Josep Font expande su universo creativo, de las pasarelas a la mesa
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Vuelve Josep Font. El reconocido diseñador y modista barcelonés, Premio Nacional de Diseño de Moda de 2014, abandona y sale del silencio y del anonimato propios de ese segundo plano en el que tan bien se ha venido desenvolviendo desde que, hacia finales de 2018, se alejase de la dirección creativa de Delpozo, con la presentación de una colección de platos de loza, desarrollada para la firma Vajillas de Ultramar. Una serie de piezas finísamamente trabajadas, y de manera artesanal, desde las que el célebre modista sale a expandir su universo creativo, extendiendo y desdibujando sus límites, hasta ahora constreñidos a los del ámbito propio de la moda y la costura, trayéndolo desde las pasarelas, a la mesa.
Fusionando a un mismo tiempo arte, artesanía, moda y Alta Costura, desde los lazos y puntos de unión que permiten atar a todas y cada una de estas tres acepciones, bajo el nombre de simplemente “La Vajilla”, la colección viene a descubrirse como la más singular colaboración realizada hasta la fecha por el reconocido “atelier” madrileño de cerámicas artesanales, fundado por María José Diaz y Natalia López hace cerca ya de una década. Periodo durante el cual han venido consolidando su posición de firma de referencia en el ámbito de la porcelana artesanal, desde las distintas colecciones que, trabajadas íntegramente a mano, desarrollan desde sus dos talleres ubicados en España. Un trabajo en loza cuya metodología se asemeja a la del trabajo que lleva a cabo un modista para la hora de dar forma a una colección, en lo que, sumándose a la inclinación natural que siente López hacia el mundo de la moda, sector en el que a lo largo de toda su trayectoria profesional ha venido colaborando junto a cabeceras de la talla de Vogue, Elle o Marie Claire, así como junto a casas de la talla de Giorgio Armani, Karl Lagerfeld o Loewe, ha conducido y propiciado finalmente al acercamiento de la firma de hogar hacia la figura del reconocido modista español. Un Josep Font que, si bien es cierto que sigue haciéndonos cómplices de su universo creativo desde sus redes sociales, y mediante iniciativas tan singulares como la de la organización, desde finales del pasado junio y hasta este mismo mes de enero, de la primera gran retrospectiva a su obra que le ha dedicado el Museo Balenciaga de Getaria, se sigue manteniendo en un reservado y comedido segundo plano, desde que se alejase a finales de 2018 de la dirección creativa de Delpozo. Un autoimpuesto retiro que ha impedido el poder seguir disfrutando, desde el ámbito de la moda, de toda la febril creatividad que se destila desde su universo creativo y desde su imaginario, colmado de elocuentes y conmovedoras referencias estéticas y sensibilidades, y para lo que ahora se nos termina por abrir, de la mano de esta colección, una primera rendija. Una suerte de ventana, de la que tan solo esperamos que termine saliendo la primera bocanada de brisa, preludio de más acciones, y de un todavía mayor calado, desde las que se nos permita poder continuar respirando el embriagador aire del universo creativo de Josep Font.
“Esta colaboración” llega y “marca un hito en el mundo del menaje, llevando la artesanía a nuevas alturas”, y en lo que “ha aportado a ambos equipos una experiencia enriquecedora”; durante la que se han desafiado los “límites creativos y técnicos” vinculados a la producción artesanal de piezas de loza, no han dudado en salir a destacar desde la dirección de Vajillas de Ultramar, a lo largo de unas declaraciones que nos hacen llegar desde su misma dirección. Unas palabras de las que igualmente se sirven para enfatizar cómo esta colección “La Vajilla”, ideada por el modista catalán, se erige como “un testimonio de la dedicación y la obsesión por el detalle que caracterizan tanto a Vajillas de Ultramar como a Josep Font”.
“En esta colección de vajilla he querido hacer una interpretación muy personal”, de su universo creativo, “a partir del estudio del volumen, la construcción orgánica y la ornamentación”, explica el mismo Josep Font. Son estos una serie de “conceptos que siempre han estado presentes a lo largo de mi vida”, y que de este modo el célebre modista ha tratado de poner en valor, mediante el diseño de unas piezas que “han sido creadas siguiendo una metodología de trabajo artesanal y cuidada al mínimo detalle, lo que hace que cada pieza sea única”.
Entre lazos, ojales y puntadas
Fabricada a partir de una paleta monocromática en un honesto blanco de reflejos artesanales, la colección, disponible y ya a la venta desde este 24 de enero desde la tienda online oficial de Vajillas de Ultramar, se encuentra integrada por un total de 24 piezas. Artículos modelados en torno a las categorías de plato llano, plato de postre, plato de pan y bol, y desde un total de seis conjuntos temáticos de piezas, diseñados por Josep Font bajo los títulos de “Nudo”, “Lazo Jarrón”, “Flores”, “Rostro”, “Lazo” y “Cala”.
De este modo, y en mayor detalle, la colección cuenta con la línea “Nudo”, un conjunto de cuatro piezas (600 euros), hechas completamente a mano, y que ha supuesto un reto particularmente desafiante para la empresa de loza, en su propósito de responder a la idea del modista de, como principal elemento distintivo de la serie, confeccionar en cerámica un gran lazo en nudo zapatero sobre el filo de las piezas. Con igualmente con un lazo como protagonista, nos encontramos con la serie “Lazo Jarrón”, en esta ocasión compuesta por otras cuatro piezas (600 euros), pero con un lazo con ojal cerámico incrustado en la superficie de las piezas, con el objetivo de servir de jarrón para toda clase de ramas y de flores que lleguen para terminar de componer una sinfonía de sensaciones en torno a la mesa. Unas flores que serán las que igualmente encontraremos protagonizando el set de cuatro piezas de la línea “Flores” (600 euros), en las que, grabadas sobre la misma cerámica de los platos, pero hasta inclusive desdibujando sus márgenes, encontraremos diferentes motivos florales, de tallos y de pétalos. Terminándose de completar la colección compleja de “La Vajilla”, con las cuatro piezas de la línea “Rostro” (600 euros), desde las que se muestra el rostro de una figura femenina; con las otras cuatro de la línea “Lazo” (600 euros), donde este elemento tan característico de la producción de Font en costura vuelve a ponerse en valor, en una forma todavía aún más ligera desde la que solivianta con su levedad a la rigidez de la misma cerámica; y, y ya para terminar, con las cuatro piezas de la línea “Cala” (600 euros), en las que, a imitación de un lirio de agua, se ha dispuesto en el filo de las piezas un jarrón cerámico destinado a albergar distintas clases de ramas y de hierbas, de manera similar a lo que permiten los diseños de la línea “Lazo Jarrón”.
“La Vajilla”, defienden desde Vajillas de Ultramar, se descubre como “una colaboración única que redefine los límites de la cerámica”, producida “de la mano del renombrado diseñador de moda Josep Font”. “Una colección que fusiona arte, alta costura y cerámica”, analizan, desde un proceso creativo, y colaborativo, fruto del cual se ha terminado por alumbrar una completa colección de piezas, que son “testimonio de la adaptación de los motivos clásicos que definen la carrera creativa de Josep Font al mundo de la mesa”. Todo ello al tiempo que, añaden, “cada pieza, meticulosamente trabajada siguiendo una metodología artesanal, refleja”, a su vez, “la ligereza y movimiento característico que Vajillas de Ultramar infunde a la loza”, para lo que además se ha debido de llevar a cabo un proceso especialmente desafiante.
A este respecto, y como reflejo de ese mismo proceso que se descubría tras las distintas colecciones de moda obradas por Josep Font a lo largo de toda su trayectoria, de una exultante simplicidad y sencillez, alcanzadas únicamente tras arduos y rigurosos procesos y metodologías de trabajo, la vajilla presenta esa serie de detalles en formas de “lazos, telas anudadas, flores cerámicas, jarrones para flores naturales y un delicado rostro femenino”. Unos motivos que “funcionan en conjunto como un pequeño desfile en la mesa, cuidado hasta el último detalle y permitiendo apreciar el diseño desde todos los ángulos”, pero para los que “ha sido complejo y desafiante” todo el “proceso de trasladar las ideas innovadoras de Josep Font a la loza”, apuntan desde la empresa de vajillas artesanales. Y es que “simular tejidos en un material rígido ha requerido un minucioso proceso”, a lo que se ha sumado el que además “cada pieza incorpora un sinfín de detalles que dan verosimilitud al diseño”, desde “lazos milimétricamente creados hasta nudos que parecen atados al plato”. Elementos que, eso sí, apostillan, han terminado llevando como resultado hasta “una colección que refleja la dedicación y la maestría de ambos equipos”.