Mallorca se viste de moda, diseño, y más moda, en la V edición de Mallorca Design Day

Madrid – Invitados por su organización, desde FashionUnited nos trasladamos hasta Mallorca para participar de la V edición de Mallorca Design Day (MDD). Festival de carácter bianual desde el que, con la moda precisamente por bandera, se busca poner en valor el diseño de carácter multidisciplinar que se respira y vive en la isla de Mallorca.

Celebrándose en esta V edición a caballo entre las ciudades de Palma de Mallorca e Inca, contrariamente a lo que podría desprenderse de su nombre, el festival en esta edición de 2025 ha terminado por prolongarse durante los días del 18 al 21 de este mismo mes de marzo en el que todavía nos encontramos. Un total de cuatro jornadas, que se terminaron de dedicar a cada una de las hasta cinco diferentes disciplinas en torno al diseño sobre las que se hizo gravitar al certamen en esta edición, de la mano de un completo programa de charlas, conferencias, mesas redondas, encuentros y, sí, también desfiles, con el interiorismo, la arquitectura, el paisajismo, el “food design” y el diseño de moda como grandes protagonistas de las jornadas. Una serie bien ambiciosa y completa de activaciones, de entre las cuales se destacaban, y destacaron, no cabe duda alguna el reconocimiento a los nuevos talentos emergentes que volvió a brindar el Mallorca Design Day con la entrega de una nueva edición de sus Premios Nacionales de Diseño; una galardones a los que, como novedad en esta V edición, se han sumado por primera vez la entrega de los primeros Premios Honoríficos del MDD, para las categorías de Interiorismo, Promoción de la Artesanía, y Moda. Una disciplina esta que, como bien gusta de recordar y destacar Raquel Arañón, la fundadora, directora y quien hace posible cada nueva edición de esta bienal del diseño de Mallorca, fue precisamente la que sirvió de punta de lanza para la puesta en marcha de esta iniciativa, abriendo el camino de la diversificación que a partir de ahí, y con cada nueva edición, ha venido siguiendo el festival abriéndose a diferentes ramas del diseño, hasta llegar al campo del paisajismo, que por primera vez ha contado con una voz y un espacio propio dentro del MDD en esta edición de 2025. Edición que, como “leitmotiv” y principal pulsión, ha contado con el lema de la “Inteligencia Artesanal” bajo el que enmarcar cada una de las diferentes acciones e iniciativas que se han terminado por emprender y poner en marcha durante cada una de estas cuatro jornadas.

“Esta idea”, o proclama, “se centra en fusionar la artesanía con las herramientas más avanzadas que la inteligencia artificial ofrece al diseño”, trata de explicar la misma Raquel Arañon, fundadora y directora de MDD. Y con su elección, lejos de resultar en una decisión o acto gratuito, añade, lo que se busca “es reivindicar el valor de lo tradicional y la excelencia de las creaciones hechas a mano, redefiniendo la artesanía como el nuevo lujo del diseño contemporáneo”.

Con la moda y el textil por bandera

Siguiendo con el programa diseñado por su organización, esta V edición del MDD arrancaba el pasado martes 18 con un evento inaugural celebrado en el espacio Cosentino City de Mallorca, al que se encargaron de dar entidad dos primeras ponencias sobre arquitectura y diseño, para concluir con una tertulia sobre el valor y las oportunidades que presenta la Inteligencia Artificial (IA) para las empresas y profesionales vinculados a las diferentes ramas del diseño. Una jornada a la que siguió una segunda, la del miércoles 19, en la que, desde las instalaciones del estudio especializado en iluminación Worldlight de Mallorca, la disciplina del diseño textil comenzó a hacer ya su aparición, de la mano eso sí no de ningún diseñador, sino de las del reconocido interiorista Tomás Alía. Uno de los grandes protagonistas de este segundo día de conferencias y de encuentros, y quien, desde su ponencia “Arte Sano + Diseño. Nuevos lenguajes”, no dudó en salir a destacar la condición de la artesanía textil como una de las muestras más genuinas de trabajo artesanal, presentando como referentes más actuales, y excelsos, los casos de artistas textiles como Aurèlia Muñoz o Sonia Navarro.

Enfilando ya hacia la recta final del festival, la tercera de las jornadas de esta V edición del MDD arrancaba a mediodía del pasado jueves, día 20, desde las instalaciones del estudio de paisajismo Jardins de Tramuntana. Una primera parte de la jornada que se dedicó por entero a esta nueva disciplina que, por primera vez, se ha incorporado a las dinámicas del festival, uno de los únicos cinco festivales de diseño que se celebran en España, junto a los de Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao, y que culminaba, de manera completamente inesperada, con el anuncio de la ganadora del Premio Nacional de Paisajismo de MDD, para el que se anunció como ganadora a la joven Belén Martínez Balagué de la localidad de Mataró por su proyecto “Ca l’Íria”.

Sin moveros todavía de esa tercera jornada, tras esas conferencias y entrega de premios en Jardins de Tramuntana, las celebraciones del MDD continuaban caída ya la noche desde el espacio “showroom” con el que cuenta el estudio de interiorismo Aquaquae a las afueras de Palma de Mallorca. Una velada durante la que, como mejor muestra de la interconexión que se termina de dar en todo momento entre las diferentes disciplinas del diseño, y de cómo también la moda, como justamente ha buscado siempre poner en valor el MDD, forma parte también de ese ámbito, terminaron por sucederse la ponencia “Arqueología Urbana”, impartida por el reconocidísmo interiorista Lázaro Rosa-Violán, y el coloquio “De lo intangible a lo tangible”, con el diseñador e interiorista José Manuel Ferrero y la periodista Pilar Marcos, de la revista Diseño Interior. Unos encuentros sobre los cuales, el primero de ellos, valió para ahondar en la trayectoria y en cómo es la metodología de trabajo que sigue para la hora de abordar sus distintos proyectos el interiorista y arquitecto Lázaro Rosa-Violán, nacido en Tánger de padres y abuelos catalanes, y en cómo esa trayectoria lo ha llevado a terminar de ser considerado como uno de los grandes referentes del sector, a escala internacional, hasta el punto de encontrarse actualmente inmerso, entre sus muchos otros proyectos en marcha, en el desarrollo del nuevo, y también primer, hotel que Louis Vuitton se está preparando para inaugurar en la avenida de los Campos Elíseos de París. Un proyecto este que llegará firmado de pies a cabeza por el estudio de Lázaro Rosa-Violán, a excepción de las pocas habitaciones, se apunta a que solamente tendrá entre de seis a ocho suites, cuyo diseño correrá a cargo del también arquitecto e interiorista estadounidense Peter Marino.

Mientras tanto, en lo referente a ese segundo encuentro, durante el mismo y de la misma manera se procedió a realizar un recorrido y análisis sobre la trayectoria y la obra del diseñador valenciano José Manuel Ferrero, de Estudi{H}ac, que sirvió para poner en valor cómo la industria textil del Valle de Albaida y de la Hoya de Alcoy han influido y siempre se han mantenido como una constante de inspiración en la obra de este diseñador de Onteniente. Inspiración que abrió el camino a la creación de toda clase de distintos diseños de mobiliario repletos de singulares detalles extraídos del ámbito del diseño de moda, como botones y ojales, encontrando como mejor reflejo de esta conectividad con la moda en la obra de Ferrero la línea Plissé que ha desarrollado para la firma de mobiliario de diseño Vical, toda ella inspirada en los magistrales plisados con los que el español Mariano Fortuny y Madrazo dio forma a sus celebérrimos vestidos Delphos que en su día lucieran desde Isadora Duncan a Clarisse Coudert, mujer del magnate estadounidense Condé Montrose Nast, fundador del grupo editorial Condé Nast, propietario de cabeceras como GQ, Vanity Fair, Architectural Digest o la revista Vogue.

Verónica Lagares, Premio Nacional de Moda de MDD

Encargándose de poner el color a la última de las jornadas de esta V edición de MDD, ponemos ya nuestra atención sobre una gala de clausura que se terminó por celebrar este pasado viernes, 21 de marzo, con ahora ya sí la moda, en toda su genuina identidad, e intensidad, como gran protagonista de una velada para la que el festival terminó por trasladar sus celebraciones desde Palma hasta la vecina localidad de Inca. Municipio de honda tradición como sede de una potente industria del calzado y de la marroquinería, sede de firmas tan bien reconocidas y valoradas como George’s, Farrutx, Lottusse o Camper, y localidad que terminó así por acoger la ceremonia de cierre de esta edición de MDD, desde la emblemática Fàbrica Ramis. Una antigua fábrica dedicada a la producción textil y de artículos de piel, rehabilitada actualmente como espacio para eventos y celebraciones, como el que terminó por acoger con motivo de esta V edición de la bienal del diseño de Mallorca.

Abriendo la gala, que se encargó de conducir la periodista y presentadora Isabel Jiménez, cofundadora además junto a Sara Carbonero de la firma de moda Slowlove —en manos de Tendam desde 2021—, desde el interior de una de las grandes naves de la Fàbrica Ramis terminaron por desfilar las propuestas ganadoras del certamen para jóvenes promesas emergentes de la moda, convocado en el marco de la nueva convocatoria del Premio Nacional de Moda de MDD. Una pasarela que, frente a la atenta mirada de todos los profesionales del ámbito del diseño que han venido participado de esta edición del festival, se encargó de inaugurar la joven diseñadora emergentes Aina Bennasar Collado, reconocida con la Mención Especial del jurado en esta edición, con su colección “Liquen” inspirada en los líquenes. Tras su presentación, desfilaron sobre la pasarela las propuestas de los tres premios Accésits Baleares que se han concedido en esta V edición de MDD, en lo que llevó a la presentación de las colecciones “Fragments”, de Milla Kaplan González, en homenaje al artista ibicenco Rafael Tur Costa; “Índigo”, la colección con la que la joven diseñadora Aida Quetglas sorprendió con unas atractivas construcciones dominadas por la composición de diferentes tejidos vaqueros en distintas intensidades de azules índigo; y al de la colección “Múdate” de la diseñadora Gemma Sintes, con unas prendas de unas costuras especialmente bien trabajadas, más si cabe tratándose de una diseñadora emergente.

Vistas ya todas estas propuestas, terminó por irrumpir sobre la pasarela la colección “Project Synthia”, de la diseñadora emergente malagueña Verónica Lagares González, reconocida como justa ganadora de esta última edición del Premio Nacional de Moda de MDD. Una colección a través de la que, desde una perspectiva distópica, la creativa ha tratado de imaginar un futuro en el que se diluye hasta el extremo la frontera, de otro lado cada vez más tenue, que separa la identidad humana de la realidad tecnológica. Una narrativa de la que se ha valido para imaginar una sucesión de prendas de líneas futuristas, robóticas y postapocalípticas, de entre las que llamaron especialmente la atención durante el desfile esa sudadera-globo en tono azul bebé, esa cazadora y esa falda impermeables en naranja flúor, y, cómo no, esa camiseta-vestido a lo Alexander McQueen ilustrada con la recreación de una radiografía de un cuerpo humano.

Como responsables de la designación de cada uno de los premios, se han mantenido los miembros de un jurado compuesto por Modesto Lomba, diseñador y presidente de la Asociación Creadores de Moda de España (Acme) y de la Fundación Academia de Moda de España (Fame); el diseñador Marcos Luengo; el diseñador Moisés Nieto; la especialista en comunicación de moda Maripi Robles, directora de la agencia de comunicación y showroom No Solo Una Idea; la periodista y asesora en imagen y moda Xisca Bosch; y por la misma presidenta de MDD, Raquel Arañón. Jurado que, desde su deliberaciones, se ha encargado así de reconocer tanto a la Mención Especial, como a los tres Accésits Baleares de esta edición, que recibirán como gratificación 600 euros cada uno, y a este nuevo Premio Nacional de Moda de MDD, en la figura de una Verónica Lagares que recibirá en su caso como premio, además del reconocimiento, un gratificación económica de 2 000 euros.

“Teniendo en cuenta que la ‘Inteligencia Artesanal’ es la temática de esta V edición del festival, los miembros del jurado han valorado cómo se ha reinterpretado dicho paradigma en cada propuesta”, han querido puntualizar desde la misma dirección del MDD a través de una nota. En esa intención, detallan, los miembros del jurado “han tenido en cuenta el conocimiento técnico, el uso de la IA, la creatividad intuitiva y la aplicación de enfoques innovadores que respetan y evolucionan nuestra cultura artesanal”, tratando de así valorar cómo cada una de las distintas propuestas presentadas a concurso eran capaces de unir “lo mejor de la tradición y la modernidad”.

Roberto Verino, Premio Honorífico de Moda

Inmediatamente tras el final de los desfiles, se procedió a dar paso a la parte más institucional de la velada, con la apertura de la ceremonia de entrega de los diferentes Premios Nacionales de MDD. Unos galardones con los que el festival de diseño trata de reconocer, como hemos venido ya apuntando, a las jóvenes promesas del diseño, en sus diferentes disciplinas, potenciando así su perfil como plataforma de apoyo al emprendimiento y a los nuevos profesionales del sector. Todo ello desde unos premios que en esta ocasión, y completando a lo ya señalado, fueron a parar a las manos, en la categoría del Premio Nacional de Interiorismo, de la joven madrileña Belén Sánchez López por su proyecto “Redes&Raíces”; en la del Premio Nacional de Paisajismo a las de Belén Martínez Balagué por ese proyecto “Ca l’Íria”; y finalmente en la del Premio Nacional de Moda, a esa Verónica Lagares por “Project Synthia”, que recibió su mención de manos del Conseller d'Empresa, Ocupació i Energia del Govern de les Illes Balears, Alejandro Sáenz de San Pedro; y de las de Modesto Lomba, presidente de Acme. Unos reconocimientos que llegaron precedidos de la entrega, como novedad de esta edición, de los primeros Premios Honoríficos de MDD.

Sobre estos mismos, y sobre unos galardones de los que en su caso se encargó de hacer entrega la propia fundadora y directora del festival MDD, se tratan de unos nuevos premios con los que desde la bienal de diseño buscan reconocer la excelencia de destacados profesionales, de cada una de las distintas y principales disciplinas a las que buscan justamente dar visibilidad y poner en valor desde sus celebraciones. Unas principales ramas del diseño y de la creatividad, que en lo que refiere a esta primera convocatoria de estos nuevos galardones se terminaron por sintetizar en torno a un total de tres premios honoríficos, con un Premio de Honor en la categoría de Interiorismo que se encargó de recoger el bien reconocido Lázaro Rosa-Violán; otro para la categoría de Promoción de la Artesanía que fue a parar a manos de Tomás Alía; y un último Premio de Honor de Moda, que en su caso se encargó de recoger el gran Roberto Verino.

Sin duda, “uno de los momentos más emotivos de la noche fue la entrega de los Premios Honoríficos de MDD”, subrayan desde la misma organización del festival, sobre unos premios con los que se busca reconocer la “excelencia, trayectoria nacional e internacional y contribución al mundo de la moda, el interiorismo y la promoción de la artesanía” que han llevado a cabo cada uno de los premiados de esta primera edición, desde cada uno de sus diferentes campos de actuación, en los que todos han coincidido a la hora de lograr ya alzarse “como indudables fuentes de inspiración”. Con su entrega, y desde esta última edición, “MDD se ha consolidado como una apuesta firme por la creatividad y el talento emergente, sirviendo como plataforma para impulsar a los diseñadores en sus primeros pasos” y para “situar a Mallorca como epicentro del diseño a nivel nacional e internacional”, hacen balance desde la dirección del festival. Una cuestión, la de su consolidación con únicamente cinco ediciones, que se evidencia al ver cómo, entran a analizar, de su mano esta bienal “que comenzó con una única jornada”, ha pasado ya a expandirse “a cuatro días dedicados a distintas disciplinas del diseño”, desde los que la bienal “no solo se celebra el talento consolidado, sino que se convierte en un altavoz para las nuevas voces que están dibujando el presente y el futuro del diseño español”.