Paloma Wool vuelve a desfilar en París

Madrid – Participando por segunda ocasión del programa oficial de una Semana de la Moda de París, la española Paloma Wool, la casa de modas de la diseñadora Paloma Lanna, presentaba este pasado sábado su nueva colección para la próxima temporada Otoño/Invierno 2024/2025. Una propuesta que ha llegado para firmar un nuevo capítulo en la continua apuesta de la firma por una moda tranquila y relajada, pensada para ser llevada desde la misma naturalidad frente a la vida con la que vienen abogando desde sus distintas propuestas de moda.

Fundada en el año 2014 por la diseñadora Paloma Lanna, natural de San Sebastián pero afincada en Barcelona, tras participar en certámenes como la pasarela 080 Barcelona Fashion, la casa Paloma Wool aterrizaba dentro del calendario oficial de la Semana de la Moda de París, con motivo de su anterior edición de septiembre/octubre de 2023. Una experiencia que se han dispuesto a reeditar en el contexto de esta nueva edición del certamen de febrero/marzo de 2024, participando nuevamente de su programa oficial, pero no desde un formato de desfile, sino desde una modalidad alternativa de presentación. Una tipología a la que se acogen todas aquellas casas de moda que guardan por propósito llevar a cabo una presentación más íntima y singular de sus propuestas, y que para el caso además de Paloma Wool, tanto en lo que respecta a su participación de septiembre de 2023, y en la de esta edición de febrero de 2024, no ha entrañado el que desde la casa de modas española hayan rechazado el salir a presentar su nueva colección desde la celebración de un desfile de pasarela. Acción que en ambas ocasiones ha terminado llegando precedida de una actuación a modo de “performance”, marcando así ya el carácter de las que se antoja que seguirán siendo sus participaciones dentro del programa oficial de Paris Fashion Week.

Siguiendo así pues con las bases de esta suerte de estructura, a primera hora de la tarde de este pasado sábado, 2 de marzo de 2024, Paloma Wool presentaba su nueva colección para el próximo Otoño/Invierno de 2024/2025, desde el interior de una de las salas del tan histórico como aclamado Lycée Henri IV de París. Una de las escuelas de enseñanza secundaria más célebres, y exigentes, de toda Francia, desde cuyo interior la firma española celebró una performance desde la que un grupo de modelos, bajo la dirección de la reconocida directora de arte Carlota Guerrero, habitual colaboradora y responsable de firmar las distintas campañas de Paloma Wool, salió a practicar una particular partida experimental de petanca. Un juego que, una vez ya concluido, terminó dando paso al desfile de presentación de la última colección diseñada por Paloma Lanna para Paloma Wool.

Patrones fluidos y trampantojos

Poniendo ya el foco de atención sobre la propuesta, la colección presentada sobre la pasarela por Paloma Wool llegaba en esta ocasión prácticamente integrada únicamente por prendas de mujer, aunque salpicada ligeramente de diseños para hombre; un público al que también se dirigen desde su oferta de moda desde la casa española. Siendo en este caso una propuesta que volvió a destacarse por su estética fluida y sin pretensiones, mostrando una sucesión de diseños dominados por patrones de líneas cómodas y ajustadas a la silueta del cuerpo de la mujer, y en las que no faltaron al tiempo diseños más “inspiracionales”, armados a partir de ricos tejidos texturizados, con brillos y transparencias.

Desde su parte cromática, la colección se descubrió armada sobre una contenida paleta cromática de tonalidades frías y otoñales, con la destacada presencia de profundos azules marinos, fríos marrones tierra, cálidos grises piedra, verdes musgo, turquesas y azules cian. Tonalidades que se descubrieron dando carácter a prendas de líneas ajustadas y fluidas, que se abrazan y se deslizan sobre los cuerpos de la mujer, y cuyos patrones sorprendieron por, al tiempo que se respondía al corte especialmente minimalista hacia el que se inclina el lenguaje estético de Paloma Wool, y el de Paloma Lanna, disrumpir esa misma estética, mediante la incorporación de una serie de elementos “de juego”. Elementos como una mayor texturización en los juegos de las superposiciones; unos estampados a rayas de la mano de camisetas de inspiración “rugby”; motivos gráficos con números en estilo dorsal de competición deportiva; unos fruncidos arbitrarios en camisas y vestidos; o sobre todo, mediante la construcción de unos trampantojos para tops y corpiños a partir de unas asas que devolvían la imagen de unos irreales bolsos empleados para vestir.

Para dar forma a estos diseños, “hemos jugado mucho esta vez con la seda y el tricot, que cubrían partes que quizás no quieres enseñar”, explicaba la misma diseñadora española en declaraciones a la AFP, sobre una propuesta que “irradia una sensación de sofisticación y versatilidad”, explican desde la firma de moda española a través de una nota. “La colección se descubre con una naturalidad espontánea”, pero en esta ocasión poniendo un “mayor énfasis” para la hora de definir la silueta, acto que se lleva a cabo, apostillan, desde con “prendas de punto” hasta con detalles gráficos “icónicos” de la historia de la moda urbana, construyendo con todo ello una “sofisticada” colección en la que no faltan “materiales técnicos” o “piezas de terciopelo”. Unos motivos que “imbuyen feminidad y elevan la estética general” de la propuesta “con un toque de lujo, mientras que las piezas multiposición ofrecen varias opciones de estilo”, desde una versatilidad favorecida por la “incorporación de prendas de seda”.