Paris Fashion Week: el lujo apuesta por lo seguro
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Moda |INFORME
La Semana de la Moda Femenina de París Otoño/Invierno 23 reavivó la idea del lujo parisino. Aunque la moda de alta gama no atraviesa precisamente una crisis, sus marcas decidieron apostar por lo seguro, por los valores refugio representados por la capital francesa, el mito de la mujer parisina o el patrimonio creativo de las distintas casas. Echemos un vistazo.
Esta temporada se celebraron un total de 106 desfiles en el calendario oficial de la Federación Francesa de la Alta Costura y la Moda (FHCM). Esta cifra, equivalente a la edición femenina Otoño/Invierno 2023/2024, representa el núcleo de la Semana de la Moda, en torno a la cual giran numerosos acontecimientos. A este respecto, Jean-Loup Rebours, fundador de la agencia de relaciones públicas Faxion, afirma: "La mayoría [de las marcas] aspiran evidentemente a formar parte del calendario oficial para atraer a la prensa y los patrocinadores, pero no parece ser una condición sine qua non para organizar eventos durante la PFW, ya que el sello 'París' parece bastar para ganar credibilidad ante los actores de la industria en el extranjero".
Jean-Loup Rebours señala también que muchas marcas extranjeras parecen percibir cada vez más París como el trampolín hacia la internacionalización. Algunos ejemplos: la marca italiana Palm Angels, propiedad de Farfetch, entró esta temporada en el calendario de la FHCM, y las estadounidenses The Row y Vaquera están presentes en París desde 2022. Además, hay federaciones extranjeras que han venido a París en el marco del programa "Welcome To Paris", como la Semana de la Moda de Serbia y el Consejo Árabe de la Moda. Al tiempo que se crea una sinergia, esta abundante agenda aumenta la competencia.
"París siempre será París"
"París te hace soñar y París te hace vender", declaraba la Cámara de Comercio e Industria de París-Ile-de-France (CCIP-IDF) en un informe de 2014. Así que esta temporada, en el entorno globalizado y el difícil contexto geopolítico y económico, algunas marcas parisinas han optado por capitalizar su identidad geográfica, un rasgo de su ADN y una poderosa fuerza comercial.
Dior, uno de los motores del grupo LVMH, decidió esta temporada "profundizar en el estilo francés tomando como referencia a tres personalidades extraordinarias: Catherine Dior, Edith Piaf y Juliette Gréco" (notas del desfile). Un centenar de siluetas (96 para ser exactos) desfilaron con trajes inspirados en los años 50 al son de la música de Edith Piaf, "Non, je ne regrette rien", cuyo título también aparecía en algunas de las camisetas.
La voz de esta inmensa figura de la cultura francesa se acompañó de detalles de postal como grigris para turistas y amantes de la capital. Estos accesorios, diseñados para clientes asiáticos y americanos, adoptaron la forma de collares, pendientes y anillos de la Torre Eiffel.
Por su parte, la casa de modas Balmain apostó por un desfile íntimo en el que evocó la sofisticación y el glamour parisinos, pero también la imagen de la alta costura de antaño, anclada en la visión que el mundo tiene de París. Con sus sombreros y su espíritu retro, el conjunto se inspiró en el "Nuevo Estilo Francés", introducido por Pierre Balmain en 1945, cuando se fundó la casa.
"Para la presentación íntima y reducida de hoy, queremos evitar cualquier hipérbole de la Semana de la Moda y, en su lugar, centrar la atención directamente en el poder tenaz y la durabilidad singular de las creaciones atemporales creadas por los mejores artesanos de París", explicó Olivier Rousteing, director creativo de la casa, en un comunicado enviado a FashionUnited.
Otra casa de LVMH que recurre a la inspiración francesa es Louis Vuitton. La marca de lujo, cuyas actividades se diversifican cada vez más (salón de té, tienda de muebles, hotel en potencia...) también evoca sus raíces francesas para su colección FW23.
"¿Qué es el estilo francés?", se pregunta Louis Vuitton en su comunicado de prensa. La etiqueta responde con 44 looks femeninos, desvelados el lunes en los salones panelados del Museo de Orsay. Virtuoso de la telescópica de géneros y épocas, el director artístico Nicolas Ghesquière formuló una silueta donde lo clásico se une a lo ecléctico. Pañuelos largos que recuerdan el cliché del look afrancesado, vestidos sin tirantes de corte desenfadado y una cómoda androginia, todo ello en una paleta de colores neutros con un fuerte énfasis en el gris.
La figura de la parisina, ese "valor refugio", ese "patrimonio inmaterial", como escribe Emmanuelle Retaillaud en su libro La Parisienne, también ha sido resucitada por la joven marca Pressiat, lanzada en 2021. La historia de su desfile FW23 es la de una "bella burguesa parisina que se encuentra en el barrio rojo de París: Pigalle". La colección es una continuación de los códigos provocadores de la marca: faldas tubo con encajes encorsetados, gabardinas de vinilo, cárdigans punk y piezas transparentes, la gran tendencia del momento.
En conjunto, la Semana de la Moda de París reprodujo el estereotipo de la mujer parisina: líneas depuradas impregnadas de desenfado, colores oscuros y neutros y muchos looks en negro. En Courrèges, las chaquetas y los abrigos largos parecían sentarse despreocupadamente sobre los hombros en un estilo muy de Carine Roitfeld, la antigua redactora jefe de Vogue Francia; mientras que en Gauchère un chic minimalista y despejado daba a la colección ese famoso "je ne sais quoi".
Sin embargo, tanto para la Generación Z como para los Millennials, París es también la extravagante paleta de colores que luce la protagonista de la serie "Emily in Paris". Harris Reed, el nuevo director creativo de la marca de moda francesa Nina Ricci, tuvo esto en cuenta. Su primer desfile presentó tonos vibrantes, costuras con volumen y, en general, looks tan explosivos como los que luce la actriz en la serie de Netflix. Todo ello portado por un elenco con silueta plus size para contrarrestar la avalancha de modelos largas de esta temporada.
El atractivo comercial de los archivos
En un informe publicado en 2022, la plataforma de segunda mano Vestiaire Collective estimaba que el mercado de la moda y el lujo de segunda mano estaba valorado entre los 100.000 y 120.000 millones de dólares (unos 110.000 euros), el triple que tres años antes. Esta tendencia subyacente hace que el patrimonio creativo de las marcas de lujo sea más codiciado que nunca. Por eso no es de extrañar que esta temporada hayan propuesto fuertes referencias a sus archivos, transcribiendo su herencia de forma muy asertiva.
En Isabel Marant, en primer lugar, el comunicado de prensa propone "la idea de un guardarropa reeditado", a riesgo de provocar una sensación de déjà vu. Pero no importa, el enfoque permite a la etiqueta poner de manifiesto su ADN francés con siluetas sexys y drapeados effortless. Una bonita colección que probablemente seducirá a sus clientes estadounidenses, donde cuenta con varias tiendas y abrió su mayor flagship en 2022. También hay que señalar que la marca ha lanzado su plataforma de reventa en 2021, una forma de recuperar el control del mercado de segunda mano, dominado esencialmente por un negocio CtoC.
Centrar sus colecciones en referencias directas a sus archivos permite a las marcas de lujo aumentar su popularidad en plataformas de segunda mano como Vestiaire Collective o Collector Square. En efecto, durante el periodo que sigue a las Semanas de la Moda, estos sitios web especializados observan a menudo un aumento de las búsquedas relacionadas con las marcas que han participado en el desfile. Y este fenómeno es aún más fuerte cuando las marcas mencionan su patrimonio.
En Saint Laurent, la marca se inspira en lo que denomina "la esencia del estilo clásico de Yves Saint Laurent": el traje de falda de hombros afilados que lucía en los años 80 Catherine Deneuve, clienta y amiga del modisto fundador. Y llegamos incluso a sacar a relucir las opulentas lámparas de araña del Hotel Intercontinental, donde antaño se presentaban las colecciones de la casa.
Al revivir su ADN parisino, Saint Laurent, al igual que Balmain, ha citado sin ambages su pasado creativo, por lo que cabe esperar que la popularidad de sus piezas vintage aumente en Vestiaire Collective, la plataforma en la que Kering, el grupo de lujo al que pertenece, ha invertido un 5 por ciento en 2021.
El desfile de Paco Rabonne fue uno de los más emotivos de la Semana de la Moda de París. Fue el primero desde la muerte de su fundador en febrero de 2023. Recordamos la serie de piezas de archivo ambientadas con una cinta de audio en la que podíamos escuchar al fallecido diseñador hablar sobre su trabajo. Un fragmento escogido: "No se puede ser un diseñador del futuro porque el futuro no existe. Creo que soy un diseñador de moda contemporánea. Trabajo para la moda contemporánea, con técnicas contemporáneas, con materiales contemporáneos. ¿Y el futuro? No sé lo que es.
Para la ocasión, desfilaron muchos vestidos joya, diseñados para alfombras rojas. La investigación de los materiales con los que estaban confeccionados recuerda la esencia de la casa, conocida por haber propuesto vestidos en materiales no tradicionales para la alta costura ya en 1966.
Nuevos capítulos
El atractivo de la Semana de la Moda reside también en el suspense que cultivan las marcas en pleno renacimiento y en los nuevos capítulos que abren durante la cita parisina.
La casa belga Ann Demeulemeester presentó el primer desfile de su nuevo DA: Ludovic de Saint Sernin (fundador de la marca homónima nacida en 2017). Creada en 1985, la etiqueta tuvo sus días de gloria en los años 90 y desde entonces ha cambiado varias veces de propietario: ahora pertenece al italiano Claudio Antonioli. Este desfile era una oportunidad para que volviera al primer plano. Y parece que ha funcionado. Los conjuntos femeninos y masculinos propuestos por Ludovic de Saint Sernin recuperaron la elegancia sensual de Ann Demeulemeester a través de total looks de cuero, faldas satinadas y fluidas, y una transparencia muy actual.
Otra gran expectación esta temporada: Schiaparelli. La marca de la Place Vendôme presentó su primer desfile prêt-à-porter en el calendario oficial desde hace tiempo. Nota: la marca lleva desarrollando cápsulas de prêt-à-porter desde su relanzamiento en 2012. Aunque las piezas se venden en la tienda electrónica de la marca, su distribución sigue siendo bastante limitada. Según Vogue Business, se esperan más puntos de venta en 2023.
El desfile de Schiaparelli contó con 34 looks y se abrió con un abrigo de cuello chal con mangas exageradamente redondeadas. Entre los vestidos de noche, también hubo una chaqueta de plumas de cordero, prendas vaqueras y un conjunto de traje. Como en muchas otras marcas esta temporada, el negro dominó la colección.
Tras el escándalo de los anuncios que mezclaban niños y accesorios con connotaciones sexuales, se esperaba que Balenciaga diera un giro. La marca del grupo Kering optó por un desfile sin famosos en el front row y con una decoración minimalista y sin reclamos, lejos de lo que Demna, el director creativo, nos tenía acostumbrados. En cuanto a las redes sociales, la cuenta de Instagram se reseteó una vez más.
La marca volvió a poner la prenda en el centro de su discurso, abriendo el desfile con una serie de abrigos y chaquetas de traje oscuras, antes de desplegar el vocabulario desarrollado por Demna desde su llegada a Balenciaga en 2015: chaqueta motera, vestido capa plisado (vendido por 12.000 euros en la e-shop) y trench beige. Destaca el trabajo anatómico de las chaquetas con hombros elevados, que eliminan el cuello.
Pierre Cardin también reapareció con un desfile en el calendario oficial: la firma fue relanzada por Rodrigo Basilicati-Cardin, sobrino del fundador, fallecido en 2020. La colección fue colorista, confeccionada con tejidos reciclados y materiales procedentes de stocks inactivos. La marca aprovechó el evento para anunciar la apertura de su nueva plataforma de comercio electrónico palaiscardin.com y la reapertura de su tienda insignia en el 59, rue du Faubourg Saint-Honoré.
Las marcas jóvenes invierten en nuevos segmentos
La Semana de la Moda de París no fue sólo cosa de los pesos pesados del sector del lujo. La escena de la moda parisina también es sinónimo de marcas jóvenes que ganan en madurez, temporada tras temporada.
La marca homónima Maitrepierre (2019) ha presentado una colección inspirada en la naturaleza. Las piezas se ciñen al cuerpo, la paleta es suave y vitaminada y los materiales proceden, en parte, de existencias muertas. La información importante: Maitrepierre entró en el segmento de la joyería a través de una colaboración con el estudio Colombe d'Humières. También presentó su 5ª colaboración con la marca de gafas Emmanuelle Khanh.
Otra marca lanzada en 2019: Vaillant Studio, la etiqueta francesa que ofrece piezas femeninas y sensuales en encaje. Esta temporada, la marca sube de marcha, incorpora piezas denim, tops de malla y ofrece zapatos por primera vez a través de una colaboración con la marca californiana Ugg.
Benjamin Benmoyal, el diseñador que se dio a conocer por desarrollar un saber hacer en torno a la transformación de cintas magnéticas VHS en tejidos, también ha entrado en un nuevo segmento. La marca aprovechó la Semana de la Moda para presentar su primera línea de accesorios (bolsos y gorras).
Este artículo fue publicado originalmente en FashionUnited.FR, y posteriormente traducido del francés al español y editado por Alicia Reyes Sarmiento.