Zara e Inditex, condenadas a reconocer una nueva “enfermedad profesional”

Madrid – Las dependientas y los dependientes de tienda de las cadenas de la multinacional de la moda española Inditex, una cartera de firmas de moda propias integrada por marcas tan populares como Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho o Zara Home, están de enhorabuena, después de que un juzgado de Santiago de Compostela haya dictado a su favor, desde una sentencia que obliga a la compañía a reconocer como “enfermedad profesional” la patología tendinosa crónica del manguito rotador. Una dolencia hasta ahora no calificada como tal, a pesar de los numerosos casos que afectan a los miembros del personal de tienda de las cadenas de la multinacional.

Según a este mismo respecto se han encargado de anunciar desde la Confederación Intersindical Galega (CIG), sindicato más representativo de los trabajadores de tienda de Inditex en Galicia, el Juzgado de lo Social nº 4 de Santiago de Compostela acaba de dictar sentencia a favor de la CIG, en el caso que la organización sindical venía manteniendo ante los tribunales contra la aseguradora privada Fraternidad-Muprespa, contra Zara España, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), la Tesorería General de la Seguridad Social y contra el Servicio Gallego de Salud (Sergas). Entidades todas ellas contra las que el Juzgado ha terminado dictaminando en contra, desde una sentencia que las obliga a reconocer la patología tendinosa crónica del manguito rotador como una enfermedad profesional de los trabajadores de Inditex.

Como base de sus reclamaciones, se encuentra así una dolencia que, han defendido en todo momento desde la CIG, se encuentra provocada por el trabajo repetitivo que llevan a cabo las dependientas y los dependientes de tienda de las cadenas de Inditex, desde las tareas vinculadas a su actividad laboral consistentes en tener que, a diario, tener que levantar repetidamente los brazos para colocar o recoger la ropa en las tiendas. Unas tareas que, añaden, desde la misma Seguridad Social en su informe elaborado a razón del juicio, habrían estimado que representan el 90 por ciento de la carga de trabajo diaria de un dependiente de tienda de una cadena de Inditex, sirviendo así de caldo de cultivo para la aparición de unas dolencias para las que, aún con todo, hasta ahora no habían podido beneficiarse de la cobertura que se le brinda a cualquier dolencia tipificada como “enfermedad profesional”. Un reconocimiento para el que desde la CIG censuran el trato que les habrían estando brindando desde la mutua aseguradora, a la que hacen partícipe y cómplice de la falta de protección a la que han tenido que venir haciendo frente los trabajadores por esta falta, hasta ahora, de reconocimiento de la dolencia como una enfermedad directamente derivada de su actividad profesional.

Se trata esta de una enfermedad que “está provocada por el trabajo que realizamos cada día levantando los brazos por encima de los hombros para colocar o recoger ropa en las estanterías, tanto de la tienda como en el almacén”, no ha dudado en querer salir a defender Carmiña Naveiro, presidenta del comité sindical de Zara en La Coruña y representante de la CIG, a lo largo de unas declaraciones compartidas desde la misma organización sindical gallega. Una vinculación con la actividad laboral que, añade, desde el propio INSS se encargaron de reconocer, certificando que “el 90 por ciento de nuestras funciones diarias consisten en este tipo de movimientos repetitivos, que acaban desencadenando este tipo de patologías”. Unas dolencias sobre las que “estamos hartas”, dado que “cada vez hay más trabajadoras con este problema”, para el que además “cada vez que vamos a la mutua tenemos que escuchar que esto es algo genético o que ‘ya lo tenías de antes’”, una suma de “excusas para no reconocerlo” como enfermedad laboral. Una cuestión para la que además, censura Naveiro, la aseguradora “no se molestó en comprobar las causas” de las dolencias “en ningún momento”, subrayan desde la CIG, como tampoco de comprobar “nuestras funciones reales o cómo se realiza el trabajo”.

“Ya era hora de que nos dieran la razón”

Frente a esta manera de proceder por parte de la aseguradora, y después de que durante varios años, sostienen desde la CIG, desde la organización sindical se dedicaran a denunciar la generalización de estas dolencias, reclamando a la multinacional de la moda la implementación de medidas desde las que poder paliarlas, finalmente se decidieron a acudir a los tribunales, en un intento por brindar a los trabajadores de la protección que les brindará a partir de ahora su designación como “enfermedad profesional”. Y es que por el hecho de no haber estado reconocida como tal, denuncian desde la CIG, son numerosos los trabajadores de tienda de las cadenas de Inditex que se habrían visto afectados económicamente, sin haber podido acceder, por ejemplo, al plus completo de beneficios abonado el pasado mes de febrero, por haber permanecido de baja por causas de unas dolencias tipificadas como “comunes” y no reconocidas, como ahora ya sí, como “enfermedad profesional”.

“Al final”, apunta Naveiro, “somos los trabajadores con nuestra salud los que acabamos pagando las consecuencias” de esa falta de “medidas preventivas o correctoras, tanto en las tiendas como en el almacén”, que, sostienen desde la CIG, “desde hace años los comités de cada empresa” vienen reclamando “para evitar o minimizar este tipo de lesiones”. Unas dolencias sobre las que además, más allá de sus ya de por sí graves efectos para la salud, esa falta de “reconocimiento” ha provocado “una pérdida económica para los trabajadores, como la de no recibir la primer por beneficios de febrero íntegra por haber permanecido de baja con una enfermedad considerada común y no reconocida como enfermedad profesional”. Cuestiones a las que además, advierten desde la CIG, habría que sumar “el malestar que provoca en las propias trabajadoras el tener que acudir a la mutua” para, declara Naveiro, “entre malas contestaciones y malas caras para amedrentarnos”, recibir como única indicación el que “vayamos directamente a la seguridad social con esta dolencia”. Unas incidencias a las que la sentencia del Tribunal llega para poner punto y final, desde un dictamen con el que “ya era hora de que nos dieran la razón”, celebra Naveiro. Y es que, apostilla la presidenta del comité sindical de Zara en La Coruña, “no se puede permitir que una multinacional del tamaño y de los beneficios de Inditex, que conoce perfectamente las funciones de sus trabajadoras en las tiendas, mire para otro lado ante esta situación”.