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Ze García: “Quiero que se nos reconozca como a una firma de Alta Costura española”

Por Jaime Martinez

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Moda |Entrevista
El diseñador Ze García durante el desfile de presentación de la colección “Aldamar” en el Museo Cristóbal Balenciaga de Guetaria. Credits: Ze García.

Madrid – Nombre ya presente en los armarios de figuras como Chiara Ferragni, Elsa Pataky o Ana Mena, nos entrevistamos con el diseñador Ze García, quien acaba de presentar desde el Museo Cristóbal Balenciaga de Guetaria su última colección, “Aldamar”, desde el que además ha sido el primer desfile de su casa de modas en seis años.

Durante la noche del pasado jueves 8 de mayo el Museo Cristóbal Balenciaga de Guetaria vivía una de sus veladas más mágicas, con la celebración entre sus muros del desfile de presentación de la colección “Aldamar” del diseñador José María García, más conocido por el sobrenombre de su casa de modas, Ze García. Poco antes de esa presentación, la primera de la firma sobre una pasarela en seis años, desde FashionUnited logramos mantener con el a cada día más valorado y considerado modista, en la más genuina acepción de ese término, una entrevista íntima desde la que no dudamos en entrar a abordar las cuestiones principales, y también más particulares, ya no solo de esa propuesta, sino también de los 14 años de dedicación que el creativo ya viene dedicándole a este universo de patrones y telas, desde la dirección de su propia casa de modas. Una entrevista que finalmente termina ahora por ver la luz, de manera inédita, como lo fue en Guetaria la presentación de esta última colección del diseñador. Una propuesta desde la que ha querido trazar las letras de una sentida carta de amor a la artesanía española, al tiempo que practicaba un potente ejercicio de introspección y de reinterpretación de su propia trayectoria y trabajo.

¿De dónde y cómo surge exactamente esa oportunidad que se te presenta para presentar tu última colección en un entorno tan único como el del Museo Cristóbal Balenciaga de Guetaria?

Bueno, lo primero que señalaría es que en realidad no soy el primero que está desfilando aquí, en el Museo Cristóbal Balenciaga, porque todo esto se hace como parte del Festival de Moda de San Sebastián. Por aquí ya han pasado desde Teresa Helbig a Jorge Redondo, y otro buen número de firmas y creativos, a los que el festival invita a que desfilen desde aquí, desde Guetaria, en lo que supone como el gran acto del Festival, y desde el que un poco salen a poner en valor esa relación que la región tiene con la moda, y que se refleja especialmente en este museo de Guetaria y en esa gran figura que fue Cristóbal Balenciaga.

¿Cómo fue entonces, y en tu caso, esa toma de contacto con el Festival de Moda de San Sebastián?

Simplemente se pusieron en contacto con nosotros y nos dijeron que les encantaban nuestras propuestas, que creían que estábamos en un especialmente buen momento como marca, y que si nos gustaría y estábamos interesados en desfilar cerrando esta última edición del Festival, desde el Museo Balenciaga, como habían estado haciendo en las últimas ediciones algunos de los grandes nombres de la moda española.

Desfile de presentación de la colección “Aldamar” de Ze García en el Museo Cristóbal Balenciaga de Guetaria (Guipúzcoa), el 8 de mayo de 2025. Credits: Ze García.

Sin embargo en tu caso, y desde el primer momento en el que trascendió tu participación, todo parece que adquirió una relevancia que no se siente que llegase a generarse en ediciones anteriores…

Es que sabes que pasa, que nunca se había hecho una colección específica para ser presentada aquí. Hasta ahora todos los que habían desfilado desde el Museo lo habían hecho presentado una selección de looks de archivo, y eso es verdad que puede haber provocado el que la acción y los desfiles desde el Museo nunca hubieran terminado de hacer especialmente ruido… o no un ruido tan bestia como el que en esta ocasión se ve que hemos provocado.

¿Y por qué romper esa “norma”?

Sinceramente, porque a mí me dio una ilusión bestial el saber que iba a poder desfilar aquí, desde San Sebastián y desde este Museo, en el que sería además ojo nuestro primer desfile en seis años.

Un largo parón el de la firma sobre las pasarelas, ¿pero que qué lo ha provocado?

Simplemente ha sido por estrategia de marca. Después de desfilar en la 080 Barcelona Fashion sentía que no había ningún certamen, no solo 080, que respondiese ante el perfil de clienta tan específico con el que nosotros contamos, así que tomé la resolución de parar y de que ya volveríamos en otro momento, y a partir de nuevas estrategias, a este mundo de los desfiles. Unos eventos que a lo largo de estos seis años es cierto que ya han cambiado, y que han cambiado bastante, para lo que basta ver casos como el del último desfile que Jacquemus organizaba en enero con motivo de su regreso a la Semana de la Moda de París. Un desfile que consistió en una presentación para 40 personas, celebrado desde un apartamento de París, y organizado básicamente como para generar un poco de contenido en redes sociales y para provocar algo de movimiento en torno a la marca.

“Cuando tomo la decisión de parar con los desfiles de pasarela, la tomo porque necesitaba que la energía que desprendieran nuestros desfiles fuera una cosa mucho más privada e íntima”.

Ze García.

¿Sería este el formato/estrategia de desfile por el que apostarías por tanto para las próximas presentaciones de tus colecciones sobre la pasarela?

Sí, o sí en lo íntimo. Cuando tomo la decisión de parar con los desfiles de pasarela, la tomo porque necesitaba que la energía que desprendieran nuestros desfiles fuera una cosa mucho más privada e íntima. Que no fueran unas presentaciones pensadas mirando hacia afuera, sino sobre todo en y para nuestras clientas, y unos desfiles en los que se sintieran especialmente bien cuidadas. Por eso, y sumando eso a ese vacío de seis años, como que cogí con muchas ganas esta oportunidad que me ofrecían de desfilar aquí desde el Museo Balenciaga, con la generación de una atmósfera que se ajustaba a lo que venía buscando.

Ofrecimiento que aceptas, y retomando esa pregunta que dejábamos un poco en el aire, ¿por qué en tu caso para presentar una colección inédita, y no un compendio de tu obra, como parece que venía siendo lo estipulado por el Festival para con sus firmas invitadas?

Y no solo se trata de una colección inédita, sino de una colección que ha sido pensada para este desfile, y para ser presentada en este desfile. Cuando a mí se me hace partícipe de esa invitación, dije “mira, no voy a llevar looks de archivo”. No, primero porque con la tontería llevo 14 años con la marca, 14 años en los que realmente ha habido un desarrollo muy bestia, tanto en el resultado, como especialmente a un nivel de mi propia madurez creativa, que es muy distinta naturalmente ahora de cuando empecé, por lo que, aunque existan esas líneas en común y esas sensibilidades en común, es que no creía que el juntar una selección de las piezas que tengo en archivo fuera a dar una imagen, ni cohesionada como colección, ni de lo que es hoy Ze García. Pero además, y como segundo punto, también porque como te decía, y como le trasladé a la organización del Festival, es que me apetecía hacer un desfile, un desfile con una colección, no en el museo, sino para el Museo.

Una colección completa, ¿que logras desarrollar en cuánto tiempo?

Tres meses.

Desfile de presentación de la colección “Aldamar” de Ze García en el Museo Cristóbal Balenciaga de Guetaria (Guipúzcoa), el 8 de mayo de 2025. Credits: Ze García.

¿Solo en tres meses?

Sí, tres meses solo, pero bueno también es que en estos momentos somos ya un equipo de 25 personas sosteniendo la firma. Eso también jugó a favor de que nos atreviéramos a tomar esa decisión, que al fin y al cabo me permitía salir a aprovechar un poco todo ese “saber hacer” que estamos construyendo y que se está reuniendo ahora en torno al “atelier”.

Aún así, resulta un periodo muy ajustado para desarrollar una colección completa…

Para lograrlo uno de los grandes “secretos” de esta colección, por llamarlo así, pero en lo que desde luego que me ha echado un cable para poder desarrollar la propuesta, ha estado en la colaboración que hemos logrado firmar con la casa italiana Carnet. Una firma de tejidos del grupo Ratti, con base muy cerca del lago di Como, que cuenta a sus espaldas con una historia de más de 75 años; 75 años dedicados a la confección de unas telas que son para llorar. Y es que tienes unas sedas, unos bordados, unos picados… unas colecciones de telas realmente muy muy bonitas.

¿Cómo surge esta asociación?

Básicamente hablé con ellos y directamente les pregunté qué les parecía si hacíamos toda la colección a partir de sus tejidos, para lo que se mostraron súper dispuestos a colaborar nutriéndonos de las telas para confeccionar los diseños.

¿Y a partir de ahí?

A partir de ahí empezamos ya a trabajar y a desarrollar la colección. Una propuesta que se terminará de vestir para el desfile con otra serie de colaboraciones que hemos hecho con varias artesanas, todas ellas mujeres, y todas pensadas para ser presentadas de la mano de esta colección. Colaboraciones entre las que tenemos la colección de alta bisutería que se ha diseñado junto a Elena Estaun; los tocados que para el desfile se ha encargado de idear Gema Galdon; y los bordados a mano de Corina Roselló. Por todo esto es el que al final la colección presenta un discurso muy potente, y muy diverso, en cuanto a defensa de la artesanía española.

“Soy un loco enamorado de cómo se cose, de cómo se trabaja, y de los artesanos que tenemos en España”.

Ze García.

Un discurso que, como bien señalas, ha sido especialmente posible de construir gracias a esa “libertad” que aprecio que te ha brindado esa colaboración con Carnet, ¿no es así?

Es muy interesante sin duda el poder trabajar así, primero por esa categoría y ese nivel de tejido con el que cuentan en Carnet, pero también como bien dices por esa libertad que te aporta eso al proceso de diseño. Piensa que es que hay vestidos que llevan 20 metros de tafetán de seda, y que son piezas que es que podrían lucirse en una alfombra roja de una gala del MET perfectamente.

Pero y mirando más allá de estas particularidades, ¿cómo es y cuáles han sido tus intenciones para la hora de llegar a dar luz a esta colección?

Lo que he querido hacer es una colección de amor a la costura española. Y en esa intención la colección se presenta, y así lo creo realmente, como una carta de amor a esa artesanía, porque es que de verdad que soy un loco enamorado de cómo se cose, de cómo se trabaja, y de los artesanos que tenemos en España. A veces creo que no lo tenemos presente, pero realmente fuera se nos tiene muy en cuenta justamente por todo eso. Y es por eso que he querido aprovechar este “momento Balenciaga”, que es uno de nuestros nombres más internacionales, por no decir el que más, para salir a poner en valor esa visión. Esto resume bien por qué he querido dedicarle el respecto y al amor que creo que se merecía este desfile, porque como decía no soy el primero que está desfilando aquí, pero sí el que se ha decidido a hacer una colección entera para que viera la luz dentro de esta “casa de Balenciaga” que es su museo de Guetaria.

Una carta de amor a la artesanía española… ¿pero que cómo casa en su intención, con ese “papel italiano” del que te has valido para redactarla, con el uso de esas telas de Carnet?

En España tenemos mucho tejido de plana, tenemos mucho tricot y tenemos mucho tweed, pero en sedas, bordados y brocados, tejidos que son los que más se emplean para confeccionar los diseños de una casa como la nuestra, en el país nunca ha habido tradición. Creo que es bueno entender esto, y el saber que no todos tenemos que ser ni tener todo lo mejor en todo, porque eso es lo que te predispone a querer salir a tratar de aprovechar lo bueno que se hace y se genera en otras partes. Y pongo como ejemplo Ubrique, donde se hacen los bolsos de las grandes casas de moda, sí, pero las cadenas para esos bolsos se compran en Florencia, porque las mejores las hace la casa florentina CBC. Hay que darse cuenta y hay que tener una visión real de lo que tenemos aquí, para así poder aprovecharlo, desarrollarlo y poder realmente potenciarlo. Entonces sí, los tejidos son italianos, porque ellos sí tienen esa tradición en esos grandes tejidos, pero todas las manos que los han tratado son las nuestras, son de aquí; las sensibilidades con las que se han trabajado son de aquí; y el lugar desde el que se ha dado forma a cada diseño es aquí.

Desfile de presentación de la colección “Aldamar” de Ze García en el Museo Cristóbal Balenciaga de Guetaria (Guipúzcoa), el 8 de mayo de 2025. Credits: Ze García.

Y más allá de ese querer salir a dar reconocimiento a la buena costura que se hace en España, ¿cuál ha sido ese hilo conductor del que te has valido para desarrollar la colección a nivel creativo?

Para eso sí que cogí como punto de partida el ofrecimiento que nos hacía el Festival, planteando esta colección como una introspección a mi propio trabajo. Piensa que es que al final llevo 14 años trabajando; mirándolo fríamente, y esto lo digo con la mayor humildad, pero es que llevo más años en activo que Dior, que al final estuvo al frente de su casa de modas poco más de una década. En mi caso son además también 14 años que nacen con la confección a medida. ¿Y esto qué quiere decir? Que para mí cada día es un ejercicio de I+D continuo, porque todos los días tengo vestidos a medida de distintas clientas, y eso me hace, nos hace a todo el equipo, estar desarrollando muchas líneas distintas de forma constante. Y a ese trabajo, además súmale las dos o tres colecciones que desarrollamos al año. Hablamos por tanto de 14 años muy muy prolíficos; y de 14 años que han sido 14 años de un aprendizaje continuo.

¿Una trayectoria por tanto que de algún modo queda así sintetizada en esta colección “Aldamar”?

Así es, pero no de cualquier forma. Lo que desde el Festival al final se nos pedía es que hiciéramos una introspectiva de la marca, y ante eso digo vale, pero planteo, tanto al Festival como a mi propio equipo, el por qué no hacer esa introspección a través de un estudio de la marca y de su propio archivo, como si imagínate que de repente hubiera entrado aquí un nuevo director creativo; que es al fin y al cabo lo que ocurre hoy en Dior y en el resto de esas grandes casas de moda. Entonces construimos esa ficción, en la que entra a la firma un nuevo director creativo que, con ayuda del equipo, bucea en los archivos para identificar esas líneas de expresión creativa y esas estructuras que hablasen, sí o sí, del ADN que hemos sabido construir desde que empezamos. Elementos que se han recontextualizado y que se han reinterpretado, para dar forma a una nueva colección, que es esta colección Aldamar.

¿Y cuáles han sido esos elementos tan propios y característicos de la firma que se han terminado por identificar como resultado de ese ejercicio de introspección?

Ahí nos encontramos desde con nuestros drapeados a con diferentes tipos de tejidos, y entre ellos sobre todo con el tejido de punto, que lo hemos utilizado muchísimo desde que empezó la marca, y es que me mola mucho incluso para vestidos de fiesta… Fíjate que es que tenemos clientas que vienen solo por los vestidos de punto que hacemos, porque es que además, salvo Versace y Fendi, que tienen muy buen punto, no hay muchas más firmas que lo trabajen realmente bien. Después también tenemos las plumas, que a partir de un determinado momento también entran a formar parte de nuestro lenguaje visual, al igual que el tafetán o que el tricot. Elementos todos que, sí o sí, tenían que estar presentes en esta colección, pero ni tan siquiera en la misma forma en la que los estábamos identificando, y ni en la que los empleamos en su momento, sino puestos así y asá, de esta y de esta otra manera, por lo que de verdad que todo el proceso ha sido muy divertido.

Hablamos por tanto de una colección que nace de un ejercicio, no solo de introspección, sino también de reinterpretación.

Sí, del hacer una reinterpretación del archivo de la firma, adecuándolo al momento actual, y también al “know-how” del equipo con el que contamos ahora.

“Necesitaba experimentar con cómo funcionaría la marca sin tenerme a mí ahí haciendo las piezas a medida”.

Ze García.

¿Una buena manera también de prepararse de cara a los 15 años de la fundación de la firma?

Mira, si te digo la verdad, es que no me había dado cuenta de que llevaba 14 años con la firma hasta que nos hemos puesto con este proyecto y con esta colección. Fue a partir de todo esto que dije, “es que es verdad, es que llevo 14 años”; 14 años que han sido de estar trabajando todos los días, y de estar recibiendo y atendiendo a clientes todos los días, para hacer vestidos diferentes. No sé si realmente la gente es consciente de lo que eso implica, pero ¿por qué cuando hablamos de Givenchy, de Balenciaga, de Dior, de Saint Laurent, hablamos de casas que tienen tanto ADN detrás; un ADN que es el que además las está permitiendo continuar más allá de sus fundadores? Pues porque todas estas casas detrás contaban con un “atelier”, trabajaban con la medida, del mismo modo, y salvando cualquier diferencia, que hacemos nosotros.

¿Qué es lo que especialmente valoras de esa manera de trabajar?

El mundo de la medida es una maravilla, y es una maravilla por lo que haces, y una maravilla por lo que aprendes. Esto se debe también a que, y salvo excepciones, al trabajar la medida al final te estás dirigiendo a un perfil de público acomodado y con normalmente un elevado nivel de gusto y de sensibilidad; a un público que te va a facilitar y que te va a ayudar a que puedas seguir experimentando con tu creatividad. Bueno y tanto es así que hay veces que incluso son las clientas las que se atreven más que tú. Hablamos es cierto de una creatividad que te va naciendo para una determinada clienta, y por una determinada clienta, pero al final esa manera de trabajar imprime y deja una huella propia, y eso se nota, porque es totalmente diferente una firma que cuenta con eso dentro de su ADN, de otra que no lo tiene y que únicamente lanza una, dos o tres colecciones al año. Por eso es que el concepto y los principios de todo lo ligado al “atelier” es lo que más me gusta, porque como digo es con lo que más se aprende, y por eso justamente me ha gustado tanto el haber podido revisar ahora, y para esta colección, todo ese archivo creado a lo largo de estos 14 años.

14 años que han dado mucho de sí, también para el crecimiento de Ze García fuera de ese “ambiente” de la confección a medida…

Así es, pero todo se ha dado de una manera muy natural, porque nosotros nacemos con la medida, con un “atelier” privado en Barcelona, pero en el mismo momento en el que ponemos ya pie en calle, con la apertura de la tienda-atelier de Josep Bertrand, las propias clientas son las que empiezan a reclamarnos piezas de otra naturaleza. Ya fuese por inmediatez, por querer ver una pieza ya terminada, o simplemente por tener un evento menos formal, pero para el que querían seguir vistiendo de una de nuestras piezas, empiezan a reclamarnos un tipo distinto de confección. Y es a partir de ahí cuando empezamos ya a desarrollar toda una línea completa bajo el concepto del “prêt-à-couture”.

Desfile de presentación de la colección “Aldamar” de Ze García en el Museo Cristóbal Balenciaga de Guetaria (Guipúzcoa), el 8 de mayo de 2025. Credits: Ze García.

Y para lo que es el caso de Ze García, ¿cómo es ese hermanamiento entre el “prêt-à-porter” y la “haute couture” a partir del que empezáis a desarrollar esas otras líneas de la casa?

El “prêt-à-couture”, por definición, es algo que se encuentra a caballo entre esos dos mundos, y para nuestro caso, son piezas que siguen produciéndose en nuestro taller, o en talleres pequeños cercanos a nuestro “atelier”, y por tanto a partir de un proceso de confección muy artesanal y muy controlado. No son por tanto y ni mucho menos grandes producciones, pero sí que dan esa posibilidad de poder tener el vestido ya listo y en tienda, para que la clienta llegue, se vista la pieza, se le ajuste si es necesario, la compre y se marche. Y en la tienda de Madrid se sigue con el mismo sistema, salvo que la de Madrid, a diferencia de la de Barcelona, no cuenta con el servicio de “atelier” y de confección a medida. Ese servicio personalizado, y mano a mano entre la clienta y yo, solo está en Barcelona.

¿Y por qué no llevarlo también a Madrid?

Esto fue el resultado de una determinación que tomé a nivel personal, primero por compromiso hacia mis clientas de Barcelona, de las que estoy más que enamorado, y segundo porque también necesitaba comprobar cuán escalable podía ser la marca. Porque si la marca solo es escalable por tenerme a mí haciendo a medida, hay algo que no está funcionando bien, y llegará un día en el que, naturalmente, tocará techo, porque no podrá ir más allá del trabajo que yo personalmente sea capaz de asumir. Entonces necesitaba experimentar con cómo funcionaría la marca sin tenerme a mí ahí haciendo las piezas a medida; y ese experimento se hace con el salto a Madrid.

¿Tenías claro entonces desde el primer momento que la de Madrid sería una tienda diferente, y con una experiencia de compra diferente, a la de Barcelona?

Totalmente. Por ubicación, por producto, y por la concepción de la propia tienda, la tienda de Madrid está pensada para una experiencia mucho más inmediata en la que la clienta llega, se prueba la pieza, y si le gusta se la compra, y si no pues se va a otro sitio. Eso, acompañado de un servicio de atención, obviamente, igual al que se les brinda a las clientas de Barcelona, y ofreciendo además también la posibilidad de poder reservar la sala privada con la que contamos en la última planta de esa tienda de Jorge Juan; eso para el caso de que la clienta busque una atención un poco más exclusiva.

Hablamos de una tienda que se abre hace dos años, ¿con recursos propios?

No cuento con un fondo de inversión ni nada parecido; el músculo financiero detrás de la marca es mío. De ahí justamente también mi interés por poner en marcha este “experimento” para saber la capacidad real de crecimiento que puede tener la marca.

“Ya han habido algunas conversaciones para dar cabida a un socio inversor”.

Ze García.

¿Y cómo está funcionando el “experimento”?

La verdad que muy bien y que estoy muy contento. Es cierto que siempre hay algo que te gustaría mejorar, para lo que siempre estoy mirando qué piezas van funcionando mejor, analizando el perfil de la clienta que nos visita… pero la lectura es muy positiva.

¿Contemplas dar paso a algún socio inversor que pueda llegar para seguir impulsando el crecimiento de la marca?

Sí, completamente. Y además ya han habido conversaciones para dar cabida a un socio inversor. Esto creo que es un paso un poco también consustancial a la propia historia de la moda, y es que basta con echar la vista atrás para ver cómo los diseñadores y los creativos, al final, llegamos hasta un punto, y para tratar de seguir creciendo a partir de ahí, necesitamos de un apoyo financiero adicional. Para emprender ese nuevo camino sí que he tenido muchos novios durante estos años, pero hasta ahora nunca he encontrado ninguno que se ajustase a la estrategia que yo quería para la firma, ni con el que compartiera la visión de hacia dónde quería llegar yo con la firma.

¿Y esa estrategia y ese lugar son?

Yo quiero que se nos reconozca como a una firma de Alta Costura española. Esa es mi hoja de ruta y eso es por lo que trabajo, pero además es un objetivo que creo plenamente que se puede conseguir; y para eso basta con ver lo consolidada y lo potente que es ahora mismo ya la marca. Cuando tenemos a una Chiara Ferragni que puede elegir a cualquier marca del universo para venir a los Goya, y te elige a ti; y cuando llega una Elsa Pataky que coge uno de tus vestidos, te lo planta en los Óscar, y además sale elegido en diferentes medios como uno de los 10 mejores estilismos de la gala, compitiendo con Louis Vuitton, con Prada, con Chanel… pues todo eso no solo ya es que te dé un reconocimiento y que te anime a seguir trabajando, sino que también dice que lo estamos haciendo bien, y que sí que podemos hacer de Ze García una casa de Alta Costura española.

Desfile de presentación de la colección “Aldamar” de Ze García en el Museo Cristóbal Balenciaga de Guetaria (Guipúzcoa), el 8 de mayo de 2025. Credits: Ze García.

¿Está sirviendo esa mayor proyección que está consiguiendo la marca para despertar un mayor interés sobre ella, también fuera de España?

A nivel internacional la marca gusta, y tenemos clientas en Estados Unidos, en Emiratos Árabes, en Reino Unido… pero lo que realmente supone un punto de inflexión, y lo que ha contribuido de manera decisiva a la internacionalización de la firma, es Madrid. Y lo ha sido por todo eso que señalaba ya de la tienda: porque estamos en una calle mucho más comercial que en Barcelona; porque estamos abiertos con una experiencia de compra mucho más directa; y porque nos dirigimos al perfil de una clienta con unas exigencias distintas a las que reclaman las clientas de Barcelona, donde al final está el “atelier”, la experiencia es más calmada, y donde también estamos en una calle que, si eres de Barcelona sabes que es una calle de tiendas de lujo, pero donde el perfil de la clienta es distinto del de paseo de Gracia. Pero esos son aspectos que ya se estudiaron antes de dar el salto a Madrid, donde toda la inversión ya iba focalizada a situarnos, justamente por todo eso, en Jorge Juan.

¿Cómo es entonces ese perfil de clienta que os visita en Madrid, y cómo está sumando y participando del crecimiento internacional de Ze García?

En Madrid recibimos clientas de todo el mundo, y una “clienta de todo el mundo”, ¿para qué se va a comprar un Valentino en Madrid, si por ejemplo es de Dallas y en Dallas ya se puede comprar ese Valentino? Entonces desde la firma estamos sabiendo muy bien aprovechar y jugar con toda esa aspiracionalidad, que tampoco deja ser lo que ocurría antes cuando la gente viajaba a París y compraba cosas en París que no se podían conseguir en España. Esa era la gracia, y esa es la experiencia que les damos a esas clientas internacionales que nos visitan en Madrid, donde al final nos encontramos con una clienta árabe, una clienta de Londres o a una clienta estadounidense, que llegan a España, y que lo que quieren es comprar ropa de aquí que sabe que no van a encontrar fuera. Con unas clientas que luego se marcharán a casa, y asistirán allí a un determinado evento vistiendo una pieza de costura que, si alguien la quiere, tiene que pasar antes por España.

Bueno pero también contáis con tienda online, ¿no es así?

Si, pero la práctica totalidad de las ventas se hacen en tienda, también las de las clientas internacionales. Después alguna pieza hay que sale directamente desde la plataforma, pero porque desde ahí también lo que se brinda es un servicio como de “atelier online”, con videollamadas con las patronistas, con tomas de medidas en remoto y de más. Cuando ofreces un servicio como ese, tan fiable, personalizado y seguro, sí que permite el que las clientas puedan sentirse cómodas con el proceso, y tranquilas de lo que al final van a recibir, como para atreverse a hacer una compra desde la plataforma, pero aún así estas a nivel general son anecdóticas. Al final la tienda online es casi más como un servicio extra que les brindamos a las clientas internacionales que ya nos han visitado en tienda.

“Aunque la gente vea que mis vestidos son “hipersexys” y que cuentan con todo ese rollo “súper atrevido”, al final se adecuan muy bien a ese entorno y gustan mucho en todo Oriente Próximo”.

Ze García.

Y hablando precisamente de ellas, ¿de dónde apuntarías que proceden la mayor parte de las clientas internacionales de la firma?

Así “grosso modo”, apuntaría a Arabia Saudí y a Emiratos Árabes; son un punto hacia el que vendemos bastante, y es que aunque la gente vea que mis vestidos son “hipersexys” y que cuentan con todo ese rollo “súper atrevido”, al final se adecuan muy bien a ese entorno y gustan mucho en todo Oriente Próximo. Después de Arabia Saudí y Emiratos señalaría al Reino Unido, y de manera especial a Londres; y por último a los Estados Unidos, que es un mercado en el que vendemos, pero de una manera ya más reducida, y además muy localizada a lo que serían la zona de Miami y la zona de Los Ángeles.

¿A qué crees que se debe ese éxito que especialmente estás sabiendo despertar entre las clientas árabes?

La clienta árabe es que siento como que siempre ha estado muy conectada con España. Es una clienta que enseguida que puede viene a Madrid, para desde ahí, si acaso pasar por Barcelona, pero sobre todo para irse ya a Marbella o a Baleares. Como contamos con vuelos directos, como que tienen institucionalizado ya ese itinerario, pero no de ahora, sino desde hace ya años. Entonces todo eso, y todo ese gusto que además sienten por España por lo español, sí pienso que ha valido para apuntalar esas conexiones hacia la firma.

Y retomado el asunto del desfile, ¿cómo vais con los preparativos?

Locos.

En resumen
  • Ze García presentó su colección “Aldamar” en el Museo Cristóbal Balenciaga, siendo el primer desfile de su firma en seis años.
  • La colección es una carta de amor a la artesanía española, utilizando tejidos italianos de Carnet y colaborando con artesanas españolas.
  • Ze García busca ser reconocido como una firma de Alta Costura española, con una estrategia de crecimiento que incluye la posibilidad de dar cabida a un socio inversor.
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