080, día tres: del debut de Guillermo Justicia, a Samantha Hudson desfilando para Dominnico

Madrid – Esperada como agua de mayo por los apasionados seguidores de más de una de las casas de moda protagonistas de la jornada, tras las presentaciones del primer y del segundo día de desfiles de esta 33ª edición de la 080 Barcelona Fashion, el certamen se abría este jueves, 11 de abril, a la tercera jornada de celebraciones. Día durante el cual, y siguiendo con lo programado en su calendario oficial, terminaron descubriendo sus últimas propuestas en moda desde el Recinto Modernista de Sant Pau de la Ciudad Condal las casas de moda Free Form Style, Guillermo Justicia, Lebor Gabala, 404 Studio, Velásquez, Menchén Tomàs y Dominnico.

Free Form Style: moda inclusiva, desde el Estados Unidos de mediados del XIX

Encargándose de abrir esta tercera jornada de desfiles oficiales, aterrizaba sobre la pasarela de 080 la moda inclusiva y no normativa de Free Form Style, la casa de modas barcelonesa con conciencia social fundada en 2018 por la pareja de emprendedoras formada por Marina Vergés y Carolinea Asensio. Un simbólico y reivindicativo papel el que pasaban a ocupar como primera firma en desfilar de la jornada, y que ejercían desde la presentación sobre la pasarela de “Només un día perfecte” (Solo un día perfecto); última propuesta en moda inclusiva y para todo tipo de cuerpos de la casa, en esta ocasión inspirada en la ropa de trabajo estereotipada que se lucía de manera generalizada en los Estados Unidos de mediados del siglo XIX. Un motivo inspiracional que, en relación con esta propuesta, terminada por desvelarse en una doble lectura, con de un lado reivindicando el poder crear moda para esos cuerpos no normativos a los que se dirige de manera especial la etiqueta, y del otro reivindicando igualmente al tiempo el que la diversidad funcional no debería de suponer ninguna clase de condicionante para la hora de poder incorporarse al mundo laboral.

“Diseñamos con un enfoque en cuerpos no normativos”, y “para que todas las personas se sientan representadas y bienvenidas en nuestra colección”, enfatizan al respecto desde la dirección de la firma a través de una nota. Desde esa misma perspectiva, entran a detallar, “la colección se basa en la vestimenta de trabajo de mediados S. XIX, en Estados Unidos”, inspiración que ha servido de base para, “con un patronaje contemporáneo y alternativo”, crear una serie de prendas que se caracterizan especialmente por su “libertad de movimiento”, al tiempo que, en su conjunto, ofrecen “un estilo estético coherente con las piezas icónicas de la cultura tejana”. Es justamente “la historia y la tradición de esta cultura” la que “nos proporciona una base sólida para crear prendas adaptadas a diversas necesidades corporales”, intención que ha cristalizado, en una colección más, en piezas con “cortes y ajustes” que se adaptan incluso a “personas que se desplazan en silla de ruedas”, pero “manteniendo la esencia y el estilo de la época vaquera”.

Guillermo Justicia: el caos como evolución del orden

Como segunda protagonista de la jornada, la casa de modas homónima del diseñador emergente catalán Guillermo Justicia ha debutado sobre la pasarela de 080 presentando su primera colección “Mycorrhizal”. Una hermosísima propuesta de género fluido para chico y para chica, que, inspirada en la relación simbiótica entre las raíces de los hongos y de las plantas, termina de elevarse a partir de ahí en una suerte de reflejo de cómo el universo tiende al orden, desde su aparente caos, que no deja de ser muestra de la continua evolución y cambio bajo el que se encuentra sometido. Un mensaje que no deja de tener no pocas implicaciones con las que puedan ser las problemáticas y las trayectorias de nuestras propias trayectorias vitales, y al que el diseñador, de tan solo 24 años, ha terminado de dar forma a partir de prendas clásicas del armario tradicional masculino y femenino, reconstruidas y revisitadas en clave posmoderna.

“‘Mycorrhizal’ es una colección inspirada en las micorrizas”; la “relación simbiótica entre las raíces de los hongos y de las plantas”, desde la que los distintos organismos “obtienen beneficios los unos de los otros” y que al tiempo resultan “indispensables para la supervivencia de los ecosistemas”, detalla el diseñador. “Hechos como este”, añade, ponen en evidencia a “un universo donde domina el caos i la aleatoriedad”, pero en el que “todo parece llegar a un equilibrio, un orden”. Y es que, advierte Justicia, “todo lo que nos rodea está conectado entre sí y tiene una relación de dependencia”, desde la que se termina por “establecer un orden dentro de este caos”. Desde esta perspectiva, y queriendo poner en valor esas impresiones a través de esta propuesta, desde “esta colección he querido experimentar con volúmenes, siluetas, estampados y colores, buscando transmitir armonía y delicadeza dentro de un caos total”. Propósito que el diseñador ha tratado de llevar a cabo “combinando detalles de prendas clásicas, que a partir de modelaje y collage, se han convertido en otras totalmente experimentales”.

Lebor Gabala: viaje a Escocia, sobre lanas y punto

Cediendo toda la importancia de su presentación al valor consustancial de las propias prendas, como tercera protagonista del día desfilaba desde el Recinto Modernista de Sant Pau la última propuesta de moda de Lebor Gabala, la casa de modas de la diseñadora Maite Muñoz. Firma desde la que terminaron por dar a conocer su colección “Eco de las Tierras Altas”, para la temporada Otoño/Invierno 2024; propuesta inspirada en la región de los “Highlands” de Escocia, en una elección de motivo que ha llevado a la creativa a terminar por componer una propuesta que, siguiendo con el que viene siendo uno de los pilares de referencia de la casa, se caracteriza por el uso de finas materias primas y tejidos, con la lana y las prendas de punto como protagonistas de una colección en la que no faltan los tradicionales motivos en tartán, y que, al igual que las impresiones en las Tierras Altas de Escocia, avanza desde el negro más profundo de sus noches, hasta el más vívido de los verdes de sus valles y al azul profundo del mar del norte.

“La colección Otoño/Invierno 2024 es un viaje a los ‘Highlands’, a su naturaleza desbordante de intensos colores y a sus tradiciones”, sintetizan a este respecto, de manera certera, desde la dirección de la firma de moda española. Partiendo de ahí, la colección se descubre a través de “abrigos y chaquetones de lana merino extrafina en jacquard de rombos” y en “cuadros inspirados en los tartanes escoceses”, con “trencas en pata de gallo y en espiga que capturan la esencia de los clásicos”. Encargándose de terminar igualmente de armar la propuesta unas “prendas de punto ‘oversize’ en gruesas lanas, que evocan el alma trashumante de las Tierras Altas”; unos “finos jerséis en mezcla de cashmere y lana merino superfina que se sienten como una segunda piel”, y que se descubren como ideales “para construir capas y resguardarse del frío”; y unas “camisas amplias y faldas, realizadas en un suave tejido de cuadros tartán”, que “completan la colección”.

404 Studio: el mañana de la artesanía

Acentuando el perfil más experimental, y emergente, de esta 33ª edición de la 080 Barcelona Fashion, marcando el punto de inflexión entre las siete presentaciones programadas para la jornada, desembarcaba sobre la pasarela barcelonesa la firma de moda valenciana 404 Studio, de la galardonada diseñadora Anaïs Vauxcelles. Creativa que, con el tejido en crochet —confeccionado a mano— nuevamente como protagonista, ha terminado presentado su última colección “Ghost in the Shell”; propuesta inspirada en el futuro distópico de la serie manga homónima, y en la película de la saga protagonizada por Scarlett Johansson de 2017, desde la que, con más preguntas que respuestas, la diseñadora valenciana trata de salir en defensa del valor del trabajo artesanal, así como de su evolución a través de nuevas formas de expresión, frente a un futuro cada vez más echado en brazos de la “fría” tecnología y automatización.

“¿Qué es la artesanía? No es un vestido deshilachado ni utilizar materiales sin tratar o el color beige como bandera, no es un tipo de estética ni un producto, es un modo de trabajo”, es “el gesto” y “la personalidad de la persona que hay detrás” de cada trabajo, defiende Vauxcelles. Desde esa manera de entender y de defender el trabajo artesanal, desde 404 Studio se avanza hacia una “artesanía evolutiva”, argumenta, entendida “como forma de desarrollo y cambio, pero también como forma de volver a nuestros orígenes”, porque “la artesanía también es memoria, es humanidad”. Y partiendo de esa relación, de cara a “un futuro cercano, quizá la artesanía sea” precisamente “la forma de enseñar al ser humano como ser humano, cómo volver a la raíz” de lo que es, por justamente todo ese bagaje y esa historia que se oculta tras sus minuciosos métodos de trabajo. Pero, “si no conoces la artesanía porque vives en un mundo digital, ¿cómo sabes que es ser humano?”, se pregunta la diseñadora desde un punto de vista ya distópico. En respuesta a estas preguntas, es como se nos presenta esta colección inspirada en “un futuro a lo ‘Mad Max’ y ‘Ghost in the Shell’”, que 404 Studio viste con la artesanía de siempre, pero con las formas del mañana.

Velásquez: la moda como espacio de expresión

En un viaje de fantasía hasta una realidad alternativa que nunca existió, el diseñador colombiano Mateo Velásquez ha debutado por primera vez sobre la pasarela de la 080 presentado “Barequero”, la colección de su casa de modas homónima para la temporada Otoño/Invierno 2024. Una propuesta inspirada en los barequeros, nombre que reciben los trabajadores de la minería artesanal de oro que se practica y que ha marcado la historia de la localidad colombiana de Marmato de la que es oriundo el diseñador; municipio que tras este guiño es el que se nos descubre como el auténtico motivo inspiracional de esta colección, y al que nos invitaba a viajar desde la misma el creativo para conocer a su heterogénea sociedad. Un pueblo que Velásquez no duda en salir a deconstruir y reconstruir, a través de sus prendas, fantaseando con borrar todo gesto patriarcal, sexista y homófobo como a los que debió de hacer frente durante su infancia, en una última muestra de las intenciones de la casa de moda emergente de crear espacios libres para la expresión y el desarrollo de la identidad de cada persona.

“Velásquez, como marca, está en un viaje perpetuo de reclamar y defender el espacio propio del individuo”, no guarda reparo alguno en salir a reivindicar la firma de moda emergente. En ese propósito que emerge como columna vertebral de la casa de modas, para lo que respecta de manera concreta a esta colección, son “el patrimonio cultural y los recuerdos de la infancia en Colombia”, y en Marmato, del diseñador, los que le sirven para mostrar y desnudar su pasado, “fantaseando”, desde esta propuesta y desde sus distintas prendas, “con una crianza diferente en la que la desaparición de una sociedad patriarcal, sexista y homofóbica habría tenido un impacto muy diferente y positivo en los marginados de una generación”.

Menchén Tomàs: junto a la piscina, con Slim Aarons

Con las inmortales y siempre aspiracionales fotografías de Slim Aarons junto a mares, lagos y piscinas como principal motivo de inspiración, la casa de modas barcelonesa Menchén Tomàs, de la diseñadora Olga Menchén, regresaba en una edición más a la 080 para presentar su colección “Poolside”. Una propuesta desde la que, a través de ricos y coloridos vestidos y conjuntos, entre los que tampoco faltaron algunas contadas piezas especialmente diseñadas para el hombre, la creativa ha salido a recrear la mágica —y exclusiva— atmósfera que exuda la obra del célebre fotógrafo estadounidense, reconstruyéndola y llevándola a la vida sobre la pasarela del Recinto Modernista de Sant Pau. Todo, desde una colección que se erige al tiempo en manifiesto y reivindicación del lujo que supone el deleitarnos a nosotros mismos con el goce del disfrute del tiempo, pero sin la pretensión de querer, ni pretenderlo, convertirlo en una muestra de nada ante nadie de la sociedad; apunte que parece ir especialmente dirigido a ese gusto actual por querer desnudar nuestro tiempo libre a ojos de cualquiera a través de las redes sociales.

“No se trata tanto de quién es quién en la sociedad, sino más bien de disfrutar del tiempo libre”, y del placer, y el lujo, que supone estar “junto a la piscina con amigos, descansando descaradamente al mediodía de un día cualquiera”, explican desde la casa de modas. Desde esa filosofía, se ha querido poner el acento en cómo se descubría esa “manera” de emplear el tiempo libre para el autodisfrute, “visto a través del retrato íntimo de unas vidas muy privadas” que terminaron por ser “recogidas por la cámara de Slim Aaron”. Fotógrafo responsable de captar unas “imágenes donde los protagonistas no son los invitados sino la propia piscina”, con “sus detalles, tonalidades, colores, el agua, el sol y las vistas al mar”. Destellos y motivos principales que terminaban por dar forma a unos “momentos de fantasía real y aspiracional”, y que la diseñadora ha tratado de recrear desde esta colección, a partir de vestidos y prendas ricamente confeccionadas con “bordados, sedas, gasas y algodón”. Elementos puestos al servicio de la construcción de una atmósfera de “ambiente festivo” como la que reflejan las fotografías de Aaron, pero en este caso llevada a la vida a través de “prendas atemporales, duraderas y fluidas”.

Dominnico: un universo marino, en clave manga y estética “balletcore”

Con la siempre polémica y controvertida Samantha Hudson tomando el testigo de Carmen Lomana como “estrella invitada” de la firma, pero no a su “front row”, sino a dentro de la misma pasarela, la casa de modas Dominnico, del diseñador alicantino, afincado en Barcelona, Domingo Rodríguez Lázaro, se encargaba de poner el broche de oro a esta tercera jornada de desfiles en 080 con la presentación de su colección “Hook”, para la temporada de Otoño 2024. Una colección inspirada en el mundo marino, particularmente en su vertiente naval protagonizada por barcos y marineros, estética que el diseñador ha entrado a conjugar con su particular y propio estilo arraigado en la estética manga, y todo ello barnizado con una sutil pátina en tendencia “balletcore”. Una suma de tensiones que han terminado por dar paso a una nuevamente atrevida propuesta, armada sobre una paleta cromática en la que vuelven a dominar las coloraciones malvas y “pink”, junto al azul índigo de las prendas vaqueras y con el verde lima y el marrón chocolate como acentos tonales.

“La estética Dominnico vuelve a ser el punto de partida de la propuesta de la firma para el invierno que viene”, detallan al respecto desde la casa de modas. Desde esa apuesta, y recurriendo a “las siluetas ‘best seller’ de la casa”, el diseñador “aborda esta nueva colección desde una perspectiva ecléctica y recargada”, construyendo un “mundo marino” propio “a través de elementos como blondas, tejano, piel y pelo reciclados”, junto a “remaches y piezas metálicas, todo ello enmarcado dentro de la estética ‘balletcore’”, y de una paleta de colores en la que, siguiendo con lo ya apuntado, “predominan los clásicos pasteles con la aparición del verde lima, el denim oxigenado y los marrones”, tonalidades todas ellas además aderezadas con “incrustaciones de pedrería”.