LVMH agudiza su caída arrastrada por Asia y reduce ventas un -4,45 por ciento
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Madrid – Desde el holding multinacional francés especializado en el sector del lujo LVMH, compañía matriz de casas de moda tan destacadas como Louis Vuitton, Christian Dior o Loewe, han terminado de hacer públicos sus registros de facturación al cierre del tercer trimestre de su actual ejercicio fiscal de 2024. Periodo finalizado a fecha del pasado 30 de septiembre, que la compañía completó nuevamente a la baja, con una caída de un -4,45 por ciento de sus ingresos frente a los resultados de hace un año.
En base de este modo a la información facilitada desde la dirección de la multinacional francesa del lujo, desde LVMH informan de un tercer trimestre de ejercicio que la compañía cerró acumulando ventas por valor de 19 076 millones de euros. Una cantidad que supone una caída de un -4,45 por ciento frente a los 19 964 millones de euros facturados durante el mismo periodo de hace un año, y que viene a terminar de firmar un desempeño que termina posicionando al grupo aún así creciendo un +43,25 por ciento sobre los 13 316 millones de euros que llegó a ingresar durante el mismo tercer trimestre de 2019; el último ejercicio como ya sabemos en llegar a completarse al margen de la pandemia por coronavirus.
Sin que todavía haya trascendido en qué medida esta caída de las ventas va a terminar por verse reflejada sobre el resto de indicadores financieros de la multinacional, cuestión para la que habrá que esperar a la publicación de los resultados anuales de cierre de este ejercicio de 2024, puestas en el contexto de lo que está viniendo siendo la evolución de la compañía a lo largo de todo este ejercicio, LVMH abría esta año fiscal con unas ventas totales durante el primer trimestre por valor de 20 694 millones de euros (-1,62 por ciento frente al mismo periodo de hace un año). Ingresos que a lo largo de los meses siguientes se han terminado de completar con la facturación registrada durante el segundo trimestre, por 20 983 millones de euros (-1,05 por ciento); y con la obtenida durante este último tercer trimestre del año, por 19 076 millones de euros (-4,45 por ciento), la menor facturación de todas las registradas en un trimestre de 2024, así como la que más cae frente a los resultados de hace un año, dibujado con ello una compleja situación en el seno de la multinacional francesa del lujo. Compañía que, en respuesta y para lo que respecta a todo el conjunto del año, ha terminado acumulando a lo largo de estos nueve primeros meses de ejercicio ventas por valor 60 753 millones de euros (-2,35 por ciento).
Redondeando, LVMH “ha registrado un volumen de negocio por valor de 60 800 millones de euros durante los nueve primeros meses de 2024, estable en un alcance de consolidación y base de moneda constantes, a pesar del contexto actual y de una elevada base comparable tras varios años de un crecimiento excepcional postcovid”, defienden desde la dirección de la multinacional francesa del lujo. Una valoración que completan señalando a que como principal causa de esta bajada de sus niveles de facturación registrada durante el tercer trimestre ha estado el “menor crecimiento observado en Japón, debido esencialmente al fortalecimiento del yen”, y dado que el mercado nipón, en el contexto de los nueve primeros meses, “siguió registrando un crecimiento de los ingresos a doble dígito”. Un aumento de los niveles de facturación que contrastaría con el estancamiento de las ventas registrado en Europa y en los Estados Unidos, y más aún con la caída de la facturación que se habría llegado a dar, en el contexto de los nueve primeros meses del año, en la suma de todos los mercados asiáticos, a excepción de Japón, y especialmente en China. Una bajada de las ventas que, a falta de los indicadores totales, se ha buscado enmascarar señalando a que “el resto de Asia reflejó en particular el fuerte crecimiento del gasto de los clientes chinos en Europa y en Japón”.
Con las ventas en moda hundiéndose un -6 por ciento
Analizando en mayor detalle el comportamiento experimentado por el grupo multinacional francés a lo largo de este último tercer trimestre de ejercicio, por líneas de negocio, las operaciones de sus negocios del segmento de moda y artículos de piel se mantuvieron como la principal fuente de ingresos de la compañía, a pesar de registrar una caída hasta los 9 151 millones de euros (-6,14 por ciento). Siendo estos unos ingresos que se terminaron de completar con los generados a través de las operaciones de sus negocios “Selective Retailing”, cartera en la que se incluyen las operaciones de compañías como Sephora y de grandes almacenes como Le Bon Marché, por 3 927 millones de euros (-3,65 por ciento); así como los obtenidos a partir de sus divisiones de “Joyería y Relojería”, por 2 386 millones de euros (-5,46 por ciento); de “Perfumería y Cosmética”, por 2 012 millones de euros (+0,95 por ciento); y de “Vinos y Bebidas Espirituosas”, por 1 386 millones de euros (-8,15 por ciento). Terminando ya con una última partida de ajuste, para otras actividades y eliminaciones, que ha llegado para terminar de ajustar los balances aportando unos ingresos por valor de 214 millones de euros (+89,38 por ciento).
En lo que hace referencia a esas operaciones en moda y marroquinería que se siguen descubriendo, y a amplia distancia, como el pilar central en torno al que gravita todo la fuerza del modelo de negocio de LVMH, desde la dirección del holding multinacional francés defienden el que, aún con esta agudizada última caída registrada durante el tercer trimestre, y a pesar de la acumulada en el conjunto de estos nueve primeros meses del año (-3,2 por ciento), sus marcas de moda en cartera mostraron “una buena resiliencia” y que, es más, a través de sus operaciones el grupo incluso “ganó cuota de mercado”. Subrayando a este mismo respecto los comportamientos de Louis Vuitton y Christian Dior, las dos principales firmas del grupo y casas que “disfrutaron de una gran visibilidad durante el verano”, gracias a la celebración de “los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024”; así como el “sólido impulso” que siguieron registrando las firmas Loro Piana, Loewe y Rimowa. Unos apuntes que cierran celebrando la bienvenida de Michael Rider como nuevo director creativo de Celine, y el de Sarah Burton como nueva directora creativa de Givenchy, casas que arrancan así con sus particulares procesos de relanzamiento, en lo que confiarían desde LVMH en que pueda servir para terminar de corregir su caída en facturación y empezar a devolver a la compañía a una senda de crecimiento sostenido sobre el largo plazo.
En mitad de un entorno marcado por las incertidumbres
Mirando ya a lo que resta de ejercicio, como es norma dentro del sector del lujo, desde LVMH no han entrado a ofrecer ninguna guía de estimaciones de cara al próximo cierre del cuarto trimestre y de todo este actual ejercicio de 2024. Una cuestión para la que nuevamente se han limitado a esbozar unas impresiones generales sobre la actual realidad sobre la que se desempeña la compañía, y desde las que vuelven a señalar en la “confianza” que siguen depositando sobre la capacidad de sus estrategias para seguir aportando valor a la compañía y a sus accionistas, a pesar del actual contexto sobre el que se desempeña el sector del lujo.
“En un entorno económico y geopolítico incierto, el Grupo mantiene la confianza y mantendrá una estrategia centrada en mejorar continuamente el atractivo de sus marcas, basándose en la autenticidad y la calidad de sus productos, en la excelencia en la distribución y en la agilidad organizativa”, señalan al respecto desde LVMH a través de un comunicado. De tal modo que, concluyen, “LVMH se continuará apoyando en sus potentes marcas y en el talento de sus equipos para reforzar una vez más su posición de liderazgo mundial en artículos de lujo en 2024”.