Loewe: organizismo fluido

Retomando el ritmo de las celebraciones que están teniendo lugar sobre la capital francesa con motivo de esta última edición de la Semana de la Moda de París, este viernes 30 de septiembre la casa española Loewe, actualmente integrada dentro del portafolio de firmas comerciales del holding internacional francés francés especializado en el sector del lujo LVMH, presentaba su colección de mujer para la próxima temporada Primavera/Verano de 2023. Una propuesta que llegaba una vez más firmada por el británico Jonathan W. Anderson, director creativo de la firma desde el pasado 2013 y principal responsable de empujar a la enseña madrileña hacia el dulce momento que goza frente a público y crítica.

A lo largo de un delicado desfile que pudo seguirse en directo a través de los distintos canales oficiales de la casa, así como desde la propia plataforma oficial de la París Fashion Week, la colección se presentaba ante un selecto grupo de invitados congregados en la mañana del viernes en el centro ecuestre de La Garde Républicaine, una localización histórica ubicada en el centro de la capital francesa. Un ambiente que ya ha ejercido las funciones de escenario para la presentación de anteriores colecciones de la firma española, para lo que en esta ocasión mostró un reluciente entarimado de madera blanca, con una descomunal flor de anturio en rojo brillante como tótem en torno al que terminaba por gravitar todo el espacio. Un elemento que se erigía así como el paraguas bajo el que terminaría desenvolviéndose todo el desfile, de una colección creada e inspirada en la propia arquitectura escultórica de esta flor tropical, convertida por la mano de Anderson en imagen y símbolo del próximo verano de 2023 al que nos invitan a abrirnos y a dejarnos llevar desde Loewe.

Entre el erotismo y la serenidad de las flores de anturio

En un llamamiento a esos ritmos relajados que traen consigo los pausados tiempos estivales, y especialmente de aquellos que se dan sobre esas aguas tropicales capaces de limar cualquier arista que hubiese podido salirnos frente a lo quehaceres de nuestra vida rutinaria, Loewe y Anderson nos abren las puertas a un seductor paraíso veraniego, colmado de coloristas flores de anturio sobre un mar que fluye, sin espinas ni costuras.

Una belleza y una simplicidad, formal y de espíritu, que terminan cobrando vida en forma de un océano de siluetas que fluyen entre el organizismo y el más puro minimalismo de los años 90. Una suma de corrientes a las que, en esa ilusión onírica que vela sobre toda la propuesta, el diseñador británico termina por sumar unas claras referencias al mundo digital, en forma de unas imágenes pixeladas con las que parece tratar de subrayar la irrealidad que impera tanto en los tiempos actuales, como sobre esta misma propuesta, en la que no faltan las corazas y caparazones con los que poder preservar nuestra integridad emocional frente a los envites de la cruda, y fría, realidad, de la que la llegada del propio verano nos permite escapar.

“Afinando, desmontando y mirando hacia el futuro”, la colección se construye centrándose en “la forma, el color y la línea”, como elementos generadores de todas y cada una sus piezas, apuntan desde Loewe a través de un comunicado. Todo con la clara intención, añaden, de que muestren “la misma tensión y precisión erótica que una flor de anturio”. Un elemento orgánico y “producto de la naturaleza”, que “parece un objeto de diseño y que es tratado como tal” por el diseñador de la casa.

Zapatos de globos desinflados y el nuevo bolso “Paseo”

Partiendo de estas líneas estructurales de la colección, nos encontraremos con una sensible propuesta armada sobre una rica y variada paleta cromática que avanza desde el negro propio de estambres y pistilos, para avanzar hacia la explosión colorida de pétalos y corolas, y terminar en unas tonalidades piedra, arcilla y arena que nos hablan de esa fuente de vida que es la tierra para todo organismo vegetal. Un universo cromático al que se da vida en forma de acabados monocromáticos, mientras estampados florales y reconstrucciones de esa misma flor de anturio vuelven a hacer referencia a la importancia del mundo botánico y sus manifestaciones, físicas y creativas, dentro del imaginario de Jonathan W. Anderson como director creativo de Loewe.

Así pues, y sobre esta suma de inspiraciones y elementos, profundizando ya en los aspectos de diseño, dentro de la colección se destacan el ir y venir de una buena serie de vestidos cortos, ejemplificación más pura de ese erotismo que el británico buscaba imprimir sobre la colección. Una propuesta cuya naturaleza descansa en el querer jugar entre lo corto de esos vestidos, con lo holgado de las hechuras y la fluidez de líneas y tejidos, y en la que los “caparazones” aparentan tomar la forma de bulbos y semillas, mientras a los pies un manto de hiervas, en forma de unos zapatos pump construidos con globos desinflados, se encargan de alfombrar el camino de la mujer Loewe para el Verano de 2023.

Mientras tanto, y terminando así de completar la colección, como contrapunto de ese “organizismo fluido” que impera sobre la propuesta de la casa, nos topamos con esa serie de prendas pixeladas que parecen desnudar la irrealidad de este sueño. Un encantamiento que ha servido para la casa para presentar su nuevo modelo de bolso “Paseo”. Un diseño alargado y estilizado, con el que la casa hace referencia a la nueva tienda de Loewe del Paseo de Gracia de Barcelona, que volvía a abrir sus puertas en la Ciudad Condal el pasado mes de abril de 2022.