Con el patrocinio de Dior: el Rey inaugura en el Palacio de Liria la exposición de Joana Vasconcelos
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Madrid – Enriqueciendo el circuito artístico y cultural de la ciudad de Madrid, su Majestad el Rey de España ha inaugurado en el palacio de Liria la exposición “Flamboyant. Joana Vasconcelos”. Una muestra de la que la célebre casa Dior participa en calidad de patrocinadora, y desde la que se recoge una destacada muestra de algunas de las grandes obras de la que ha sido una colaboradora habitual de la “maison” durante estos últimos años, la bien reconocida artista portuguesa Joana Vasconcelos.
Abierta al público desde este mismo viernes, 14 de febrero, y hasta el próximo 31 de julio, la exposición ha sido organizada por la Fundación Casa de Alba, coincidiendo con el 50º aniversario de su constitución. Efeméride que la Fundación, dedicada a la difusión y puesta en valor del legado histórico y artístico que atesora la noble casa de los Alba tras los muros de sus palacios y residencias, se ha decidido a conmemorar con la puesta en marcha de un ambicioso programa de arte contemporáneo, que pasa a inaugurarse precisamente de la mano de esta exposición. Un montaje artístico que se encargaba de inaugurar en la víspera de su apertura al público, este ya pasado jueves 13 de febrero, su Majestad el rey Felipe VI, quien no dudaba en trasladarse hasta el Palacio de Liria, residencia habitual del actual duque de Alba y espacio único en el que ha terminado por instalarse esta muestra representativa de la obra de Vasconcelos, para visitar y dar por oficializada la apertura de la exposición. Una muestra que, organizada por la Fundación Casa de Alba y por el mismo Atelier Joana Vasconcelos, cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid, con el apoyo de Mastercard, y con el patrocinio de la casa Dior, desde donde de este modo, y a través del patrocinio de la exposición, han querido seguir dando buena muestra tanto del apoyo que brindan a los nuevos artistas contemporáneos, como de su estrecha colaboración, desde hace ya más de 10 años, con la artista lisboeta.
A su llegada al Palacio de Liria para la inauguración de esta exhibición artística, Don Felipe fue recibido por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; por el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín Aguirre; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; y por el presidente de la Fundación Casa de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, duque de Alba de Tormes. Acto seguido, el Rey, igualmente a su llegada al Palacio de Liria, procedió a saludar al embajador de la República Portuguesa en España, João António da Costa Mira-Gomes, y a la misma artista Joana Vasconcelos. Un momento que terminó por inmortalizarse en una primera fotografía de grupo, y tras el cual la comitiva presidida por Felipe VI pasó a acceder al interior del Palacio.
Ya en el interior, Don Felipe recibió los saludos del vicepresidente de la Fundación Casa de Alba, Fernando Fitz-James Stuart, duque de Huéscar; el de la decana de la Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza de España y Títulos del Reino, María Cristina Ulloa, duquesa de Arcos; y los del director general del Sur de Europa de Christian Dior, Ludovic Deschamps; el del gerente nacional en Christian Dior España, Yonathan Peretz; el del vicepresidente de Marketing y Comunicación de Europa Occidental de Mastercard, Daniel David; el del comisario de la exposición, Enrique Juncosa, y el del director cultural de la Fundación Casa de Alba, Álvaro Romero. Nombres todos estos destacados de entre el resto de autoridades que siguieron los pasos del Rey a medida que, hechos ya los saludos de rigor, procedió a iniciar la visita inaugural de la exposición, junto y de la mano de la misma artista lisboeta y del comisario de la muestra, quienes a cada paso y a cada sala fueron dando pormenorizadas explicaciones tanto de las obras expuestas como del por qué de los lugares del palacio escogidos para su instalación. Y es que en lo que respecta a esta muestra organizada en el Palacio de Liria, la artista ha procurado subrayar de manera especial el diálogo que se ha querido establecer entre su obra y los ambientes del mismo palacio, a diferencia de los del palacio de Versalles, el de los Uffizi de Florencia, o el de Ajuda de Lisboa, el primero habitado en el que Vasconcelos entra a mostrar sus obras. Una particularidad ante la que desde la misma Fundación Casa de Alba no han dudado en responder, poniendo a disposición de la artista por entero los salones del Palacio de Liria, en lo que ha permitido que por primera vez vayan a poder ser visitados ambientes, hasta ahora privados y únicamente accesibles para los miembros de la casa de Alba, como la capilla y el salón de música o los jardines, que únicamente se abren al público en contadísimas ocasiones.
“Esta exposición representa un momento trascendental para la historia reciente del palacio de Liria”, ha destacado el mismo Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, duque de Alba, a lo largo de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la misma Fundación Casa de Alba. “Al igual que mis antepasados, que convivieron y apoyaron a los artistas más notables de cada época, como duque de Alba, es para mí casi un deber, abrir mi casa al arte contemporáneo”; compromiso al que responde ahora de la mano de quien se destaca como “una de las artistas de referencias a nivel mundial” de estos actuales tiempos modernos que nos ocupan. “Con esta intervención”, concluye, “los retratos de mis antepasados firmados por grandes maestros como Goya, Tiziano, Rubens, Zuloaga y Madrazo convivirán”, por unos días, “con la sorprendente obra de Joana Vasconcelos, uniendo”, en línea con los esfuerzos que llevan a cabo desde la Fundación Casa de Alba por mantener vigente y actualizado su legado atado a la historia de España, “pasado y presente”.
“Traer a Joana Vasconcelos al Palacio de Liria ha sido una apuesta decidida por consolidar a la Fundación Casa de Alba como un referente cultural en Europa”, apuntan por su parte, y a través de unas declaraciones compartidas, Fernando Fitz-James Stuart y Solís y Sofía Palazuelo Barroso, duques de Huéscar. “Sin duda, la rompedora obra de Joana Vasconcelos hará vibrar el Palacio de Liria, creando un contraste visual y conceptual impactante” con el palacio, y poniendo en consideración y contribuyendo a dar visibilidad a la producción de “una artista que transgrede los límites de lo convencional desafiando lo cotidiano, y acercando a una casa nobiliaria, su dicotomía entre lo artesanal y lo industrial, así como lo tradicional y lo moderno”.
Con la exhibición de más de 40 obras representativas de la producción de Vasconcelos
Colaboradora habitual de la casa Dior desde que, en el año 2013, la célebre “maison” parisina invitase a Vasconcelos a participar de la exposición conmemorativa por el 66º aniversario de la creación de su emblemático perfume Miss Dior, una muestra que tuvo para entonces lugar en el Grand Palais de París, y de la que la artista lisboeta participó creando una gran obra de arte en forma de un gigantesco lazo rosa a partir de la utilización de frascos del icónico perfume de la firma, desde entonces y hasta el día de hoy han sido permanentes y constantes las colaboraciones que han establecido la casa parisina y la artista portuguesa. Una relación sobre la que se sustenta el patrocinio de Dior a esta exposición, de la obra de una artista con la que, tras aquella primera colaboración, volvió a colaborar en 2019 invitando a Vasconcelos a que participase de la cuarta edición de su iniciativa “Dior Lady Art”; invitación a la que respondió la artista volcando su imaginario en el proyecto de reinterpretación de un modelo de su icónico bolso Lady Dior, elevado con su mano a la categoría de obra de arte.
Unas colaboraciones estas a las que le seguiría la que Vasconcelos protagonizaba con motivo de la presentación en París de la colección de mujer de Dior para la temporada Otoño/Invierno de 2023/2024, cuya escenografía terminaba corriendo a cargo de la misma artista portuguesa, por invitación directa de la misma directora creativa de las colecciones femeninas de Dior, Maria Grazia Chiuri. Un encargo del que daba buena cuenta ideando un monumental diseño de su serie “Valkyrie”, el “Valkyrie Miss Dior”, misma serie que desde entonces ha venido siguiendo desarrollando de la mano de la célebre casa de modas parisina, con la pieza “Valkyrie Thyra” (2023), producida en colaboración con Dior, o la obra “Valkyrie Dior”, que se instaló en las escaleras de la nueva “boutique” de Dior en Lisboa, con motivo de la exposición de sus obras que la firma llevó a cabo en el interior de esa tienda el pasado 2024.
En respuesta a esa estrecha relación, y nuevamente a la colaboración de Dior en la promoción de la trayectoria artística de Vasconcelos, a través en esta ocasión del patrocinio de esta exposición, con la que además la casa regresa a un Palacio de Liria en el que, allá por el año 1959, se presentase la primera colección para la casa firmada por Yves Saint Laurent a lo largo de un desfile benéfico organizado por la anterior duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart; en la muestra, como obras singulares y destacadas de entre todas las expuestas, los visitantes a la misma podrán descubrir tanto ese gran lazo rosa que, bajo el título de “J’Adore Miss Dior”, Vasconcelos crease para Dior en la que fue su primera colaboración con la casa de modas francesa; hasta esa pieza “Valkyrie Thyra” (2023), producida por Vasconcelos en colaboración con Dior. Pieza esta de un irresistible atractivo visual, que ha quedado instalada suspendida sobre el cuerpo de la escalera noble del Palacio de Liria; una ubicación estratégica que harán de ella una de las piezas más aclamadas sin duda de esta exposición. Muestra desde la que se va a exhibir una selección de más de 40 obras de la artista portuguesa, pudiendo remarcar de entre ellas, más allá de las obras ya señaladas, desde a los dos leones, “Vigoroso y Poderoso” (2006), recubiertos con tejido croché que, instalados en el zaguán del Palacio de Liria, se encargan de abrir la exposición; hasta la pieza “Flaming Heart” (2019) que se ha instalado en la capilla del Palacio de Liria, por primera vez abierta al público; la obra “Carmen” (2001), una lámpara de araña de hierro recubierta de terciopelo negro y pendientes de sevillana de colores, instalada en la biblioteca del palacio, donde se conserva, entre otras joyas, una carta manuscrita a la condesa de Montijo de Prosper Mérimée; o la obra en negro de la serie “Coraçao Independente Preto” (2006), de la que existen también sus versiones en rojo y dorado, que ha pasado a exhibirse desde el conocido como el “salón español” del Palacio de Liria.
Junto a estas, y otras, obras representativas del trabajo de la artista lisboeta, de la que también se exhiben bajo el paraguas de esta exposición dibujos, joyas, maquetas y otras obras “a pequeña escala”, la muestra también incorpora algunos de sus últimos trabajos, así como nuevas piezas creadas por la artista en exclusiva para esta exposición. Obras como la serie de lobos “Velázquez y Goya” (2025) que se han instalado en el salón Zuloaga del Palacio de Liria, dialogando con las obras que penden de sus paredes con retratos de la familia de la casa de Alba firmados por el maestro Zuloaga; o “La Théière” (2025), una nueva obra, en forma de tetera, hecha de hierro forjado que podrá descubrirse desde los jardines del palacio. Resultando también indispensables de esta muestra otras obras como lo icónica obra “Marilyn” (2011), en forma de dos descomunales zapatos de tacón; o “Solitário”, un gran anillo formado de llantas doradas y obra de la que podrán apreciarse en esta exposición tanto su versión de trabajo como la obra final, instalada en los jardines del palacio.
Con la celebración de esta exposición, “tengo el honor de presentar mi trabajo en el Palacio de Liria, un lugar con un profundo significado histórico y cultural, que alberga una de las colecciones de arte más distinguidas del mundo”, señala la misma Joana Vasconcelos. Con su organización desde este ambiente sin parangón, “esta exposición busca establecer un diálogo entre el arte contemporáneo y el perdurable legado del palacio, creando una interacción entre pasado y presente que refleja la dinámica evolución de la cultura”; respondiendo así al hecho de que, analiza, “el Palacio de Liria no es un almacén de historia, sino un espacio vivo que se adapta a los contextos contemporáneos sin dejar por ello de preservar su esencia”.
Desde esa manera de entender el continente, el contenido de la muestra, es decir sus obras, “abordan esta dualidad, ofreciendo nuevas perspectivas en su arquitectura, interiores y jardines”. Y es que “al situar mis trabajos en estos espacios, invito al visitante a sentir el palacio como un participante activo en un diálogo artístico transformador”, desde el que también se “aborda directamente a los maestros Diego Velázquez y Francisco de Goya, cuyas obras forman parte de la colección del palacio”. Unos maestros españoles hacia los que “mis instalaciones buscan” establecer una estimulante “conversación con sus gloriosos trabajos, explorando” a través de ella “cómo el arte contemporáneo puede reinterpretar las contribuciones de estos artistas y enriquecer nuestra comprensión de las narrativas históricas”. En ese propósito, “algunas zonas seleccionadas del palacio, previamente inaccesibles al público como la capilla, servirán como telón de fondo a este diálogo, destacando la interacción entre tradición e innovación”, y contribuyendo a “mi objetivo” de “mostrar cómo el arte contemporáneo puede reavivar espacios históricos, acogiendo una apreciación más profunda de su relevancia y vitalidad”. De esta manera, y “tendiendo puentes entre lo clásico y lo contemporáneo”, concluye, “esta exposición aspira a honrar el doble rol del Palacio de Liria como guardián de la historia y como espacio de reinvención cultural”.