El PSOE lleva al Congreso el debate sobre los peligros del “fast fashion”
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Madrid – El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) lleva al Congreso de los Diputados el debate sobre los peligros que entraña la moda rápida y el modelo de compras por impulso, a través de una Proposición No de Ley desde la que se insta al Gobierno a adoptar todas las medidas necesarias para fomentar el consumo responsable de productos de moda.
A través de un escrito dirigido a la mesa del Congreso de los Diputados, fechado a día del pasado 11 de diciembre de 2024 y con fecha de registro de entrada en el del 16 de diciembre, pero del que sin embargo no se había tenido conocimiento público hasta ahora, el Grupo Parlamentario Socialista ha presentado una Proposición No de Ley, con el propósito de que se debata y se apruebe invitando con ello al Congreso de los Diputados para que inste al Gobierno a adoptar, citamos, “medidas para fomentar el consumo responsable de los productos de la industria de la moda”. Principal objetivo así pues de esta Proposición No de Ley, que ha sido presentada para ser debatida, no por el pleno de la Cámara del Congreso de los Diputados, sino en el seno de la Comisión de Derechos Sociales y Consumo. Una de las comisiones permanentes legislativas que forman parte de los órganos del Congreso, en su caso contando con el ámbito competencial de abordar aquellas iniciativas legislativas que afecten a los derechos sociales, la igualdad, el bienestar de los ciudadanos y la protección de los consumidores, con la diputada Alda Recas Marín, del Grupo Sumar, ejerciendo el cargo de presidenta de la comisión, con el diputado Luis Carlos Sahuquillo García, del Grupo Socialista, y la diputada Patricia Rodríguez Calleja, del Grupo Popular, en los cargos de la vicepresidencia primera y segunda, respectivamente, de la comisión.
Sosteniendo el registro de su iniciativa parlamentaria, desde el Grupo Parlamentario Socialista en primer lugar llevan a cabo en su escrito de requerimiento para la aprobación de esta Proposición No de Ley, una detallada exposición de motivos desde los que defienden su iniciativa. Preámbulo desde el que en primer lugar hacen referencia a cómo, según la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo, la industria textil se posiciona como la segunda más contaminante del mundo, siendo responsable, alegan, del 20 por ciento de las aguas residuales; del 10 por ciento de la emisión de los gases de efecto invernadero, a escala global; del 9 por ciento de los vertidos anuales de microplásticos en los océanos, y del consumo de 215 billones de litros de agua al año. Una huella y un impacto ambiental favorecidos por Europa, donde, según las cifras que manejan, se consumen de media cerca de 26 kg de textiles y se generan 11kg de residuos textiles, al año y por persona. Residuos de los que, lejos de ser tratados, la mayoría, y en un 87 por ciento, son incinerados o depositados en vertederos.
Una vez dibujado este contexto, desde el mismo Grupo Socialista señalan a que, en la lucha contra este impacto ambiental de la industria textil sobre el territorio, en marzo de 2022 la Comisión Europea presentó su nueva estrategia para impulsar la circularidad y la sostenibilidad en la industria textil, diseñada como parte de su estrategia global de avance hacia un modelo de economía circular. Una hoja de ruta que desde entonces se sigue desarrollando, y desde la que se contemplaban ya y desde su origen iniciativas que han llegado, y llegarán, para redibujar por entero la producción y comercialización de ropa en Europa, contemplando desde la prohibición de la destrucción de residuos textiles, hasta el fomento del uso de materiales más sostenibles, reciclados y de menor impacto ambiental, o la implementación del Pasaporte Digital de Producto. Unas iniciativas diseñadas para avanzar sobre una serie de compromisos y objetivos en materia de sostenibilidad, para las que desde el mismo Gobierno español, siguiendo con las directrices marcadas por la UE,y financiándolas con sus propios fondos a través de los fondos NextGeneration, han tratado de ir dando pasos adelante, a través del PERTE de Economía Circular. Mecanismo de financiación aprobado en marzo de 2022, con el textil como uno de sus tres sectores clave, en lo que en respuesta ya ha llevado a convocar ayudas por un importe de 97,5 millones de euros, en el marco de este PERTE de Economía Circular, para el que desde el Ejecutivo comprometían fondos por 492 millones de euros, con el potencial de llegar a movilizar, hasta 2026, unos recursos superior a los 1.200 millones de euros, entre inversión pública y privada.
A pesar de estas iniciativas ya emprendidas, a nivel tanto Europeo como de la UE, desde el Grupo Socialista advierten no obstante que sigue siendo la decisión de los consumidores la que termina por ejercer un factor tanto decisivo como clave, para la hora de seguir avanzando hacia un modelo de la industria de la moda más sostenible. Unas decisiones que, en base al “Estudio del Comportamiento del Consumidor en el Sector de la Moda” presentado por la Confederación Moda España no estarían yendo ni evolucionando en la dirección adecuada, con unos consumidores de moda en España que se muestran confusos, pasivos e indiferentes ante el reto de la sostenibilidad. Una realidad que no habría escapado al entendimiento del Grupo Socialista, desde donde, y en respuesta, plantean esta Proposición No de Ley desde la que se inste al Gobierno a fomentar el consumo responsable de los productos de la industria de la moda.
“El auge de la moda rápida (fast fashion) ha sido crucial en el aumento del consumo” de los recursos naturales que alimentan la industria, además viéndose “favorecido por las redes sociales” y por “la propia industria, que impulsa que las tendencias de la moda lleguen a más consumidores y a un ritmo más rápido que en el pasado”, esgrimen los socialistas desde su Proposición No de Ley. En este contexto, “las decisiones de los consumidores influyen directamente en la posibilidad de avanzar hacia una Economía Circular”, dado que “a través de sus decisiones, los consumidores pueden impulsar cambios importantes en las prácticas de las empresas textiles, favoreciendo la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental”; y es que “al elegir productos de marcas que priorizan la sostenibilidad, el reciclaje y las prácticas éticas, los consumidores envían un mensaje claro al mercado sobre la necesidad de modificar los modelos de producción hacia opciones más respetuosas con el medio ambiente”. “Pero para ello”; advierten, “la educación y la concienciación sobre el impacto ambiental de la moda son herramientas clave para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas y responsables”, y terminar de hacer valer esa “fuerza” en el mercado con la que cuentan, contamos, todos como conjunto.
Para adoptar medidas para fomentar el “consumo responsable” de moda
En respuesta a toda esta suma de impresiones que el Grupo Socialista percibe en el mercado, en un momento en el que además, y según igualmente queda recogido en ese informe del “Estudio del Comportamiento del Consumidor en el Sector de la Moda” de Moda España, los grandes operadores “low-price”, Primark, Lefties, Kiabi, Zeeman y Pepco, así como a las plataformas digitales Shein y Temu, han seguido creciendo de manera destacada en España de la mano de sus modelos de “fast fashion”, se insta al gobierno a que, una vez aprobada esta Proposición No de Ley, actúe en contra del “fast fashion” a través de un total de cuatro principales líneas de actuación.
Sobre estas mismas, y en primer lugar, desde esta Proposición No de Ley se solicita que el Congreso de los Diputados inste al Gobierno a “promover el empoderamiento de los consumidores en el proceso de transición ecológica, garantizando una mayor protección contra prácticas desleales y facilitando un acceso más claro y preciso a la información”. En segundo lugar, a “continuar trabajando para garantizar una mayor transparencia y veracidad de la información ofrecida por parte de las empresas textiles en materia de sostenibilidad, favoreciendo así modelos de consumo responsables que impulsen prácticas empresariales más éticas y facilitando decisiones que minimicen el impacto ambiental y que contribuyan a la creación de un modelo económico circular en la industria de la moda”. Igualmente, a “continuar con la labor de concienciar a la ciudadanía, especialmente a las personas consumidoras jóvenes, sobre los efectos en el medio ambiente de la conocida como moda rápida”; y por último y como cuarto punto, a instar al Gobierno a “seguir apoyando las actividades de las entidades de economía social involucradas en la gestión de textiles usados”.
Ante un vacío ejercicio de marketing político
Analizada la Proposición No de Ley, en la que en ningún caso se hace mención directa a ningún operador de la moda específico, ni tan siquiera a Shein como se ha venido señalando por diferentes medios de comunicación, son varias las conclusiones a las que pueden llegarse de su solicitud de registro ante la Mesa del Congreso de los Diputados para su debate en la Comisión de Derechos Sociales y Consumo. Varías, y ninguna buena, más allá de esa loable defensa a favor de una industria de la moda más sostenible y menos contaminante que buscan impresionar con sus líneas.
Sobre esta cuestión, en primer lugar no podemos dejar cuanto menos de apuntar a la marcada sensación de “déjà vu” que deja el texto, cuya presentación viene a seguir a la Proposición No de Ley que presentase el Grupo Parlamentario Sumar en la transición de 2023 a 2024, con el propósito de instar al Gobierno a mantener una reunión con las principales multinacionales de la moda española, un grupo en el que se encontrarían representadas desde el Grupo Inditex a Mango, pasando por el Grupo Tendam, Adolfo Domínguez o Desigual, con el objetivo de abordar las problemáticas derivadas de este modelo del “fast fashion”. Una iniciativa parlamentaria de la que nada más se ha sabido, en una suerte que es de esperar que igualmente termine teniendo esta Proposición No de Ley presentada ahora por el Grupo Parlamentario Socialista. Iniciativas que, ateniendo a su naturaleza como Proposiciones No de Ley, en ningún caso, sean o no sean aprobadas, terminan por contar con un carácter vinculante para obligar al Gobierno a ejecutarlas o a avanzar en su dirección, siendo nada más que acciones que, de ser aprobadas, reflejan la voluntad del Congreso y de su mayoría parlamentaria, a modo de un guante que ya es potestad del Ejecutivo decidirse o no a recoger.
Sumándose además a este carácter reiterativo de la medida, y además carente nuevamente de un carácter vinculante para forzar una acción de Gobierno, nos encontramos además con que en ambos casos, son Proposiciones No de Ley que han sido presentadas por los dos grupos parlamentarios que precisamente integran al Gobierno de coalición que preside Pedro Sánchez. Y dado que ambos grupos por tanto están representados y tienen voz dentro del Ejecutivo, la cuestión no está en si el Congreso insta o no insta al Ejecutivo a concienciar y tratar de poner remedio al impacto del “fast fashion”, sino en por qué no se están adoptando medidas ya en esta dirección desde dentro del Gobierno, si parece ser un punto común de entendimiento entre los dos partidos políticos que lo integran. Una apreciación que nos hace entender que, a falta de medidas e iniciativas concretas, detrás de estas, y ya van dos, Proposiciones No de Ley, no se ocultaría más que un gratuito y vacío ejercicio de marketing político.
- El PSOE presenta una Proposición No de Ley instando al Gobierno a fomentar el consumo responsable de moda para contrarrestar el impacto ambiental de la moda rápida.
- La propuesta destaca la necesidad de concienciar a los consumidores sobre la sostenibilidad y promover la transparencia en la información de las empresas textiles.
- Se cuestiona si esta propuesta es una medida efectiva o un simple ejercicio de marketing político, dado que proviene del partido del Gobierno, y además sigue a la presentada hace ahora justamente un año por Sumar, el otro partido político que integra el Gobierno de coalición.