• Inicio
  • Noticias
  • Moda
  • Jóvenes promesas y una experiencia inmersiva: la moda hace “CLEC” en Valencia

Jóvenes promesas y una experiencia inmersiva: la moda hace “CLEC” en Valencia

Por Jaime Martinez

cargando...

Scroll down to read more
Moda |EN PROFUNDIDAD

Madrid – Este pasado fin de semana tenía lugar en Valencia la primera edición de CLEC Fashion Festival. Una iniciativa pionera en nuestro país, con la que desde la capital del Turia buscan revitalizar el concepto tradicional de Fashion Week, haciéndolo evolucionar hacia toda una experiencia inmersiva mucho más en línea con los nuevos tiempos y las propias necesidades del público actual. Un consumidor de moda que proyecta su interés no ya solo exclusivamente hacia las colecciones o el atractivo de las prendas, sino también hacia ese otro mundo de sensaciones intangibles y de las “experiencias” que son capaces de brindarles tanto diseñadores como marcas y retailers.

Organizado sobre un brillante plantel de jóvenes promesas y la desinteresada colaboración de algunos nombres tan conocidos como Dominnico, Dolores Cortés, Ágatha Ruiz de la Prada o Francis Montesinos, del viernes 21 al sábado 22 de febrero los asistentes a esta primera edición de CLEC pudieron asistir a una multitud de desfiles de diseñadores emergentes, al espectáculo en directo de Show Cookings y a sesiones de belleza y fotografía. Así como a multitud de charlas sobre los últimos intereses del sector, o a las actuaciones en directo de reconocidos Dj como Pepino Marino y Cósima Ramirez.

De Dominnico y Ágatha Ruiz de la Prada a la aparición sorpresa de Nacho Duato

Sobre una pasarela circular instalada rodeando el anillo exterior de l’Hemisfèric, el edifico en forma de ojo del complejo de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias de Valencia, tras el ballet inaugural de el “Iceberg de Greta” se encargaron de abrir la pasarela un colectivo sostenible de diseñadores emergentes. Tras ellos hicieron su aparición las creaciones del joven diseñador español Alvaro Mars, pertenecientes a su colección “Teatro Paradiso”. Unas prendas inspiradas en las culturas flamencas europeas, que sorprendieron por su barroquismo a base de tules, cojines, cancanes con calcetas de torero, pañales de colores, corsés y gorros, con el rojo, símbolo de la sangre y la pasión, como color predominante.

Después de Mars se adueñarían de la pasarela los veraniegos diseños de Dolores Cortés, para de ellos pasar a las futuristas creaciones de Yvan Andreu, la delicadeza de las piezas de Siamo Studio, la elegancia de los vestidos de Isabel Sanchís y la irreverencia de Anaïs Vauxcelles y su firma 404 Studio, responsable de cerrar la primera jornada de desfiles.

Siguiendo con una organización similar a la del día anterior, los desfiles del sábado 22 arrancaban con la presentación de un variado colectivo de diseñadores emergentes. Tras ellos la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada hacía su aparición inundando de corazones, nubes y grandes dosis de color el blanco recinto de l’Hemisfèric. Después de ella harían lo propio el diseñador Anel Yaos, uno de los finalistas de la última edición del premio Mercedes-Benz Fashion Talent, y las vanguardistas prendas de aparente influencia en “Mad Max” de Visori.

Después de un pequeño descanso, los desfiles regresaban a media tarde del sábado con Dominnico, que aprovechaba su participación en CLEC para volver a presentar la colección “Harajuku Kids” que le hiciera ganador del Mercedes-Benz Fashion Talent de julio de 2019. Tras él vendría el desfile de Miquel Suay, diseñador y presidente de la Asociación de diseñadores de moda valencianos DIMOVA —organización impulsora del festival—. Como broche final de esta primera edición, hacía su aparición el reconocido diseñador valenciano Francis Montesinos. Responsable de un sorprendente desfile que culminaba, entre voces de “Francis, Francis”, con la intervención sorpresa del bailarín y coreógrafo Nacho Duato.

Charlas sobre las últimas tendencias y novedades del sector

De manera paralela a la organización de los Show Cookings y a las sesiones de belleza y fotografía, se organizaron una serie de “Fashion Talks” junto a reconocidos profesionales del sector en los que se abordaron, entre otros, temas como la sostenibilidad, la rivalidad entre artesanía y tecnología, la evolución de los cánones hacia una nueva masculinidad o el encaje que la moda de autor tienen en el panorama del retail actual.

“Se nos ha acostumbrado a comprar barato”, señalaba una de las ponentes de la charla sobre sostenibilidad. Coloquio en el que mientras unas voces instaban a la urgencia de reeducar al consumidor hacia prácticas de compra más sostenibles, otras apuntaban a la posibilidad de que las empresas cambien el foco y lo posicionen, no tanto en la fabricación de pernadas sostenibles, sino en el desarrollo de nuevos servicios de asistencia como los que ya ofrecen firmas como Patagonia. Impulsando con ellos una economía circular basada en la reparación y en lograr una mayor vida útil de las prendas que se adquieren.

Durante esta misma conferencia también se abordaron asuntos como el aporte que las nuevas tecnologías realizan en favor de estas prácticas más sostenibles. Aspecto sobre el que que desde el sector docente destacaban la comercialización de colecciones de moda “virtuales” con las que saciar el apetito “selfie” de los consumidores. Mientras que desde el sector empresarial Carmen Silla, representante de la compañía Jeanologia, descartaba tal extremo como una alternativa real. Señalando que el objetivo no está en vender ropa “inmaterial” para ser más sostenibles, sino en que lo que deben aportar, y aportan más día tras día, las nuevas tecnologías, es un mayor control de los procesos de producción y de fabricación. “La realidad virtual nos ayudará a acercarnos más al consumidor final”, señalaba, “a producir bajo demanda”.

Tecnología vs Artesanía

Igualmente agitada, o pude que un poco más, resultó la charla sobre “Artesanía vs Tecnología”. Que si de algo sirvió fue para dejar claro las diferencias existentes entre ambos mundos, así como el ímpetu con el que los distintos profesionales son capaces de estirar el concepto de lo “artesanal”.

En un coloquio que se antojaba —en apariencia— amigable, los representantes del sector tecnológico y “fashion tech” defendían la categoría de artesanal con la que deberían asimilarse procesos de fabricación como la impresión 3D, esgrimiendo para ello la diferencia entre industrialización y tecnología. “La impresión 3D no es un proceso rápido, es un proceso también artesanal”, señalaba una de las ponentes. “Estamos empleando una máquina como una herramienta a través de la que expresar nuestra creatividad”, añadía, indicando al punto que las tijeras, en su día, también podían haberse considerado tecnología. “Tu puedes ser artesano prescindiendo de lo tecnológico”, indicaba por su parte otro de los oradores, “pero sin embargo no podemos entender un proceso tecnológico sin una parte artesanal. Uno puede vivir sin el otro, pero no al revés”.

Unas consideraciones con las que no terminó de comulgar el sombrerero valenciano Beto García, único conferenciante de la charla no vinculado al sector “fashion tech”. Quien se aventuró a defender en contra el valor único de los procesos artesanales tradicionales, así como su carácter de sostenibles y los beneficios sociales y antropológicos que su desarrollo, impulso y evolución son capaces de ofrecer a la sociedad. Instando al resto de conferenciantes y al público a aprovechar esta nueva era de revolución tecnológica para reflexionar e impulsar una industria de la moda que no vuelva a cometer los mismos errores y “excesos” que terminó generando en el pasado. Una argumentación que le valió la crítica de una espontánea, que acusó al sombrerero de vivir de espaldas a la tecnología y de sentir pavor al cambio. “No tengo ningún miedo a la tecnología ni ningún miedo a desaparecer”, respondía el diseñador tajante. “Es más, cuanta más tecnología haya, más lograré distinguirme con mi trabajo”.

Hacia una nueva masculinidad

Entre las demás conferencias de esta primera edición de CLEC Fashion Festival, destacaron la relativa a los nuevos modelos de masculinidad que ofrecieron el estilista Pablo Sisyphe, el fotógrafo Pablo Alzaga y el modelo Roberto Ruiz. Durante la que abogaron por continuar impulsando y avanzando por el camino de esta nueva masculinidad, libre de prejuicios, que llega soplando con fuerza en esta nueva era. Reconociendo la contribución que a tal circunstancia han hecho o están haciendo personajes, creativos y diseñadores como Carlota Barrera, Virgil Abloh, Harry Styles o el diseñador español Alled-Martínez.

“Nos han dicho durante mucho tiempo que no podemos llorar, que no podemos mostrar nuestra sensibilidad, que no podemos llorar… o hasta que no podemos inscribirnos para estudiar en una escuela de moda”, señalaba Pablo Sisyphe. Por ello cuando un hombre puede “ver que hay otros como él, y que lo demuestran de una manera pública”, eso contribuye a avanzar hacia una mayor “libertad”. Algo para lo que están contribuyendo “especialmente las redes sociales”.

En defensa de la moda de autor y del poder de Instagram

Una de las últimas conferencias del festival fue la relativa a la relación del mundo del retail con las prendas de autor. Charla que contó con la intervención de Clara Courel, directora de la agencia de comunicación y showroom de moda Courel Comunicación. Quien defendió, al igual que otras voces de estas jornadas, la necesidad de avanzar hacia una mayor sostenibilidad, pero abogando no en defensa de prendas más sostenibles, sino de “armarios sostenibles”.

Resulta imperativo ser “responsables comprando moda, desechando la ropa que venden los que yo llamo los supermercados de tendencia”, señalaba Courel, apostando en su contra por “la moda de autor”. “Intento que en la agencia haya mucha firma sostenible”, como Anel Yaos, Ivan Andreu o Dominnico. “La gente joven es la que va a aportarnos sostenibilidad a la moda”, y no hay que olvidar que “el retail y la moda de autor no son incompatibles”. Algo que parece traducirse den panorama actual, especialmente en España, sin que se sepa bien cuando comenzó a sentirse esa apreciación. “No sé bien cuál es el error, pero para mí la solución es Instagram”. Una red social que “está haciendo una labor muy importante de visualización del mundo de autor”, encargándose a su vez de “solucionar el desaliento que a estos creativos les genera el no poder llegar a contar con una tienda física o ni si quiera poder dar visibilidad a sus productos”.

FashionUnited tuvo la oportunidad de asistir a las celebraciones de CLEC Fashion Festival invitada por su organización.

Photo Credits: Cortesía de CLEC Fashion Festival.

Clec Fashion Festival
Fashion Festival
Valencia