Humana abre “flagship” en el corazón de Barcelona: “Vestir ropa de segunda mano está de moda”
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Desde la cadena de moda especializada en prendas revalorizadas de segunda mano Humana, brazo con el que desde la organización ética y social Humana Fundación Pueblo para Pueblo operan dentro de la escena de la moda minorista nacional, acaban de inaugurar y de poner en marcha su mayor establecimiento de todo el país, desde el mismo corazón de la ciudad de Barcelona. Un establecimiento desde el que igualmente pasan a inaugurar un nuevo concepto de tienda, y con el que además terminan de alcanzar el número de los 51 puntos de venta dedicados a la segunda mano en España, con 22 de ellos situados dentro de la misma ciudad de Barcelona y de su área metropolitana.
Situada, de manera más exacta y precisa, en el número 21 de la céntrica calle de la Portaferrissa, una de las principales arterias comerciales y turísticas de la Ciudad Condal, cuya travesía transita desde La Rambla hasta la mismísima plaza de la Seu, uniéndose directamente además desde una bocacalle con la avenida del Portal de L’Àngel, tradicionalmente señalada como una de las vías comerciales con los alquileres más elevados de toda España, la nueva tienda de Humana dispone de ni más ni menos que de 307 metros cuadrados de superficie comercial. Un espacio de venta que se encuentra estructurado en torno a un total de dos plantas, unidas tanto por escaleras como por ascensor para garantizar la accesibilidad, ofreciendo desde su interior más de 6 000 referencias de artículos de segunda mano. Un número que, para ponerlo en su justo contexto, se sitúa muy por encima de las cerca de 4 500 referencias que de media se ofrecen desde el resto de establecimientos de Humana, abarcando entre ellas tanto prendas de ropa, como zapatos y toda clase de complementos de segunda mano.
Un modelo de éxito entre los consumidores más jóvenes
Más allá de estas cifras, tanto en lo que respecta a la estética como a la manera en la que se han terminado de disponer los artículos dentro de este nuevo punto de venta, todo ello ha respuesto a la implementación de la nueva identidad corporativa asumida por la organización ética y social. Una nueva identidad desde la que justamente han salido a buscar estrechar lazos con el que está resultado ser su principal público objetivo: los miembros de unas nuevas generaciones a los que sitúan como propulsores de esta “edad dorada” hacia la que se está viendo embarcada la moda de segunda mano, como resultado esencialmente de la combinación de dos factores. En primer lugar, del escaso poder adquisitivo del que disponen, y en segundo, de su pretendida creciente preocupación y concienciación hacia las causas de naturaleza tanto social como medioambiental.
“Iniciamos una nueva etapa en Barcelona”, y es que “abrimos esta nueva tienda en la zona cero del ‘vintage’ de la ciudad, un deseo que perseguíamos desde hace tiempo”, no ha dudado en salir a tratar a poner en valor Rafael Mas, director de Proyectos y Relaciones Externas de Humana. Se trata esta además de “nuestra tienda especializada más grande de España”, y en respuesta naturalmente “la más grande de las que tenemos en la Ciudad Condal”, como se evidencia en el hecho de que “de media, ofrecemos 4 500 artículos por tienda, desde prendas de ropa a zapatos y complementos”, pero “en este caso ofrecemos más de 6 000”.
En cuanto al público objetivo al que se dirige la cadena, “el público mayoritario es joven, la mayoría con conciencia social y ecológica”, perfila Mas, y es que, cada vez más, “la ropa de segunda mano se posiciona como la primera opción para mucha gente”, como demuestra el que ya “estamos por encima del millón de clientes anuales en Barcelona, el mejor indicativo de que la moda reutilizada se ha quitado de encima prejuicios como por ejemplo que era ‘de pobres’”. Frente a estas connotaciones peyorativas, “nuestro país se está impregnando de la conciencia del consumidor de países nórdicos”, como “Inglaterra o Alemania, y la ropa de segunda mano se ve cada vez más como una alternativa de prestigio”, siendo especialmente “una opción seductora para muchos segmentos de la sociedad”. Una consideración sobre la que estaría resultado “especialmente significativa” la “respuesta de las nuevas generaciones”, que “están convencidas” de apostar por este modo, “porque es moda original y sostenible”. Un cambio de percepción para el que no duda en reconocer Mas que está contribuyendo el que justamente este nicho de la población sea el que “tienen menos poder adquisitivo”, pero siendo además precisamente los jóvenes quienes “al mismo tiempo apuestan por el menor impacto posible en el consumo”.
La segunda mano como alternativa al consumo de moda tradicional
Entre las principales ventajas que precisamente este público encontraría en el hecho de participar del modelo de negocio de Humana, estaría en primer lugar el hecho de poder contribuir económicamente a financiar los distintos proyectos de cooperación al desarrollo y las acciones con fines sociales, que Humana Fundación Pueblo para Pueblo ejecuta a nivel tanto internacional como nacional en el conjunto de España. Todo ello además mediante la revalorización de prendas de segunda mano, cuyo consumo los mismos clientes de Humana reconocen que practican como alternativa a la compra de artículos nuevos, favoreciendo así la optimización de los recursos ya consumidos a lo largo de la cadena de valor de la industria de la moda, para la confección de esa prenda que están adquiriendo en uno de los establecimientos de Humana.
Sobre esta misma cuestión, detallando la procedencia de las prendas y de los distintos productos que se comercializan desde sus puntos de venta, se tratan estos de unos artículos de cuya revalorización se encargan directamente desde la misma organización de la Fundación Humana, mediante su recogida a través de los cerca de 1 400 contenedores verdes de los que disponen repartidos por todo el país, tanto en la vía pública como en el interior de establecimientos adheridos a sus distintas iniciativas de recogida de residuos textiles. Puntos desde los que terminan de servirse de una suma de residuos que posteriormente pasan a tratar desde su planta de preparación para la reutilización de la localidad de l’Ametlla del Vallès, en la provincia de Barcelona, clasificando en ese proceso los textiles entre aquellos que pueden ser revalorizados y destinados a la reutilización, destinándolos a su venta tanto en España a través de las tiendas de Humana como a su exportación a otros países; los que pueden ser vendidos a empresas especializadas en reciclaje y reutilización de residuos textiles; y finalmente los que, sin poder responder a ninguna de esas dos anteriores tipologías, deben irremediablemente entrar en proceso de reciclado, o de eliminación. Consideraciones para las que desde Humana ya señalan que, gracias a sus sistema de gestión, ya consiguen que cerca del 90 por ciento de todos los textiles recogidos a través de su sistema selectivo de recolección de residuos textiles, terminen contando con una segunda vida, ya sea gracias a su reutilización o reciclaje.
Es “la gestión de estas prendas de ropa y calzado” la que “permite que vuelvan al mercado como moda sostenible y reutilizada”, todo ello además a través de un proceso que “tiene una finalidad social, puesto que los fondos generados con la red de tiendas permiten la ejecución de proyectos de cooperación al desarrollo a países del Sur y acciones sociales en España”, subraya Rafael Mas. Unas reflexiones a las que además se suma el hecho de que “reutilizar la ropa”, que es precisamente por lo que aboga Humana desde su modelo de negocio y desde su red de tiendas, resulta “la mejor manera de evitar que se convierta en residuo”, evitando además generar “el gasto económico, energética y ambiental que comporta la producción de una pieza nueva que sustituya a la anterior” y ya fabricada. Aspecto que se confirma en el hecho de que “el 70 por ciento de nuestros clientes declaran que al comprar un artículo de segunda mano dejan de comprar uno nuevo”, apunta Mas. Y todo esto, sumado a “un cambio de valores impulsado por la mayor conciencia ambiental, el gradual redescubrimiento de otras maneras de consumir y los buenos precios, todo ello en un contexto de inflación”, es lo que, a su parecer, es lo que ha terminado allanando este “buen momento que vive el sector” de la segunda mano.
Con 51 tiendas repartidas por España
Para celebrar precisamente esta vitalidad con la que parece contar, tanto la segunda mano como el modelo de tiendas especializadas de Humana, a la inauguración de esta nueva tienda de la Portaferrissa, celebrada durante la tarde de este jueves 14 de diciembre de 2023, no dudaron en acercarse figurar representativas del sector de la revalorización de textiles, principalmente de Cataluña. Figuras que pudieron compartir impresiones con los cerca de 180 invitados que terminaron por participar de la inauguración de este nuevo punto de venta, con el que desde Humana no solamente terminan de elevar su red comercial en Barcelona hasta el número de las 22 tiendas, sino de expandir su huella comercial hasta los 4 100 metros cuadrados. Indicadores que se terminarían de completar con los aportados por el resto de establecimiento de su red en España, integrada por 27 tiendas Humana en Madrid, y por las tiendas con las que la entidad cuenta igualmente en Sevilla y en Granada, en ambos casos con un único establecimiento, con los que se termina de conformar su red de 51 puntos de venta.
“La apertura de esta nueva tienda de segunda mano representa aquello por lo que trabajamos desde la Administración: la plena dignificación de la ropa reutilizada para ponerla al mismo nivel que la ropa nueva”, en lo que además estaría llegando para constatar una nueva realidad, y es que el “vestir ropa de segunda mano está hoy de moda”, manifestaba durante el evento de inauguración de la tienda Isaac Peraire, director de la Agencia de Residuos de Cataluña, a lo largo de unas declaraciones que nos hacen llegar desde Humana. Unas apreciaciones a las que sumaba el que “es un escándalo la cantidad de residuos textiles que generamos, y la poca cantidad que se recoge, como máximo el 12 por ciento”. “La reutilización es una buena práctica”, apostillaba Peraire, y “esta tienda aparece en el corazón de un movimiento comercial que queremos que sea sostenible”.
“La moda de segunda mano tiene muchos efectos positivos, entre los cuales está la protección del medio ambiente y la cooperación al desarrollo”, apuntaba por su parte Elisabeth Molnar, directora general de Humana, al tiempo que enfatizaba cómo la iniciativa “nació hace 36 años y hoy en día mantiene intactos sus valores”. Consideraciones todas ellas en las que coincidía Joana Badell, patrona de la fundación Humana, y quien destacaba cómo la reivindicación y revalorización de la moda de segunda mano como una alternativa al consumo tradicional, “contribuye a un cambio de mentalidad entre los consumidores, especialmente entre los más jóvenes, con más conciencia ambiental”. Siendo esta una alternativa que, apostillaba Badell, no debería de entenderse como “una tendencia pasajera sino” como “una realidad que va al alza”.