Reclaman a la Xunta poner coto a Altri y hacer “indefinida” la moratoria al eucalipto
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Madrid – Una decena de organizaciones ecologistas, rurales y sindicales gallegas han firmado un manifiesto conjunto desde el que reclaman a la Xunta de Galicia que termine haciendo “indefinida” la actual, y temporal, moratoria a la creación de nuevas plantaciones de eucalipto. Una iniciativa con la que salen a tratar de poner coto a la fábrica de fibras sostenibles de base celulósica que la portuguesa Altri proyecta construir en la región, y para la que no obstante ya han asegurado no necesitar más eucalipto del que ya se produce en Galicia.
En lo que de este modo hay que enmarcar como una última iniciativa con la que sus promotores tratan de salir a frenar la construcción de la planta de fibras sostenibles de lyocell que Greenfiber, la sociedad participada por Altri y la gallega Greenalia, proyecta construir en el municipio gallego de Palas de Rey, y que llega además después de que la Xunta de Galicia haya dado ya luz verde a su Declaración de Impacto Ambiental (DIA), un total de 10 organizaciones gallegas, entre las que se encuentran Adega, la Asociación Galega de Apicultura (AGA), la Asociación pola Defensa da Ría (APDR), la Federación Ecoloxista Galega (FEG), Fruga, Galicia Ambiental, Instateco, la Organización Galega de Comunidades de Montes (ORGACCMM), el Sindicato Labrego Galego (SLG) y la Confederación Intersindical Galega (CIG), han firmado un manifiesto conjunto desde el que reclaman a la Xunta de Galicia el que, entre otros puntos, haga “indefinida” —aunque con matices— la actual moratoria que hay en vigor para la plantación de nuevos terrenos para el cultivo de eucalipto en Galicia. Una moratoria aprobada por la Xunta en febrero de 2021, pero que dejará de estar en vigor a partir del próximo 31 de diciembre de este 2025.
Ante ese próximo vencimiento, las organizaciones firmantes, e impulsoras, de esta iniciativa, lejos de limitarse a reclamar la extensión de esa moratoria, han reclamado la implementación de un completo programa de medidas, dirigido a reducir la presencia del eucalipto dentro de los bosques gallegos, en línea con lo que ya perseguían las iniciativas prometidas por la Xunta en 2021. Unas acciones que valoran las organizaciones firmantes de este nuevo protocolo de actuación que están muy lejos de alcanzar los objetivos que se marcaron desde el Gobierno autonómico con su puesta en marcha, empezando por los de la moratoria.
“La moratoria no sirvió de nada y la pretensión del Gobierno gallego del PP de reducir la superficie plantada de eucalipto en unas 200 000 hectáreas para 2040 está muy lejos de cumplirse”, esgrimen desde la organización sindical de la CIG a través de una nota. Una valoración que hace a la vista de unos datos que, apuntan, reflejan que, “tomando como referencia el Inventario Forestal Nacional (IFN) de 2011, comprobamos que en ese momento había 370 000 hectáreas plantadas de eucalipto; en 2023, según el IFCG, había ya unas 409 000 hectáreas”, por lo que “la realidad que revela el Inventario Forestal Continuo da Galiza (IFCG) es que la superficie dedicada al eucalipto no ha parado de crecer”.
Una moratoria “indefinida” (pero con matices)
Entrando a detallar ese programa de medidas que reclaman las 10 organizaciones promotoras de esta iniciativa, entre ellas, y en primer lugar naturalmente, se destaca la reclamación a la Consellería de Medio Rural de la Xunta para que prohíba de manera “indefinida” las nuevas plantaciones de eucalipto en Galicia. Aunque sobre este punto añaden un “hasta”, que relativiza esa exigencia, planteándola solo hasta que se elabore una normativa específica para la gestión de los bosques de eucalipto en territorio gallego.
Junto a esta medida capital, las organizaciones firmantes también reclaman el que igualmente se prohíba la presencia de eucaliptos dentro de la Red Gallega de Espacios Protegidos (RGEP); las nuevas plantaciones también de la especie Eucalyptus nitens; la prohibición a la reforestación con otras especies invasoras como las robinias, acacias, pawlonia y bambús; así como su erradicación de esa red RGEP. Completando las medidas con la exigencia de la puesta en marcha de un programa de reducción progresiva de las especies exóticas invasoras presentes en los montes gallegos, incluida la del eucalipto; así como otro dirigido a la eliminación de plantaciones ilegales en terrenos agrícolas y en bosques, y desde el que se faciliten alternativas a la de la plantación de eucaliptos para los propietarios de suelo forestal.
Culminando el programa de medidas, se propone también la creación de un grupo de trabajo que mantenga por objetivo el de elaborar justamente esa normativa para la gestión de los bosques de eucalipto, a la que reclaman supeditar la prohibición “indefinida” para nuevas plantaciones de la especie. Un grupo que, añaden, llegaría integrado por, entre otros agentes, entidades y organizaciones “que viven, trabajan o gestionan el monte y/o el medio rural” gallego.
Con el foco sobre la planta de fibras sostenibles de Greenfiber
Como bien advertíamos al comienzo de estas líneas, planeando sobre toda esta iniciativa se encuentra la planta de última generación para la fabricación de fibras sostenibles y material de base celulósica para su uso en la industria textil, que la portuguesa Altri, a través de su filial Greenfiber, proyecta construir en la localidad de Palas de Rey. Una fábrica que, defienden los firmantes de esta iniciativa, no podrá abastecerse sin que se aumente la superficie de eucalipto en los bosques gallegos, contradiciendo así a la postura que siempre han mantenido desde Altri y desde Greenfiber, desde donde mantienen que la planta solo contempla abastecerse con cerca de los 2,5 millones de metros cúbicos de madera de eucalipto que actualmente, sostienen, se exportan desde Galicia.
Actualmente, mantienen las entidades firmantes, “la industria de la pasta de celulosa consume aproximadamente el 70 por ciento de las talas de eucalipto del estado español”, por lo que “en este contexto, resulta curioso que un proyecto como el analizado”, en referencia al de Greenfiber, “que incrementaría la demanda de eucalipto para la industria de la pulpa de celulosa en casi un 50 por ciento, no aclare del todo la procedencia de la materia prima necesaria y se ampare en la afirmación —a todas luces errónea— de que el eucalipto en Galicia no tiene un mercado real y existe suficiente oferta”. “Los datos presentados son suficientes para afirmar que no sería posible abastecer la planta de Altri sin aumentar sustancialmente la superficie ocupada por plantaciones de eucalipto, ni sin importar un volumen considerable de madera desde Sudamérica”, inciden desde la CIG, siendo además las dos opciones “contrarias a los intereses de la política pública gallega, ya que la primera entra en clara contradicción con los objetivos del Plan Forestal Gallego vigente, y la segunda negaría la pretendida conexión entre el sector forestal gallego y la nueva fábrica”.
Mientras tanto, y del lado de Greenfiber, los promotores de la planta de fibras sostenibles proyectada por la Xunta de Galicia en Palas de Rey mantienen como respuesta oficial ante estas dudas que “la planta de Greenfibre se nutrirá de eucalipto excedentario”, unos 1,2 millones de toneladas, “que actualmente se está comercializando fuera de Galicia por falta de mercado interior”. “Esto implicará un beneficio para el sector maderero, al poder vender esa madera en proximidad, reduciendo los costes de transporte”, y “en absoluto” requerirá la planta de que en Galicia se aumente el suelo destinado a la plantación de la especie. “El eucalipto que se utilizará en la planta es el que ya se está produciendo actualmente” en Galicia, concretan, y “no será necesario incrementar la superficie de las plantaciones”.
- Organizaciones gallegas reclaman una moratoria indefinida a nuevas plantaciones de eucalipto para regular su presencia en los bosques gallegos.
- Las organizaciones buscan reducir la presencia de eucalipto y prohibir su plantación en áreas protegidas, entre otras medidas.
- El planteamiento de las iniciativas responde en gran parte a la preocupación sobre si la planta de fibras sostenibles de Greenfiber requerirá aumentar la superficie de eucalipto para su funcionamiento, algo que la empresa niega.