Elio Berhanyer arranca su relanzamiento con Sergio de Lázaro (Otrura) como nuevo director creativo

La histórica casa de modas española Elio Berhanyer, fundada por el bien reconocido diseñador cordobés homónimo hacia finales de la década de los 50, emprende el camino de su relanzamiento un lustro después del fallecimiento del creador, con el nombramiento del igualmente valorado Sergio de Lázaro, fundador y director creativo de la madrileña firma de modas Otrura, como nuevo director creativo al frente de la firma. Una posición desde la que de Lázaro se terminará de encargar así de hacer frente al complejo proceso de relanzamiento de la marca, en un camino que arrancará de manera ya decidida, y visible, con motivo de las celebraciones de la próxima edición de la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, programada para los días del 15 al 19 de este próximo mes de febrero de 2024.

Era a este respecto a finales de este pasado mes de diciembre de 2023 cuando justamente, y a raíz de las primeras informaciones que terminaban de hacer públicas desde la organización de la pasarela MBFW Madrid, desde FashionUnited ya nos encargábamos de destacar la presencia de la firma Elio Berhanyer entre los nombres llamados a protagonizar esta próxima edición de febrero de la pasarela madrileña. Un certamen del que la legendaria casa de modas fue un nombre permanente desde el año 1994, presentando sus colecciones de manera ininterrumpida desde entonces y hasta la repentina retirada de la marca del cartel de la 53ª edición de la pasarela, para febrero de 2011, como consecuencia de la compleja situación en la que finalmente se vio inmersa la firma como resultado de la creciente crisis económica que terminó por afectar al país, y en lo que finalmente terminó llevando al cierre de los talleres de la marca y a la retirada definitiva del modista de la primera línea de la moda y de las pasarelas. Una ausencia desde la que han terminado por pasar ya 13 años, cinco desde el fallecimiento del aclamado modista, y a la que se han decidido por tratar de poner fin finalmente ahora desde la familia más cercana del diseñador, impulsando el proceso de relanzamiento de la firma Elio Berhanyer como casa de modas, en una tarea que faltaba por descubrir cuál era el nombre del creativo al que se habían decidido finalmente por encomendar tan honor. Una dignificación que finalmente ha ido a parar a manos de Sergio de Lázaro, fundador y director creativo de una igualmente más que bien considerada casa de modas Otrura, en un cargo que ahora entrará a compaginar con el de nuevo director de la casa de modas Elio Berhanyer. Una tarea para la que se encargará de ofrecer una primera muestra del nuevo sentido estético y de la nueva complejidad y dimensión creativa por la que buscará de distinguierse la casa Elio Berhanyer en esta nueva andadura, la primera que va a emprender bajo la dirección de otra figura que no fuera la de su fundador, presentando su primera colección para la firma, durante las celebraciones de esta próxima y nueva edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.

En relación, ya no solamente de manera precisa a esta propuesta, sino a lo que va a ser el conjunto de los pilares centrales que van a caracterizar a la casa Elio Berhanyer en esta nueva etapa bajo la dirección creativa de de Lázaro, desde la dirección de la misma firma de modas nos adelantan ahora que, para tal cometido, el diseñador madrileño se va a inspirar de manera preferente en las creaciones de Berhanyer de la primera mitad de su trayectoria profesional. Una etapa que coincide con la de las décadas de los años 50, 60 y 70, durante las que Berhanyer llegó a sobresalir como el último representante de una Alta Costura hecha en España, siguiendo con el lenguaje y con las líneas más cercanas a las creaciones de Cristóbal Balenciaga. Unas referencias así pues estas que se situarán entre los pilares fundamentales de la dirección creativa de de Lázaro al frente de la marca, en unas tareas para las que las pondrá a dialogar con las nuevas tendencias futuristas que, hacia finales de esa misma etapa, empezaron a introducir dentro del panorama internacional figuras de la talla de Courrèges, Pierre Cardin o Paco Rabane, mientras todas ellas se fusionan a su vez con el lenguaje más propio de de Lázaro. Creativo que ya adelanta que habrá una clara correlación entre las nuevas colecciones de Elio Berhanyer con las de su firma de modas Otrura, consecuencia de su firmeza por mantenerse fiel a sus valores creativos y a su imaginario, pero para las que eso sí se buscará garantizar al tiempo su independencia formal, apostando para el caso de Berhanyer por una destacada innovación, venida principalmente de apostar por la combinación de técnicas tradicionales, con el empleo de materiales y procesos de vanguardia y de última generación.

“Vamos a buscar la vanguardia, un concepto hondo de moda como parte fundamental y como una de las expresiones humanas más importantes”, enfatiza a este respecto el mismo de Lázaro, a lo largo de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la dirección de la casa Elio Berhanyer. Una firma cuya dirección creativa reconoce asumir “desde la responsabilidad, la humildad y el trabajo”, y a la que no duda en considerar como “la decana de la moda española”. Un valor que le lleva a asumir su dirección con todavía una mayor ilusión, asumiendo el reto de “evolucionarla a casa de moda” contemporánea y moderna, sin que eso llegue a significar, sino más bien todo lo contrario, el rechazar el legado del célebre modista y fundador de la firma. Una intención que se va a procurar mantener mostrándose en todo momento fiel a principios como el de que “no hay moda sin patrón”, que tanto defiende de Lázaro como director creativo de Otrura, y que tan bien casa con los valores propios que siempre manifestó Berhanyer. Dos creativos unidos, a pesar así del paso del tiempo, por esa firme convicción de que, ante todo y frente a todo, la moda trata de patrones y de hechuras. Una firme defensa del valor de las formas y del patronaje, a la que además de Lázaro terminará por sumar el carácter social y reivindicativo que exhalan las propuestas de Otrura, al tiempo que exportará a esta buena parte del depurado y elevado lenguaje creativo de moda que atesora dentro de su histórico la firma Berhanyer, en una suma de sinergias que deberá de llegar para potenciar y estimular el crecimiento y la identidad de cada una de ambas casas de moda.

Con respecto a esto mismo, y para el caso singular de Berhanyer, “somos una casa de moda que vamos a cimentar, analizar, desarrollar y potenciar nuestro legado”, y “lo vamos a divulgar, explicar y compartir”, y desde él “vamos a construir una moda relevante socialmente y que conecte con las pasiones de las personas”, defiende el mismo diseñador y nuevo director creativo al frente de la marca. Ese habría sido siempre “el objetivo de Elio Berhanyer y el objetivo por el que estamos en este proyecto”, apostilla, y para el cual, añade, “traer la marca de vuelta a Mercedes-Benz Fashion Week Madrid es un hito significativo”, puesto que, valora, no deja de ser “un reconocimiento a la importancia de Berhanyer en la escena de la moda española”, además de una acción para la que “estamos emocionados de presentar esta nueva era en esta plataforma”, por la que tanto llegó a apostar el diseñador cordobés.

De Córdoba y de una barriada de Sevilla, a último exponente de la Alta Costura española

Fundada en el año 1959 por el diseñador cordobés Elio Berenguer Úbeda, más conocido por su sobrenombre de Elio Berhanyer, la firma de modas se convirtió, de la mano de su fundador, en uno de los principales y mayores referentes de la moda española de finales del siglo XX, compartiendo protagonismo con contemporáneos como Manuel Pertegaz, Pedro Rodríguez, Carmen Mir, Pedro Rovira, Herrara y Ollero o Márbel Junio, y más adelante con otras figuras igualmente bien consideradas, como Jesús del Pozo, Antonio Pernas, Ángel Schlesser, Modesto Lomba y Roberto Verino, junto a los que precisamente en el año 1998 apadrinaría la creación de la Asociación Creadores de Moda de España Acme. Organización que surgía con el objetivo de promover, defender y dar visibilidad a una nueva moda española de la que, por cronología, trayectoria y edad, el mismo Berhanyer terminaba ejerciendo como decano, dotándola del aura de excelencia que le confería la brillantísima carrera profesional que había venido protagonizando desde la década de los 60, tanto desde la producción de una moda de Alta Costura española de la que terminó por ser uno de sus últimos representantes, como de una moda prêt-à-porter de la que sería igualmente un primer abanderado en nuestro país.

Como punto de partida de esta vibrante y reconocidísima trayectoria profesional, tras nacer en Córdoba un 20 de febrero de 1929 y tener que hacer frente, con solamente 7 años, al fallecimiento de su padre, fusilado en los primeros meses tras el estallido de la Guerra Civil, Berhanyer terminaría que tener que afrontar una infancia marcada por las penurias propias de la posguerra, criándose junto a sus tíos en la barriada de San Jerónimo de Sevilla. Ciudad desde la que terminaría por trasladarse hasta Madrid con 17 años, movido por un ya claro llamamiento hacia la moda y el diseño, que lo condujo a empezar a dar sus primeros pasos y a trabajar dentro de la industria de la moda, de una manera completamente autodidacta y sin contar con ninguna clase de formación reglada. Combinando su extraordinario buen “saber hacer” junto a su igualmente natural y genuina inclinación hacia el diseño y hacia un sentido propio de la elegancia y de entender la moda, Berhanyer terminaba de dar un paso decisivo en su trayectoria profesional, abriendo las puertas de su propia casa de modas en el año 1959, y presentando, solamente un año después, su primera colección completa, especializándose desde entonces y hasta el año 1978 en una producción de Alta Costura española, desde la que salió a seguir con la escuela “constructivista”, a base de caparazones y formas orgánicas, cuyas bases asentara Cristóbal Balenciaga. Una de las figuras que más marcarían e inspirarían la producción artística del diseñador cordobés, a partir de una estética y de unas formas de trabajar que no hacían más que evidenciar la inclinación que Berhanyer siempre sintió hacia el mundo de la arquitectura; en un gusto por el trabajo a partir de volúmenes y planos que igualmente llevaría al modista a situar su mirada sobre la obra del genial arquitecto Le Corbusier, la otra gran referencia dentro de su imaginario creativo.

A partir de estas pulsiones, y al tiempo que igualmente mantenía como base de ese mismo imaginario a las figurar arquetípicas de la indumentaria y del folclore español, encontrando como principal hilo conductor para la causa a las magistrales obras que prenden de las paredes del Museo del Prado, explotando su naturaleza multifacética, independiente y autodidacta, en el año 1968 Berhanyer diversificaba y presentaba su primera colección de moda masculina. Una nueva categoría sobre la que terminaría por seguir expandiendo las fronteras del universo de su casa de modas, abriendo solamente un año más tarde, con cierto y reconocido éxito, nuevas líneas de negocio, con el lanzamiento de colecciones de calzado, pañuelos, guantes, corbatas e incluso de su propia línea de perfumes; todo ello tras rechazar las ofertas de trabajo y de colaboración que le habían estado haciendo llegar desde casas y talleres de la talla de Elisabeth Arden, Cristóbal Balenciaga u Óscar de la Renta, después de que sus creaciones hubieran empezado a captar ya la atención de cabeceras estadounidenses como las de las revistas Vogue o Harper’s Bazaar.

Encumbrado ya como un referente de la Alta Costura española, siguiendo con el pulso de los tiempos, y amoldándose a la propia evolución del sentido estético del modista cordobés, las creaciones de Berhanyer fueron evolucionando y distanciándose de sus líneas más arquitectónicas, para primeramente abrazar una corriente más fluida y romántica, con remarcadas influencias goyescas, para desde ahí evolucionar hacia las tendencias futuristas que adelantaron desde París modistas como Pierre Cardin o André Courrèges. Un cambio de lenguaje que adelantaba ya lo que sería la gran disrupción en la industria de la moda que terminaría por suponer el surgimiento y la consagración del prêt-à-porter, auspiciada por un Yves Saint Laurent que el mismo Berhanyer no dudó en incorporar como uno de sus nuevos referentes, al tiempo que abría la mano a esa misma producción, combinando la producción de colecciones de Alta Costura con propuestas de prêt-à-porter desde 1973 a 1978. Fecha a partir de la cual Berhanyer pasaría a abrir un penúltimo capítulo de su trayectoria profesional, dedicándose ya por entero y en exclusiva a una producción de prêt-à-porter, hasta su retirada de las pasarelas y el cierre de su casa de modas a finales del año 2010. Una retirada más forzada que voluntaria, que terminaba teniendo lugar como consecuencia de una mala gestión interna, así como de los efectos derivados de la durísima crisis económica que asolaba por entonces el país, bajo los últimos años de la presidencia del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Vistiendo desde a Ava Gardner, a Sonsoles de Icaza y a la reina Sofía

Fue justamente durante estos últimos años de su trayectoria en activo, cuando terminaron por sucederse la entrega de distintas menciones y la organización de diferentes actos, todos ellos dirigidos a tratar de poner en su justo valor la brillante trayectoria del modista español. Destacándose de entre todas ellas la entrega de la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes que le fue entregada, a propuesta del Ministerio de Cultura del Gobierno de España, en el año 2002, o la organización de la retrospectiva a toda su trayectoria, “Elio Berhanyer, 50 años de moda”, que le dedicó el Museo del Traje de Madrid en 2008. Una exposición que terminó por prolongarse hasta 2009 en respuesta al gran éxito que despertó entre los amantes de la moda y fieles seguidores de la vida y obra del modista, y desde la que pudieron terminar de descubrirse algunas de las creaciones más mágicas de cuantas el diseñador cordobés terminó por alumbrar a lo largo de toda su trayectoria.

Tratando justamente de terminar de ponerla en valor, nombre fijo de la misma Pasarela Cibeles, actual pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, que terminará ahora por ver el relanzamiento de la firma como moderna y actual casa de modas, asentada en el lago del diseñador cordobés, entre sus principales y más destacadas clientas tuvieron el placer de llegar a vestir una creación de Berhanyer personalidades de la talla de Ava Gardner, la igualmente actriz estadounidense Cyd Charisse, la mexicana Dolores del Río, la actriz española Conchita Montes, Aalía Gadé, Concha Velasco o Victoria Vera, así como, y de una manera ciertamente todavía más singular, Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba; la infanta Pilar de Borbón, hermana del rey Juan Carlos I; María Zurita, hija de la infanta Margarita; Charo Palacios, condesa de Montarco; Aline Griffith; condesa de Romanones; Sonsoles de Icaza, la legendaria musa de Balenciaga y marquesa de Llanzol; o incluso la reina Doña Sofía.

Ya retirado de las pasarelas y de la primera línea de la industria de la moda, y poseedor, entre sus numerosas menciones, de un doctorado honoris causa por la Universidad de Harvard y del título de profesor honorífico del centro ESNE de Madrid, Berhanyer continuó sus últimos años de actividad volcado precisamente en el mundo de la educación y de la enseñanza, situándose al frente de la cátedra impulsada, con su mismo nombre, por el Centro Tecnológico del Textil de Andalucía, de manera conjunta con la Diputación de Córdoba. Unas labores precisamente en las que se encontraba inmerso, cuando fue nuevamente reconocido por el Ministerio de Cultura con su mención como ganador del Premio Nacional de Diseño de Moda del año 2011. Una de las últimas menciones y reconocimientos que terminaría teniendo el genial modista cordobés, quien fallecía en Madrid un 24 de enero de 2019 a la edad de los 89 años, dejando tras de sí una honda impronta en la historia más reciente de la moda española.