Puig impulsa Charlotte Tilbury con la apertura en Londres de su mayor y más inmersiva “flagship store”
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Madrid – Dejando atrás las últimas y más controvertidas informaciones que han venido afectando a las operaciones de la firma cosmética y a sus acuerdos con su compañía matriz, desde la española Puig, propietaria de una participación mayoritaria de Charlotte Tilbury, han salido a dar impulso a la firma de belleza, con la apertura de la que ya ha pasado a destacarse como la mayor y más inmersiva tienda y punto de venta de entre los que cuenta la compañía a escala global. Una deslumbrante “flagship store” que acaba ya de abrir sus puertas al público en pleno corazón de Londres.
Con una superficie de unos 400 metros cuadrados, 4 300 pies cuadrados para ser precisos, esta nueva y disruptiva e inmersiva tienda ha pasado a abrir sus puertas en la emblemática zona de Covent Garden del centro de Londres, en un local comercial, propiedad de la sociedad de inversión inmobiliaria, Socimi por su acrónimo en español, Reit en inglés, Shaftesbury Capital, situado en la esquina entre la Royal Opera House y la entrada a James Street. Una de las arterias comerciales más emblemáticas y concurridas de toda Londres, en la que de hecho Charlotte Tilbury ha pasado con esta operación a reubicarse, trasladando la tienda con la que contaba en el número 12 de James Street hasta esta nueva ubicación. Un local comercial que le ha permitido a la firma cosmética ya no solo reubicarse en una zona “más noble” de Covent Garden y de la propia James Street, sino también, y principalmente, triplicar, hasta esos cerca de 400 metros cuadrados, la superficie comercial con la que contaba su ya de por sí emblemática tienda original, cerrada ya al público de manera permanente. Una “boutique” esta que abrió sus puertas en el año 2015 contribuyendo de manera más que significativa con ello al éxito que desde entonces ha logrado cosechar para sí la marca cosmética, de la mano de la que para entonces pasó a convertirse en la primera tienda de la marca, fundada en el año 2013 por la reconocida maquilladora y empresaria británica Charlotte Tilbury. Una apertura por tanto estrechamente ligada al sobresaliente proceso de crecimiento y de expansión, global, que ha seguido la firma cosmética desde su fundación, una trayectoria que ahora, y bajo el patrocinio de Puig, se ha querido celebrar, amplificando la presencia de Charlotte Tilbury en un Covent Garden y una James Street que forman parte ya de la propia historia de la firma de belleza.
“Charlotte Tilbury ha sido una piedra angular de la oferta de belleza de Covent Garden desde su apertura en 2015, por lo que estamos encantados de anunciar que fortalecerá aún más su presencia” en esta emblemática zona del centro de Londres, “con esta última ampliación y reubicación” de su punto de venta, no ha dudado en querer salir a remarcar Michelle McGrath, directora ejecutiva de Shaftesbury Capital, a lo largo de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la misma sociedad de inversión. “La continua inversión de la que hace gala la firma de belleza es una prueba del sólido compromiso colaborativo entre Shaftesbury Capital y nuestros socios”, añade, en lo que en esta ocasión además da como resultado la consolidación de “la posición de Covent Garden como un líder dentro de la escena del Reino Unido de los ámbitos de la belleza y del bienestar”. Una posición de referencia dentro de la escena minorista de Londres, a la que contribuye de este modo Charlotte Tilbury, intensificando su voz y su presencia dentro de una zona comercial de Londres desde la que se refuerza de este modo frente a otros operadores del sector “beauty”, también presentes en Covent Garden, como Aēsop, Chanel, Creed, Diptyque, Elemis, Glossier, Guerlain, Jo Malone London, Mac, Miller Harris, Nars, Penhaligon's, Space NK o Tom Ford.
“Queridos, ¡estáis todos invitados a experimentar mi primer paraíso inmersivo de la belleza en Covent Garden!”, manifiesta por su parte, y sin querer esconder su entusiasmo, la misma Charlotte Tilbury. Sobre este mismo punto de venta, “esta es realmente la tienda de belleza del futuro”, subraya, para a continuación destacar algunas de sus principales singularidades, como la zona de “educación”, su “tecnología futurista”, sus rincones para “momentos instagrameables”, sus áreas de “mundos temáticos” o sus espacios “reservables” para tratamientos de toda clase. Unas zonas y rincones desde los que se ofrecerán los productos y servicios para la experiencia de compra más elevada de la firma. De su mano, celebra la maquilladora, fundadora, presidenta, directora general y directora financiera de la firma de maquillaje, “todos saldrán de este universo de belleza sintiéndose como la versión más hermosa y segura de sí mismos”.
Un espacio inmersivo y experiencial en el corazón de Londres
Desde esa superficie triplicada con la que Charlotte Tilbury ha pasado disponer en esta estratégica zona comercial del centro de Londres, a las puertas de la mismísima Royal Opera House, a caballo entre el palacio de Buckingham y el palacio de Westminster y la Catedral de San Pablo, en la margen norte del río Támesis, la firma cosmética ofrecerá una oferta completa y mucho más amplia de productos de la que venía ofertando desde su anterior tienda de esta misma James Street. Artículos para el cuidado de la piel, de maquillaje y de perfumería, que se ofertarán de manera paralela a los diferentes servicios de cuidado personal que, completamente personalizados, también se van a venir ofreciendo desde esta nueva “flaghsip store” de Charlotte Tilbury, la de mayor superficie de todas con las que cuenta y ha contado la firma desde su fundación y hasta el día de hoy.
Desde una experiencia de compra elevada, inmersiva y experiencial, que comenzará desde la misma entrada a la tienda, con la opción de recibir asesoramiento experto y personalizado por parte de los maquilladores profesionales de Charlotte Tilbury que los clientes podrán encontrar en el interior de la “boutique”, todo el universo inmersivo y sensorial de la “flagship” gira, como es natural, en torno al universo de la belleza creado por la maquilladora británica. Un tan deslumbrante como embriagador y cautivador mundo, en el que se les permitirá zambullirse de pleno a todos y cada uno de quienes visiten este nuevo espacio, a través, entre otros servicios, del primer “Skin Spa” del mundo de Charlotte Tilbury, desde el que se ofrece una oferta “premium” integrada en este debut por cuatro tratamientos faciales, diseñados específicamente para proporcionar unos beneficios concretos y unos resultados visibles sobre la piel. Tratamientos que únicamente están disponibles, al menos por ahora, desde esta tienda de Covent Garden, destacando con ello su exclusividad, tanto la de los tratamientos como la de esta nueva tienda, que además también cuenta con el primer “Pillow Talk Bar” de la firma cosmética, así como de un nuevo espacio “Beauty Boudoir” desde los que no solo se podrán conocer en detalle los productos estrella de la marca, sino también recibir clases y consejos para su uso.
“En la tienda, los expertos en belleza están disponibles para asistir a los compradores y para ayudarles a identificar su rutina perfecta de cuidado de la piel”, todo desde un espacio que “también cuenta con el primer ‘Pillow Talk Bar’ de la marca, una mesa de juegos inmersiva dedicada a la línea de productos” más “amada en todo el mundo” de Charlotte Tilbury. Un espacio este desde el que además, y al igual que desde el “Beauty Boudoir”, desde Charlotte Tilbury disponen y ofrecen “espacios para clases magistrales grupales, para eventos de prensa y para influencers, así como para eventos personales de celebración”.
En manos de Puig desde 2020
Fundada y lanzada al mercado en septiembre de 2013 por Charlotte Tilbury, experta y reconocida profesional del mundo de la belleza, nacida en Londres pero criada en Ibiza, la española Puig adquirió una participación mayoritaria de la firma cosmética en junio de 2020. Una operación desde la que entró a adquirir el 73,1 por ciento de todo su capital social, por un importe de 1 113 millones de euros, dejando a Charlotte Tilbury al frente de la dirección de la compañía, y como socia minoritaria propietaria de la práctica totalidad del 26,9 por ciento restante de la empresa.
Según lo acordado para entonces, estaba en la intención de ambas partes que Puig terminase por adquirir el resto del capital en manos de Charlotte Tilbury, ejerciendo unos derechos de compra que se mantenían abiertos hasta este mismo ejercicio de 2025, en el que se mantenía en un primer momento que Puig terminaría de completar la compra hasta el 100 por cien de las participaciones en manos de la maquilladora. Unas adquisiciones que se iban a financiar, tal y como la compañía española se encargó de plasmar sobre su folleto de salida a Bolsa, con buena parte de los fondos que iba a recaudar con su salto al parqué. Un compromiso al que empezó a dar respuesta adquiriendo, a fecha del pasado 25 de julio de 2024, un 5,4 por ciento adicional, por 214,8 millones de euros, elevando de este modo su participación hasta el actual 78,5 por ciento del que cuenta la multinacional española de la perfumería, la moda y la belleza.
Un porcentaje este en el que se mantendrán hasta nuevo aviso, siguiendo con lo que la compañía comunicó a fecha del pasado 17 de diciembre. Momento en el que, tras los problemas de calidad en unos lotes del espray fijador de maquillaje “Airbush Flawless Setting Spray” de Charlotte Tilbury, comunicada el 5 de diciembre, desde Puig anunciaban una “extensión de su colaboración estratégica” con la maquilladora, que continuaría así y en virtud de ese acuerdo vinculada a la compañía hasta finales de 2030. Un anuncio que en su día fue interpretado desde FashionUnited como un incumplimiento temporal de los objetivos anunciados por Puig para su salida a Bolsa, tanto en cuenta y en la práctica, y como se comunicaba además de manera detallada, lo que se había acordado era un retraso sobre los planes de adquisición por parte de Puig del capital todavía en manos de Charlotte Tilbury. Una participación cercana en estos momentos al 21,5 por ciento del capital social, que Puig contempla ahora adquirir, no ya en este 2025, sino ejerciendo las diferentes opciones de compra que se ha acordado que podrá ejercitar entre un nuevo periodo de 2026 a 2031, con el objetivo de responder al compromiso de terminar por adquirir totalmente la firma Charlotte Tilbury para principios de 2031.
- Puig incumple objetivos y retrasa la compra de Charlotte Tilbury llevando a mínimos el valor de sus acciones.
- Puig retira a escala “global” lotes cosméticos de Charlotte Tilbury por problemas de calidad.
- Manuel Puig, vicepresidente de Puig, se afianza como accionista de Fluidra con el 7,5 por ciento de su capital.