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Y la paz vuelve a reinar en Inditex, tras un acuerdo “histórico”

Por Jaime Martinez

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Photo Credits: Junta General de Accionistas de Inditex de julio de 2022.

Como principal consecuencia del acuerdo finalmente alcanzado entre los representantes del Grupo Inditex y los de los sindicatos más representativos entre los equipos de la multinacional de la moda a nivel nacional, los de CCOO y UGT, finalmente a última hora del pasado viernes 10 de febrero terminaba por desconvocarse la huelga convocada para la jornada del sábado 11 por el sindicato minoritario de la CGT; huelga que habían sido llamados a secundar todos los trabajadores de tienda de las cadenas Zara, Lefties y Pull&Bear de toda España. Una huelga por la equiparación salarial entre los trabajadores de la multinacional, que pasaba a carecer de sentido, a ojos de sus mismos convocantes, una vez hechos públicos y dados a conocer en detalle los términos de un acuerdo que, en línea con las apreciaciones de sus mismos firmantes, desde la CGT no han dudado a la hora de catalogar de “histórico”; acuerdo gracias al cual se vienen a poner fin a los desequilibrios, tanto salariales como sociales, que venían reinando entre los empleados de la misma multinacional de la moda.

Tal y como ha este mismo respecto ya nos encargábamos de informar en detalle desde FashionUnited a finales de esta última semana, y pocas horas después de que se avanzaran las líneas generales del acuerdo, desde CCOO, haciendo valer su posición como principal organización sindical dentro de Inditex gracias a su representación del 53 por ciento en el ámbito de las cadenas comerciales del Grupo, anunciaban el haber alcanzado un preacuerdo con la dirección de la multinacional que contemplaba el reconocimiento de una amplia variedad de beneficios sociales —que pese a haberse acordado dentro de la Mesa Estatal de Retribuciones pasarán a integrarse a los términos del nuevo, y primer, Plan de Igualdad de Inditex que sigue en negociación—, la ampliación a 2023 del plus de dependientas, la equiparación del pago entre domingos y festivos, las bases de nuevos compromisos a abordar en las negociaciones de ese nuevo Plan de Igualdad y, por encima de todo y como base principal del acuerdo, la fijación de unos salarios mínimos garantizados que oscilarán entre los 18.000 y los 24.500 euros.

Un conjunto de medidas de las que terminarán beneficiándose los cerca de 30.000 trabajadores que forman parte de la plantilla del Grupo Inditex en España, valoran desde CCOO, gracias a un acuerdo que contará con una vigencia de 3 años, que se aplicará con efectos retroactivos a fecha del 1 de enero de este 2023, pero cuyos efectos pasarán ya a hacerse visibles sobre la nómina del próximo mes de marzo. Quedando la regularización de los meses previos para a partir de la nómina del mes de abril, como consecuencia de un ajuste progresivo que logra ya en este primer momento devolver la paz social a las filas de la multinacional de la moda, que logra gracias a este acuerdo cerrar el que se estaba presentando como un foco de conflictividad que amagaba con ensombrecer el conjunto de otras medidas que viene la compañía emprendiendo desde su papel como líder indiscutible de la industria de la moda, así como el de enrarecer el clima laboral dentro de sus propias filas, en lo que conducía hacia una más que directa pérdida de imagen ante la opinión pública y hacia sus mismos trabajadores.

“CCOO considera este acuerdo como un acuerdo histórico y de referencia, que mejora claramente las condiciones laborales de las cerca de 30.000 personas en plantilla del Grupo Inditex, sobre la base de la apuesta por la equidad retributiva”, defendida bajo el lema “igual trabajo, igual salario”, así como de por “la eliminación de brechas salariales y avances globales”, puntos “que tendrán una segunda parte con los acuerdos que se alcancen en la negociación del Plan de Igualdad”, defienden desde CCOO a través de un comunicado. “Venimos reivindicando desde hace años la equiparación de condiciones laborales en el Grupo”, cuya operatividad ha venido desarrollándose bajo el paraguas de los “50 convenios provinciales” para las “7 marcas distintas” que integran su principal cartera comercial, una situación que hasta ahora provocaba “que personas que hacían el mismo trabajo en la misma empresa tenían condiciones laborales distintas”; y es “esta situación de desequilibrio” la que “se ha corregido por fin, después de años de trabajo sindical”.

Gracias a este acuerdo, añaden desde CCOO, se ha conseguido “un avance sustancial en Mejoras Sociales, que ya existían en la parte de Producción y Logística, equiparando en su aplicación a toda la plantilla de Comercio, lo cual supone acabar con una diferencia de condiciones histórica”, al tiempo que además desde Inditex se han “comprometido también a abordar en la negociación del Plan de Igualdad dos cuestiones claves para una  plantilla muy feminizada: avanzar en la erradicación del trabajo a tiempo parcial no voluntario y garantizar descansos semanales de calidad”. Aspectos que así pues se han terminado sumando a ese principal compromiso, que pasa por haber logrado cerrar una homologación salarial para “todas las marcas y territorios, en retribuciones fijas y variables, concretando salarios fijos garantizados de entre 18.000 y 24.500 euros, a través de un complemento que se revalorizará a futuro en base al IPC”.

Un salario mínimo que se disparará hasta los 21.500 euros

A pesar de que la base mínimo se ha fijado para cualquier nuevo trabajador, a tiempo completo, de la multinacional en esos 18.000 euros anuales de base, cifra que se coloca ya de por sí un +19 por ciento por en cima del actual salario mínimo interprofesional, juntando la suma de incentivos como esos 1.000 euros del plus por dependientas, o como ese nuevo porcentaje de comisión del 1,4 por ciento para todas las cadenas del Grupo, desde el mismo sindicato estiman que un nuevo trabajador podría terminar por percibir un salario que fácilmente terminaría oscilando de entre los 21.500 a los 22.500 euros anuales.

“El Salario Fijo de entrada, a tiempo completo, se sitúa en la emblemática cifra de 18.000 euros”; el valor “que está reivindicando CCOO como salario mínimo en todos los subsectores de Comercio”. Una cantidad a la que, en línea con lo apuntado, “se le suma el incentivo de 1.000 euros y una horquilla estimada de cobro de comisiones, hasta totalizar entre 21.500 y 22.500 euros anuales”. Mientras que para el caso de “las/os dependientas/es con 4 o más años de servicio, el salario fijo se sitúa en 22.000 euros, que sumando los Variables alcanzarían el Salario Medio del conjunto de la economía española”, sueldo que fijan “en torno a 26.000 euros” anuales. Siendo esas bases fijas de entre 18.000 y 24.500 euros, exceptuando pluses y variables, unas cantidades que, tal y como ya nos encargamos de puntualizar desde FashionUnited en el momento de darse a conocer el acuerdo, desde Inditex abonarán a través del pago de un “Complemento Personal” a cada trabajador que será el que les permitirá esquivar los límites impuestos por cada convenio colectivo provincial, consolidando de facto las bases de un nuevo convenio colectivo estatal.

Huelga desconvocada ante una “subida histórica” de sueldos de entre un +20 y un +25 por ciento

En respuesta así pues a todos estos avances, ha sido como finalmente, y ejemplificando mejor que ningún otro hecho esa vuelta de la “paz social” a las filas de la multinacional española de la moda, desde la Confederación General del Trabajo (CGT) se decidían finalmente a dar por desconvocada la huelga programada para este sábado 11 de febrero. Un anuncio que oficializaban desde la sede confederal de la organización, de boca de Aníbal Maestro, secretario general de la Federación del Comercio de CGT; Soledad Aragunde, presidenta del Comité Zara-Lefties Madrid; y de la de Aroa de la Torre, delegada del Comité Zara-Lefties Madrid. Líderes sindicales que se felicitaban, y felicitaban por encima de todo a los trabajadores de la multinacional, por el acuerdo alcanzado por esta junto a CCOO y UGT, al entender que este solamente ha sido posible gracias a las acciones de protesta que han venido emprendiendo desde el pasado 24 de noviembre, que encontraban su punto álgido en la huelga del pasado 7 de enero, y para la que esperaban volver a cerrar este sábado 11 de febrero una nueva jornada de huelga que iba a resultar en otro “éxito histórico”.

“Son las compañeras las que han conseguido que la empresa abra la mano”, sostenía durante su intervención Aníbal Maestro, según las declaraciones difundidas desde la dirección de la misma CGT. Ahora, “lo que hemos conseguido en Inditex puede ser un ejemplo para otras luchas, porque son muchas las multinacionales que llevan diez años con los salarios paralizados” a pesar de aumentar enormemente sus beneficios, apuntaba, como primera consecuencia de un avance en la equiparación salarial dentro de las filas de la multinacional de la moda que, en primer lugar, subrayan desde la organización sindical, lo que va a hacer es que “25.000 trabajadoras y trabajadores” se vean “afectados por unas mejoras laborales que alcanzan las reivindicaciones” que venían “planteado al inicio de la lucha y que suponen un aumento salarial de entre un +20 y un +25 por ciento”. Subida que se verá acompañada “de un paquete de garantías laborales y beneficios sociales en función de situaciones particulares”, así como de “la equiparación de los domingos con los días festivos”.

“Fue muy duro desde el principio”, apuntaba por su parte Soledad Aragunde, presidenta del Comité Zara-Lefties Madrid. No obstante, “la gente se ha sumado a CGT porque vieron que estábamos luchando”, en lo que “ha sido un pulso entre la empresa y la CGT porque lo que pedían CCOO y UGT en la mesa de negociación era indignante”. Una batalla frente a la que, sostiene Maestro, la compañía ha terminado cediendo debido a la presión generada por “la lucha a pie de calle”, y gracias a la cual finalmente se ha logrado un acuerdo que “equipara las condiciones” de todos los empleados a las “de las trabajadoras y trabajadores del grupo en A Coruña”; primeros en lograr una revisión al alza de sus condiciones laborales que fue, apuntaba Maestro, el motor que “encendió la mecha” de las protestas que desde la CGT han tratado desde entonces de llevar a nivel nacional. No obstante, “esta victoria no significa que nos apartemos del conflicto”, han coincidido en señalar los representantes de la CGT, ya que “hasta que no veamos el resultado palpable en las nóminas y en los derechos laborales vamos a estar en alerta”.

Caída de un -4,58 por ciento del valor de las acciones

A pesar de la euforia colectiva que viene viviéndose entre las filas de los trabajadores de la multinacional de la moda, así como en los equipos de las organizaciones sindicales que se han involucrado, en distinto grado, en azuzar los aires para la consecución de este acuerdo, los efectos del mismo no terminaban trasladándose a las acciones de la compañía. Unos títulos que cerraban la sesión del jueves en los 29,03 euros por acción, para a partir de ahí, y una vez hechas públicas las bases del acuerdo, emprenden una caída de hasta un -4,58 por ciento que dejaba a la multinacional cerrando la jornada del viernes en los 27,70 euros por acción.

A pesar de esta considerable caída, y en línea con esa apreciación que se ofrecía desde las mismas filas de la multinacional de la moda, tras el anuncio de la salida del nombramiento de Marta Ortega como nueva presidenta no ejecutiva de la compañía, de que “los mercados fluctúan”; la bajada experimentada ahora no alcanza a superar la caída de hasta un -6,1 por ciento del valor de sus títulos que la compañía se dejaba entonces en una única sesión. Caída que dejaba por entonces sus acciones cotizando a un valor de 27,86 euros por título, apenas un +0,58 por ciento más de lo que pasaban a valer al cierre de la pasada jornada del viernes 10 de febrero.

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