La Xunta arma su “hub” de innovación textil con una planta pública de clasificación de residuos
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Madrid – Desde la Xunta de Galicia han anunciado la aprobación de una partida de 25 millones de euros que se destinará a la construcción y gestión de la primera planta pública de clasificación de residuos textiles de toda Galicia. Una iniciativa con la que desde el Gobierno autonómico tratan de dar respuesta a las nuevas obligaciones para la recogida de los residuos textiles que han pasado a entrar en vigor, a partir de este 1 de enero de 2025, en todo el país, pero todo eso al tiempo en el que además salen a tratar de seguir armando el “hub” de innovación textil que están tratando de impulsar desde y para la comunidad autónoma.
De este modo, si, gracias de manera indiscutible a la presencia y actividad de Inditex, Galicia está logrando posicionarse como una de las regiones de referencia de la industria textil, a una escala además global, desde la Xunta de Galicia se han marcado por objetivo el de tratar de terminar de capitalizar todo ese potencial, impulsando y destapando a la región como un completo “hub” textil desde el que asentar y desarrollar las bases de la industria del textil del mañana. Una posición de referencia a la que van a tratar de impulsar y mantener a toda la región, reforzando al textil como un pilar central de la economía autonómica, del mismo modo que gracias a Inditex, Adolfo Domínguez o Bimba y Lola ya lo es, con para ello poniendo además el foco de atención en la mayor sostenibilidad de los procesos de producción, la menor huella ambiental y en la revalorización de los residuos textiles, como los tres pilares fundamentales desde los que perfilar esa “moda del mañana”. Pilares que, por extensión, también lo deberán de ser de la industria textil que buscan desde la Xunta congregar y estimular en Galicia, desde un proyecto estratégico regional que ayude a atraer inversiones, empresas y proyectos relacionados con la industria textil. Sector clave de la economía gallega, y española, desde el que se sigue apostando por la innovación y el reciclaje como valores de futuro, en una combinación de factores llamados a marcar el próximo desarrollo del sector de los próximos años; sector que desde la Xunta están tratando de estimular con toda una serie de nuevas infraestructuras que cuenten con el claro potencial de tanto resultar vanguardistas, innovadoras y de una clara naturaleza menos contaminante y más sostenible, como capaces de generar un efecto positivo y de arrastre a nivel económico y de generación de puestos de trabajo. Unas directrices que son las que ya llevaron a la Xunta a acordar la construcción de esa planta de producción de fibras sostenibles que, no si polémica, la portuguesa Altri mantiene programado construir en la localidad de Palas de Rey, proyecto al que ahora suman, como parte de ese mismo “hub” textil, el de construcción de la primera planta pública de clasificación de residuos textiles de Galicia.
“Esta planta se enmarca en el proyecto estratégico del Gobierno autonómico para impulsar un ‘hub’” textil en la región, explican desde la misma Xunta de Galicia a través de un comunicado. Un proyecto al que desde el Gobierno autonómico están tratando de dar forma a través de, detallan, “una red de infraestructuras que ayude a atraer inversiones, empresas y proyectos relacionados con un sector en alza y que en los próximos años se espera que realice una gran apuesta por el reciclaje y la innovación”.
25 millones de euros para la construcción de la primera planta de clasificación de residuos textiles de Galicia
Desde la que se descubría como una de sus últimas comparecencias del año, era el mismo presidente de la Xunta de Galicia, Alfondo Rueda, quien se encargaba de salir públicamente, a fecha del pasado 27 de diciembre, a explicar y anunciar que el Gobierno autonómico había acordado destinar 25 millones de euros a la construcción y gestión de la primera planta de clasificación de residuos textiles de Galicia. Unas instalaciones que se construirán en el Complejo Medioambiental con el que cuenta Sogama, la empresa pública de Galicia encargada de la gestión del tratamiento y la revalorización de los residuos urbanos, en la localidad coruñesa de Cerceda.
Financiada con fondos propios, más una aportación de 10,2 millones de euros procedente del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea, la nueva planta se espera que entre a estar en funcionamiento, como uno de los pilares centrales a desarrollar del plan estratégico de Sogama para de 2025 a 20230, a finales de junio de 2026. Fecha estimada para la que se prevé un primer plazo de unos 4 meses para la entrega y la aprobación del proyecto de construcción de la planta, más otro que le seguirá de ya algo más de 9 meses para la ejecución de las obras de construcción de esta planta. Unas instalaciones que, como el mismo Rueda se encargaba de detallar, mantendrán por objetivo el de recolectar todos los residuos textiles que se generen en Galicia, para a partir de ahí llevar a cabo su clasificación por composición y colores, y proceder posteriormente al reparto entre los centros especializados en reciclaje textil de aquella cantidad de residuos que así se perciba, para que puedan ser revalorizados y empleados como materia prima para la confección de nuevas prendas desde un modelo de economía circular. Fin al que, junto a las donaciones para su entrada en el subsegmento de la segunda mano, se tratarán de destinar de manera preferente los residuos textiles que se gestionarán desde esta próxima planta de Cerceda, aunque para los casos de no ser aptos para su revalorización ni como materia prima para la confección de nuevas prendas, se podrán destinar a otros usos como la fabricación de material aislante, o, en último grado, a su valorización energética con el fin de evitar su depósito en vertederos. Unos fines estos para los que en cualquier caso, remarcan desde la Xunta, se seguirá con los niveles de jerarquización para la revalorización de residuos textiles que establece la UE, y que contempla como la más contaminante la opción de proceder al vertido de los residuos textiles en vertederos por su elevado impacto ambiental.
Contando, como primeras estimaciones, con la de llegar a contar con una capacidad inicial para procesar hasta 3 000 toneladas anuales de residuos textiles, y que podrá ampliarse hasta las 24 000 toneladas anuales, la nueva planta se nutrirá de todos los residuos textiles que se recojan en Galicia, a través tanto de los contenedores de las diferentes entidades de economía social, como de los que se instalen por las diferentes calles de todas las ciudades y municipios de la comunidad autónoma, siguiendo con las directrices que marca la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Norma desde la que se establece, entre otras cuestiones, que a partir de este 1 de enero de 2025 los ayuntamientos tendrán que contar con una recogida diferenciada de los residuos textiles, con el fin precisamente de, a través de este sistema, evitar su proliferación en vertederos y su revalorización como prendas de segunda mano o reciclaje para la fabricación de nuevas fibras textiles. Fines para los que, según los datos que manejan desde la Xunta, actualmente en Galicia solo se venían recogiendo de manera separada hasta el 10,2 por ciento de los residuos textiles, siendo hasta el 7 por ciento de la basura orgánica en la realidad residuos textiles. Unos porcentajes que a partir de este 2025 se entrarán a tratar de corregir gracias a esa nueva Ley que ya ha pasado a entrar en vigor, y para la que sigue quedando pendiente que se desarrolle el régimen de responsabilidad ampliada del productor (RAP) para los textiles, con el foco ya puesto, en Galicia, en la puesta en marcha de esta nueva planta de Cerceda.
“Por obligación legal”, y según marca la citada ley, con la llegada de 2025 “todos los municipios van a tener que hacer una recogida selectiva de los residuos textiles, y además los productores tienen que incluir un porcentaje de fibras textiles recicladas en las nuevas prendas”, y “para estimular y facilitar el cumplimiento de estas obligaciones, tomamos este acuerdo”, teniendo además en cuenta que “es previsible que, una vez empezada a hacer esta separación de las fibras textiles, cada vez habrá un volumen más alto de residuos de este tipo que deben de ser tratados”, detallaba el mismo Rueda en comparecencia pública. Siguiendo con lo ya señalado, advertía, “la capacidad inicial de esta planta va a ser de 3 000 toneladas, que podrá ampliarse, y su misión será la de preparar para su reciclaje los residuos textiles que procedan tanto de los contenedores de la calle” de los que dispongan los ayuntamientos, como los que instalen “las entidades de economía social que se dedican a este tipo de recogidas”.
Una vez recolectadas y depositadas en la planta, detallaba el mismo presidente de la Xunta de Galicia, se “clasificaría las prendas por composición y colores, para su posterior reciclaje”, mientras que “aquellas que no pudieran ser recicladas, serán transformadas en energía en el complejo de Cerceda”. “Para que se hagan una idea”, trataba de poner en contexto al proyecto, continuando con lo ya apuntado, “en la actualidad se recogen de manera separada el 10 por ciento de los residuos textiles”, mientras que “el resto va directamente a la bolsa de materia orgánica”, sin hacer “ningún tipo de separación”, calculándose “que el 7 por ciento de lo que se arroja a la bolsa negra, en realidad es residuo textil que podría, debería, y ahora siendo obligatorio por ley, ser tratado de otra manera”. “Por tanto”, concluía Rueda sobre la materia, “es necesario tener una planta de este tipo”, motivo por el que “acordamos la licitación para su construcción, y después gestión, por 25 millones de euros”.