Francia se abre, vía consulta pública, a la regulación de los influencers

En una acción pionera a nivel ejecutivo liderada por un gobierno europeo, y de la que no encontramos antecedentes más allá de las acciones que han quedado decretadas en la nueva Ley Europea de Servicios Digitales (DSA), frente a la que están tratando ya de responder desde las propias plataformas y redes sociales desde las que llevan a cabo su actividad, Francia ha iniciado el nuevo año lanzándose a la regulación de los influencers y de los creadores de contenido. Un objetivo para el que el Ministerio de Economía y Finanzas del Gobierno francés acaba de abrir una consulta pública en “make.org”, bajo el dominio “concertation-influenceurs”, de la que cualquiera de nosotros podremos participar desde el 8 al 31 de este mismo mes de enero de 2023, y cuyo resultado bien podría terminar sirviendo de marco a una regulación mucho más amplia, y ya no solo para dentro del territorio francés sino a nivel europeo.

Dirigida especialmente a todos los franceses, pero de la que en cualquier caso como advertíamos cualquiera que lo desee puede llegar a participar con solo acceder y reflejar su opinión sobre cada una de las distintas votaciones que se han abierto en la página online creada para servir de apoyo a esta iniciativa, la consulta pública ha sido abierta por iniciativa propia de Bruno Le Maire. Ministro al frente de la certera de Economía y Finanzas del Gobierno francés, y quien se ha embarcado ahora en esta misión con la intención de poder reflexionar sobre la definición de la figura de los influencers y de los creadores de contenido, con el objetivo último, esgrime Le Maire, de proteger tanto a los consumidores como al propio conjunto de este colectivo, todavía sin definición estricta.

“Los 150.000 creadores de contenido que hay actualmente en Francia son parte de nuestras vidas y suponen una tremenda fuente de creatividad y de riqueza, si las normas son claras y conocidas”, se abría a explicar el propio Bruno Le Maire, a través de un comunicado oficial emitido por el propio Ministerio de Economía y Finanzas de Francia con motivo de la puesta en marcha de esta consulta pública. “Impulsada como parte de una lógica colaborativa con los diversos actores del sector”, entraba a detallar el ministro francés, “esta consulta pública debería permitirnos avanzar en la cuestión sobre la definición de los derechos y deberes de los influencers, pero también en la protección del consumidor”. “El ser ‘influencer’ representa una oportunidad de desarrollo personal y profesional, y forma parte de mi cometido, como ministro de Economía y Consumo, apoyarlos adecuadamente, sin imponer obligaciones desproporcionadas” que ataquen al sector.

Desde regular su actividad a crear una Federación francesa de influencers y creadores de contenido

Como bien se encargaba así pues de adelantar el propio Le Maire en sus declaraciones, partiendo de una fase previa que ha consistido en entablar conversaciones con profesionales vinculados a las autoridades reguladoras, a las principales asociaciones de consumidores, con colegios profesionales, plataformas digitales, con agencias especializadas y con influencers, se han terminado por perfilar un conjunto de 11 medidas, todas ellas estructuradas en torno a 4 temas principales.

De este modo, y protagonizando todas y cada una de estas 11 iniciativas una consulta independiente sobre la que se nos permite pronunciarnos y conocer, en detalle, en qué consistirá o cuál es el objetivo que se trata de perseguir con su aprobación y/o puesta en marcha, entre esta serie de 4 distintos bloques nos encontraremos, primero, con el dirigido a avanzar en los derechos y las obligaciones de los influencers. Objetivo para el que se está proponiendo establecer una definición clara de la figura tanto del influencer como del agente de influencers, con el fin de terminar recogiéndolo en sus justos términos en la ley y en la normativa francesa, o el llegar a marcar las relaciones contractuales que deben regir la relación laboral entre influencers, agencias y marcas, del mismo modo que ya se hace con las que pueden darse entre modelos, artistas y deportistas con sus respectivos representantes. Unos términos para los que en cualquier caso también se contempla la obligatoriedad de llegar a imponer la necesidad de redactar un contrato por escrito.

De otro lado, como segundo bloque de este conjunto de medidas nos encontraríamos con el dirigido a tratar de impulsar un portal dirigido especialmente a tratar de servir de apoyo a los creadores de contenido, facilitándoles el acceso a información y a la normativa relacionada con cuestiones sobre la propiedad intelectual. Medida que, justifican desde el Ministerio de Economía y Finanzas francés a través de esta plataforma, trataría tanto de proteger a los influencers, permitiéndoles acceso a las herramientas con las que defender su contenido, como a cualquier otro titular de una propiedad intelectual que pudiera terminar viéndose vulnerada.

Como tercer bloque de medidas, y reuniendo 3 de las 11 medidas puestas a consulta, nos encontraríamos con el dirigido a las acciones diseñadas de protección al consumidor. Objetivo para el que se plantean aprobar una guía de buenas prácticas para influencers; decretar unas mayores obligaciones a las plataformas a la hora de controlar el contenido que publicitan y comparten los influencers, por encima de las que terminará decretando como obligatorias la entrada en vigor, el próximo 17 de febrero de 2024, de la nueva Ley Europea de Servicios Digitales (DSA); o el hasta incluso llegar a prohibirles, por su cercanía con públicos más jóvenes e influenciables, el llegar a promocionar determinados productos o servicios.

Mientras tanto y ya por último, se plantean igualmente una serie de medidas, a nivel legislativo y normativo, dirigidas a regular la actividad del colectivo, y para las que se contemplan desde la creación de una nueva federación profesional, a la creación de un nuevo sello de garantías que certifique la validez y la veracidad de los servicios y del contenido que se está promocionando. Todo, mientras igualmente se propone el promover un mayor control sobre la actividad por parte de los poderes públicos del estado francés, en lo que, en último término, promueva la propia autorregulación del sector de los influencers que de manera activa deberán de alimentar, en colaboración con esos poderes públicos, desde la ARPP (Autoridad para la regulación profesional de la publicidad) y desde esa futura federación francesa de influencers y creadores de contenido.

Con 8 mesas de trabajo

Para allanar el camino a la aprobación de estas iniciativas, para las que en el marco de esta misma consulta pública igualmente se han abierto vías de comunicación para conocer de qué manera deberían o no modificarse, además de esta consulta, de manera paralela desde el Ministerio de Economía y Finanzas del Gobierno francés se van a poner en marcha durante los meses de enero y febrero un total de 8 mesas de trabajo, desde las que se seguirá profundizando en los temas que se han marcado como “estratégicos” para esta iniciativa.

“Paralelamente a este consulta”, apostillan desde el Ministerio, “en enero y febrero se realizarán 8 mesas de trabajo entre el Ministerio y los principales actores del sector”. Unas conversaciones que en cualquier caso irán centradas a tratar sobre “los cuatro temas predefinidos como principales”, dado que “el objetivo sigue siendo el mismo”, tratar de “proteger a los consumidores y a los influencers, a fin de establecer medidas justas y proporcionadas que protejan la creatividad respetando los derechos de los consumidores”.