Dior se hace constelación, al abrazo de las pirámides de Egipto

A lo largo de un último y espectacular desfile, el enésimo con el que se aviene a sorprendernos la célebre “maison” parisina, la casa francesa Dior presentaba este sábado 3 de diciembre sobre las tórridas y ardientes arenas de Egipto, su colección de moda masculina para la próxima temporada de Otoño de 2023. Una propuesta diseñada una vez más por el diseñador de moda británico Kim Jones, director creativo de las colecciones masculinas de Dior desde el pasado marzo de 2018, y de la línea femenina de Fendi desde septiembre de 2020, que terminaba de este modo viendo la luz bajo la enigmática sombra de las grandes pirámides de Egipto.

El desfile de presentación de esta nueva propuesta de moda hombre de Dior terminaba convirtiéndose de este modo en el plato central de la serie de eventos y presentaciones organizadas durante este pasado fin de semana por la casa parisina en El Cairo. Capital del país y en cuyas inmediaciones se siguen erigiendo las que se mantiene como los últimos vestigios de las conocidas como Siete maravillas del mundo antiguo, lugar escogido por Dior para la presentación igualmente, y en la víspera del desfile de su colección principal, de la cápsula “Dior Ters”. Una propuesta diseñada en colaboración con la marca de moda Denim Tears, fundada en el año 2019 por Tremaine Emory, a día de hoy director creativo de Supreme, que la casa descubría a lo largo de un evento de presentación organizado el viernes 2 de noviembre en el Gran Museo Egipcio de El Cairo. Espacio y propuesta que de este modo se terminaban convirtiendo en la antesala del deslumbrante espectáculo que la firma parisina protagonizaba menos de 24 horas después, dando a conocer la propuesta de moda hombre que viene a poner la guinda a este 75 aniversario de la fundación de la casa Dior que la “maison” viene celebrando a lo largo de todo este año de 2022. Un acontecimiento ante el que Jones ha sabido responder, presentando ahora una colección principal para la próxima temporada de Otoño con la que logra elevar a “constelación” a la propia firma parisina, trazando una línea directa que la une desde su pasado, hasta el cielo estrellado que se encargó de bañar el desfile de este fin de semana organizado a los pies de las grandes pirámides de la llanura de Guiza.

“Mi interés en el antiguo Egipto proviene de las estrella y del cielo”, de “esa fascinación con el mundo antiguo y en los paralelismo desde los que podemos mirarnos hoy”, en “lo que hemos heredado y en lo que aún estamos aprendiendo del pasado”, explica el propio Kim Jones, director creativo de Dior, a través de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la misma firma parisina. Ese interés por el Egipto antiguo, añade Jones, “enlaza con Christian Dior en el sentido y en el modo de su fascinación con unos símbolos y supersticiones que se van a repetir a lo largo de su vida y de su obra, unos de los cuelas proceden de las estrellas”. De modo que “tanto en la colección como en el desfile, vamos a encontrar esa idea de ‘guía por las estrellas’ y sobre lo que eso puede llegar a implicar en muchas maneras”. “Se trata”, trata de resumir Jones sobre su propuesta, “de cómo el pasado da forma al futuro, o a una idea del futuro desde el pasado”. En definitiva, tratamos de apuntar desde aquí, de una constelación que ha tomado la forma de esta propuesta, uniendo las “estrellas” y los distintos hitos que atan a la casa Dior de hoy con la casa Dior de hace 75 años, fundada por Christian Dior.

Un viaje por el tiempo y el espacio, desde la fundación de Dior

A lo largo de un desfile que llegó a desarrollarse en todo momento sobre el mágico telón de fondo de las pirámides de Guiza, y del cielo estrellado de una despejada noche de otoño en El Cairo, a medida que el sol se ocultaba entre las arenas del desierto la casa parisina terminó por desvelar una extensa propuesta de moda masculina, que fue evolucionando desde unos cosmológicos “grises lunares”, a los tonos arenas y topos característicos del desierto. Una paleta cromática que se terminó de completar con acentos en intensos amarillo, naranjas, en apagados verdes aguas, marrones y berenjenas, ocupando a este respecto una posición principal los estampados y las ilustraciones de inspiración “cosmológica”. Una serie de motivos con los que precisamente terminó cerrándose el desfile de presentación, contribuyendo así aún más a la generación de esa sensación de “viaje interestelar” a través del tiempo y del espacio, al que parece decidido a invitarnos a transitar Jones de la mano de esta propuesta.

En términos ya de diseño, siguiendo con le discurso hacia la inclusión y la diversidad del que viene haciendo gala Jones al frente de Dior, nos encontramos nuevamente con una propuesta asentada en una combinación de códigos femeninos, aplicados aquí y ahora a la revolución del armario masculino. Todo ello rodeado del ambiente futurista sobre el que igualmente descansan tanto las prendas como los complementos de esta colección, en la que encontraremos, como elementos especialmente a destacar, desde esas corazas construidas a base de bordados, a esas capas de corte fluido y las sobrefaldas plisadas que se encargan de acentuar esa misma fluidez sobre toda una amplia serie de pantalones. Unos elementos estos últimos que resultan fruto de la revisitación llevada a cabo por Jones del vestido “Bone Fortune”, un modelo de los años 50 extraído de los archivos de la casa, y del que ha hecho uso aquí para perfilar la nueva identidad de este nuevo hombre del futuro de Dior. Un hombre para el que ha proyectado un armario construido sobre el mismo “saber hacer” del que es heredera la “maison”, y que extrapola Jones ahora hasta la aplicación y el manejo de nuevos materiales y texturas de naturaleza más contemporánea, como el neopreno y los acabados metálicos anodizados en los que encontraremos construidos los bolsos, el calzado y otra serie de complementos de la colección. Todo ello, subrayan desde Dior, al tiempo que se mantiene en todo momento el foco puesto en destacar esas cualidades de la comodidad y de la practicidad que sitúan como sinónimos y garante del nuevo lujo.

“La colección absorbe las lecciones del pasado y las aplica al presente y al futuro”, en una apuesta que encontraremos bien resuelta en la medida en la que la casa se reafirma, de la mano de esta propuesta subrayan desde Dior, en esa “metamorfosis de lo femenino a lo masculino en la sastrería”, en “la unión de los acabados de alta costura con la práctica técnica para las prendas exteriores”, en unos “bordados de archivo” que “se transforman en una armadura futurista”, o con una marroquinería que “reinterpreta el lujo” en forma de “una nueva utilidad orgánica”. Eso, mientras, en línea con lo indicado, “el calzado flirtea con el futurismo, pero no sino contar con una base asentada en el tradicional ‘savoir-faire’ unido a la excelencia en el buen ‘saber hacer’ técnico contemporáneo” de la casa. “En resumen”, sintetizan desde Dior, “la extravagancia” de la colección “se consigue con una sencilla, pragmática elegancia”.