Rochas: juventud y excesos

Retomando las celebraciones por la última edición de la Semana de la Moda de París que están teniendo lugar sobre la capital francesa hasta este próximo martes 4 de octubre, ayer tenía lugar un tercer día de presentaciones y desfiles durante el que se abrieron a mostrar sus próximas colecciones de mujer para la temporada Primavera/Verano de 2023 casas de la talla de Courrèges, Dries Van Noten, Balmain y Rochas. Casa esta última propiedad del holding internacional francés Interparfums, que presentaba la última colección para la casa firmada por el precoz diseñador francés Charles de Vilmorin; creativo que era nombrado el pasado mes de febrero de 2021, con apenas 24 años, nuevo director creativo de Rochas.

Tras su debut con una primera colección para la temporada Primavera/Verano de 2022, colección a la que han seguido dos colecciones de pretemporada, “Pre-Fall 2022” y “Resort 2023”, más la anterior colección para esta actual campaña Otoño/Invierno de 2022/2023, Vilmorin ha dado a conocer ahora sus diseños para la próxima temporada Primavera/Verano de 2023. Una propuesta que, frente a la atrevida frescura de su colección de debut, bañada de lo que se antojaba como una irreductible fuerza expresada a base de coloridas e intensas ilustraciones sobre un mar de originalísimas prendas de naturalezas genderless, se ha terminado desvelando particularmente desubicada. No logrando hilar ni con la fuerza ni con el colorido de esa primera propuesta, ni con la firme elegancia que el joven diseñador supo bien poner de manifiesto en su anterior colección completa para este Otoño/Invierno de 2022, así como tampoco con la expresividad que el diseñador había venido manifestando al frente de su propia firma de modas, en un papel con el que consiguió despertar el interés de una casa como Rochas. Firma que, a pesar de su historia y de unos orígenes que se remontan hasta los de su fundación por Marcel Rochas en 1925, sigue a día de hoy sin contar con un sólido imaginario simbólico. Siendo ese precisamente uno de los objetivos que tiene encomendados Vilmorin en su tarea por asentar los cimientos de esta refundación que se ha decidido poner en sus manos de la ya casi centenaria casa de moda francesa.

Partiendo de este suma de circunstancias, habría por lo tanto que situar esta colección como parte de ese complejo proceso que está llevando a cabo el diseñador con el fin de dotar a Rochas de un lenguaje único y propio, diferente del que él mismo pudiera llegar a expresar de una manera natural. Siendo esta una necesidad importante a la hora tanto de garantizar su propia independencia creativa como para en el caso de querer marcar un nuevo capítulo, relevante, sobre el histórico de la casa de modas francesa, en la medida que cada una de ambas partes debe de lograr guardar y dejar bien definidos los principales valores y principios que buscan llegar a expresar a través de sus colecciones, y que aunque relacionados, no tienen porqué llegar a coexistir ni habitar en un mismo plano. Siendo así pues entendible el que Vilmorin, del que no podemos negar que quizás haya terminado desvelando ahora su ¿excesiva? juventud, se haya decidido para esta colección a “atenuar” y tratar de bañar en una nueva atmósfera “chic” ese fuerte carácter irreverente con el que terminaba por aterrizar en Rochas, va hacer ya casi cerca de dos años.

Una intensidad “apagada” para una noche de excesos

Entrando ya a profundizar en el sentido de esta colección, esta última propuesta diseñada por el diseñador francés para Rochas se muestra abiertamente como una oda a la desesperación y a los excesos. Términos a los que el creativo ha terminado dando forma con una suma de estéticas inspiradas en una interminable noche de verano, diseños que presentaba desde el vestíbulo del mítico cabaré Folies Bergère de París.

Bajo la tenue niebla en azul oxígeno que recorría de extremo a extremo el célebre cabaré parisino, Vilmorin dejaba a un lado su estética más gótica y contundente, para embriagarse de esta nueva “luz” más velada y delicada, en lo que habrá que esperar para descubrir si se trata o no del nuevo camino por el que se ha decidido a llevar a la casa de modas francesa. Momento que llegará con la presentación de su próxima colección, y en lo que así nos permitirá el poder analizar debidamente y en su junto contexto esta colección que, no por desubicada dentro de lo que ha sido la trayectoria del diseñador, podríamos llegar a tachar de carente de talento.

A este respecto, de la propuesta se destacan piezas especialmente singulares como ese vestido de volantes en blanco neutro, el conjunto de pantalón y chaqueta con estampado blanco en cuadros negros, ese original mono perforado o los diferentes diseños plisados que se encargaban de cerrar el desfile de presentación de esta colección para la temporada Primavera/Verano 2023 de Rochas. Una propuesta de la que también llamaba la atención la presencia de esos estampados de gatos sobre fondo azul que se encargaron de aportar el toque más desenfadado, eso sí de una manera más delicada que la que había sido hasta ahora la habitual para un diseñador especialmente conocido por la intensidad de su paleta cromática. Un cambio de registro que responde al de esa misma “atenuación” de su expresividad creativa en la que se ha terminado mostrando esta colección, en lo que confiamos que forme parte del propio viaje creativo del diseñador y no en un intento por hacer más comerciales sus creaciones.