Los trabajadores de Inditex se alzan en armas contra su política de cierres y aperturas

Madrid – Este pasado viernes, 24 de enero de 2025, un grupo de trabajadores de la multinacional de la moda española Inditex, compañía matriz de cadenas de moda tan populares como Zara, Bershka o Pull&Bear, se apostó, carteles de protesta y consignas reivindicativas en mano, frente a las puertas de la tienda con la que Massimo Dutti, la firma de moda “premium” del grupo, cuenta en el centro de Ciudad Real. Un establecimiento que se dispone a cerrar de manera inminente, y permanentemente, sus puertas al público, en una última muestra de la política de optimización de su red comercial que está siguiendo la compañía, y que no han dudado en salir a censurar, por su fondo y formas, los representantes sindicales de sus trabajadores.

Yendo de lo específico y concreto a lo más general, como principal motivo del acto de protesta protagonizado este pasado viernes por los trabajadores de Inditex en Castilla La Mancha, se encontraba el cierre que Massimo Dutti va a proceder a realizar de la tienda con la que ha venido contando hasta la fecha en la calle General Aguilera de Ciudad Real. Único punto de venta con el que hasta ahora había venido operando la cadena de moda “premium” de Inditex en esta capital de provincia, y tienda de la que sus trabajadores eran informados, a fecha del pasado lunes días 20 de enero, cuatro días antes de la concentración de protesta, de la decisión tomada por la dirección del grupo de proceder a su cierre inminente y definitivo. Una decisión que, del lado de los trabajadores de la firma, acarreará, argumentan desde la Federación de Castilla La Mancha de la organización sindical de Comisiones Obreras (CCOO), el que los miembros del actual equipo de trabajo de la tienda, integrado por un total de 37 trabajadores, terminen perdiendo su puesto de trabajo y quedando en situación de desempleo; mientras que el conjunto de los ciudadanos de Ciudad Real, y los vecinos de los pueblos limítrofes, perderán por su parte el único establecimiento con el que cuenta actualmente la firma en toda la provincia de Ciudad Real.

Desde una perspectiva ya más general, el cierre de la tienda de Massimo Dutti en Ciudad Real no dejaría de ser una última muestra más de la política de optimización comercial, entre cierres y aperturas estratégicas, sobre la que de manera permanente mantienen instaladas desde Inditex a la totalidad de sus firmas de moda en cartera. Una estrategia dirigida, como es consustancial a su naturaleza como grupo empresarial, a priorizar la rentabilidad de la compañía, también a través de sus puntos de venta, y que encontraba como principal punto de inflexión a su política de cierres y aperturas en la que se mantiene instalada a día de hoy la compañía, la implementación del plan estratégico “Horizonte 2022”, presentado por la dirección de Inditex en junio de 2020, en plena pandemia por coronavirus, y con el que contemplaban acometer el cierre de entre 1 000 a 1 200 tiendas, y la apertura de unas 450 nuevas, a escala global. Una hoja de ruta ya ampliamente superada por la Inditex de este 2025, que no obstante se mantiene actualmente en esa misma estrategia de aperturas y cierres realizados con bisturí con los que, desde que implementasen ese plan estratégico “Horizonte 2022”, se mantienen firmemente decididos a mantener en un estado más que óptimo y saludable, y exento de “grasa” que puedan dificultar sus operaciones y su resiliencia para competir frente a otros operadores de moda, a su red comercial. Una apuesta que, censuran desde CCOO, está llevando a la compañía a priorizar sus operaciones en el canal online por encima de su presencia en ciudades medianas, como en el caso de Ciudad Real, una provincia en la que, según sus propios indicadores, Inditex ha pasado a cerrar en un solo año el 40 por ciento de todas sus tiendas. Un porcentaje que se incrementaría si echáramos la vista incluso un poco más atrás, y se tuviera en cuenta la decisión tomada en 2023 por parte de Inditex de echar el cierre a su cadena especializada en moda infantil Kiddy’s Class, firma con la que contaba con un total de 42 tiendas repartidas por todo el país, la mayoría de ellas en ciudades medianas y pequeñas que terminaron así de cerrar sus puertas al público, en lo que llevó, en la provincia de Ciudad Real, a la pérdida de unos 37 puestos de trabajo.

“En menos de un año, el gigante Inditex ha cerrado el 40 por ciento de sus tiendas” en la provincia de Ciudad Real, cifran y ponen en contexto estos cierres desde CCOO a través de una nota. “Primero fue la de Stradivarius en Puertollano en febrero del año pasado, después Oysho y Zara en Ciudad Real capital y ahora la de Massimo Dutti”. Unas clausuras que “han afectado a 41 personas trabajadoras, 39 mujeres y dos hombres que se han quedado en desempleo”, y a las que “hay que sumar los cierres de Kiddy’s Class en 2023 que dejaron a 37 personas sin empleo” dentro de la misma provincia. Cierres que no responderían a otra cosa que, denuncia Patricia Ruiz, coordinadora de CCOO en el Grupo Inditex en Castilla-La Mancha, a “la política empresarial de Inditex de potenciar la venta on-line”, mientras deja de priorizar su conexión física con sus clientes allí donde estiman que hay una menor rentabilidad. Quieren “tener tiendas grandes en ciudades grandes y acabar con las tiendas pequeñas en ciudades pequeñas”, censura Ruiz en cuanto al fondo de la medida, y en relación a una política ni mucho menos exenta de riesgos, que es la que ha permitido que precisamente nuevos operadores, como la polaca Pepco, hayan logrado protagonizar un crecimiento más que acelerado en el país a lo largo de estos últimos años. Una política cuya implementación en cualquier caso termina afectando de manera directa a los trabajadores de la compañía, e igualmente a los consumidores y a los propios habitantes de las ciudades afectadas, que ven así y con ello empobrecer su oferta comercial, devolviendo imágenes de centros urbanos colmados de tiendas vacías y con las persianas bajadas como resultado del proceso en cadena que termina por provocar la salida de una gran cadena del centro de un municipio en el que puede estar ejerciendo un más que decisivo efecto tractor.

Reclamación de mejores condiciones para los trabajadores afectados

Más allá de contentarse con salir a manifestar su firme rechazo frente a esta política de cierres y aperturas, y frente a la decisión específica de la compañía de perpetrar esta última clausura en Ciudad Real, donde Inditex sigue operando en el centro de la ciudad con puntos de venta de sus cadenas Zara, Bershka y Pull&Bear, los trabajadores de la multinacional de la provincia castellanomanchega han querido igualmente aprovechar la ocasión para reivindicar unas mejores condiciones de salida para procedimientos de esta misma naturaleza. Unos episodios de clausura para los que demandan, primero, un compromiso a la altura de la relación laboral que sus trabajadores construyen y establecen con la multinacional; y segundo, que en respuesta, las condiciones de salida sean sustancialmente mejoradas, y el que para eso se lleve a cabo una efectiva política de reubicaciones con recolocaciones de los trabajadores en la misma ciudad. Reclamación esta que tendría que llevarse dentro de las filas de otras cadenas del grupo, y en cualquier caso por encima de la opción que habría planteado Inditex, con reubicaciones en Madrid, y ni tan siquiera en los equipos de la tienda de Massimo Dutti de Toledo, en el centro comercial Luz del Tajo, la más cercana a esta que va a cerrar sus puertas en Ciudad Real. Un punto de venta ubicado a 97,9 Km de distancia, tras los que se sitúan las tiendas de Massimo Dutti en el centro comercial La Sierra de Córdoba (142,7 Km), en el centro comercial Parquesur de Leganés (151,8 Km), y en el centro comercial Tres Aguas de Alcorcón (153,1 Km).

“Las trabajadoras y trabajadores de Inditex en Castilla La Mancha son personas con mucha antigüedad en sus cadenas ya que, en estas tiendas”, destacan desde CCOO, “suele haber mucha menos rotación de personal”. “En concreto, Massimo Dutti Ciudad Real es una tienda con un personal con una antigüedad que va desde los 13 hasta los 22 años”, y para ellos, la organización sindical “reivindica un compromiso real y realista de reubicación” por parte de Inditex, y el “que a estas personas trabajadoras se les ofrezcan vacantes en la misma ciudad”, al tiempo que defienden “que si se cierran tiendas los cierres sean en otras condiciones”. “En cambio”, censuran, “la empresa lo que ofrece son reubicaciones en Madrid”, y además “sin pagar los gastos de transporte por desplazamiento y sin periodo de carencia por si la persona trabajadora no consigue adaptarse al nuevo ritmo”. Unas condiciones muy alejadas de lo que son sus reivindicaciones, motivo por el que no han dudado en movilizarse junto a pancartas en las que podían leerse consignas como “Inditex despide a sus empleados/as”, “Vuestro beneficio es nuestro sacrificio” o “Reubicación en Ciudad Real”.