El diseñador valenciano Miguel Llopis desfila en la Semana de la Moda de Moscú
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Madrid – Celebrada a mediados de este ya pasado mes de marzo en la capital de Rusia, la última edición de la Semana de la Moda de Moscú contó con la singular participación del diseñador valenciano Miguel Llopis. Creativo que no ha dudado en querer salir a hacer balance de la experiencia y de cómo ha resultado ser su participación en el certamen a su regreso a España.
Acontecida entre los días del jueves día 13 al martes día 18 de marzo, para ponernos primeramente en contexto, esta última edición de la Semana de la Moda de Moscú contó como base para sus celebraciones ni más ni menos que con el histórico espacio expositivo Manège de Moscú. Una construcción diseñada en 1817 por el ingeniero español Agustín de Betancourt y Molina, sometida a un cuidadoso proceso de reconstrucción tras el incendio sufrido en 2004, y que se alza en pleno corazón de la capital rusa, en mitad de la plaza del Manège, en las inmediaciones de la plaza Roja y de la catedral de San Basilio, y a los mismos pies de las murallas rojas del Kremlin, en cuyo interior se mantiene la residencia oficial del presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin. Una localización por tanto que ya habla de la importancia con la que se concibió esta cita por parte de la organización de la Moscow Fashion Week (MFW), Semana de la Moda organizada por la Fundación Cultural para el desarrollo de la Moda y del Diseño, con el apoyo del Gobierno de Moscú.
Como indiscutibles protagonistas de estas seis jornadas de desfiles y presentaciones con las que llegó a contar la MFW en esta pasada edición de marzo de 2025, estuvieron los hasta 90 desfiles de pasarelas que llegaron a celebrar las otras tantas casas de moda y diseñadores que terminaron por sumar sus nombres a los del calendario oficial del certamen. Un grupo de participantes dominado por la presencia de firmas procedentes de las distintas partes de la Federación de Rusia, cuyas propuestas sobre la pasarela se terminaron de ver abrazadas con las que, como parte igualmente del calendario oficial, se encargaron de presentar ante todos los asistentes y profesionales del sector presentes en esta edición un seleccionado grupo de firmas internacionales, procedentes de países como India, Indonesia, China, Sudáfrica, Turquía, Estados Unidos o España. País que en su caso se vio representado por la participación en esta pasada edición de MFW de la firma y del diseñador valenciano Miguel Llopis, quien presentaba su última colección de pasarela desde el espacio principal del Manège de Moscú el pasado sábado 15 de marzo.
Poniendo en perspectiva su participación en el certamen, “la Semana de la Moda de Moscú representa un paso fundamental para posicionar nuestra marca en la escena internacional y establecer conexiones con el mercado ruso, que es una plataforma muy importante para nosotros”, defiende el diseñador de moda valenciano. Unos objetivos para los que Llopis estima el que poder “participar en eventos de alto perfil como la Semana de la Moda de Moscú”, contribuirá a aumentar “la visibilidad de la marca y permitirá mostrar nuestra colección a una audiencia amplia, incluidos expertos de la industria y periodistas internacionales”, como ya ha tratado de hacer durante su participación en esta última edición de la pasarela rusa. Un certamen al que califica como una pasarela más que a tener en cuenta, por su consideración “como punto de encuentro para diseñadores internacionales” capaz de generar “una gran atención por parte de la comunidad global de la moda”.
Una colección inspirada en las islas Pitiusas
El diseñador valenciano desembarcó en la capital rusa, y en esta última edición de MFW, de la mano de su colección “S’Espalmador”. Una propuesta de mujer inspirada en la isla de Espalmador, uno de los islotes que forman parte, junto a la islas de Ibiza y Formentera, del archipiélago mediterráneo de las islas Pitiusas, en las islas Baleares, y colección que el creativo presentaba por primera vez el pasado mes de febrero, en el marco de su debut dentro del calendario oficial de la tercera edición de la Mediterránea Fashion Week Valencia.
Ciñéndonos únicamente al valor de las piezas presentadas por Miguel Llopis, la colección se presenta elegantemente sostenida sobre una especialmente contenida paleta cromática, en la que espumosos blancos van cediendo protagonismo a marrones tierra y arena, con piezas que terminan por incendiarse en profundos rojos atardecer, para terminar sucumbiendo ante la elegancia atemporal de los negros-noche. Unas entonaciones cromáticas presentadas en prendas y estilismos completamente monocromáticos, con la única excepción de un embravecido estampado de ondas, en combinación de marrones, que aporta un carácter distintivo a un particularmente elegante vestido fluido y vaporoso con cinturón negro de satén y cuello halter. Una de las piezas clave sin duda de la colección, dominada por la presencia de combinaciones tanto fluidas como especialmente arquitectónicas y voluminosas, con las que el diseñador valenciano logra captar desde una misma propuesta esas “dos almas” que dominan las aguas que rodean esa isla/islote de Espalmador, y que hablan al tiempo de un mar calmado y de otro embravecido.
Acuerdo de colaboración entre la Mediterránea Fashion Week Valencia y la Semana de la Moda de Moscú
En cuanto a las razones de por qué la firma y el diseñador valenciano han terminado por participar en esta última edición de la Semana de la Moda de Moscú, la presencia de Miguel Llopis dentro del calendario oficial de la MFW se ha llevado a cabo en el marco del acuerdo de colaboración que el certamen ruso mantiene con la pasarela Mediterránea Fashion Week Valencia. Una alianza que ya llevó a que las firmas de moda rusas Li Lab y Inniki aterrizasen en Valencia el pasado mes de febrero de este 2025 para desfilar como parte del calendario oficial de la tercera edición de la pasarela internacional valenciana, en un apoyo brindado a la internacionalización de las marcas rusas por parte de la pasarela española, que ahora se ha buscado el que sea recíproco, con la incorporación de Llopis al calendario oficial de esta edición de la Semana de la Moda de Moscú. Unas relaciones y vínculos que reivindica y defiende el mismo fundador y dirección de la pasarela valenciana, Sergio Puig.
“El intercambio con la Semana de la Moda de Moscú es una oportunidad única para fortalecer los lazos entre España y Rusia en los ámbitos creativo y comercial”, señala el mismo Puig a lo largo de unas declaraciones facilitadas por la dirección de la pasarela Mediterránea Fashion Week Valencia. En esa apuesta, añade, “Valencia, como epicentro de la moda mediterránea, puede nutrirse de la riqueza cultural rusa y, al mismo tiempo, aportar su visión contemporánea y su tradición textil”, a través de un “diálogo” que, analiza Puig, “favorece una mayor proyección internacional de nuestros diseñadores, permitiendo que el mundo descubra la identidad y la calidad de la moda española”.
¿Asociación de colaboración, o una nueva muestra de la utilización de la moda como herramienta de propaganda política?
A pesar de las buenas palabras expresadas tanto por Miguel Llopis como por Sergio Puig, tanto en favor de la organización de la Semana de la Moda de Moscú, como de ese intercambio creativo y comercial, que ya se ha establecido, y que se pretende seguir fomentando, entre España y Rusia a través de la colaboración de la Mediterránea Fashion Week Valencia y la Moscow Fashion Week, es de necesidad subrayar el que esta se ha empezado a dar en mitad de un contexto geopolítico como el actual, en el que desde Europa se sigue mirando con gran preocupación y escepticismo a todas las noticias e iniciativas que llegan desde Rusia, desde la invasión sobre Ucrania que llevó a cabo el ejército ruso en la madrugada del 24 de febrero de 2022.
Desde ese escenario, parecen claras las intenciones que demuestran desde el Gobierno ruso por tratar de instrumentalizar la moda y emplearla como una herramienta con la que lavar y dulcificar su imagen a ojos de la comunidad internacional, mientras continúan los enfrentamientos y la guerra abierta en Ucrania. Unas intenciones para las que, como última herramienta para sus acciones de propaganda política, se habrían valido de las celebraciones de esta última edición de la Semana de la Moda de Moscú, desde la que, con la incorporación de una representante española, y de esas firmas venidas de otros países como China, Turquía o los Estados Unidos, el Gobierno ruso habría querido mostrar, tanto de cara hacia adentro como hacia afuera de las fronteras del país, un creciente apoyo a sus posiciones y al presidente Putin por parte de la comunidad internacional. Un mensaje propagandístico, y que nada tiene realmente que ver con la moda, más allá de su utilización como una herramienta para blanquear la imagen de Rusia, de cuyos potenciales riesgos y peligros ya advertíamos a Sergio Puig durante la entrevista que manteníamos con él el pasado mes de noviembre, después de su participación en el congreso “BRICS+ Fashion Summit” celebrado en octubre en Moscú. Ciudad a la que se ha vuelto a trasladar para asistir a las celebraciones de esta última edición de la Moscow Fashion Week, de la que el español ha participado como miembro del Comité Internacional de la Semana de la Moda de Moscú.
“En lo que respecta a las acciones a seguir para la pasarela, la política que seguimos es la de no meternos en política ni en cuestiones políticas, y en base a eso, representar la pasarela y defender sus intereses allí donde sea posible hacerlo”, nos respondía el director de la pasarela Mediterránea entonces, contestando con sus palabras a la pregunta sobre si se llegó a plantear no asistir a aquel congreso por su potencial instrumentalización para el blanqueamiento de Rusia en el contexto del conflicto armado que seguía, y sigue, teniendo lugar en Ucrania. Un encuentro durante el que se asentaron las bases del acuerdo de colaboración que ha terminado llevando ahora a Miguel Llopis a desfilar dentro del calendario de la Semana de la Moda de Moscú, y para el que Puig defendía su participación, en la medida en la que, “al margen de cualquier conflicto”, lo que se primó fue la consideración de que “para la plataforma era muy bueno estar allí, del mismo modo que para la Moscow Fashion Week era bueno contar con nosotros para la celebración de este BRICS+ Fashion Summit”.
Con su participación en esta suma de últimas iniciativas lideradas por la dirección de la Semana de la Moda de Moscú, y su posición frente al clima en el que se han terminado de dar, parecen claras las intenciones de Puig por querer mantenerse alejado y distante de cualquier cuestión que no tenga que ver ni que esté relacionada única y exclusivamente con la moda y con las estrategias a seguir en el impulso de la pasarela que dirige. Una postura muy próxima a en la que en su día, y frente al mismo conflicto, quiso mantenerse la multinacional de la moda japonesa Fast Retailing, esgrimiendo su consideración como empresa que vende ropa, y rechazando en un primer momento llegar a cerrar sus tiendas en Rusia tras el inicio de la guerra en Ucrania. Una decisión sobre la que no tardaban en enmendarse, presionados por la comunidad internacional, procediendo finalmente a cerrar todas sus tiendas en el país, donde la compañía japonesa no opera desde el 21 de marzo de 2022. Caso similar a los de H&M o Inditex, pero distinto al de empresas españolas como Mango y Tous, que sí siguen manteniendo operaciones y tiendas abiertas en Rusia, se defiende desde ambas compañías que como resultados de las obligaciones a las que deben responder frente a sus socios franquiciados en el país. Una presencia en Rusia que en cualquier caso aún así bien resulta cuestionable, y que de otro lado además contribuye a que resulte ahora en cierta medida reprochable el pretender censurar abiertamente esta participación de Miguel Llopis en la Semana de la Moda de Moscú, cuando se sabe, y se tiene constancia, de que otras marcas de moda española siguen haciendo negocio en Rusia. Unas consideraciones que no restan para que se puedan seguir observando con recelo todas estas acciones, así como esa alianza entre la Mediterránea Fashion Week Valencia y la Semana de la Moda de Moscú cuyos fines, siguiendo con lo ya advertido, podrían resultar espurios y mantenerse muy alejados de los que se esperan de una asociación entre dos plataformas de moda.