Una Rihanna embarazada “incendia” la Super Bowl vestida de Loewe
cargando...
Acompañada de una legión de bailarines y haciendo gala de un avanzado estado de gestación, este domingo 12 de febrero la cantante Rihanna se convertía en la última artista en protagonizar el espectáculo del medio tiempo del partido de la Super Bowl. El partido final del campeonato de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), en el que en esta ocasión se enfrentaban, sobre el campo del State Farm Stadium de la ciudad de Glendale, en el estado de Arizona, los equipos del Kansas City Chiefs, equipo ganador de la Conferencia Americana (AFC), y de los Philadelphia Eagles, ganadores de la Conferencia Nacional (NFC), las dos conferencias que forman parte de la NFL.
Para celebrar el que se destaca como uno de los acontecimientos más seguidos por el público estadounidense, en esta ocasión, y en línea con lo anunciado ya previamente por la propia cantante de barbados y la NFL, era Rihanna la artista que finalmente había sido escogida para amenizar el medio tiempo del partido entre ambos equipos de la Liga de Fútbol Americano. Un descanso que a lo largo de las décadas ha terminado logrando constituirse en un acto por sí mismo y con una fuerte identidad propia, a través del cual, y frente a la millonaria audiencia que termina congregándose año tras año en torno al partido de la Super Bowl, una amplia lista de artistas de primer nivel han llegado a realizar interpretaciones completamente épicas que han llegado a trascender más allá de lo deportivo, como la protagonizada por Michael Jackson en 1993; por U2 2002 con su homenaje a las víctimas del 11S; o por Justin Timberlake y Janet Jackson del año 2004, y cuya polémica a cuenta del pecho descubierto de la cantante terminaba provocando que, con el fin de evitar situaciones similares, todos los espectáculos que siguen desde entonces emitiéndose en directo en los Estados Unidos, deban hacerlo con un mínimo de cinco segundos de retardo.
Sobre este así pues valor diferencial sobre el que se asienta este espectáculo del medio tiempo de la Super Bowl, valor que se le empezó a imprimir tras el punto de inflexión que supuso el espectáculo realizado por Michael Jackson en el 93, Rihanna pasaba este domingo a tomar el testigo de la actuación coral llevada acabo en el partido de 2022 por Dr. Dre, Eminem, Kendrick Lamar, 50 Cent, Snoop Dogg y Mary J. Blige. Un acto que llevaba a cabo al tiempo que se convertía en la primera cantante embarazada en protagonizar uno de los conciertos de la Super Bowl, y siguiendo el camino que ya abrieron un nutrido y destacado plantel de artistas femeninas, entre las que encontramos a figuras de la talla de Gloria Estefan, Diana Ross, Christina Aguilera, Britney Spears, la ya citada Janet Jackson, Madonna, Beyonce, Katy Perry, Lady Gaga y Shakira y Jennifer López, últimas dos mujeres que llegaron a protagonizar uno de los espectáculos del medio tiempo, en una actuación compartida que tenía lugar en el partido de la Super Bowl de 2020, y para la que, al parecer, la cantante y actriz del Bronx habría llegado a manifestarse contraria en el marco de su documental “Halftime”. Grabación que está previsto que termine aterrizando el próximo 8 de junio en Netflix.
Piezas “a medida” para un look inspirado en los uniformes de vuelo
Para enfrentarse a esta actuación, con la que Rihanna ha puesto punto y final a un vacío de 6 años durante los que no ha llegado a salir a escena en el marco de ningún espectáculo de primer nivel, la cantante y empresaria, lejos de apostar por algún provocativo diseño firmado por su firma de moda íntima Savage x Fenty —cuya oferta ya ha ampliado hacia el ámbito de la moda deportiva—, ha terminado confiando en las manos y en el equipo de la casa española Loewe y en las de su actual director creativo, el británico Jonathan Anderson.
El diseñador, que se ha destacado a lo largo de estos últimos años como el responsable de revitalizar y renovar la oferta de Loewe, firma que a día de hoy se integra dentro del catálogo comercial del holding multinacional francés LVMH, ha sido así pues el responsable de confeccionar una serie de piezas, hechas a medida, para terminar de dar forma al impactante look que se decidía a vestir la cantante durante su espectáculo. Una actuación que arrancaba sobre una pasarela transparente suspendida sobre el campo del State Farm Stadium, vestida imponentemente de pies a cabeza de un provocado “rojo fuego”. Tonalidad que terminaba bañando tanto el elegante jersey de seda que terminaba sirviendo de base del estilismo, como el corsé esculpido en cuero y el traje de piloto de vuelo confeccionado en lona de algodón. Un atuendo inspirado, al igual que los de los bailarines —los suyos en un impoluto blanco nuclear—, en los tradicionales monos de vuelo de los pilotos del aire, que se terminaba de completar con una elegantísima y volumétrica capa, también confeccionada en “rojo fuego”. Un añadido con el que Rihanna se envolvía al final del espectáculo para interpretar su icónico tema “Umbrella” con el que alcanzaba la fama en 2007, para desde ahí continuar y cerrar su actuación con su “Diamonds” de 2012. Tema con el que se encargaba de poner el broche de oro a una interpretación musical durante la que no dudó en entonar los principales temas de su carrera musical, como “Where Have You Been”, “We Found Love” o “Run This Town”.
“Estoy muy emocionado de haber podido ser parte de este momento inolvidable”, se ha encargado de destacar el mismo Jonathan Anderson, director creativo de Loewe desde septiembre del año 2013, a lo largo de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la misma firma de moda española. “Rihanna es un verdadero icono, y trabajar con ella para poder dar vida a estos looks de escenario, se siente como un auténtico sueño”, un sueño, “maravillosos y salvaje”.