Los nuevos caminos de Zegna
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Madrid – Llegando para poner el broche de oro a esta última edición de la Semana de la Moda Masculina de Milán, la casa italiana Zegna presentaba, a primera hora de la tarde de este lunes 19 de junio, sus nuevas propuestas en moda masculina, para la próxima temporada Primavera/Verano de 2024. Una colección dedicada eminentemente al lino, que la principal firma de modas del Grupo italiano Ermenegildo Zegna daba a conocer desde el mismo corazón de la capital de la Lombardía, mediante la celebración de un desfile organizado al aire libre y desde un formato circular, en lo que permitirá devolver y reintroducir todo los elementos decorativos empleados a modo de ambientación para la presentación, dentro de nuevo de la cadena de valor de la firma de moda italiana.
Bajo el título de “L’Oasi di Lino”, la colección llegaba para tomar el testigo de la propuesta que, con el sobrenombre de “L’Oasi del Cashmere”, la casa presentaba el pasado mes de enero de cara a la próxima temporada Otoño/Invierno de 2023/2024, así como para servir igualmente de nuevo homenaje a todo ese buen “saber hacer” que atesora y despliega la compañía italiana desde la sede del Grupo, situada a los pies del paraje natural del “Oasi Zegna”. Una combinación de influencias que se sitúan como el referente desde el que la multinacional textil trata de seguir asentando su modelo de negocio, con una pata asentada sobre los sólidos cimientos de la compañía como grupo especializado en la producción de prendas y tejidos, y con la otra bien arraigada en su compromiso por seguir elevándose sobre un modelo de negocio que resulte positivo para el medio ambiente y para las personas que forman parte de sus equipos de trabajo. Pilares que la llevan a asumir compromisos como el de, celebrado precisamente con el diseño y la presentación de esta colección, comprometerse a que el 100 por cien de las fibras de esta colección Oasi Lino estarán certificadas y serán trazables para 2024.
Partiendo así pues de esa suma de factores, la casa italiana pasó a construir una suerte de “idílico oasis” de lino en el corazón de una céntrica e histórica plaza del centro urbano de Milán. Un oasis rodeado de fardos de lino procedentes de Normandía, que, una vez finalizado el desfile, han pasado a incorporarse a la cadena de producción de la firma italiana, para entrar a servir precisamente como materia prima desde la que confeccionar las prendas de esta propuesta “Oasi Lino”. Una colección en torno a la que se ha tratado de reunir y reflejar todo y cuando significa y representa la marca Zegna, y su comprometido trabajo a favor de la excelencia y de la búsqueda de lo bello, de una manera comprometida y responsable. Unas apuestas que, defienden desde la dirección de la casa italiana, lejos de resultar hieráticas, se muestran como una suma de distintos caminos en constante evolución y cambio, desde los que la casa trata de avanzar a través del espacio y de la artesanía, siempre partiendo como base de su buen saber hacer en el terreno de la confección.
“Las nuevas formas de hacer las cosas crean nuevas perspectivas, y las nuevas perspectivas determinan otras formas de estar en el mundo”, siendo el que “la ropa es una facilitador principal para tal cambio”, esgrimen a este respecto desde la dirección de Zegna, a través de un comunicado. Esos “nuevos caminos”, esas nuevas formas de las que vivir el mundo, a través de la roma, que “Zegna persigue de manera incansable, se originan en la materialidad de la confección”, como punto de partida de un “camino que parte de las fibras y los tejidos”, que “continúa en las formas” y “finalmente alcanza un final en los múltiples usos que tales formas provocan”, siendo el Oasi Zegna “el lugar y el estado de ánimo donde todo esto sucede”.
Un universo de líneas voluminosas y fluidas
Valiéndose así como telón de fondo para la presentación de hasta un total de 192 de esos fardos de lino, la casa italiana terminó por presentar una nueva y más que brillante colección, desde la que de manera magistral entraban a contemporaneizar las bases y los fundamentos de la indumentaria masculina. Unos términos que desde el equipo creativo de Zegna no han dudado en entrar a redefinir, como base para la construcción de un nuevo armario masculino asentado sobre la ideación de un “uniforme” moderno y actual para el hombre. Un uniforme al que tratan de dar forma a partir, primero, de tejidos de la máxima calidad, segundo de los patrones únicos y atemporales que son capaces de idear desde Zegna, y tercero mediante la confección de prendas perfectamente combinables unas con las otras, gracias a un estilo tan único como genuino, que en última instancia permite poder aprovechar todo el potencial de cada una de las prendas, al facilitar esa fácil combinación de unas con las otras.
Reuniendo a toda esta serie de características, bajo el luminosos y brillante y azul cielo de Milán, la casa italiana presentaba una propuesta construida a partir de un amplio reflejo de texturas, procedentes de las distintas maneras en las que terminó por presentarse un lino en forma de lino con acabo de gabardina, un lino faille, en punto de lino o un lino satinado, en combinación junto a otro amplio número de materiales, de distinta apariencia, como la rafia, la popelina de seda, popelina de mohai, lana o cuero. Fibras todas ellas empleadas para terminar de confeccionar una propuesta, construida sobre una vibrante y elegante paleta cromática dominada por tonalidades neutras en blanco, blanco roto y grises piedra, junto a suaves acentos en verdes menta, azules lavanda o naranjas flamenco.
Sobre esta paleta cromática y universo de texturas y materiales, la colección se destapaba como una sucesión de prendas de líneas a un mismo tiempo arquitectónicas y fluidas, desde las que Zegna trata de salir, una vez más, a avanzar por esos caminos que son reflejo de las nuevas maneras con las que el hombre trata de desenvolverse en el mundo actual. Un entorno para el que desde Zegna han trato en esta ocasión de brindarle de un armario compuesto de unas prendas de amplios y fluidos volúmenes, de entre las que se destacan las cazadoras deconstruidas a modo de camisas, los abrigos y chaquetas tipo bomber de líneas minimalistas y líquidas, una nueva versión de las cazadoras con manga a 3/4 que la casa introducía durante la temporada pasada, los pantalones cortos y los monos, o las distintas y texturizadas prendas de punto. Piezas todas ellas que la firma presenta en una sucesión de combinaciones monocromáticas, así como decoradas con una serie de distintos patrones y motivos en formas de líneas onduladas, reflejo mismo de esos caminos sobre los que la casa trata de mantenerse permanentemente en la vía que va de la tradición a la innovación, en lo que es igualmente reflejo de su nuevo logotipo corporativo.
“En Zegna seguimos repensando cómo debería ser un guardarropa eficiente hoy en día, profundizando aún más en la idea de crear un sistema de elementos”, con “partes superiores, inferiores, prendas interiores y accesorios”, que “se pueden combinar y personalizar como uno prefiera”, entraba a explicar de manera detallada Alessandro Sartori, director creativo de Zegna, sobre esta colección. Precisamente “es la idea del uniforme lo que provoca la no uniformidad” del lenguaje de Zegna, sostiene Sartori. Y es que hay que comprender que ya no se debe asociar el concepto de traje con el de una “chaqueta y pantalón a juego”. “Hoy todo va con todo, y eso libera al cliente, que puede jugar con las formas y los matices”, valora el director creativo de Zegna, tratando de subrayar cómo en esta colección “las líneas son engañosamente simples”, de manera que tras ellas “ocultamos elementos funcionales en la construcción” de las prendas, “destacando la textura”. Todo, mientras que “la fluidez general” que respira la colección “hace que todo parezca tranquilo y lujoso, pero la tensión en los detalles, la riqueza de los colores y la libertad que sugieren las infinitas combinaciones” a las que se abre, terminan por sostener el auténtico valor de una propuesta que, enfatiza, “no es para nada tranquila”.