La estereotipación de la feminidad, al servicio de Dior

Retomando el más puro sentido de las celebraciones que están teniendo lugar con motivo de esta última edición de la Semana de la Moda de París, siguiendo con lo marcado en su programa oficial este martes la casa Dior presentaba la última colección de mujer de su línea de prêt-à-porter para la próxima temporada Primavera/Verano de 2023. Una propuesta nuevamente diseñada por la directora creativa de las colecciones femeninas de la casa, la diseñadora italiana Maria Grazia Chiuri, que terminaba viendo la luz en el marco de un esplendoroso desfile organizado en el corazón del Jardín de las Tullerías de París, último vestigio del ya desaparecido Palacio Real de las Tullerías que terminaba de completar el complejo del hoy Museo del Louvre.

Saliendo nuevamente a reivindicar el papel de una mujer empoderada, siguiendo así en la firme defensa que la italiana practica de su ideario feminista, para la ideación de esta última propuesta Chiuri se ha inspirado en la figura de la legendaria Catalina de Médicis. Noble italiana que terminó trasladándose a Francia para contraer esponsales con el futuro rey Enrique II, convirtiéndose desde aquel mismo momento en una de las reinas más influyentes de toda la historia de Francia, principalmente por las injerencias en asuntos de estado que llegaría a practicar durante los reinados de sus hijos Francisco II, Carlos IX y Enrique III. Un periodo marcado por la inestabilidad durante el que Catalina, llamada a jugar un papel irrelevante como Reina Consorte de Francia, terminaría no solo actuando como consejera de sus descendientes, sino dirigiendo los designios del país como Reina Regente de toda Francia. Una posición que terminaría por agrandar la figura de una mujer que se destacó igualmente fuera del campo de la política por revolucionar la indumentaria de la época, incorporando y generalizando el uso de piezas, hasta entonces nunca vistas en la corte francesa, como el corsé y los tacones. Estando considerada a día de hoy como la primera noble que llegó a hacer uso de zapatos con plataforma, en un atrevimiento con el que demostraba el buen uso que sabría hacer a lo largo de toda su vida de la moda como una herramienta con la que potenciar su figura en un mundo dominado por los hombres.

Fascinada por la figura de la Reina francesa, y guardando ese cierto paralelismo de ser igualmente ella una italiana “recién llegada” a suelo francés, para terminar de dar forma a esta propuesta Chiuri ha temrinado reuniendo toda esa suma de elementos “avant-garde” que Catalina de Médicis introdujo en la corte de Francia tras su llegada a el país, y entre los que se incluyó también el encaje de Burano, para dar forma a ese modelo de feminidad estereotipada que desde entonces, y hasta la misma desaparición del corsé, ha marcado la imagen de la mujer. Un modelo que la propia italiana ha buscado de manera activa entrar a subvertir, apropiándoselo nuevamente de manos de ese patriarcado que se lo había adueñado vinculándolo a una cierta simbología de sumisión, para revitalizarlo y ponerlo nuevamente, y con toda sus fuerza, en manos de la nueva mujer moderna.

Celebrando a la mujer empoderada, sobre el legado de Catalina de Médicis

Presentada precisamente en los mismos jardines de las Tullerías que la propia Catalina de Médicis se encargase de crear como jardines del, todavía en incipiente fase de construcción en aquel entonces, Palacio Real de las Tullerías, como es ya tradición en las presentaciones del Dior de la era Chiuri, la colección terminaba viendo la luz rodeada de una escenografía, en esta ocasión a cargo de la artista Eva Jospin. Responsable de idear la “gruta barroca” construida en papel en la que terminó convertido el pabellón desde el que se llevó a cabo el desfile.

Sobre esta dramática, y sugerente, ambientación, terminó por desvelarse una colección entorno a la que la diseñadora italiana terminaba sumando toda esa serie de elementos a los que apuntábamos, como los pequeños zapatos de tacón, el encaje de Burano y los corsés, para convertirlos en la auténtica raíz y en el sentido que ata toda la propuesta. Unos elementos a los que terminaba por sumar la presencia de la propia ciudad de París, convertida desde la llegada de Catalina de Médicis en ese referente que sigue siendo hoy para la industria de la moda y del vestir, en este caso mediante la recuperación de un plano de París que se muestra en un pañuelo ilustrado creado por Dior a principios de los años 50. Un motivo que en esta colección encontraremos decorando una serie de distintas piezas destacadas, entre cazadoras, gabardinas y vestidos, y que Chiuri recupera para evidenciar ese nexo que une a la moda con París, y a ambas con la figura y la herencia extraídas de la huella dejada por la noble italiana.

“Esta colección rinde homenaje a la moda como el arte de la invención, capaz de redefinir la ciudad de París una y otra vez, todas y cada una de las veces, permitiendo que las múltiples capas de su historia vuelvan a la vida”, entran a sintetizar desde la propia firma francesa a través de un comunicado, emitido a razón de la presentación de esta última colección para la temporada Primavera/Verano de 2023. Una propuesta desde la que se incide en esa idea de “la moda como concepto urbano” y como una “pasarela de prendas que colorean los espacios de nuestro tiempo”, así como en la de la ciudad “como telón de fondo” desde la que alimentar “la imaginación”.

Un terreno este, el de la imaginación, abierto en todas y cada una de nuestras mentes, al que sin embargo la tradición condenaba a tener que refugiarse a la mayoría de las mujeres, en una práctica de la que ahora igualmente se adueña Chiuri, eso sí, al tiempo que defiende la capacidad de la mujer para traer y defender todo su imaginario desde el mundo real. Un ambiente que aquí terminado materializándose en forma de ese mapa de la ciudad de París, con el que, añaden desde Dior, no sino se busca “expresar la complejidad cultural de nuestra era, celebrando el poder de las mujeres para navegar sobre ella a diario”.