Desigual consolida su línea de joyería con una última colección “cocreada con la naturaleza”

Madrid – Lo que empezó con aspiraciones de no ser más que una puntual manifestación de creatividad auspiciada bajo el paraguas de Desigual, ha pasado a consolidarse ya como una línea más de su ecosistema como marca de “lifestyle”, mediante el lanzamiento de la segunda colección de joyería de la firma de moda española. Una propuesta que llega diseñada una vez más por Gala Meyer, hija de Thomas Meyer —el propio fundador de la marca—, en esta ocasión a través de un proceso con el que ha entrado, defiende la misma diseñadora, a “cocrear” las piezas junto a la misma naturaleza marina que inspiran al conjunto de las joyas de esta colección.

Diseñada bajo el concepto de “Almar”, fruto de la suma de las acepciones y de toda la simbología a la que se encuentran atadas los significados de las palabras “Alma” y “Mar” sobre las que se ha terminado por construir la propuesta, esta segunda colección de joyería de Desigual viene a tomar el testigo de la primera colección “Desigual x Zalio” —la marca de joyas creada por Gala Meyer— con la que la firma abría esta nueva línea de su “universo” creativo, el pasado mes de noviembre de 2022. Una activación cuyo éxito ha terminado por dar paso a esta consolidación de la línea de joyería de Desigual, con el lanzamiento de esta segunda propuesta compuesta de piezas inspiradas en el mundo marino, y construidas a partir de caracolas y de conchas que la misma diseñadora se encargó de recoger, siendo niña, a las mismas orillas del mar.

“Crear esta segunda colección ha sido todo un reto”, se abría a explicar la misma Gala Meyer a lo largo de unas declaraciones difundidas desde la dirección de Desigual. Y es que si bien “la primera vez no tenía, por decirlo así, expectativas o pautas”, de modo que resultó ser “todo muy orgánico”, en esta ocasión “contaba con más información sobre qué les ha enamorado a los clientes de mis piezas”. A partir de esas impresiones, detalla, “he conjugado sus expectativas con lo más importante para mí, que es el mensaje que comunica cada joya y la conversación que quiero entablar con el mundo”.

Ahondando en esas diferencias entre el proceso creativo que dio paso a la primera colección de joyas, y del que se ha servido Meyer para perfilar esta segunda, “en la primera colección, modelé con mis manos cada pieza en cera”, mientras que “ahora, he tenido un rol diferente, casi de intermediaria entre el público y lo que cuentan el mar y el tiempo a través de las conchas y los corales”. Siguiendo con este tono de marcado acento poético, para diseñar cada pieza “he escuchado lo que cada una de ellos tenía que decir, qué mensajes ocultaban y los he trasladado a las piezas”, en lo que “diría que ha sido un proceso de cocreación con la naturaleza”, así como “muy enriquecedor”, durante el que “he descubierto una nueva parte de lo que significa trabajar en una marca como Desigual”.

Una colección unisex construida a partir de conchas y corales

Disponible y a la venta desde finales del mes de julio a través de la tienda online oficial de Desigual, y en España además también desde las tiendas con las que la marca cuenta en la calle Preciados de Madrid, en la Plaza Cataluña de Barcelona, en la tienda de la terminal T1 del aeropuerto de Barcelona, y en la tienda de la que dispone frente al paseo marítimo Mare Nostrum de la Ciudad Condal, en los bajos de su sede corporativa, la colección se compone por un total de 20 piezas. Unos diseños todos ellos inspirados en elementos y figuras tradicionalmente ancladas al mundo marino, que encontraremos en acabados de baño de oro de 18 quilates o en plata de 1ª ley, con, según la pieza, detalles en forma de incrustaciones de circonitas de colores.

Sosteniendo de este modo esta segunda colección de la línea, ya consolidada, de joyería “Desigual x Zalio”, nos volveremos a encontrar con una amplia variedad de piezas de joyería, para las categorías de anillos, pendientes, brazaletes, colgantes y colgantes de tipo “choker”. Unas piezas que, defienden desde Desigual, se destapan con un marcado carácter unisex, y que cuentan con un precio de venta de oscila de entre los 59,95 euros de distintos modelos de anillos y pendientes, hasta los 99,95 euros de los originales pendientes largos en forma de coral, o los 129,95 euros del colgante en forma de estrella de mar, bañado en oro o en plata y con lazo de tul ajustable. Una pieza de joyería que se destaca como la pieza clave de esta colección de piezas, todas ellas inspiradas en elementos marinos en forma de corales, conchas, estrellas y toda otra clase de construcciones orgánicas de líneas abstractas. Unos motivos de entre los cuales cabe volver a destacar, por su significado y por el proceso que ha llevado hasta su última construcción, el que todo el conjunto de diseños se ha creado a partir de esas mismas conchas y caracolas que la diseñadora se había venido encargando de atesorar desde niña.

“En esta colección, hay piezas hechas con caracolas que recogí de pequeña”, y que “con mucho cuidado, las guardaba, sabiendo que llegaría un día en que les encontraría una misión”, detalla a este respecto la misma Gala Meyer. Y es que dando buena salida a ese incierto propósito, “las formas de las joyas están sacadas de los moldes de caracolas y de corales reales”, explica. Es “a partir de sus formas y de sus texturas”, desde donde “he desarrollado cada una de las piezas, respetando la creación de la naturaleza y la intervención del tiempo”, y “dejando que contaran sus propias historias, juntándolas como en un collage, entablando una conversación entre yo misma y lo que ya existe”. Un proceso que, como resultado, ha dado paso a una colección compuesta como de “pequeños tesoros” marinos que “cuentan grandes historias de los rincones del mar”.

“Las piezas apelan a personas que quieran demostrar su singularidad, tanto si ya forman parte de la comunidad Desigual como si conectan a través de ellas por primera vez con la marca”, defienden desde la dirección de la misma firma de modas. Unas palabras a las que la misma Meyer añade el que “en las piezas, laten dos energías en armonía: una que yo interpreto como eminentemente femenina, por el propio mar y las formas de conchas y de corales y su relación con la matriz”, y “otra más masculina, por el fuego y el sol”. Por ello, y ya pueda sentirse uno hombre o mujer, “creo”, apunta la diseñadora, “que cada persona, según su equilibrio interior de fuerzas y energías puede conectar con unas o con otras”.