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LVMH contrae ventas un -2 por ciento en su primera caída de facturación desde 2020

Por Jaime Martinez

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Tienda de Louis Vuitton, una de las principales casa de modas en cartera de LVMH, en Bangkok (Tailandia). Credits: Louis Vuitton.

Madrid – Vuelven a agudizarse las incertidumbres en torno al sector del lujo, después de que el holding internacional francés LVMH, compañía líder y de referencia del sector, a escala global, desde su papel como compañía matriz de firmas de moda como Louis Vuitton, Christian Dior o Loewe, haya presentado los principales indicadores financieros del primer trimestre de su nuevo ejercicio fiscal de 2024. Periodo de tres meses finalizado a fecha del pasado 31 de marzo, que la multinacional alcanzó a completar contrayendo un -2 por ciento sus niveles de facturación.

Entrando de este modo a analizar las cifras presentadas por la dirección de la compañía de lujo francesa, desde LVMH han dado cuenta de un primer trimestre del año que la compañía cerró recogiendo unos ingresos totales por valor de 20 694 millones de euros. Una cantidad que supone una caída de un -2 por ciento frente a los 21 035 millones de euros facturados durante el mismo periodo de hace un año; evolución que aún con todo termina dejando todavía al Grupo multinacional francés creciendo un +65 por ciento sobre los 12 538 millones de euros que la compañía alcanzó a facturar durante el primer trimestre de 2019, el último ejercicio que como ya sabemos llegó a completarse al margen de los efectos de la pandemia por coronavirus.

A falta de la información detallada sobre cómo esta última evolución de sus registros de facturación ha terminado por reflejarse sobre sus indicadores de rentabilidad, cuestión sobre la cual desde LVMH ofrecerán mayores detalles coincidiendo con la publicación de los resultados del primer semestre del ejercicio, esta caída de la facturación viene a mostrarse como el último escollo y signo de debilidad en la trayectoria reciente del Grupo multinacional francés, así como la última muestra sobre los particulares retos a los que se enfrenta actualmente el conjunto del sector del lujo. Industria que tras los “años dorados” de los que alcanzó a disfrutar durante los años de pandemia, periodo durante el que las principales compañías del sector terminaron por registrar un incremento prácticamente generalizado de sus ventas, se ha terminado abriendo a una ya advertida “corrección” y “normalización”. Un ajuste sobre el que precisamente desde LVMH salían a encender todas las alarmas con la publicación de los resultados del tercer trimestre de su pasado ejercicio fiscal de 2023, periodo que la compañía terminaba completando con un aumento de solamente un +1 por ciento de las ventas, hasta los 19 964 millones de euros, frente a los resultados del mismo periodo del año anterior. Un estancamiento que terminó provocando un hundimiento igualmente generalizado del precio de las acciones de las compañías líderes del sector del lujo, pero y que la propia LVMH terminaba por corregir en la recta final del ejercicio de 2023, con un último cuarto trimestre durante el que las ventas lograron dispararse un +5 por ciento, hasta los 23 948 millones de euros, llegando con ello a apuntalar, a pesar de todas las incertidumbres, un último ejercicio de “récord” para la multinacional del lujo francesa.

Desde esta más inmediata evolución, mucho más alarmante para la compañía resultan las cuentas que ha presentado del primer trimestre de este nuevo ejercicio de 2024, con esa contracción de sus niveles de facturación de un -2 por ciento. Un rendimiento muy interior al que la compañía llegó a mostrar con ese estancamiento de las ventas en el tercer trimestre de 2023 que ya hizo cundir el pánico y hundir la valoración de las acciones de buena parte de las multinacionales de referencia de la industria del lujo, afectando desde Richemont a Kering, pasando por Burberry o Hermès, y que termina dejando a LVMH registrando su primera caída en ventas desde la de por valor de un -38 por ciento registrada durante el segundo trimestre de 2020 como consecuencia de la irrupción de la pandemia por coronavirus. Un último ajuste que desde la dirección de la compañía del lujo francesa tratan de relativizar, apuntando a que, aún con todo, en términos orgánicos la compañía habría logrado mantenerse en un alza del +3 por ciento de sus niveles de facturación con respecto al año anterior, al cierre de este primer trimestre de 2024.

“LVMH tuvo un buen comienzo de año a pesar de un entorno geopolítico y económico que sigue sumido en la incertidumbre”, como reflejaría un “crecimiento orgánico de los ingresos” que “alcanzó un +3 por ciento” al cierre del primer trimestre del ejercicio, defienden, desde una perspectiva claramente optimista desde la dirección del holding multinacional francés a través de un comunicado. Una evolución que, analizan, ha venido apoyada por unas regiones de “Europa y Estados Unidos” que “lograron un crecimiento a tipos de cambio constante y una mayor consolidación durante el trimestre”, mientras que “Japón registró un aumento de los ingresos de dos dígitos, y el resto de Asia reflejó el crecimiento del gasto de los clientes chinos en Europa y en Japón”. O lo que es lo mismo, Asia registró una caída en ventas que ha terminado lastrando las cuentas de la compañía en este primer trimestre del ejercicio, pero que desde LVMH defienden que ha sido consecuencia de un traslado de las compras desde China hacia otros mercados.

Caída de ingresos en moda, joyería y vinos y licores

Entrando a analizar, brevemente, las cuentas presentadas por la multinacional del lujo, por áreas de negocio, los negocios de LVMH en el sector de la moda y de la marroquinería continuaron suponiendo la principal fuente de ingresos de la compañía, con unas ventas que no obstante llegaron a contraerse hasta los 10 490 millones de euros (-2,2 por ciento) frente a los resultados del mismo periodo de hace un año. Unos resultados a los que volvió a contribuir de manera decisiva, argumentan desde la dirección del holding, el buen desempeño de Louis Vuitton, buque insignia de una cartera de marcas de moda-lujo de la que igualmente forman parte casas de moda tan bien reconocidas y valoradas dentro del sector como lo son Loewe, Berluti, Loro Piana, Fendi, Celine, Christian Dior, Givenchy, Kenzo o Marc Jacobs.

Como segundo subsector más importante y que más aporta a las cuentas del holding, el departamento de “Selective Retailing”, bajo el que se engloban las cadenas de gran distribución y los grandes almacenes en manos de LVMH, negocios entre los que encontramos a la cadena de perfumerías Sephora o a los grandes almacenes Le Bon Marché Rive Gauche o DFS, logró mantenerse al alza registrando ventas por 4 175 millones de euros (+5,4 por ciento). Una facturación que terminó de completarse con los ingresos aportados por los negocios en Joyería y Relojería de LVMH, propietaria de firmas como Chaumet, Tiffany’s, Bulgari o Hublot, por 2 466 millones de euros (-4,75 por ciento); con los de sus negocios en Perfumería y Cosmética, por 2 182 millones de euros (+3,16 por ciento); y con los aportados por sus negocios en el sector del vino y de las bebidas espirituosas, como propietaria de bodegas como Dom Pérignon, Ruinart, Moët&Chadon o Hennessy, por 1 417 millones de euros (-16,35 por ciento).

Mientras tanto y por regiones, pero sobre una evolución de las ventas sobre la base de esos parámetros orgánicos, desde LVMH apuntan a que Asia pasa de representar el 36 al 33 por ciento de toda su facturación, tras experimentar una caída de ventas del -6 por ciento. Mientras que Estados Unidos se mantiene representando el 23 por ciento de todos sus ingresos, con un crecimiento orgánico de las ventas de un +2 por ciento; Europa haciéndolo del 15 por ciento de los ingresos, en lugar del 14 por ciento que representaba hace un año, tras incrementar su facturación otro +2 por ciento; y con Japón pasado de representar un 7 a hacerlo de un 9 por ciento de todas las ventas del grupo, tras disparar su facturación, en términos orgánicos, un +32 por ciento.

Inversiones para la ampliación de la red de tiendas

De cara a lo que resta de este ejercicio de 2024, desde LVMH no han entrado a ofrecer ningún apunte sobre el desarrollo con el que la compañía ha arrancado este nuevo segundo trimestre del año, como tampoco, pero como viene siendo de otro lado la tónica habitual entre las compañías del sector del lujo, a ofrecer ninguna clase de perspectiva para este año fiscal. Cuestiones estas sobre las que se han limitado a señalar desde su dirección que la compañía se encuentra “bien posicionada” para seguir ganando cuota de mercado, y en consecuencia para seguir consolidando su posición como compañía líder y de referencia dentro del sector del lujo.

En ese objetivo, puntualizan el que el Grupo LVMH, desde esa perspectiva dirigida hacia el largo plazo sobre la que tratan de defender sus operaciones, buscará centrarse en la creación de productos innovadores y de “alta calidad”, al tiempo que siguen adelante con un decidido plan de “inversiones selectivas”. Inversiones que concretan que irán especialmente dirigidas a seguir ampliando su red comercial mediante nuevas aperturas de tiendas; todo mientras se enfocan igualmente en aumentar el control sobre la gestión de los costes y en aumentar la “agilidad” de sus estructuras organizativas y comerciales.

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