Puig exhibe su mejor perfil en Nueva York desfilando de la mano de Carolina Herrera
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Madrid – Descubriendo su mejor perfil como grupo multinacional especializado en los ámbitos de la perfumería, la moda, la cosmética y el cuidado de la piel, la española Puig ha vuelto a participar de una nueva edición de la Semana de la Moda de Nueva York. Pasarela que está teniendo lugar entre estos días, del 6 al 11, de febrero de 2025, y de la que la compañía española ha vuelto a formar parte de su calendario oficial, de manos de la casa de modas neoyorquina Carolina Herrera.
Incorporada por Puig a su cartera de activos estratégicos en el año 1995, después de descubrir el gran potencial con el que contaba la marca tras lograr hacerse, en el año 1988, con la licencia para el desarrollo y la explotación de su línea de perfumes y fragancias, desde que la compañía española tomase el control sobre tanto sus operaciones de moda como de cosmética, Carolina Herrera ha pasado a convertirse en uno de los grandes activos del grupo español. Una casa con la que no solamente logra asentar sus cimientos sobre el ámbito de la moda, a pesar de que de manera recurrente se le reprocha el estar más interesada en instrumentalizar sus casas de moda en cartera como carcasas vacías que únicamente sirvan de paraguas desde el que seguir desarrollando su negocio de perfumes y fragancias; sino al tiempo mantener una presencia relevante y de altura en un mercado tan estratégico como lo es paro los intereses del grupo español el de los Estados Unidos. País en el que de este modo logra mantener un alto perfil desde dentro del sector del lujo, de la mano de una casa de modas propia que su misma fundadora, la icónica diseñadora venezolana, afincada en los Estados Unidos, Carolina Herrera, ya logró llegar a consolidar en la siempre competitiva, singular y estratégica escena de la moda estadounidense, siendo a día de hoy cita ineludible de cada nueva edición de la Semana de la Moda de Nueva York. Pasarela de la que ha vuelto a participar, presentando su colección para la próxima temporada de Otoño de 2025.
Bajo la dirección creativa del diseñador de moda estadounidense Wes Gordon desde 2018, año en el que el creativo, tras haberse mantenido desde 2017 como consultor independiente de su departamento de diseño, terminó por pasar a tomar las riendas de la dirección creativa de la casa de manos de su misma fundadora, Carolina Herrera, la casa de modas en manos de Puig se encargaba de inaugurar la quinta jornada de desfiles y presentaciones de esta nueva edición de la Semana de la Moda de Nueva York. Un día en el que así pues la casa Carolina Herrera terminaba por tomar un destacado protagonismo, como una de las grandes protagonistas de una jornada a lo largo de la cual terminaron por mostrar sus distintas propuestas firmas como Coach, Pamella Roland o Luar. Firma que se encargó de cerrar una jornada de presentaciones, la del lunes 10 de febrero, desde la que se terminaba por dar ya paso a esta última jornada de desfiles del martes, día 11, desde la que terminarán por mostrar sus últimas colecciones casas como Michael Kors, Denis Baso y Thom Browne, encargada de poner el broche de oro a esta edición de febrero de 2025 de la Semana de la Moda de Nueva York. Una pasarela que, más allá de nombres tan habituales y consagrados de la escena de la moda americana como el de Carolina Herrera, entre sus principales platos fuertes de esta edición ha contado con el desfile de debut de Veronica Leoni para Calvin Klein, firma bajo la dirección, desde finales de 2022, de la española Eva Serrano.
El armario como jardín
Manteniendo el foco de atención sobre el desfile de Carolina Herrera, en primer lugar cabe recordar que se ha tratado de la presentación de la nueva colección Fall 25 Collection de la casa Carolina Herrera, y no la de la firma CH Carolina Herrera. Línea esta de propuestas de prêt-à-porter dirigida por la española Sociedad Textil Lonia (STL), participada a su vez y en un 25 por ciento, desde el año 2014, por Puig; empresa con la que se asociaba STL para licenciar esta nueva línea, de perfil mucho más comercial, en el año 2000.
Hecha ya la aclaración, para el diseño de esta colección de costura Gordon apunta a haberse inspirado, de un lado y como principal motivo de inspiración, en la película “Being There” (titulada en España como “Bienvenido Mr. Chance”, en México como “Un jardinero con suerte” y en Hispanoamérica como “Desde el jardín”) del director estadounidense Hal Ashby, protagonizada por Peter Sellers. Una obra de la que dice haber extraído la idea de la “belleza efímera” que impregna todas las piezas de esta colección, diseñada a partir de una primorosa paleta cromática tomada de la obra “Rhythm Color” de la artista ucraniana Sonia Delaunay que pende de las paredes del Museo Metropolitano de Nueva York.
El segundo principal motivo que ha guiado su mano para la hora de dar forma a esta propuesta, que como resultado se descubre bailando al compás de un universo cromático en el que contenidos blancos, grises y negros, dan paso a certeros acentos de color en rojos borgoña, verdes agua, azules marino, rojos vino y carmín, azules cielo y rosas fucsia. Destacándose de la propuesta, más allá de sus notas de color, sus primorosos acabados en ricos tejidos bordados de jacquard, con pedrería, lentejuelas y en toda clase de patrones y motivos florales. Motivos que igualmente Gordon ha dotado de un punto extra de desbordante fantasía y romanticismo, con la construcción de toda clase de un sin fin de rosas de seda y organza que florecen sobre las prendas llegando incluso hasta el punto de tomar por entero la identidad de la pieza.
Partiendo de toda esta suma de elementos, como piezas especialmente clave de la colección se descubren los diferentes conjuntos y vestidos confeccionados en tejido de jacquard de lurex con motivos florales; los vestidos, jerséis y abrigos decorados con tulipanes dorados; los conjuntos en negro-noche bordados con guirnaldas florales de pedrería; los diferentes vestidos drapeados en formas orgánicas y florales, como ese vestido a “lo Balenciaga” de corte bulboso; o las diferentes e insinuantes combinaciones confeccionadas en tejido de encaje. Y eso sin poder terminar de dejar de pasar por alto desde las elegantísimas prendas bordadas de lentejuelas y pedrería; a las nuevas reinterpretaciones de la ya icónica camisa blanca que Carolina Herrera logró elevar hasta el summum de la máxima elegancia; o esas construcciones florales con las que Gordon lo mismo da movimiento y volumen a una cintura, que da forma a cuerpos enteros como los de ese top rosa y ese bustier sin tirantes que llamaron poderosamente la atención durante la presentación de esta colección en Nueva York.
“Esta colección trata de explorar la idea de la belleza efímera: ese único y esquivo momento en el que todo cobra sentido, en el que todo es perfecto en el jardín”, señala el mismo Gordon a través de una nota. Desde esa filosofía, la colección “está compuesta por piezas que aprecio en el ahora, de piezas que cultivo a lo largo de mi proceso creativo, y que espero que la mujer Herrera atesore igualmente cuando las incorpore a su vestuario, como si de plantar una nueva semilla en el jardín” de su ropero se tratase. Tras esta imagen “está la pureza en Chance el jardinero”, el personaje interpretado por Sellers en la película de Ashby, “que inspiró esta colección”, y que nace de esa “sensación de destilar la belleza” que lleva a cabo con su oficio. Y de ahí, “la idea de cuidar nuestros guardarropas de la misma manera en la que él cuidaría su jardín”, señala Gordon, “meticulosamente, con una atención reflexiva”.