El calzado español salva su participación en MICAM, mientras reclama al Gobierno estabilidad política y legislativa
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Madrid – Este miércoles 21 de febrero ha terminado echando el cierre la última edición del salón internacional del calzado Micam Milano de Milán. Feria de la que han participado un total de 123 marcas españolas de calzado, que han logrado superar, con éxito, sus expectativas de participación, en el marco de una edición que se ha caracterizado por la ausencia de compradores europeos; vacío que ha sido suplido por la presencia de los procedentes de mercados emergentes, dibujando al tiempo un complejo contexto frente al que desde Fice reclaman al Gobierno mayor estabilidad política y legislativa para las empresas del calzado.
Volviéndose a destacar como una de las citas más importantes para el sector del calzado, a nivel mundial, característica que en esta edición de la feria se han encargado de atestiguar las 923 marcas expositoras que han venido participando de sus cuatro días de celebraciones, terminada y clausurada ya esta edición de febrero de 2024, ha sido desde la Federación de Industrias del Calzado Español (Fice) desde donde no han dudado para la hora de salir a hacer balance de lo vivido durante estas jornadas de feria. Salón que, en línea con lo ya expuesto, y adelantado a finales de la pasada semana por FashionUnited, ha contado con España como el segundo mayor país con representación en la feria por número de expositores, con la participación de 123 marcas de calzado españolas, de la mano de hasta un total de 100 empresas.
De este modo, y como principales características a remarcas, en materia de tendencias, señalan desde Fice que, en sus líneas más generales, de cara a la próxima temporada Otoño/Invierno 2024/2025, se ha observado un regreso al zapato bajo, así como a tonalidades “naturales” como el verde oliva. Mientras que en cuestión de ventas, cuyos objetivos previos el conjunto de las empresas españolas habrían logrado superar con éxito, estas se habrían caracterizado por llegar impulsadas por la destacada presencia en la feria de compradores procedentes de mercados emergentes de Asia, Oriente Medio y de Latinoamérica. Unos asistentes que habrían llegado para compensar la destacada ausencia de compradores europeos, cuya falta habría servido para evidenciar dos cuestiones capitales: la primera, el clima singularmente desafiante en el que sigue asentado y desenvolviéndose el sector del calzado; y la segunda, la importancia que justamente tiene el salir a participar de citas como la de Micam, para lograr acercarse a compradores procedentes de unos mercados a los que las empresas españolas, en solitario, les sería muy complejo poder acercarse y poder empezar a entablar relaciones comerciales.
“En general, las empresas españolas han cubierto las expectativas en relación con esta feria, que evidentemente estaban bastante bajas”, precisamente por el contexto socioeconómico y geopolítico en el que nos encontramos, analizan desde Fice. “En general, ha habido dos días buenos de trabajo y de presencia de visitantes internacionales”, un hecho que “ha sorprendido positivamente a la mayoría” de las empresas españolas. Aún así, “se ha echado de menos” la presencia de “compradores europeos”, que prácticamente solo han estado representados por compradores alemanes, mientras que ha llamado igualmente la atención, pero de manera nuevamente positiva, “el incremento de la presencia de compradores de países emergentes alejados de Europa”, destacándose de entre estos la participación de “muchísimo israelita, lo cual ha sorprendido también para bien teniendo en cuenta la situación geopolítica”, así como “el aumento de compradores de Latinoamérica” y “de países del Sudeste Asiático”. Justamente esta presencia “es lo que hace grande a esta feria”, señalan desde Fice, que está dirigida “no solo a clientes europeos, sino también a esos clientes alejados” de Europa, a quienes “es más complicado que nuestras empresas puedan llegar”. Con todo ello, y a modo de síntesis, “no podemos hablar de una ‘super feria’, ni mucho menos, pero sí que positiva, y más teniendo en cuenta que es una edición de invierno, y teniendo en cuenta la situación geopolítica mundial y que la campaña del invierno pasado fue negativa” para las empresas españolas.
Reclamación de mayor estabilidad política y legislativa para las empresas del calzado
Completando este balance de la participación de las empresas españolas de calzado en esta última edición de Micam Milano, ha sido Rosana Perán, presidenta de Fice, quien también ha querido ofrecer una valoración de la participación de las empresas españolas en la feria, así como de sobre cuáles son las perspectivas que contempla para el próximo desempeño de la industria del calzado. Un análisis que en su caso ha querido hacer acompañar de una nueva reclamación al Gobierno, al que solicita de medidas y planteamientos que, frente a las incertidumbres internacionales, aporten estabilidad, política y legislativa, a las empresas españolas del calzado. Dos aspectos que sitúa como capitales para la hora de poder dibujar un entorno que dé estabilidad a las empresas, requisito que debe de darse para que estas no solamente pueden enfocarse en crecer, sino en seguir innovando para continuar impulsando la industria del calzado español como un referente de calidad y de vanguardia, dentro de la escena internacional.
“La Feria del Calzado de Milán ha demostrado una vez más ser un evento fundamental para el sector, proporcionando una plataforma para el intercambio de ideas, la exhibición de productos y el fortalecimiento de relaciones comerciales internacionales”, analiza Perán a lo largo de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la misma dirección de Fice. “Es cierto que cada vez que venimos a esta feria, lo hacemos con cierta incertidumbre”, y es que “cada feria” y “cada colección es una experiencia nueva y emocionante”. No obstante, “a pesar de esa incertidumbre, lo que nunca falta es la ilusión y la pasión con la que creamos nuestros productos, el compromiso con nuestro trabajo diario en las empresas”, y con ellos como palanca, “estamos aquí una vez más para mostrar lo mejor de nosotros”, en la que “es importante destacar” que se presenta como la feria “más importante en Europa para el sector del calzado”. Un salón desde el que “no solo exhibimos nuestras nuevas colecciones, sino que también mostramos las pequeñas transformaciones que realizamos en términos de sostenibilidad”, así como en “el uso de nuevos materiales, y comunicamos las nuevas metodologías de trabajo en la producción, incluida la digitalización”. Y es que “siempre estamos adoptando nuevas tecnologías”, apostilla Perán, pero al tiempo en el que “siempre ponemos a las personas en el centro de todo nuestro proceso”.
Desde esta perspectiva y manera de afrontar cada nueva participación en Micam, “la Feria del Calzado de Milán es un escaparate crucial para mostrar no solo nuestras nuevas colecciones, sino también nuestro compromiso con la innovación y la calidad”, subraya la directora de Fice, así como, desde el pasado diciembre de 2023, de la Confederación Europea del Calzado. Un deber y una responsabilidad autoimpuestas, que “a pesar de los desafíos”, las compañías españolas no han querido dejar de lado, con una “industria del calzado español” que “continúa demostrando su capacidad de adaptación y su compromiso con la excelencia”, nuevamente desde esta nueva edición de la feria milanesa. Frente a esta postura, “quiero destacar el compromiso y la determinación de los empresarios del calzado español para enfrentar los desafíos actuales”; en una apuesta para la que, “si bien las expectativas iniciales eran modestas debido a las difíciles condiciones que enfrenta nuestra industria, hay que poner en valor que hemos superado esas expectativas”. Lo cual no resta importancia para el hecho de nuevamente tener que reclamar, en un apunte ya dirigido hacia el Ejecutivo, el que “necesitamos estabilidad política y legislativa para poder planificar nuestras estrategias a largo plazo y garantizar el éxito continuo de nuestras empresas”. Unas demandas que alza Perán hasta el Gobierno, ante las dificultades que, advierten desde Fice, están sumándose a las de la propia evolución del sector, derivadas de lo que consideran como una “falta de flexibilidad” para sus empresas, de “las estrictas inspecciones en torno a la figura de los fijos discontinuos”, y de la pretendida “reducción de la jornada laboral”; todos ellos “factores que inciden”, censuran desde Fice, “en un incremento de los costes laborales y la pérdida de competitividad” de las empresas.