Chanel y Picasso, de la mano en el Thyssen
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Entre los principales acontecimientos que en torno a la moda han tenido lugar a lo largo de estas últimas jornadas, este 11 de octubre abría finalmente sus puertas al público la esperadísima exposición “Picasso/Chanel”. Una muestra que, siguiendo con lo ya adelantado por FashionUnited a mediados del pasado mes de agosto, pondrá a dialogar a dos de los más grandes e influyentes artistas de todo el Siglo XX, en una exposición única que podrá visitarse, hasta el próximo 15 de enero de 2023, en las salas reservadas a las exposiciones temporales del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid.
Organizada por la institución museística, con el apoyo de la Comisión Nacional para la Conmemoración del 50 aniversario del fallecimiento del maestro malagueño, con el de la Comunidad de Madrid, el de Telefónica y el del de la propia casa Chanel y el del Museo Nacional Picasso de París, la muestra trata de poner en valor la relación que ambos genios creativos desempeñaron respectivamente como principales revolucionarios de sus respectivos campos, con un Picasso que reformuló los principios del arte pictórico como cofundador del cubismo, y una Gabrielle Chanel que hizo lo propio con el armario de la mujer, construyendo los fundamentos de lo que hoy sigue siendo el actual fondo de armario de la mujer contemporánea. Una mujer a la que representaría Picasso como protagonista indiscutible de su producción artística, y a la que Chanel se encargó de liberar de las ataduras de la Belle Époque para empujarla en brazos de esa fluidez y de esa liberación de espíritu y de estilos de vida que comenzaría a vislumbrarse durante los felices años veinte del pasado siglo.
Una exposición estructurada en cuatro secciones cronológicas
Tal y como ya explicábamos, en profundidad, coincidiendo con el anuncio de la organización de la muestra, la exposición servirá para ahondar de una manera tanto más íntima como directa en la relación que mantuvieron en vida Pablo Picasso y Gabrielle Chanel. Genios que se presume que podrían haberse conocido en la primavera de 1917, seguramente a través de Cocteau o de Misia Sert, dos amigos íntimos de la diseñadora francesa, y que a lo largo de los años llegarían a coincidir, siempre de la mano de Cocteau, colaborando junto al polifacético artista, poeta y diseñador francés en dos de sus obras: una adaptación de la obra “Antígona” de Sófocles, y para su ballet “Le Train Bleu”.
Tomando como punto de partida estas dos piezas de las que llegarían ambos a colaboraron, con una “Antígona” que se estrenaba hacia diciembre de 1922 y para la que Picasso realizaría el decorado y partes del atrezzo, mientras que Chanel se hacía cargo del diseño y la confección de todas las prendas de vestuario; y un ballet “Le Train Bleu” (El tren azul) al que Chanel contribuía nuevamente diseñando las piezas de indumentaria, junto a un Picasso que en esa ocasión contribuía a la obra mediante la representación de su grabado “Dos mujeres corriendo por la playa” sobre el telón del ballet y realizando la ilustración del programa, es como nos encontramos con una muestra que ha quedado estructurada en torno a un total de cuatro secciones. Unas áreas de desarrollo cronológico que nos permitirán descubrir y avanzar sobre la escena cultural del París de 1908 a 1925, de la mano de amplia selección de pinturas, bocetos y piezas de indumentaria, organizadas en torno a las secciones “El cubismo y el estilo Chanel”, desde donde se pondrá el valor la influencia del movimiento impulsado por Picasso en los diseños de la modista francesa; “Olga y Picasso”, dedicada a las pinturas femeninas del maestro malagueño, y en especial a las protagonizadas por la bailarina Olga Khokhlova, primera mujer de Picasso y fiel clienta de Chanel; de “Antígona”, parte de la exposición desde la que se enfrentarán las influencias de la Grecia clásica que sirvieron de inspiración a Picasso y a Chanel a lo largo de sus respectivas producciones artísticas; y finalmente en “Le Train Bleu”, último punto de esta exposición, y apartado desde el que se busca profundizar en la naturaleza de la colaboración que mantuvieron para el desarrollo y el estreno de esta obra de Cocteau, producida en 1924 para el ballet ruso de Serguéi Diághilev.
“A través de cuatro secciones cronológicas, de 1908 a 1925, y de una excepcional selección de modelos de Alta Costura, pinturas, dibujos y otros objetos cedidos por prestigiosas instituciones internacionales, así como por el Patrimonio de Chanel, esta exposición entabla un diálogo único entre las obras de Pablo Picasso y las creaciones de Gabrielle Chanel”, no dudan en explicarnos, en esta ocasión desde la célebre maison francesa. Casa desde la que igualmente salen a explicarnos cómo se conoce que “Pablo Picasso y Gabrielle Chanel se conocieron por primera vez en 1917 en el estreno del ballet ‘Parade’, a través de Misia Sert y Jean Cocteau, dos amigos íntimos de la diseñadora”. “Gracias a ellos”, continúan, “Gabrielle Chanel se adentra en el ambiente artístico parisino, del que Picasso ya era una figura prominente”, y “juntos colaboraron con Jean Cocteau en la adaptación de la tragedia de Sófocles ‘Antígona’ (1922), para la que Gabrielle Chanel diseñó el vestuario”. Una colaboración que repetirían “dos años más tarde”, momento en el que “volvieron a reunirse para el ballet ‘Le Train Bleu’”, para el que la diseñadora crearía unos “conjuntos contemporáneos que podrían haberse llevado en la vida real”, en lo que significó toda “una revolución en el rígido mundo del ballet”.
Con una “première”, desde el Thyssen
Para celebrar tan señalado acontecimiento en la vida cultural de Madrid, el propio museo, en compañía de la casa Chanel, organizaba en la tarde-noche del 10 de octubre, a modo de “première” de la exposición, un cóctel con el que se daba la bienvenida a la muestra a un escogido grupo de 400 invitados. Una cita en la que hicieron acto de presencia figuras tan relevantes en su relación con el propio Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid como con el mundo de la cultura española, como Miquel Iceta, ministro de Cultura del Gobierno de España, o la baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza, quien se encargó de recibir al ministro antes de asistir a una visita guiada a la exposición de la mano de Paula Luengo, directora artística y comisaria de la muestra, además de directora del Departamento de Exposiciones del Museo.
Encargándose de completar la lista de invitados, no faltaron tampoco a la cita nombres especialmente vinculados al de la casa francesa, como el del director de cine Pedro Almodóvar, el de la coreógrafa Blanca Li o el de actrices como Rossy de Palma, Greta Fernández u Olivia Baglivi. Quienes con su asistencia pudieron así empezar a conocer en primera mano, y en primicia, los secretos de una exposición que se destaca como una de las citas indispensables de la temporada.