made in Spain”
Entre los finalistas de esta edición, no ha podido cuanto menos terminar de sorprender la elección del diseñador emergente, hasta ahora principalmente desconocido, Edward Cuming. Creativo australiano de nacimiento, y afincado en Madrid, nominado al premio como fundador y director creativo al frente de su propia, y homónima, casa de modas. Una etiqueta que el diseñador ponía en marcha tras completar sus estudios de posgrado en diseño de moda masculina por la prestigiosa Central Saint Martins de Londres y en el centro educativo IED de Barcelona, después de finalizar, con honores, su licenciatura en diseño de modas por la Universidad de Westminster. Un título que, previamente a completar su formación, ya terminó por abrirle las puertas de Inditex, compañía dentro de la que llegó a desempeñarse, por algo más de un año, como diseñador de prendas para las colecciones de su línea masculina Zara Man, desde la sede central de la multinacional en Galicia.
Desde entonces Cuming ha logrado emprender su propio camino propio, e independiente, como director creativo al frente de su propia casa de modas; un proyecto desde el que se encarga de idear productos íntegramente “desarrollados y fabricados en territorio español”, destacan desde Vogue. Artículos que, como única excepción, contemplan a los de unas líneas de calzado para las que el diseñador colabora con “artesanos italianos”, manteniendo en todo momento una filosofía comprometida con el entorno, que es la que le lleva a que “más del 60 por ciento” de los tejidos empleados para sus colecciones, procedan “de procesos de reciclaje”.
Ernesto Naranjo, defensor de la artesanía del sur de España
Finalista en dos ocasiones, para las ediciones de 2019 y de 2022, de esta misma convocatoria al premio Vogue Fashion Fund, Ernesto Naranjo terminará por descubrir si finalmente es cierto que a la tercera va la vencida, después de haber sido nuevamente escogido como finalista al premio, para esta nueva edición de 2024. Una candidatura la suya que cierto es que parece, pero solo lo parece, que a priori puede llegar con ventaja, ya no solamente por las dos veces previas que ha sido considerado Naranjo para el galardón, sino por el sobresaliente trabajo que a nivel creativo ha venido firmando el diseñador desde que decidiera regresar a España y aventurarse en el proyecto de lanzar su propia casa de modas. Una iniciativa a la que viene volcando todo lo aprendido durante los años de formación que pasó en la Central Saint Martins de Londres, así como durante la etapa posterior en la que se mantuvo como parte del equipo de diseño de casas de moda de la talla de Maison Margiela, en la que trabajó bajo la dirección de John Galliano, o de Balmain, diseñando bajo la dirección de Olivier Rousteing, y casa de modas propia con la que este mismo año Naranjo volvía a ser reconocido, colocándose entre los tres finalistas también al premio al Talento Novel de la primera edición de los Premios Academia de la Moda Española. Galardón que finalmente iba a parar a manos de una ya bien consagrada Carlota Barrera, desde una candidatura para la que curiosamente Naranjo volvía a compartir nominación también con Tíscar Espadas.
“Sus conocimientos adquiridos durante su trayectoria internacional, fusionados con el carácter artesanal” que defiende el diseñador sevillano para la hora de dar forma a cada uno de sus singulares diseños, son lo que finalmente termina por dar “lugar a sus aclamadas colecciones”, esgrimen desde Vogue. Unas propuestas que además, en otra muestra de ese mismo compromiso por la artesanía, y por la artesanía española, Naranjo procura que estén “producidas en el sur de España”, por las manos de “artesanos y modistas especializados”, con “la finalidad de inyectar a este sector la energía y la vida” que le permita seguir poniendo en práctica y sorprendiendo al mundo con un “saber hacer” atesorado de generación en generación, pero amenazado siempre por terminar de sucumbir frente al paso de un tiempo que de manera permanente atenaza con llevarlo hasta el olvido.