Abre sus puerta en Madrid la exposición de homenaje a Lorenzo Caprile
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Madrid – Con vestidos-joya que en su día llegaron a lucir figuras de tal relevancia social como las infantas Elena y Cristina de Borbón, o la misma reina Letizia de España, ha abierto finalmente en Madrid sus puertas al público, este miércoles 16 de octubre de 2024, la exposición de homenaje a la figura y a la obra del modista madrileño Lorenzo Caprile. Una muestra que podrá visitarse en la Sala Canal de Isabel II hasta el próximo 30 de marzo de 2025.
Concebida bajo el título de “Caprile Lorenzo”, y anunciada a comienzos de este pasado verano, la exposición recoge más de 100 prendas de indumentaria concebidas y diseñadas por el genial y bien reconocido modista madrileño, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes otorgada por el Ministerio de Cultura del Gobierno de España en 2018, puestas en diálogo con una cuidada selección de objetos y de obras de arte de grandes maestros de la pintura, como Francisco de Zurbarán, Juan Pantoja de la Cruz, Antonio Joli de Dipi, Ramón Casas y Carbó o Federico de Madrazo, procedentes tanto de colecciones privadas como de los fondos de instituciones como la Fundación Zuloaga o el Museo Carmen Thyssen de Málaga. Un diálogo el que se ha pretendido establecer como base conductora para la narrativa de esta exposición entre las diferentes disciplinas artísticas de la moda y de la pintura, que viene a seguir con la que se ha convertido en la habitual metodología de trabajo, para la organización de las diferentes muestras de moda que se encarga de organizar, de Eloy Martínez de la Pera Celada. Comisario, junto al reconocido escenógrafo madrileño José Luis Massó Guirao, de esta exposición, con la que se ha buscado de tratar de rendir tributo y homenaje a la figura y a la obra de Caprile; modista junto al que de la Pera se encargaba justamente de colaborar con motivo de la organización de la exposición “La moda en la Casa de Alba”, muestra inaugurada un tal mes de octubre como este, pero de hace un año, y de la que tanto Caprile como de la Pera llegaron a ejercer como cocomisarios.
Desde una perspectiva más general y de a nivel del conjunto de las acciones que se encargan de liderar desde la Comunidad de Madrid, la exposición viene a seguir con la serie expositiva que desde el Gobierno regional vienen desarrollando desde hace ya ocho años, con el objetivo puesto en poner en valor la moda como tanto industria cultural como manifestación artística. Un objetivo, y compromiso, para el que no han dudado en ceder el espacio expositivo de la Sala Canal de Isabel II para la organización de exposiciones como la dedicada a Jesús del Pozo, retrospectiva que se encargaba precisamente de inaugurar esta serie de muestras de moda en 2016, y tras la que se han venido sucediendo otras igualmente destacadas como las dedicadas a Manuel Pertegaz, a David Delfín o, como la más reciente hasta la apertura de esta nueva exposición, la que se le dedicaba a finales de septiembre de 2022 a la igualmente icónica y bien aclamada Sybilla Sorondo. Una muestra cuyo testigo viene ahora a tomar esta exposición retrospectiva y de homenaje a Lorenzo Caprile, para la que se ha buscado tratar de ir más allá del valor innegable de sus creaciones, para tratar de descubrir y analizar cómo sus diferentes etapas vitales y vivencias han ido moldeando e influyendo en sus quehaceres como modista y creativo.
“Caprile Lorenzo”, nombre de la exposición, se descubre como “un’ todo’ barroco que podría tender al infinito, pues infinitas son las musas, las emociones, las pasiones, las lecturas, los momentos vitales, las deidades, los mentores, las admiraciones, las lealtades o los valores que convierten a Lorenzo Caprile en uno de los más sabios y mejores 'couturiers' de nuestros tiempos”, defienden al unísono Eloy Martínez de la Pera y José Luis Massó, cocomisarios de la exposición, a lo largo de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la dirección de la misma Sala Canal de Isabel II de la Comunidad de Madrid.
Un viaje por las fuentes de inspiración de Caprile
Desde esa perspectiva y análisis de la experiencia y existencia vital del modista, que se ha buscado analizar y desnudar a través de su obra como hilo conductor de la muestra, la exposición se organiza a lo ancho y alto de todo el espacio expositivo de la Sala Canal de Isabel II, en el número 125 de la calle de Santa Engracia de Madrid, de manera completamente orgánica, atendiendo para ello a las “pulsiones” principales, creativas e inspiracionales, que se sienten tras la obra de Caprile. Un discurso escenográfico que ha llevado a que las más de 100 piezas de indumentaria de la exposición, y el resto de las obras pictóricas que les sirven de aliciente, terminen por quedar estructuradas, no de manera cronológica, y no por categorías, como podrían haber sido las de “moda nupcial”, “artes escénicas” o “realeza”, sino en torno a un total de cinco elementos clave para entender las influencias en la obra de Caprile: “Italia”, “Modistas”, “Barroco”, “Romanticismo” y “Cine”.
Sin que terminen de ser, ni mucho menos, apartados estancos u absolutos, desde la sección “Italia” de la exposición se trata de poner en evidencia y exhibir cómo la ascendencia italiana del modista ha jugado siempre un papel importante y decisivo dentro del sentido estético de Caprile. Unas sensibilidades que se habrían encargado de inducirle su madre, Paola Trucchi, su abuela materna, Jade Gandini, y su abuela paterna, Rina Stucchi; y que se habrían terminado de potenciar durante la etapa académica y de formación en Italia de Caprile, así como a través de la mirada y del análisis estético llevado a cabo por el modista sobre la obra y las figuras idealizadas de Julio César, Dante Alighieri, Leonardo da Vinci, Antonio Vivaldi, Caravaggio, Luchino Visconti o Pier Paolo Pasolini. El célebre escritor y director de cine italiano, a cuya Medea, interpretada por una hipnótica Maria Callas, desde la que fue su única incursión en el cine, podemos ver perfectamente tras ese traje azul noche diseñado por Caprile para la obra “La Moza de Cántaro”, una de las piezas clave de esta exposición.
En contra, desde el apartado “Modistas” lo que se ha procurado es poner en valor cómo, en su afán y búsqueda por perfeccionar su buen saber hacer, y por seguir creciendo como profesional de la costura, Caprile no ha dudado en analizar en detalle la labor realizada por los grandes de la moda de ayer, y del por entonces su hoy, para incorporarlos a su hacer como modista, y a su producción creativa. Pudiendo encontrar a este respecto, defienden los comisarios de la exposición, claros nexos de unión y referenciales entre la producción artística de Caprile y los elementos más característicos de las de figuras de la talla de Madame Grès, la reina de los plisados y a la que se apunta como ejemplo de Caprile para la hora de obsesionarse por la precisión de su técnica; de Valentino, con quien ha compartido su pasión por ese rojo que ha protagonizado algunos de los mejores diseños salidos de su taller; Yves Saint Laurent, a quien se sitúa como el referente que ha seguido el madrileño para llegado el momento de lograr hacer de lo clásico algo moderno; de Hubert de Givenchy, al que se coloca como un referente en materia de juegos de cortes y volúmenes; o de Thierry Mugler, para la producción de la sastrería femenina. Siendo igualmente destacadas las referencias que Caprile encontró en grandes figuras de la moda española, como lo fueron Flora Villarreal, Pedro Rodríguez y Manuel Pertegaz, de quienes se dice que Caprile viene a continuar con su compromiso por tratar de llevar “lo español” a la excelencia que impera en la industria de la moda internacional.
Para lo que respecta a la sección “Barroco”, se trata este de un apartado desde el que se pone el foco de atención en el gusto del modista por la tradición histórica, y en especial por los excesos en materia de técnicas, materiales, colores y patrones que, de un momento a otro, de una etapa a otra, han reinado a lo largo de diferentes periodos dentro del universo de la moda. Un barroquismo al que ha seguido dando forma Caprile, a su manera, con diseños tan exquisitos como ese impresionante vestido de inspiración goyesca en rosa chicle que diseñó para la infanta Elena, para su asistencia a los esponsales entre S.A.R. Victoria de Suecia y Daniel Westling en 2010, una de las obras más magníficas de las creadas por Caprile a lo largo de los años, y que se exhibe en el contexto de esta muestra como otra de las piezas clave de la exposición. Como igualmente lo es ese vestido de noche de la reina Letizia, con cuerpo de guipur y falda de organza trenzada, todo en un profundo “rojo España”, que la Reina vistió para la cena de gala celebrada en Madrid en 2011 en honor del por entonces todavía príncipe de Gales, y hoy Carlos III del Reino Unido. Pieza que también se exhibe en esta muestra, como uno de los mejores reflejos de cómo Caprile ha logrado moldear una suerte de estilo neobarroco para el vestir; estética que especialmente explota actualmente desde sus proyectos como figurinista y diseñador de vestuario.
Desde el apartado “Romanticismo”, y como igualmente reflejo en buena parte de esas “pulsiones” e inclinaciones creativas ya apuntadas, desde esa sensibilidad que muestra Caprile hacia la recontextualización de arquetipos y de siluetas del ayer, se defiende en el marco de esta exposición el papel marcadamente inspirador que juega dentro de su imaginario la estética decimonónica ligada al periodo del romanticismo. Una etapa a la que Caprile nos retrotrae con sus revisitaciones de siluetas en cinturas de avispa, potenciadas por una revalorización posmoderna de la figura del corsé. Elemento clave dentro de la producción del modista, como bien se deja puesto de manifiesto desde diseños tan principales y elogiados públicamente salidos de su taller, como aquel vestido con corsé de seda de tela fallera que vistió la hoy reina Letizia durante los actos con motivo de la boda entre Federico y Mary de Dinamarca en 2004 —junto al deslumbrante vestido “rojo Caprile” lucido durante aquellos mismos fastos presente también en esta exposición como pieza principal de la muestra—, o los vestidos de novia de Carla Royo-Villanova y de la infanta Cristina de Borbón. Quien en su día llegó a destacarse como una de las clientas más fieles y principales del taller del modista, un Caprile que siempre ha valorado y reconocido cómo aquel vestido de novia le valió para dar un notable impulso a su carrera, gracias a una relación que se buscará así poner en valor en el contexto de esta exposición a través de la exhibición de diseños como el del vestido cóctel que creó para la infanta Cristina, y que esta lució para la cena de gala previa a la boda de su hermana, la infanta Elena, con Jaime de Marichalar en 1995.
Para ya terminar, nos encontramos con la sección de la muestra dedicada al “Cine”, y a las marcadas y notables influencias que Caprile ha encontrado a lo largo de los años en el estilo de divas del séptimo arte como Audrey Hepburn, Greta Garbo, Sophia Loren o, desde una presencia más local, pero igualmente embriagadora, Sara Montiel. Divas a las que los comisorios de la muestra señalan como responsables de “enseñar a soñar” al modista madrileño, insuflándole así en su interior un ánimo y un gusto estético por la sensualidad, la espectacularidad y el detallismo, que es el que sigue reinando tras cada una de las obras firmadas por Caprile que siguen saliendo de su taller, y con las que ha llegado a vestir, tal y como se pone en valor desde esta exposición a través de las prendas expuestas, a personajes como Xandra Falcó, Silvia Abascal, Emma Suárez, Amparo Corsini, Marta Díaz o Raquel Sánchez Silva, además de las ya citadas Carla Royo-Villanova, las infantas Elena y Cristina de Borbón, o la reina Letizia de España.
“‘Caprile Lorenzo’ es un viaje profundo a las fuentes de inspiración de Caprile, que se entrelazan entre sí y conforman su identidad como modista”, defienden desde la organización de la muestra. En respuesta, la exposición se presenta como “un recorrido que no obedece a cronologías ni a categorías delimitadas, sino que se presenta como un camino que atraviesa multitud de conceptos, de gran importancia en su trayectoria, que se relacionan y retroalimentan” entre sí, dibujando en consecuencia un camino que avanza desde el “corazón” y su “pasión, al cerebro, a la creación”; desde “el modista a la persona” que hay tras el nombre de Lorenzo Caprile.