Tapestry (Coach) cierra ejercicio aumentando ingresos y beneficios
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La multinacional norteamericana de la moda Tapestry, compañía especializada en el sector del lujo de marcado sabor estadounidense desde su posición como matriz de las firmas Coach, Kate Spade y Stuart Weitzman, ofrecía el pasado 18 de agosto una última actualización sobre sus cuentas, presentando sus resultados anuales relativos a su último ejercicio fiscal completo de 2021. Anualidad finalizada el pasado 2 de julio de 2022, que Tapestry ha logrado completar con un considerable aumento tanto de su facturación como de sus beneficios, a pesar de un último cuarto cuatrimestre del año durante el cual, como reflejo de este actual periodo inflacionista, y en línea con las tendencias que sobre sus balances vienen ofreciendo el grueso de las compañías vinculadas a la industria de la moda, la multinacional cerraba con un ligero aumento de sus volúmenes de facturación, en lo que no llegó acompañado, sino más bien lo contrario, de un aumento de sus beneficios.
Entrando a poner en contraste esta suma de estimaciones, Tapestry a informado de un último ejercicio completo de 2021 durante el cual llegó a generar unas ventas totales por valor de 6.684,5 millones de dólares, unos exactamente 6.684,5 millones de euros al cambio actual, en un momento en que el dólar a alcanzado la paridad con el euros. Una cifra un +16,33 por ciento superior a los 5.746,3 millones que recogía durante su ejercicio completo de 2020, finalizado el 3 de julio de 2021, así como un +34,73 por ciento más que con respecto a los 4.961,4 millones de dólares de su ejercicio de 2019, finalizado a 27 de junio de 2020, y por tanto viéndose en su caso ya afectado por los efectos de la pandemia por coronavirus.
Siguiendo con la tendencia observada sobre sus volúmenes de facturación, Tapestry ha cerrado su último ejercicio fiscal recogiendo un beneficio neto por valor de 856,3 millones de dólares, unos mismos 856,3 millones de euros al cambio actual. Un valor en su caso un +2,65 por ciento a los 834,2 millones de dólares de beneficios que cosechaba durante su ejercicio anterior; y cifra ya muy distante de con respecto a las pérdidas de hasta -652,1 millones de dólares en las que incurría al cierre de su último ejercicio de 2019.
“Obtuvimos unos resultados sobresalientes este ejercicio fiscal y logramos un crecimiento acelerado de los ingresos y de los beneficios sobre toda nuestra cartera, reflejo directo del dinamismo de nuestras marcas y de la exitosa ejecución de nuestro Programa de Aceleración por parte de nuestros equipos”, entraba a destacar Joanne Crevoiserat, actual directora ejecutiva de Tapestry a lo largo de unas declaraciones difundidas por la propia multinacional estadounidense de la moda. Quien, siguiendo en esta misma línea económica, no duda en entrar a remarcar cómo “a través de nuestro inquebrantable enfoque hacia el consumidor, respaldado por nuestro actualizado y diversificado modelo de negocio, aumentamos nuestra AUR, alcanzamos los 2 mil millones de dólares en ventas globales digitales y adquirimos 7,7 millones de nuevos clientes en Norte América solamente durante el ejercicio de 21/22”.
Perspectivas para el nuevo ejercicio 2022/2023
Tras haber logrado cerrar con éxito este último ejercicio fiscal, Tapestry se abre ahora a un nuevo ejercicio de 2022/2023, para el cual desde la multinacional norteamericana han ofrecido ya una primera hoja de ruta, en términos financieros. Una suma de estimaciones para las que ya alertan que podrían diferir de los resultados finales obtenidos por la compañía, dada la naturaleza dinámica y de la suma de otros factores externos que vienen influyendo sobre la escena macroeconómica global.
A este respecto, y partiendo del supuesto de que no continúen dándose mayores apreciaciones del dólar frente a monedas extranjeras, el que pueda recuperarse gradualmente la demanda en China y de que no existan mayores bloqueos o presiones significativas sobre las cadenas de valor a cuenta del Covid-19, así como tampoco un mayor empeoramiento sobre la confianza de los consumidores ni un aumento de las presiones inflacionistas; desde Tapestry confían por ahora en llegar a cerrar el año con unos ingresos totales de en torno a los 6,9 mil millones de dólares. Una cifra que se presentaría como un aumento de entre un +3 a un +4 por ciento interanual, en un incremento que llegaría acompañado por un crecimiento de dos dígitos del beneficio por acción diluido, hasta los 3,80 y 3,90 dólares por título, frente al beneficio por acción diluido de 3,17 dólares de este ejercicio de 2021, o los 2,95 dólares que marcaba el mismo valor al cierre del anterior ejercicio de 2020.
“De cara al futuro, observamos que se nos abre un significativo camino para el crecimiento a largo plazo, a medida que aprovechamos nuestra fuerte combinación de icónicas marcas, amplificadas por una plataforma rica en datos que nos permite mejorar nuestra capacidad para construir relaciones duraderas con los clientes”, entraba a valorar Crevoiserat. “Si bien el entorno resulta desafiante, estamos bien posicionados dada la resistencia” de la categoría en la que se mueven sus artículos, “la fortaleza de nuestras marcas y la capacidad demostrada por nuestros equipos para responder de manera efectiva frente a esta alteración”. “Estas ventajas competitivas y asentadas capacidades”, apostilla la máxima ejecutiva de Tapestry, “nos permitirán impulsar nuestros beneficios de una manera sostenible, así como elevar significativamente el valor para los accionistas”.