SKFK inunda de color, rebeldía y “upcycling” la última jornada de la Semana de la Moda de Madrid
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Madrid – Desde un vitalista y colorido desfile organizado en la terraza del centro cultural y social La Casa Encendida, la firma de moda vasca SKFK se encargaba de protagonizar una de las últimas presentaciones de esta última edición de la Semana de la Moda de Madrid. Plataforma que ha terminado por poner el broche de oro a las celebraciones de esta su última edición de septiembre de 2024, de la mano del programa de “Desfiles en la Ciudad” de la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFW Madrid).
Siguiendo de este modo con lo programado, tras las celebraciones de la iniciativa Madrid es Moda, impulsada por la Asociación Creadores de Moda de España (Acme), con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid; de las tres primeras jornadas de desfiles oficiales de MBFW Madrid, reservadas a las figuras y firmas más consagradas de la actual escena de la moda española; y de una anterior jornada de domingo reservada a poner en valor a las nuevas promesas emergentes de la moda nacional, con una nueva edición del circuito Allianz Ego de MBFW Madrid, que se cerraba con la ceremonia de entrega del premio Mercedes-Benz Fashion Talent a la mejor firma de moda emergente de esta edición, las celebraciones tanto de la Semana de la Moda de Madrid, como de la pasarela MBFW Madrid que se enmarca bajo su paraguas como la principal plataforma para la visualización de la moda española del certamen, se abrían este lunes, 16 de septiembre, a su última jornada. Un último día de desfiles y presentaciones, que llegaba marcado por las activaciones programadas dentro del programa de “Desfiles en la Ciudad” de MBFW Madrid. Un título con el que, desde la pasada edición de septiembre de 2023, el certamen ha pasado a rebautizar a su hasta entonces conocido como “Programa Off”, en un nuevo esfuerzo por tratar de seguir reforzado su conexión con la ciudad de Madrid, que no ha cambiado no obstante el objeto del programa, enfocado a concentrar aquellas presentaciones de las firmas participantes de la pasarela MBFW Madrid, pero que no obstante se deciden por dar a conocer sus propuestas desde fuera del recinto ferial de Ifema Madrid, y desde distintos rincones de la ciudad.
En esa intención, y para lo que respecta a esta edición de septiembre que ya ha tocado a su fin, el programa de “Desfiles en la Ciudad” contaba con una primera activación, el pasado miércoles 11 de septiembre, protagonizada por el desfile coral de los alumnos de moda de la UDIT, Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología de Madrid. Una presentación cuyo testigo, dentro del mismo programa, se encargaba de tomar en la tarde-noche del jueves el “Desfile Especial en la Ciudad” de Pedro del Hierro, desde la sede del Instituto del Patrimonio Cultural de España, para terminar ya por dar paso este lunes a una última jornada de MBFW Madrid, únicamente dedicada al programa de “Desfiles en la Ciudad”. Activaciones que han vuelto a contar así con un día completamente dedicado, desde el que se han encargado de poner el broche de oro, y de cierre, a esta edición, las firmas de moda Rafael Urquizar, Félix Ramiro, SKFK y María Lafuente.
Poniendo nuestra atención de entre todas ellas sobre SKFK, la firma de moda vasca fundada a finales de los años 90 ha vuelto a consolidarse como uno de los grandes nombres de MBFW Madrid y de la Semana de la Moda de Madrid, a través de la presentación de “Haizea”. Palabra que viene a significar “viento” en euskera, y con la que se han decidido a bautizar a su colección, de hombre y mujer, para la próxima temporada Primavera/Verano de 2025. Una propuesta que, adelantándose ya al marcado sentido creativo y artístico de sus piezas, la casa presentaba rodeada de la atmósfera rebelde, contestataria y reflexiva que exhala de las paredes del centro cultural y social La Casa Encendida de Madrid. Complejo que en esta ocasión ha sido el escogido por la firma de moda para dar a conocer una colección inspirada en el principio evocador del viento, elemento clave en torno al que ha sabido construirse a lo largo de los siglos la cultura vasca, abarcando desde las travesías trasatlánticas, hasta la práctica de todos los tipos de deportes a vela.
“Esta colección es un tributo a una época de rebeldía”, al “color de la época de los 80”, y “al windsurf”, defienden desde la firma de moda vasca a través de una nota. Un homenaje que han tratado así de brindarle a sus propias raíces, y a las de una buena parte esencial de la cultura y de la historia del País Vasco, a partir de una perspectiva que nace del entender que “el placer es el fin y el fundamento de la vida, y la creación es el primero de todos estos placeres”, subrayan desde SKFK. Una interpretación singular de la misma existencia, para la que añaden que, en la búsqueda de ese placer a partir de la creación, “el movimiento del viento construye un espejismo para crear”, desde “una forma de oponerse a la tendencia para dominar y organizar el caos”. Unas palabras evocadoras que se manifiestan a través de imágenes tan inspiradoras como las de esas velas henchidas por los vientos y que, en oposición a él, se insuflan para erigirse en elevadas montañas y en imaginarios acantilados imbatibles; germen mismo de los espejismos y ensoñaciones que Maia Curutchet, la directora creativa de la firma, ha logrado construir al amparo de esta nueva colección de SKFK.
Entre prácticas de “upcycling” y colaboraciones con diseñadores emergentes
Con el mar en todo momento de fondo como motivo principal e inspirador de la propuesta, desde sus líneas más generales, la colección “Haizea” se presenta como una propuesta de moda urbana pensada para el día a día, de marcada naturaleza y estética deportiva. Una inspiración que veremos reflejada en forma especialmente de singulares detalles, como correas, eslabones y cintas, venidos directamente del mundo náutico y de esa práctica del deporte del windsurf; imprimidos sobre una propuesta construida a partir de una vibrante reinterpretación de las tipologías tradicionales de la moda baño, revisitadas y reimaginadas en el marco de esta colección para dar paso a toda clase distinta de prendas de indumentaria, y de los característicos chubasqueros y cortavientos de los marineros y de todos aquellos que viven el mundo del mar. Unas prendas estas que, igualmente revisitadas y reimaginadas, han llevado a la ideación de toda una amplia serie de prendas de moda “outdoor”.
Dibujada la propuesta, en sus grandes líneas, entrando en mayores detalles, desde el punto de vista cromático la colección se presenta armada sobre una colorida y estimulante paleta cromática, en la que oscuros negros y marinos venidos de las profundidades del mar, se combinan con cálidos marrones arena, y con encendidos naranjas atardecer, azules cielo, verde hierba, rosas coral y rojos fuego; componiendo un universo cromático perfectamente alineado y ajustado, primero, al paisaje natural del País Vasco, y segundo, a ese universo de naturaleza, libre y de mares y océanos sin fin a los que nos evoca SKFK desde esta colección. Unas tonalidades que, para la hora de dotar de color a cada una de las diferentes piezas de esta colección, encontraremos en forma tanto de acabados monocromáticos, como de estampados a cuadros, a rayas y arrojando diferentes geometrías. Unos “prints” estos de entre los que requieren una atención singular los construidos, no a partir de la adición de color, sino como el resultado del brillante y cuidado trabajo de “upcycling” que se ha llevado a cabo bajo el paraguas de esta propuesta, y que ha culminado en la creación de 22 “piezas únicas”, todas ellas confeccionadas a partir de velas recuperadas y ravolorizadas de windsruf de los años 80.
Y si singular resultan ser estas piezas, también lo son sin duda los hasta siete diseños que igualmente se enmarcan dentro de esta colección, y que han sido diseñados en colaboración con una selección de siete diseñadores emergentes del País Vasco. Creativos a los que SKFK ha invitado a participar, de la mano de su inventiva, de la ideación de esta colección, desde una activación con la que la firma pasa a destaparse como también una plataforma de apoyo para diseñadores emergentes, y que ha firmado de la mano junto a los diseñadores Mónica Lavadera, Tytti Thursberg, Morgane Venitz y Erika Sanmamed, y de tres diseñadores emergentes de la plataforma Bilbao International Art And Fashion (BIAAF), Marta Reparaz, Oier Gil y Ane Sánchez.
“Estas siete piezas” elaboradas “en colaboración con estos diseñadores aportan una perspectiva única y una dosis de creatividad, fortaleciendo” además “el sentido de comunidad” que busca generar la firma a través de su actividad, y “la colaboración artística en el mundo de la moda”, remarcan desde SKFK. Una serie de siete piezas de lo más singulares, que se terminan de sumar y de llegar así para “enriquecer aún más esta propuesta”, bajo cuyo paraguas también la firma de moda “presenta 22 piezas únicas”, para las que se han transformado “velas de windsurf vintage de los años 80 en prendas exclusivas”. Unos diseños para los que se “han reinterpretado estos materiales recuperados, capturando el espíritu vibrante de los años 80 y renovándolo con un toque actual” y con el “característico uso del ‘color block’ y la geometría” de la firma, haciendo que cada modelo sea “mucho más que una simple pieza de moda”, una “declaración de compromiso con la sostenibilidad y la innovación en el diseño”.
Gracias a ellas, parte destacada de la colección, “una vez más, SKFK ha demostrado que es posible crear prendas prêt-à-porter desde el diseño, la creatividad y el arte”, al tiempo que también refuerza “su compromiso medioambiental”. Un compromiso que han puesto de manifiesto al tiempo que subrayan “su capacidad para desarrollar piezas únicas”, y a las que, en el marco de esta colección, han puesto como guinda una también colaboración con la firma de calzado Teva, junto a la que han colaborado para customizar las sandalias que han servido para calzar a los y a las modelos del desfile organizado en Madrid. Unos diseños que, como elemento singular, han contado con unos “charms” fabricados a partir de polvo de neumático reciclado, fruto de una también colaboración entre SKFK y Signus, la SCRAP de los fabricantes de neumáticos. Unos modelos estos en torno a los que, como resultado, “hemos tenido el placer” de poder “fusionar la icónica esencia de Teva con la creatividad de SKFK”, reforzando sus identidades y compromisos “incorporando pequeñas piezas, a modo de charms”, hechas de “polvo neumático reciclado en colaboración con Signus”.