El Ministerio de Consumo maniobra para controlar y “frenar” las campañas con descuentos, del “Black Friday” y de rebajas
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Madrid – Desde el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 se estarían preparando para activar una decidida campaña de concienciación dirigida hacia los consumidores, en un intento por hacer frente a las “compras impulsivas” que se favorecerían durante las estratégicas campañas especiales con descuentos como la del “Black Friday” o las de las rebajas de invierno y de verano. Una acción que habrían terminado de concretar tras alertar de que el 60 por ciento de todas las empresas investigadas durante la última campaña del “Black Friday” habrían incurrido en el delito de unas “falsas rebajas”.
Empezando justamente por esta última cuestión, desde el mismo Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, en manos de ministro Pablo Bustinduy, vinculado al partido político Movimiento Sumar fundado por Yolanda Díaz, la a día de hoy vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, hace escasamente una semana anunciaban la interposición de las primeras sanciones por “falsas rebajas”, por casos identificados durante la última campaña del “Black Friday”. Un anuncio que se hacía coincidir precisamente con el arranque de la nueva campaña de las rebajas de verano, con el claro objetivo de alertar a las compañías minoristas y ponerlas sobre aviso de los controles que, una vez más, van a poner en marcha de manera activa desde el Ministerio, con el objetivo de garantizar que los consumidores no son engañados durante los periodos de descuentos y de rebajas, y de las sanciones a las que terminarían por tener que hacer frente para el caso de violentar las normas al respecto. Una legalidad que, para el caso que nos ocupa, se encargan de fijar la Ley de Ordenación del Comercio Minorista, entre cuyos preceptos se indica que al publicitar la oferta de un artículo, este debe mostrar el precio anterior y el final, debiendo de ser este menor al aplicado sobre ese mismo artículo durante los treinta días anteriores a su rebaja; y la Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios, desde la que se tipifican las distintas sanciones por infracciones en materia de defensa de los consumidores y usuarios, contemplando hasta tres niveles distintos de faltas, “leves”, con multas de entre 150 a 10 000 euros, o del 2 al 4 por ciento del beneficio ilícito obtenido; “graves”, con sanciones de entre 10 001 a 100 000 euros, o del 4 al 6 por ciento del beneficio obtenido; y “muy graves”, con sanciones de entre 100 001 a 1 millón de euros, o del 6 al 8 por ciento del beneficio ilícito obtenido.
Con estas normas en mano, y valiéndose de la herramienta “Price Reduction Tool” de la Comisión Europea, desde el Ministerio detallan que, solamente durante la última campaña del “Black Friday”, llegaron a monitorizarse de manera diaria más de 1 000 productos como base de la investigación y del control que trataron de llevar a cabo desde el Ministerio. Todo, como parte de una investigación que como resultado ofreció la preocupante cifra de que un 60 por ciento de todas las empresas investigadas, cayeron en la “práctica fraudulenta” de las “falsas rebajas”, consistente en la subida de precios de los productos en las jornadas previas al arranque de la campaña, en este caso del “Black Friday”, para posteriormente “rebajarlos” hasta su precio original. Una práctica que, según el Ministerio, se terminó por llevar a cabo sobre más de un 20 por ciento de todos los productos analizados, incurriendo con ello en una infracción del Artículo 20 de la Ley de Ordenación del Comercio Minorista, en el que se recoge que “siempre que se oferten artículos con reducción de precio”, se “entenderá por precio anterior” al rebajado “el menor que hubiese sido aplicado sobre productos idénticos en los treinta días precedentes”.
Como caso ilustrativo, y real, de entre los identificados como fraudulentos por el Ministerio durante la pasada campaña del “Black Friday”, desde Consumo presentan el de unas zapatillas deportivas cuyo precio de venta se situaba en los 29,99 euros a fecha del 18 y 19 de noviembre, pero que el día 20 pasaron a contar con un precio de venta de 48,95 euros. Importe que a fecha del 24 de noviembre, día del “Black Friday”, paso a “rebajarse” hasta los 29,99 euros, generando en los consumidores, denuncian desde el Ministerio, “la falsa creencia de poder adquirir un producto con una rebaja de -18,96 euros, algo que no se corresponde con la realidad ya que se elevó su precio en los días previos”.
Por prácticas tales como la descrita, desde Consumo anunciaron ya a finales del pasado mes de mayo la apertura de diferentes tipos de expedientes sancionadores, de cuyo consiguiente proceso de investigación han empezado ya ahora a anunciar las primeras sanciones, impuestas por un valor de 90 000 euros contra “dos grandes operadores de comercio electrónico”, cuyos nombres no obstante no se han hecho públicos. Unas sanciones ya en firme, que se han fijado mientras el Ministerio mantiene abiertos expedientes contra otros seis “grandes operadores de comercio” por las mismas prácticas a través del canal online, contemplando unas sanciones que alcanzarían a superar el medio millón de euros.
Poniendo “freno” a las “compras por impulso”
Ante este contexto, y teniendo bien presentes esos alarmantes indicadores que terminaba dejando tras de sí la investigación realizada durante la pasada campaña del “Black Friday”, desde el mismo Ministerio han reconocido el que justamente “a raíz de los resultados obtenidos” de esa investigación, la Dirección General de Consumo se encuentra llevando a cabo una operación similar, ahora con el foco puesto en esta nueva campaña de las rebajas de verano a la que acabamos de dar comienzo. Investigación que sigue contando como principal objetivo el de controlar, y sancionar, las prácticas que alcancen a identificarse como de “falsas rebajas” llevadas a cabo por parte de las empresas y de los operadores online, frente a los que desde el Ministerio estarían maniobrando con el punto de vista puesto en, ya no solamente controlar que cumplen escrupulosamente la Ley para la hora de promocionar sus artículos rebajados, sino también con el de tratar de poner freno al “consumo impulsivo” que favorecerían con sus campañas, mediante la “educación” a los consumidores y su inducción a llevar a cabo en oposición unas “compras responsables”.
En esa lucha y ambición, desde el Ministerio de Bustinduy habrían puesto en su punto de mira, además de las campañas del “Black Friday” y de las rebajas de invierno y de verano, las que de manera particular tratan de promocionar entre sus clientes operadores minoristas tan destacados como El Corte Inglés, con sus periodos de compras “sin IVA” o de rebajas especiales como el de sus “8 Días de Oro”, o MediaMarkt, con sus igualmente “Días sin IVA”. Campañas todas estas que desde Consumo censurarían que no hacen más que consolidar la cultura de las “compras por impulso”, especialmente además entre los consumidores más jóvenes, con el único objetivo de aumentar los niveles de facturación de las compañías que las promocionan y que participan de ellas, y campañas frente a las que desde el Ministerio se estarían preparando a responder con una campaña propia desde la que, en “tono positivo”, concienciar a los consumidores e inducirlos hacia prácticas de compra más “responsables” y reflexivas, y desde la que además instruir en las bondades de la reparación y de la reutilización, pilares centrales de la cultura por la circularidad que viene promocionándose desde las diferentes instancias europeas como un valor estructural de la nueva cultura industrial y comercial de la Unión Europea.
Para la puesta en marcha de esta campaña de “concienciación”, y según adelantan desde el miedo generalista El Confidencial, el Ministerio de Consumo se encontraría ya en busca de una agencia creativa capaz de armar la campaña en los términos ya expuestos. Términos entre los que se encontraría además el que sus activaciones se pusieran en marcha de manera estratégica para enfrentarse a los mensajes promocionales lanzados por los operadores minoristas, coincidiendo en fechas con las jornadas más dadas a la proliferación de las “compras impulsivas”. Días como lo son a los que se mantienen enfocadas todas y cada una de las campañas de rebajas y con descuentos ya mencionadas, promocionadas de manera tanto general por el conjunto de las empresas de la industria minorista, como de manera específica, y atendiendo a sus particulares intereses, por determinados operadores clave dentro del mercado español.