El IED Barcelona presenta a sus recién graduados con un desfile desde la sala La Paloma

La moda no sería moda y dejaría de marcar tendencias, sino fuera gracias a la visión, fresca y renovada, que de manera constante y permanente la aportan las nuevas generaciones. De ahí la importancia de, llegados a esta época concreta del año, tratar de prestar una especial atención a las colecciones y propuestas que presentan los recién graduados de las principales escuelas de moda. Una clasificación en la que, con lo que respecta a España, se incluyen centros como el IED Barcelona, desde donde acaban de celebrar el trabajo de sus recién graduados en moda, desde un desfile organizado en la centenaria sala de bailes La Paloma de la Ciudad Condal.

Organizado una vez más bajo el título de “Fashioners of the World”, el desfile sirvió de este modo para que 25 estudiantes del título de Grado en Enseñanzas Artísticas Superiores de Diseño de Moda y del Bachelor of Arts with Honours un Fashion Design del IED Barcelona presentasen sus colecciones de finales de curso, viviendo así la experiencia más cercana y completa a la que podrán disfrutar, en el mejor de los casos, todos aquellos que consigan seguir dando alas a su sueño de lograr labrarse una carrera propia en el siempre competitivo mundo de la moda. Un objetivo para el que se han estado formando durante este ciclo académico al que han pasado ya a poner su broche de oro, presentando sus colecciones de final de curso frente a una audiencia entre la que no faltaron profesionales con una larga y consolidada dentro del sector y miembros del mismo equipo educativo del centro de enseñanzas.

“Con el desfile anual de moda”, entran a destacar desde la dirección del IED Barcelona, los estudiantes del centro “han puesto el broche de oro a su etapa académica en la escuela de diseño”, mediante la presentación de unas “propuestas inspiradas en la sostenibilidad, el autodescubrimiento o la inclusividad”. “La diversidad de género, de cuerpos y tallas, y la influencia de la familia o la política”, valoran, “han sido otros de los temas centrales de las colecciones” de este año. Asuntos todos ellos que los alumnos del centro han tratado de expresar “a través del empleo de tejidos y materiales sostenibles”, además de con “las últimas tecnologías de vanguardia” para aplicación dentro del ámbito de la moda.

Entrega de los premios de final de curso

A la largo así pues de un evento que se terminó por desarrollar con la colaboración de Studio1o, empresa especializada a la búsqueda y la promoción de marcas y de creativos independientes, el desfile de final de grado terminó sirviendo a su vez de telón de fondo para la tradicional entrega de premios a la Mejor Colección, al Mejor Fashion Film, al Mejor Shooting y a la Mejor Ilustración de Moda, realizadas por los alumnos del centro. Unas distinciones que se encargaron de acordar los miembros de un jurado internacional, integrado en esta ocasión por profesionales de la talla de la directora de cine Isabel Coixet; del fotógrafo Manuel Outumuro; del ilustrador Jordi Labanda; la del diseñador, y exalumno del IED Barcelona, Luis de Javier; la de Elisa Pervinca, editora ejecutiva de Vogue Talents; la de Olya Kuryshcuck, fundadora y editora de la plataforma 1Granary; y contando igualmente con la presencia de Youwie Roes, creative talent manager de la plataforma de gestión y contacto de perfiles creativos y singulares Eyes on Talent.

Como fruto de sus deliberaciones, se acordó que el principal de todos los premios, el Premio Franca Sozzani a la Mejor Colección de final de curso del IED Barcelona, fuera a parar a manos de la joven diseñadora Claudia Sala, por su colección “090623”. Título que hace referencia a la fecha exacta en la que la alumna finalizó su tesis de final de curso, y con el que Sala trata de invitarnos a reflexionar sobre el paso del tiempo, mediante una concatenación de estilismos armados sobre una sobria paleta cromática compuesta a base de tonalidades oscuras y acentos en tonos pistacho y azules, a los que recurre para perfilar unas piezas de líneas clásicas, desestructuradas desde la actual visión posmoderna de la diseñadora.

De la Mejor Colección al Mejor Fashion Film

Completando los premios de este año, también se hicieron entrega del Premio Isabel Coixet al Mejor Fashion Film, que fue a parar a manos de la diseñadora Paula Azategui gracias a una atrevida grabación de tintes distópicos, que puede visualizarse desde el canal oficial del IED Barcelona en YouTube, de su colección “No land to call or own”; del Premio Manuel Outumuro al Mejor Shooting, mención que el jurado otorgó a la diseñadora Ariadna Rahola por las imágenes de su colección “Lolita”; y del Premio Jordi Labanda a la Mejor Ilustración de Moda, que se otorgó a la diseñadora Kimberly Felix Matos por su colección “Commune”.

En relación a cada una de estas propuestas, sobre “No land to call or own” desde el IED subrayan cómo el diseño de unas “prendas transformables” sirve de reflejo de esa “mutación de los seres humanos” que se plantea como vía “para adaptarse a esta nueva realidad caótica” que presenta la diseñadora. Un aspecto este último que, añaden desde el IED, “se ve reforzado con el empleo de estampados de colores desaturados, mezcla de telas (mezclilla, gabardina o tul) o manipulaciones artesanales”.

Mientras tanto, en lo que respecta a “Lolita”, la colección de Ariadna Rahola ganadora del premio al Mejor Shooting, se muestra como una propuesta ideada en forma de homenaje a la abuela de la diseñadora. Una figura que recupera “a través de cinco looks unidos por dos deportes”, representados “a modo de metáforas de su fascinante personalidad: la vela (faceta artística) y el rugby (fortaleza de carácter)”. Deportes que de este modo se terminan elevando como los pilares centrales de la propuesta, en la que los “patrones de rayas inspirados en los polos de rugby y lunares que evocan la marca de los tacos del calzado deportivo en el césped”, se combinan con “tejidos técnicos inspirados en la vela, como el nilón” y toda otra clase de “tejidos fluidos”, como el cupro y viscosas, mientras se añaden “detalles en piel y seda”.

Para terminar, nos encontramos ya con los estilismos de “Commune”, una colección de prendas femeninas desde la que se hace “referencia al paralelismo del entorno y vida de los insectos” con “el mundo en que vivimos enalteciendo los trabajos del día a día de la sociedad”. Aspectos que la diseñadora ha tratado de reflejar sobre los cuatro estilismos que componen esta propuesta, pensados para “una mujer llena de vida y color”, y que se destacan “por la riqueza” de unos tejidos, de gabardina, de sedas y rasos, que “han sido manipulados con estampados y bordados confeccionados de manera artesanal”, como base para unas piezas que aún así resultan “versátiles” y que han sido especialmente pensadas para que “cada consumidor pueda usarlas y combinarlas a su gusto”.