Hechas de hojas de piña: Ecoalf presenta su nueva familia de zapatillas veganas
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Madrid – Dando una vuelta de tuerca más a su modelo firmemente arraigado sobre la defensa de los valores de la sostenibilidad y el medioambiente, como parte de su oferta atemporal de colecciones y productos, desde Ecoalf han pasado a presentar formalmente a su nueva familia de zapatillas sostenibles, confeccionadas con Piñatex. El revolucionario, y bien reconocido, cuero vegano natural hecho de hojas de las plantas de la piña, desarrollado por la igualmente española Carmen Hijosa.
Sin escatimar ni guardar reparos a la hora de repartir alabanzas hacia lo que implica el apostar por el uso de un cuero vegano y natural como el de Piñatex como materia prima para la fabricación de artículos de moda y calzado, en comparación con lo que supondría el uso de un material como el cuero tradicional de origen animal, desde la firma de moda sostenible española remarcan el valor sostenible de esta disruptiva fibra textil, obtenida a partir de los residuos agrícolas naturales generados por la misma industria del cultivo de la piña. Un proceso para el cual, y en consecuencia, subrayan desde Ecoalf, no se requiere el tener que emplear ningún mayor uso de agua o de productos agrícolas, siendo obtenida su principal materia prima, la hoja de la planta de la piña, en su totalidad como un material de desechos que se consigue revalorizar gracias al patentado diseño desarrollado por Ananas Anam; la compañía creada por la española Carmen Hijosa desde la que se encargan de comercializar este cuero sostenible, bajo el nombre de la marca comercial Piñatex.
De este modo, el Piñatex se presenta como “un innovador material procedente de las hojas de las plantas de piña”, una materia agrícola de la que “cada año se desechan 27 millones de toneladas”, nos apuntan desde Ecoalf a través de un comunicado. Siendo así pues “algo que normalmente se tiraría a la basura”, añaden, desde Ananas Anam se revaloriza esta material, hasta el punto que logran convertir estos “residuos agrícolas en tejidos naturales”, a lo largo de un proceso con el que, de manera paralela, se consiguen igualmente crear “nuevos puestos de trabajo en las zonas rurales, al tiempo que se proporciona una segunda fuente de ingresos a los agricultores de piña” de filipinas, región que se destaca como uno de los países líderes en la producción de esta fruta. Pero es que además, y en línea con lo apuntado, “utilizar fibras de hojas de piña no requiere más tierra, agua, fertilizantes ni pesticidas”, subrayan desde Ecoalf, y en contra “limita los residuos de producción” y no conlleva el uso de “productos químicos ‘nocivos’” ni de “productos animales para su fabricación”, consiguiendo igualmente evitar el que, por cada metro lineal de Piñatex, unos “12 kg de emisiones de CO2 lleguen a la atmósfera”.
Hojas de la piña: de desecho agrícola a cuero vegano
Ahondando en las fases del proceso, patentado, que se sigue para su fabricación, como bien ya descubríamos el origen del cuero vegano de piña Piñatex se encuentra radicado en Filipinas. País del que son originarias las hojas de las plantas de la piña que posteriormente sirven de materia prima para la confección de esta fibra alternativa al cuero animal, para lo largo de un proceso que se termina de completar en España o en Italia por una suma de distintas compañías especializadas.
Siguiendo, de manera algo más detallada, por las distintas fases de este proceso, todo empieza en unos campos de cultivo de la piña en Filipinas en los que, tras la cosecha de la piña, las hojas de la planta son recogidas en grandes manojos, de los que unas máquinas semiautomáticas se encargan de extraer las fibras largas de las hojas. En una fase ya posterior, estas fibras se lavan y se secan al sol de manera natural, para posteriormente someterse a un proceso de purificación con el que se busca eliminar cualquier tipo de impurezas, obteniendo como resultado un material de aspecto algodonado.
Para terminar de completar el proceso, es este material, todavía en su 100 por cien hecho de hoja de planta de la piña, el que se termina por combinar con una segunda mezcla de base de maíz, generando una malla de material no tejido que pasa a almacenarse en grandes rollos de lo que comercialmente denominan desde Ananas Anam como Piñafelt. Siendo estas las fibras a las que se llevan como último paso a una etapa final de acabado, durante la que son sometidas a distintos procesos de prensado y teñido, del que como resultado se termina por obtener el cuero vegano de Piñatex que puede ser empleado ya como alternativa al cuero animal para el diseño y la confección de toda clase de prendas de indumentaria y modelos de calzado.
Con las nuevas “Piña Alcudia” como modelo clave
Tomando de este modo este cuero vegano como parte sustancial de los nuevos materiales de los que se han valido para terminar de perfilar sus nuevas propuestas de calzado, de cara a este nuevo curso que arrancamos con la entrada de este nuevo mes de septiembre, es como ahora nos topamos frente a la nueva familia de zapatillas sostenibles de Ecoalf. Un conjunto de diseños que llegan liderados por su nuevo modelo Alcudia hecho con Piñatex, en una apuesta en la que este modelo, disponible tanto para hombre como para mujer, se verá acompañado de una amplia serie de otros diseños de zapatillas.
Así pues, junto a estas nuevas “Piña Alcudia” (189,90 euros) que se descubren como las piezas clave de esta nuevo colección de diseños hechos con Piñatex, como parte ya disponible de la oferta de Ecoalf también podemos descubrir los nuevos diseños “Aralmid” (179,90 euros) y “Aral” (149,90 euros). Modelos todos ellos que han sido confeccionados en España en base al cuero de piña de Piñatex, y que encontraremos fabricados, en lo que respecta al modelo Alcudia como pieza clave de la temporada, en un 46 por ciento de Piñatex, con un 36 por ciento de poliéster reciclado, un 12 por ciento de PLA obtenido del maíz, y con un 6 por ciento de poliuretano. Terminando de completarse su composición con un forro confeccionado en su 100 por cien de poliéster reciclado, una suela fabricada a partir de un 75 por ciento de goma reciclada, y con unos cordones 100 por cien de algodón reciclado, en lo que en suma permite al diseño destacarse como un modelo más sostenible y plenamente vegano.
“Las zapatillas Alcudia se fabrican a mano en el sur de España, por lo que cada par de Alcudias es único y diferente de los demás”, advierten desde la misma Ecoalf, como apunte a este diseño que se completa, como ya indicábamos, con “un forro de poliéster 100 por cien reciclado, una suela de caucho 75 por cien reciclado y cordones de algodón 100 por cien reciclados”. Materiales con los que, añaden, se evita para su fabricación el tener que recurrir al “curtido del cuero”, como proceso para el que, para lo que serían unas “zapatillas convencionales”, se utilizan, sostienen desde Ecoalf, “unos 250 productos químicos, entre ellos toxinas y metales pesados”.
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