El “minimalismo castellano” de Baro Lucas debuta en MBFW Madrid

Madrid – Encargándose de inaugurar, no solo la jornada, sino los tres días reservados a las firmas y a los creativos más consagrados y de mayor trayectoria que van a participar de esta nueva edición de la pasarela MBFW Madrid desde el recinto ferial de Ifema, este jueves, 20 de febrero, la firma de moda Baro Lucas presentaba “Aeterna”. Colección, de hombre y mujer, para la temporada Otoño/Invierno de 2025/2026, de cuya mano ha terminado por debutar por primera vez la casa de modas en el calendario oficial de la pasarela.

Formado en Diseño de Moda y Patronaje en Valladolid, el diseñador vallisoletano, natural del municipio de Tordesillas, Álvaro Lucas Santos, fundador y director creativo de la casa de modas Baro Lucas, inició su trayectoria profesional tras completar esa primera etapa de su formación, entrando a trabajar como pasante en el estudio de diseño de Amaya Arzuaga, Premio Nacional de Diseño de Moda de 2013. Una experiencia tras la cual el creativo retomaría su formación profesional, graduándose en Ingeniería de Diseño y Desarrollo de Producto, y posteriormente cursando un máster en Dirección de Empresas de Moda y Lujo. Una serie de conocimientos y saberes de los que se serviría para comenzar tibiamente a emprender su propio camino en solitario dentro del mundo de la moda, una primera etapa durante la que sería reconocido como diseñador emergente durante su participación en la Semana de la Moda de Albacete, ABFashion, en 2017; e igualmente en el certamen Tenerife Moda, en 2019.

Dando un considerable paso adelante en su trayectoria profesional y creativa, Lucas Santos abría nuevo capítulo profesional con la fundación, en 2021, de su propia casa de modas, Baro Lucas. Una etiqueta con la que desde entonces ha venido desarrollando con maestría aguja e hilo, brindando desde su “atelier” de su Tordesillas natal servicios de costura y de confección a medida, así como la oferta de unas primeras colecciones de prêt-à-porter, bien cuidadas y trabajadas, que comercializa a través tanto de su tienda online oficial como desde la “concept store” Valyty; la tienda con la que cuenta la agencia de comunicación Valyty Place de Alicia Hernández, una de las fundadoras originarias de Dolores Promesas, en el número 7 de la calle de Tamayo y Baus de Madrid, en el barrio de las Salesas.

Una trayectoria bien sostenida, constantes, y en firme crecimiento y desarrollo la que de este modo ha venido logrando firmar el diseñador vallisoletano, que experimentaba un por ahora último punto de inflexión, con su debut este jueves dentro del calendario oficial de la pasarela MBFW Madrid. Pasarela desde la que ha pasado a destacarse como una de las grandes novedades de esta edición, como la que igualmente ha supuesto el regreso que ya ha realizado la barcelonesa Menchen Tomas, quien también ha pasado a presentar su nueva colección durante esta misma pasada jornada de jueves día 20, primer día de desfiles de MBFW Madrid desde Ifema; así como el próximo debut de Jnorig, la firma del diseñador colombiano, asentado en Barcelona, Javier Girón, quien debutará por su parte en la pasarela madrileña este próximo sábado día 22 de febrero, presentando su colección “Yūgen”.

Entre líneas minimalistas e influencias castellanas

Tomando así el relevo del circuito de “Desfile en la Ciudad” de MBFW Madrid con el que la pasarela madrileña ha vuelto a abrir, este pasado miércoles, esta nueva 81ª edición del certamen, Álvaro Lucas hacía debutar por la puerta grande este jueves a su casa Baro Lucas en la principal pasarela de la Semana de la Moda de Madrid, presentando “Aeterna”. Su colección, de hombre y mujer, para la temporada Otoño/Invierno de 2025/2026, desde la que ha hecho buena gala de su destreza y de una sensibilidad estética propia y genuina, descubriendo la colección como el mejor exponente, hasta la fecha, de ese “minimalismo castellano” bajo el que podríamos catalogar toda su producción como creativo. Tratando de desenmarañar las connotaciones del término, desde el mismo hacemos referencia a las que se descubren como las dos principales pulsiones estéticas que parecen marcar el sentido creativo del diseñador vallisoletano. Encontrando al respecto, de un lado, la pureza formal y de líneas que profesa para la hora de componer sus creaciones, acercándolo así a esa corriente minimalista americana de la que hiciera bandera en sus orígenes Calvin Klein, y que es la que de un tiempo a esta parte ha terminado por sostener los principales valores de eso que gustamos denominar como “lujo silencioso”; y del otro, a las constantes referencias y motivos venidos de los parajes de esa Castilla La Vieja de la que es oriundo el creativo, y que se presentan como unas de las principales referencias estéticas dentro de su imaginario.

Componiendo a partir de esas dos pulsiones creativas, Lucas, diseñador y casa de modas, ha terminado por dar forma a una colección que se presenta sostenida sobre una bien cuidada y contenida paleta cromática, dominada por un mar sin fin de marrones arena, en referencia directa tanto a las tierras de Castilla como a las piedras de los viejos castillos castellanos que dieran nombre a esta región de España. Un tono que se presenta en compañía de grises, verdes pardos y musgo, oros y ocres, con el negro como contrapunto aportando profundidad al conjunto de la colección, siendo además el tono identificativo de la firma, una representatividad que podríamos achacar a ese papel que llegó a ejercer como color de la corte española durante el Siglo de Oro.

A partir de esa serie de entonaciones cromáticas, y valiéndose de ricos tejidos de tarlatana, de terciopelos de algodón y de finas lanas de sastrería, fibras confeccionadas bajo el sello de “Made in Spain”, el diseñador ha terminado por dar forma a una colección de siluetas esculturales, limpias y bien definidas, dotadas de una embriagadora exquisitez formal venida, no de las pretensiones del querer ser o del querer aparentar, sino de la elegancia natural que logran expresar las creaciones de esta propuesta a cada paso. Una colección de entre la cual, y como piezas clave, podemos destacar la presencia de desde los “formales” conjuntos de sastrería masculina, para ellas; hasta la desvirtualización de los mismos que el diseñador lleva a cabo para dar forma a toda clase de vestidos y conjuntos. Siendo esta la metodología que podríamos señalar de la que se ha valido para la hora de dar forma, de manera más precisa, a prendas como esa escultural camisa-capa en gris piedra; o a los diferentes vestidos en corte “torreón”, una tipología desde la que podríamos enmarcar a la práctica totalidad de las sensuales creaciones de la línea de mujer de esta colección. Propuesta desde la que, en lo que respecta a la moda-hombre, el diseñador ha presentado distintas versiones, más o menos formales, más o menos estáticas, y más o menos fluidas, del mismo y tradicional traje sastre del que se ha servido para, a través de su elegantísima deconstrucción, armar la propuesta de mujer, estableciendo así, y a través de él, otro de los grandes nexos de unión que atan las creaciones de mujer y las de hombre.

La colección “es el reflejo de un sentimiento de amor y respeto hacia la tierra de Baro Lucas”, expresan desde la misma casa de modas a través de una nota. Para su desarrollo, y “como punto de partida”, relatan, el diseñador “encuentra en la elegante austeridad de los paisajes castellanos, en la solemnidad de sus castillos y claustros y en el frío y la quietud de los inviernos de Tordesillas, el lienzo perfecto” desde el que “crear una propuesta para mujer y hombre de carácter atemporal, en la que se fusionan la esencia de un lugar marcado por la historia y el lenguaje contemporáneo y minimalista que caracteriza a la casa”. A partir de esas influencias e intenciones, y “siguiendo un patrón de pureza y simplicidad, basado en las técnicas de la sastrería tradicional”, es como el creativo a terminado por dar forma a esta colección, “cuyas siluetas se dibujan con cortes limpios y sinuosos”, aderezadas con “detalles inesperados” y dotadas de “un colorido sobrio que fluye entre el arena, el gris, el verde, el oro y el ocre para terminar con negro, seña de identidad de la firma”.