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Presentamos (en exclusiva) la colección circular de María Lunares para la Semana de la Moda de Madrid

Por Jaime Martinez

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Moda |Exclusiva

Colección “Back to Fashion” de María Lunares, fotografía de campaña. Créditos: María Lunares.

Madrid – Presentamos, en exclusiva, todos los detalles y las primeras imágenes de la nueva colección de la firma de moda emergente María Lunares. La casa de moda de autor de la diseñadora alcoyana María Llinares Torregrosa, de cuya mano la joven y comprometida creativa se dispone a participar de esta próxima edición de la Semana de la Moda de Madrid, tras haber sido seleccionada entre las marcas de moda emergentes que han sido escogidas para exhibir sus últimas propuestas durante la próxima edición del Showroom Allianz Ego de la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFW Madrid). Un espacio desde el que se darán a conocer, y se pondrán a comercializar, las delicadas piezas de esta nueva colección “Back to Fashion”, que ahora adelantamos y que nos disponemos a analizar, en detalle, y con la que además la diseñadora competirá como una de las 15 firmas de moda emergentes aspirantes a esta próxima edición del premio “Allianz Ego Confidence in Fashion”.

Antes de zambullirnos de lleno entre los pliegues, patrones y volúmenes de esta mágica colección de naturaleza circular, para la que ya adelantamos que la diseñadora ha contado con la colaboración de empresas como Recovo, la plataforma integral de soluciones circulares especializada en la revalorización de residuos textiles, es de necesidad el pasar en primer lugar a presentar tanto a la firma como a su fundadora y directora creativa. Para el caso que nos ocupa, a una María Llinares Torregrosa, natural de la localidad alicantina de Alcoy, que, con la intención de terminar dando forma a sus ilusiones de dedicarse por entero al mundo de la moda, comenzó a dar sus primeros e incipientes pasos dentro de la industria completando sus estudios de grado en diseño de moda, por la Escuela Superior de Diseño de Madrid. Una etapa de formación que llevó a cabo entre los años de 2014 a 2018, en un tiempo del que ya se valió para empezar a dar forma a esta casa de moda de autor, y que se decidió a completar realizando un curso de dirección creativa y estilismo editorial, por el London College of Fashion, dependiente de la University of the Arts de Londres. Curso que completaba en el año 2019, al tiempo que lo hacía de sus estudios de grado en historia del arte, crítica de arte y conservación del patrimonio artístico, por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, para desde ahí terminar abandonando la capital del Reino Unido, marchándose a Italia. País en el que, coincidiendo con el arranque de la pandemia por coronavirus, llegaba a trasladarse Llinares, tras haber logrado una beca para completar un máster en diseño de moda y textiles, por la academia NABA de Milán. Ciudad en la que permanece asentada la diseñadora alcoyana desde hace ya más de tres años, compaginando en la capital de la Lombardía sus trabajos como diseñadora con las tareas para el desarrollo de María Lunares, su proyecto personal de casa de moda de autor.

Colección “Back to Fashion” de María Lunares, fotografía de campaña. Créditos: María Lunares.

En relación justamente ya al perfil de esta firma de moda emergente, y en lo que nos vale ya para empezar a dibujar las líneas generales que veremos sirviendo de sostén y osamenta de esta última colección que la diseñadora se dispone a presentar, dentro de escasamente menos de dos semanas, en la próxima y nueva edición de la Semana de la Moda de Madrid, María Lunares se nos muestra como una firma de moda de autor altamente comprometida, tanto en materia artística y de diseño, como en la parte social en la que se implica el mundo de la moda. Aspectos que bien podríamos situar como los pilares centrales sobre los que se asienta la moda de autor de naturaleza “slow” que la diseñadora aspira a difundir desde sus distintas colecciones, para las que igualmente trata de mantenerse en un “justo” equilibrio entre exclusividad, en cuanto a diseño, y democratización, en cuanto a precios. Cuestiones estas que terminan por cristalizar en forma de colecciones y propuestas atemporales, y por tanto más duraderas, producidas en forma de tiradas reducidas, y que se tratan de comercializar a precios asequibles, que eso sí varían en función de la complejidad de cada pieza. Unas piezas desde las que la diseñadora busca invitar a los consumidores tanto a seguir sirviéndose de la moda como herramienta de autoexpresión, como a reflexionar sobre el modelo de consumo que alimentan y favorecen con sus actos, todo ello bajo el “aura” de una marcada “alma española”, influida por la obra y el lenguaje artístico de Cristóbal Balenciaga, en cuanto a volúmenes y patrones, y de Pedro Almodóvar, en cuestión de paleta e intensidades cromáticas.

“Maria Lunares es una marca de autor dedicada a un público que apuesta por el diseño y el arte, y que sobre todo busca” practicar “un cambio en el sistema de consumo”, nos detalla la misma María Llinares a través de unas declaraciones concedidas a FashioUnited. “Entendiendo la moda como una forma de expresión personal”, e “incentivando al público a crear y divertirse con ella”, a través de “prendas de diseño al alcance de todos”, la firma presenta “prendas de calidad, de diseño” y “artesanas para el día a día”. Unas piezas desde las que la diseñadora perfila la identidad de una moda lúdica, sí, y pensada para todo el amplio espectro de la sociedad, también, pero igualmente también una moda “responsable” que nace con la vocación de trascender más allá de los límites del propio universo de la moda. Propósito para el que la diseñadora alcoyana, en términos creativos, se sirve de un particular empaque singular y propio, “buscando siempre crear una estética española, donde el imaginario de la marca se inspira por los colores saturados de Almodóvar, o los volúmenes de Cristobal Balenciaga”.

Una colección circular confeccionada a partir de residuos textiles y de técnicas de “upcycling”

Siguiendo el paso de estas líneas principales que dotan de “carácter” a la casa de moda emergente María Lunares, y que igualmente sirven para dibujar las intenciones que persigue Llinares para el momento de abordar su producción creativa, nos detenemos ya frente al conjunto de las piezas que integran esta nueva colección “Back to Fashion”, con la que la diseñadora entrará a competir por esta nueva edición del premio “Allianz Ego Confidence in Fashion”. Una colección que la propia diseñadora nos presenta como a una propuesta 100 por cien sostenible, desarrollada igualmente en su 100 por cien a partir de prácticas de “upcycling” y de tejidos reciclados, y cuyo principal propósito e intenciones pasan, no por ser una colección comercial con prendas orientadas a la producción y a la venta, sino por tratar de elevarse como una propuesta divulgativa, desde la que se busca concienciar al público de la necesidad de abrazar un modelo de consumo más consciente y menos impulsivo. Un modelo asentado sobre un reflexivo proceso de consumir moda, que en ninguna caso atenta y va en contra, sostiene la diseñadora, de seguir disfrutando y viviendo “el sentido de la moda”.

Colección “Back to Fashion” de María Lunares, fotografía de campaña. Créditos: María Lunares.

Para el desarrollo e ideación de esta colección, que Llinares gusta de asimilar con un proyecto circular de 360 grados, apreciación con la que justamente se termina de poner en valor la naturaleza circular y sostenible que guardan sus piezas, la diseñadora ha terminado emprendiendo un proceso estructurado en torno a un total de tres etapas. Tres fases, orquestadas en círculo, que arrancarían con una primera etapa dedicada a la obtención de los materiales y fibras circulares que, mediante técnicas de “upcycling”, debían de terminar sirviendo de materia primera para la confección de las prendas; a la que ha seguido una segunda etapa, la etapa de diseño, durante la que la diseñadora se habría dedicado a tratar de dotar de vida y de un “significado” a ese material, componiendo a partir de él tanto las piezas como el mensaje que las ata y que, como una auténtica obra de arte, las llevan a trascender más allá de los límites de la mera indumentaria; terminando ya con una última y tercera etapa del proyecto de ideación y conformación de esta colección que, como la misma moda que una vez completada su vida útil vuelve a tratar de ponerse en valor desde este sistema circular del que se muestra firme divulgadora la diseñadora, ha consistido en “devolver” todos los conocimientos adquiridos durante la construcción de esta propuesta, poniéndolos en nuevas manos desde los que poder seguir “alimentando” una cultura “slow” y circular y de revalorización de la moda. Cuestión esta para la que la diseñadora alcoyana ha colaborado con la ONG tunecina UNFTK, especializada en trabajos y proyectos en beneficio de mujeres jóvenes en riesgo de exclusión social.

Profundizando en cada una de estas tres etapas, o fases, que han servido para terminar de modelar, en cuerpo y alma, esta colección “Back to Fashion”, en lo que respecta a los materiales y procesos de confección, Llinares nos aclara que ha contado con la colaboración de la plataforma integral de soluciones circulares Recovo, desde donde le han acabado de facilitar la práctica totalidad de los tejidos revalorizados que han servido de materia primera para la confección de esta colección. Una fibras a las que se sumaron igualmente la lana sobrante de los procesos de hilatura que le han servido desde la italiana Reda, y que también ha empleado como material para las prendas de esta colección, para la que igualmente ha contado con la colaboración de la empresa alicantina especializada en hilados Filprim; con la igualmente alicantina, especializada en la recuperación y el reciclaje de materias textiles, Oro Afretex; o con la compañía valenciana Lidem. Colaboraciones todas ellas que se terminaban de completar con la del Centro de Investigación e Innovación Textil y Cosmética (Aitex) de Alcoy, desde donde se han dirigido y desarrollado los distintos procesos industriales que se han seguido para dar forma a esta propuesta, confeccionada a partir prácticas de “upcycling” y de procesos y técnicas más sostenibles y menos contaminantes, como el uso de tintes y recubrimientos de resinas naturales y sin químicos. Procesos en los que también ha participado la escuela milanesa NABA en la que Llinares completó su formación académica, y desde donde terminó de idear y de dar forma a la lana, cardada a mano, que ha empleado también en esta colección, procedente del material sobrante de restos de ovillos de lana.

Colección “Back to Fashion” de María Lunares, fotografía de campaña. Créditos: María Lunares.
Colección “Back to Fashion” de María Lunares, fotografía de campaña. Créditos: María Lunares.
Colección “Back to Fashion” de María Lunares, fotografía de campaña. Créditos: María Lunares.

En cuanto a la segunda etapa, periodo o fase, del proceso de ideación de esta colección, la que responde con su significado y formas y patrones, la propuesta, en su parte formal y física, se nos presenta construida sobre una vibrante paleta cromática dominada por una elegante combinación en blancos y tonos rosa-fresa, con destellos en arcoíris de todo un mar de amarillos, azules y verdes. Coloraciones que encontraremos representadas sobre prendas de volúmenes generosos y líneas depuradas, donde el protagonismo desemboca en la maestría seguida para la hora de trabajar esos excedentes y residuos textiles, que Llinares logra devolver “a la vida” a partir de piezas tan provocadoras como esa combinación de traje rosa-fresa bañado de un completo universo de mariposas de residuos textiles triturados. Todo ello en el contexto de una colección para la que, desde su parte metafísica, la diseñadora plantea una revisitación de la alegoría de la caverna de Platón. Un ejercicio de asimilación con el que Llinares parece venir a invitarnos a despojarnos de las cadenas que actualmente nos limitan al consumo de moda desde un modelo lineal, y menos eficiente y más contaminante en cuanto al uso de los recursos naturales, convidándonos a salir a ver la realidad y a conocer la verdad de un mundo, del que somos meros moradores y sobre el que tenemos el deber de lograr preservar, en toda su riqueza, para las próximas generaciones. Unas máximas que, ni mucho menos, están reñidas con seguir viviendo y disfrutando la moda, ni con seguir participando del mundo de la moda, eso sí, desde un nuevo modelo circular que ya es posible, pero que únicamente podrá ser cada vez más real, a medida que más y más agentes, líderes de la industria y, sí, también consumidores, logren zafarse de las cadenas de lo preestablecido, abandonar “la caverna” y concienciarse de lo insostenible de seguir alimentando y participando de un modelo que fomenta la sobreproducción y el sobreconsumo.

Colección “Back to Fashion” de María Lunares, fotografía de campaña. Créditos: María Lunares.

Se trata así pues esta de “una colección cápsula 100 por cien sostenible, que busca sobre todo divulgar la necesidad de un consumo consciente, sin perder nunca el sentido de la moda”, nos explica Llinares. Para ello, y desde esa vertiente más metafísica, “bajo el concepto del Mito de la Caverna”, que “se ve también representado en la editorial” que acompaña a estas líneas, la creativa ha buscado poner en evidencia el que “estamos viviendo en una cueva, donde vemos solo las sombras que se producen desde fuera” y que, para “solo en el caso que consigamos salir a ver la luz”, conseguiremos encontrar la verdad de “esas ideas” preconcebidas que atenazan nuestras vidas, y que normalmente asumimos como verdades y certezas inmutables. Una falta que va y que afecta más allá sin duda de los límites de la moda, y que ha inspirado a la diseñadora para pensar “cuáles podrían ser las prendas ideales” para salir de esa “caverna”, construidas para este caso a partir de “líneas limpias” y de los “volúmenes que siempre han caracterizado mi marca”. Unas formas y hechuras, que se han terminado de construir a partir de “todo un trabajo de ‘upcycling’”, con el “que buscaba investigar los límites de los procesos y reinventar formas de reciclar”.

Colaboración con la ONG tunecina UNFTK

Como resultado justamente de todo lo aprendido durante el proceso de aprendizaje y de crecimiento al que le ha conducido la ideación de esta colección, encargándose de cerrar el círculo de este proyecto circular en 360 grados, la diseñadora entraba a colaborar, como parte del mismo, con la ONG tunecina UNFTK (Union Nationale de la Femme Tunisienne à Kairouan). Organización no gubernamental especializada, siguiendo con lo ya señalado, en proyectos de reinserción dirigidos a mujeres tunecinas en riesgo de exclusión social, a cuya disposición, y a la de sus miembros, Llinares no ha dudado en poner todo su saber hacer en materia de confección, y en especial todas las últimas nociones aprendidas en cuestión de revalorización de tejidos mediante técnicas de “upcycling”. Conocimientos que la misma diseñadora se encargó de transmitir, de viva voz, participando en un workshop de trabajo, organizado a comienzos del pasado verano de 2023 en la ciudad costera de Monastir.

La diseñadora María Llinares durante su estancia en Monastir (Túnez) para impartir el “workshop” de capacitación en técnicas de costura organizado por la ONG UNFTK. Créditos: María Lunares.

Respondiendo de este modo a esa naturaleza divulgativa con la que cuenta la colección, desde una perspectiva más constructiva que meramente moralizante, durante “la última parte del proyecto” de lo que se trataba era “de devolver todos estos conocimientos a la sociedad, y colaborar de algún modo a crear ese cambio de dinámicas insostenibles” que “contaminan” a día de hoy la industria de la moda, nos apunta la diseñadora alcoyana. Para ello, añade, “colaboré con una ONG tunecina llamada UNFTK, la cual se dirige a mujeres en borde de exclusión social, a partir de diferentes alternativas”. Para su caso concreto, profundiza, “nuestra colaboración” se llevó a cabo desde “dentro de un programa donde enseñaban a mujeres jóvenes que habían dejado los estudios a temprana edad, por diferentes problemas, a coser, y así conseguir un trabajo”. Con esa intención, “viajé a Monastir, y realizamos un ‘workshop’ donde pude compartir con las mujeres todos los conocimientos y técnicas adquiridas, así como diferentes procesos ‘upcycling’ que se usan en el mundo del diseño hoy en día”. La experiencia “para mí fue una grata alegría”, sobre todo “cuando a los días me mandaron una foto desde la que se veía cómo habían realizado un vestido a partir de otras prendas como les había indicado”. A través de esta iniciativa, “mi objetivo era el de incentivarlas a crear y a usar la moda como una vía de escape desde la que reforzar su autoestima, y empoderarse”. Un objetivo que confiamos en que vaya ya en camino de cumplirse con éxito, y con el que también la moda, valora la diseñadora “hace su función” y cumple con un papel determinante dentro de la sociedad.

Colección “Back to Fashion” de María Lunares, fotografía de campaña. Créditos: María Lunares.
Colección “Back to Fashion” de María Lunares, fotografía de campaña. Créditos: María Lunares.
Colección “Back to Fashion” de María Lunares, fotografía de campaña. Créditos: María Lunares.

Créditos del editorial

  • Fotógrafo y director: Jorge Hinojosa
  • Modelo 1: Alejandro Rentería
  • Modelo 2: Esperanza Germán
  • Maquillaje: Miriam Anaya
  • Producción: Jorge Vicente, Mª Amparo Guerrero Torregrosa y Óscar Santos
  • Diseños de moda: María Lunares

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