Adolfo Domínguez entra a revisitar la bolsa de basura en su última colección sostenible

Después de enseñarnos a mirar, y a apreciar, con otros ojos a todo aquello que se escape de los cánones preestablecidos, intenciones que dejó meridianamente claras con la puesta en marcha de aquella potentísima campaña organizada bajo el eslogan “la arruga es bella”, un mantra convertido ya a día de hoy en una buena síntesis de todo lo que defiende como valores propios de la casa, desde Adolfo Domínguez dan un paso más en esa misma dirección, ahora añadiéndole una marcada connotación sostenible. Principio este en el que se sustentan las principales características de la nueva colección sostenible lanzada por la firma española, confeccionada a partir de una suma de procesos más sostenibles y de materiales reciclados.

Diseñada bajo el nombre de “Antropoceno”, y disponible en parte ya tanto en los establecimientos físicos de la marca como a través de su página online oficial, la colección se integra dentro de la oferta comercial diseñada por Adolfo Domínguez de cara a la próxima temporada Otoño/Invierno de 2022/2023. Campaña frente a la que se han decidido a armarse con esta singularísima propuesta de prendas y complementos tanto para mujer como para hombre, artículos todos ellos que han sido confeccionados a partir de materiales reciclados, y con la bolsa de basura, con sus formas, materialidades y características, como principal motivo de inspiración.

“Si la basura hablara contaría historias de lo que comemos, lo que anhelamos, lo que somos”, explican, desde una postura ciertamente poética, desde la propia Adolfo Domínguez. Partiendo de ese estímulo, que además casa a la perfección con la moda ponible y para ser llevada que siempre han defendido desde la firma española, “hemos transformado el desecho en una sugerencia”, añaden, abriéndose así a un camino que les ha conducido a modelar una serie de “prendas urbanas de inspiración deportiva”. Piezas todas ellas, apuntan, con ajustes elásticos y hechas de materiales reciclados, e “inspiradas en la bolsa de basura cotidiana”.

Con la bolsa de basura como un más que simbólico leitmotiv

Terminando de este modo por poner en valor un elemento tan cotidiano y minusvalorado de la vida de todos como resulta ser la bolsa de basura tradicional, no dejan de resultar especialmente llamativas las connotaciones con las que, con su revisitación, desde Adolfo Domínguez terminan por dotarla. Siendo así una pieza que, de la mano de la firma española, se desnuda ante nuestros ojos como ese nexo existente que se da entre la proliferación de esos materiales y residuos plásticos a los que se está tratando de poner freno —la mayoría de las bolsas de basura siguen haciéndose de derivados del petróleo—, y del otro lado de toda esa variada clase de materiales de desechos y de residuos que están llamados a albergar en su interior las mismas bolsas de basura. Restos hasta hace bien poco sin mayor salida que la de terminar incinerados o hacinados en vertederos, pero que ahora son precisamente los que la propia industria de la moda y del textil, entre otras, está tratando de convertir en la nueva materia prima que actúe y sirva de base para su futuras colecciones de corte disruptivo. Colecciones como la que ahora nos presentan desde Adolfo Domínguez.

Sobre una misma paleta cromática compartida tanto para la colección femenina como para la masculina, a base de tonalidades blancas, negras y beige, junto a acentos en naranjas y rojos para ellos y para ellas, respectivamente, nos encontraremos con una amplia colección de profundos sabores orientales y nórdicos. Distinguiéndose dentro de la colección femenina piezas como una chaqueta de corte kimono en tres tonalidades (229 euros), una blusa asimétrica (89 euros), un vestido kimono con cinturón (229 euros) o un conjunto de top (89 euros) y pantalones jogger (139 euros) ajustables. Prendas que encontraremos confeccionadas en materiales como viscosa, nailon y poliéster reciclado, encargándose de completar la colección una serie de complementos como un chal acolchado, distintos modelos de bolsos y mochilas en poliéster y nailon reciclado, o diferentes diseños de pendientes y anillos elaborados en zinc y resina.

Mientras tanto, en lo que respecta a la colección para hombre, recurriendo a mismo lenguaje y materialidades, como prendas igualmente a destacar nos encontramos con un cortavientos de nailon tricolor (279 euros), una sudadera naranja de cuello de caja en algodón (129 euros), o con una singular chaqueta tipo bomber de nailon convertible en mochila (239 euros). Piezas que desde la propia Adolfo Domínguez no dudan a la hora de apuntar a poder combinarlas con buena parte de esos complementos que, pese a situarse dentro de la línea para mujer de esta colección “Antropoceno”, ofrecen no obstante una naturaleza inclusiva y sin género.

Con un “vestido globo” como pieza clave

Además de lo indicado, y sobresaliendo como una pieza especialmente singular de toda la colección, nos encontramos con un vestido globo confeccionado en poliéster reciclado (229 euros). Un modelo de corte asimétrico, hombro descubierto y falda abullonada, con cinturón de ajuste en la cintura y largo por encima de la rodilla, que se presenta como la manifestación más “sincera” de esa inspiración en la bolsa de basura que ha guiado la ideación de esta nueva colección sostenible de Adolfo Domínguez.

“Hemos mirado la bolsa de basura con otros ojos”, con el fin de “confeccionar este vestido globo” hecho en “poliéster reciclado, obtenido a partir de botellas PET”, explican de manera detalla desde la firma española. Para darle forma, añaden, “hemos seguido los volúmenes y frunces de la bolsa de basura”, para terminar confeccionando “un vestido que ensalza los pliegues y caídas de este objeto cotidiano”, para dar como resultado a una pieza que se eleva, defienden, como “pura sastrería pop”.