Así es Labell-D, el disruptivo marketplace circular que ya impulsan Gucci y Burberry

Madrid – Como bien venimos ya defendiendo desde hace largo tiempo desde estas mismas páginas digitales, el auge de la segunda mano, lejos de comprometer la imagen de las grandes firmas de lujo, está permitiendo el que estas, y las piezas de sus colecciones, terminen adquiriendo un nuevo valor como hasta inclusive destaparse como un vehículo de inversión. Un aspecto al que precisamente se ha terminado por enfocar, y posicionar como base de su modelo de negocio, la start-up británica Labell-D, responsable de construir un nuevo marketplace circular desde el que se busca proteger el valor de los productos de lujo, facilitando tanto su compra como su alquiler, reventa y reparación, conectando, desde un mismo lugar, las realidades de los mercados de primera y de segunda mano.

Presentándose como “el primer ecosistema de moda de circuito cerrado del mundo”, la plataforma, cofundada por Julia Vendramin, quien ejerce la posición de directora ejecutiva, y por Nicolas Vendramin, su director financiero, arrancaba oficialmente su andadura el pasado 1 de mayo de 2021, prometiendo facilitar la experiencia de compra de unos clientes que iban a poder disfrutar de una rica y variada oferta de artículos de las principales marcas de lujo, que poder comprar, revender, alquilar o reparar, desde el mismo marketplace de Labell-D. Una serie de servicios que iban, y han ido, poniéndose en marcha de manera progresiva, y siempre con todas las garantías y el aval de las mismas firmas de lujo responsables de cada diseño, gracias a una disruptiva etiqueta digital. Una etiqueta generada por la Web3, que es la que se encarga de monitorizar, trazar, autentificar y permitir que las marcas y los consumidores puedan seguir conociendo en detalle las singularidades de cada pieza; y etiqueta a la que no dudan en calificar como “infinitamente escalable”, en todas las ambiciones del término, y que es la que se erige como esa piedra angular que sirve de puente entre los mundos de la primera y de la segunda mano.

“La Etiqueta Digital, que es la tecnología que se encuentra en el corazón de la empresa, conecta los mercados minoristas de lujo de primera y de segunda mano”, siendo igualmente la responsable de convertir “las compras en activos altamente líquidos y de autentificar la propiedad y el historial de un producto a través de tecnología blockchain”, entran a explicar desde Labell-D a través de un comunicado. Esta “Etiqueta Digital”, detallan, “es generada por la Web 3.0 y, dado que no tiene entidad física, es infinitamente escalable”, guardando así un potencial igualmente infinito llegada la hora de proporcionar “información y derechos a las marcas con cada operación”. Se trata así pues esta de una etiqueta que se erige a modo de “un punto comercial para que los clientes intercambien sobre una relación ‘Peer 2 Peer’” llegado el momento de decidirse a desprenderse de algunas de sus piezas, pero desde la que igualmente se “proporcionan datos a las marcas”, al tiempo que se generan beneficios con cada nueva operación. “Compra artículos de primera mano, usados o comparte tu armario con la comunidad” de Labell-D, porque todo parece posible, defienden desde este marketplace circular, gracias a su “experiencia de compra conectada impulsada por nuestra tecnología de etiquetas digitales”. Un proceso que no termina siendo más que el reflejo de ese modelo de negocio que, de manera certera, resumen bajo su eslogan “compra ahora, obtén tu etiqueta digital, negocia mañana”.

“Nuestra plataforma beneficia a los consumidores, a las marcas, a los minoristas y al medio ambiente”, defiende Julia Vendramin, cofundadora y directora ejecutiva de Labell-D. “La próxima generación exige, con razón, una forma más sostenible de consumir”, y en ese contexto, y partiendo de la realidad de que “las marcas pierden el contacto con sus productos desde el mismo momento en el que salen de la tienda”, es como nos encontramos con Labell-D. Marketplace, y etiqueta, que vienen a cerrar el círculo, “autentificando el historial de propiedad de un producto, brindando a las marcas mayor fidelización, y generando beneficios en cada transacción”.

Nuevo servicio de intercambio

Como parte de ese infinito potencial que encierra esa misma etiqueta digital, y el propio modelo circular sobre el que se asienta Labell-D, como última novedad desde la plataforma ya han anunciado la próxima puesta en marcha de su nuevo servicio “Luxury Asset Exchange” de intercambio de prendas de lujo. Un servicio desde el que se permitirá y fomentará el intercambio entre los miembros de la misma comunidad de Labell-D, de todos aquellos artículos de segunda mano autentificados con su revolucionaria etiqueta digital. Una iniciativa sobre la que, por ahora, pocos detalles más han adelantado, más allá de que servirá para seguir cerrando el círculo entre los mundos de la primera y de la segunda mano, contribuyendo a su objetivo de entrar a reformular el comercio minorista para dar paso a una nueva realidad más circular y respetuosa con el medio ambiente. Todo, gracias como apuntábamos a esa etiqueta digital que permitirá, en el marco de este nuevo servicio, que los consumidores conozcan en todo detalle, y con todas las garantías, el precio de los activos puestos e circulación.

“The Luxury Asst Exchange es una plataforma escalable en el mercado del lujo, con la moda como primer paso”, defiende Julia Vendramin. Esto es consecuencia de que “el sector de la moda está listo para la disrupción”, gracias a “avances en tecnología como la tecnología blockchain, que nos permiten crear una economía verdaderamente circular”.

Con Gucci y Burberry como marcas “ancla”

Liderada por Julia Vendramin, quien con anterioridad ya se había desempeñado trabajado para firmas de lujo de la talla de Hugo Boss y Burberry, a lo largo de estos últimos años desde su fundación Labell-D ha logrado sumar una legión de seguidores que ya alcanza el número de los 75.000 usuarios en activo. Una comunidad de clientes de la que, según sus propias estimaciones, cerca de un 75 por ciento pertenecerían a miembros de las generaciones Z y Millennial, dispuestos a con su comportamiento a favorecer la implantación de esta nueva economía circular de la que pretenden ser propulsoras compañías como Labell-D, en su caso igualmente gracias a la participación dentro de su ecosistema de cerca de unas 35 marcas de moda, de entre las que se destacan la presencia de las firmas de lujo Gucci y Burberry.

Financiada por inversores ángel, entre los que se encuentran Gianni Leone, director de Información Global de Sephora; Sian Sutherland, emprendedor y cofundador de A Plastic Planet; Anaheta v. Berenberg-Consbruch, exejecutiva de Burberry, MatchesFashion y Zalando; y Simon Gresham Jones, exdirector digital de Burberry y de Condé Nast; como próximos pasos para su desarrollo, la compañía se encuentra orientada a tratar de seguir escalando, a lo largo de los próximos años, tanto sus operaciones como su tecnología. Especialmente, la vinculada a esa etiqueta digital que trata de alimentar la circularidad dentro del ecosistema de la moda, del mismo modo que podría terminar haciéndolo con su aplicación dentro de otros ámbitos de la economía, facilitando la proliferación de modelos de marketplace en circuito cerrado como el que ya profesan desde Labell-D, en su caso fomentando el que las marcas de moda protejan el valor de sus diseños y permitiendo el que estos, lejos de perder valor, incluso puedan revalorizarse con el paso del tiempo.