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Rosana Perán (Pikolinos), nueva presidenta de la Confederación Europea del Calzado

Por Jaime Martinez

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Rosana Perán durante el acto de toma de posesión como nueva presidenta de la Confederación Europea del Calzado. Créditos: Confederación Europea del Calzado.

Madrid – Después de asumir la vicepresidencia ejecutiva de la empresa familiar, el Grupo Pikolinos, a finales de enero de 2022, y la presidencia de la Federación de Industrias del Calzado de España (Fice) a mediados de mayo del mismo año, Rosana Perán suma una nueva responsabilidad dentro de la industria del calzado, asumiendo igualmente la presidencia de la Confederación Europea del Calzado (CEC). Cargo que pasará a ejercer tomando el relevo del portugués Luis Onofre, convirtiéndose en la primera mujer que alcanza a tomar las riendas de la patronal europea del calzado.

El acto de traspaso “de poder” al frente de la CEC tenía lugar este pasado viernes, 1 de diciembre de 2023, en el marco de la asamblea general de la organización empresarial que ha terminado por celebrarse en el Centro de Congresos Ciutat d’Elx de Elche, localidad alicantina con honda tradición en la industria del calzado, y desde la que justamente operan las empresas del Grupo Pikolinos del que Perán asumiese la vicepresidencia ejecutiva el pasado mes de mayo de 2022. Una nueva posición dentro de la empresa familiar, que fundase su padre Juan Perán Ramos y cuyos orígenes se remontan hasta el año 1975, en la que era designada como resultado del proceso de reestructuración que la compañía llevaba a cabo tras la salida de Manel Jadraque, hasta entonces director ejecutivo de la multinacional española, y que culminaba con los tres hermanos Perán pasando a retomar las riendas de la compañía, con Manuel Perán como nuevo presidente ejecutivo, Rosana Perán como vicepresidenta ejecutiva y con Carolina Perán como Brand Manager del Grupo.

A sus nuevas responsabilidades al frente de la compañía familiar, Rosana Perán sumaba, en línea con lo señalado, el cargo de presidenta de la Federación de Industrias del Calzado de España (Fice) en el mes de mayo de 2022. Una posición ya de por sí de gran peso dentro de la CEC, debido al papel representativo que ostenta la industria del calzado española en el conjunto del sector a nivel europeo, y cuya presidencia pasa a partir de ahora a compaginar con la presidencia de Fice, tras asumir el cargo durante la asamblea general de la patronal que ha tenido lugar en Elche. Acto que viene a seguir al anuncio del nombramiento de Perán como nueva presidenta de la asociación que previamente ya se habían encargado de adelantar desde la misma CEC, y al que su nueva presidenta asistió rodeada de familiares y de amigos, así como junto a los principales representantes del sector del calzado, las juntas directivas de Fice y de la CEC, y de toda clase de representantes públicos y empresariales, entre los que no faltaron la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé; el alcalde de Elche, Pablo Ruz; el alcalde de Elda, Rubén Alfaro; la consejera de Industria, Nuria Montes; y el presidente de la Generalitat Valenciana, el popular Carlos Mazón.

Rosana Perán durante el acto de toma de posesión como nueva presidenta de la Confederación Europea del Calzado. Créditos: Confederación Europea del Calzado.

“Como nueva presidenta de la CEC, me comprometo a la sostenibilidad de las empresas del calzado, a la tríada de Mejora Continua, Propósito y Transformación y a avanzar en una industria, la del calzado, de la que nos sintamos muy orgullosos y orgullosas”; porque desde la asociación “nos vamos a poner en vuestros pies”, concluía la misma Perán, durante el discurso que proclamaba en su toma de posesión como nueva, y primera, presidenta de la asociación empresarial. Unas palabras que vertía frente al público congregado en el Centro de Congresos de la localidad ilicitana, como broche de oro a una intervención durante la que se encargó de entrar ya a desmigajar cuáles van a ser sus principales objetivos, y los retos a los que buscará saber hacer frente, como nueva presidenta de la CEC.

Hacia la “industria 5.0”: impulsando una nueva revolución industrial, dentro de la industria del calzado

Entrando justamente a partir de este punto a desgranar, en mayor detalle, las palabras ofrecidas por Perán, siguiendo con las declaraciones que nos hacen llegar desde la misma CEC, su nueva presidenta va dedicar su mandato principalmente a tratar de impulsar la industria del calzado europea hacia una “nueva revolución industrial”. Un proceso que llegará basado en un arraigado punto de vista humanista, y cuyos principales fundamentos Perán ha tratado de reunir en lo que ha denominado una nueva industria del calzado “5.0”.

“La CEC es un organismo europeo, que, desde su nacimiento ha trabajado para posicionar el calzado que se produce en los países de la Unión Europea, poner en valor la calidad que le distingue y defender los intereses de la industria antes las iniciativas legislativas europeas”, arrancaba Perán su intervención; para a renglón seguido poner en valor cómo “durante los últimos 10 años, la CEC ha liderado 25 proyectos europeos”. Tras este legado, “desde hoy me enfrento al apasionante desafío de transformar la industria del sector” del calzado; “un sector que se enfrenta a muchos desafíos, pero también oportunidades”, y en el que “sus miembros jugamos un papel importante para abordar nuevos retos y facilitar el intercambio de información y mejores prácticas entre los miembros de la industria para fortalecer la competitividad y eficiencia”, apuntaba la nueva presidenta de la CEC.

Rosana Perán durante el acto de toma de posesión como nueva presidenta de la Confederación Europea del Calzado. Créditos: Confederación Europea del Calzado.

En ese objetivo, y ya bajo su mandato, Perán va a tratar de impulsar al conjunto de la industria europea del calzado hacia una nueva y revolucionaria “Revolución Industria 5.0”, desde las que se va a buscar responder a las palabras y a la visión del académico americano Michael Portes, quien ya dijese que “el capital humano”, enfatizaba Perán en su intervención, “es el principal activo de las empresas”, y “la inversión en el desarrollo de las habilidades y el conocimiento de los empleados es esencial para la competitividad”. Unas palabras que sitúa como guía para terminar por alcanzar “la tríada humanista” formada por las palabras “Henko, Kaizen e Ikigai”, tras las que se ocultan “la gran transformación empresarial” que va a tratar de impulsar en el sector.

Ha este respecto, entraba Perán a profundizar, “mis más de 20 años de experiencia laboral me han enseñado que, como sucede en el deporte en particular, y en la vida en general; la actitud, el esfuerzo y la constancia son la clave del éxito”, como “también, y esto es esencial para mí, que el activo más importante que tiene una empresa son las personas”. Con todo esto “os estoy hablando del primer pilar: el ‘Henko’”, que reside en “escuchar y saber las necesidades que tienen” los trabajadores, e “incluso las ideas de mejora en los procesos”, siendo “clave para el éxito de un empresario o para una empresa”; algo que “yo lo he podido comprobar en el proyecto ‘Pikokaizen’” que ha venido impulsando dentro del Grupo Pikolinos.

Dentro de esta iniciativa, profundizaba Perán, se ha implementado una metodología de trabajo denominada “Kaizen” —el segundo pilar de su estrategia— enfocada a estimular “la automoción en un sector muy maduro, tradicional y manufacturero como es el del calzado”, pero en la que “su eje principal, el centro de todo, son las personas”. “El puesto de trabajo, la escucha activa del personal para mejorar los procesos, hacen sin duda que podamos mejorar como empresa hasta el infinito, y si señores, la mejora continua es infinita”, sostenía la presidenta de la CEC.

Rosana Perán durante el acto de toma de posesión como nueva presidenta de la Confederación Europea del Calzado. Créditos: Confederación Europea del Calzado.

Partiendo así pues de “la fusión de estos dos pilares”, es como se “hace que nazca el tercero: Ikigai”. Y es que “la evolución de las personas, más la mejora continua, dan como resultado la transformación empresarial”, la razón de ser de unas compañías en las que, añade Perán, “la tecnología no sustituye a las personas, sino todo lo contrario; hace que los profesionales dentro de una empresa puedan crecer de forma diferente”. La creación de empresas en las que la tecnología “es un medio que nos ayuda a aumentar la productividad y la eficacia”. “Solo la digitalización o las tecnologías no nos garantizarán el éxito, es la interacción personas-máquinas (estas últimas al servicio de las personas) lo que nos garantizará el crecimiento de nuestras empresas, y la que desarrollará las carreras profesionales de nuestro talento”.

Valor humano, tecnología… y sostenibilidad

Apuntadas de este modo como bases de las estrategias de la CEC para impulsar esta “nueva revolución industrial” de la industria del calzado el “Henko”, entendido como el valor de las personas, y el “Kaizen”, como las últimas innovaciones tecnológicas, en lo que juntas dan como resultado ese “Ikigai”, o razón de ser, de cada una de las diferentes empresas del sector, junto a todo esto, y como tercera pata de su estrategia, junto al talento humano y la tecnología, va a seguir estando una firme apuesta de la CEC por la sostenibilidad. Un valor que, junto a los otros dos, va a ser el que, sostiene Perán, va a tener igualmente que seguir impulsando la transformación conjunta de la industria del calzado europeo.

Rosana Perán durante el acto de toma de posesión como nueva presidenta de la Confederación Europea del Calzado. Créditos: Confederación Europea del Calzado.

“La evolución de las personas, más la mejora continua” de los procesos, “dan como resultado la transformación empresarial”, pero “esta transformación empresarial se divide en tres ramas: la humana, la tecnológica y la sostenible”, sentencia a este respecto Perán. Unas palabras desde las que viene a trazar una equidad entre cada uno de estos principales valores que deberán venir para caracterizar la revolución que va a buscar imprimirle al conjunto de las industrias europeas del calzado, y sobre las que, además, destapa a la sostenibilidad en todas sus acepciones, y no únicamente en lo relacionado en los procesos de producción, terminando así de trazar un firme nexo de unión entre todas y cada una de las tres patas sobre las que se va a sostener este proceso de revolución “humanista” que va a tratar de liderar. “Esto implica”, ensalza la nueva presidenta de la CEC, “no solo la preocupación por el impacto ambiental” de los procesos, materiales, y demás, “sino también por las condiciones laborales, la equidad y el bienestar de las comunidades involucradas en la producción”.

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