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Vuelven las negociaciones para el nuevo Convenio de la Industria Textil y de la Confección

Por Jaime Martinez

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Interior de una fábrica textil. Credits: Unsplash.

Madrid – Con la llegada de este nuevo mes de mayo de 2024 que acabamos de estrenar, está previsto que vuelvan a abordarse las negociaciones para la redacción y aprobación del nuevo Convenio Colectivo de la Industria Textil y de la Confección. Acuerdo normativo para el que arrancaron negociaciones las principales organizaciones empresariales y sindicales del sector a comienzos de año.

Con se estima que más de 100 000 trabajadores llevando a cabo su actividad laboral afectados por las condiciones que marca, año a año, el Convenio Colectivo de la Industria Textil y de la Confección, la mesa de negociación para la redacción del nuevo convenio pasó a constituirse el pasado 23 de enero de 2024, quedando para tal fecha, según consta en el acta de constitución de la mesa a la que ha tenido acceso FashionUnited, integrada, por la parte empresarial, por representantes del Consejo Intertextil Español (CIE), con representantes por su parte tanto del propio consejo como de las organizaciones que lo conforman, la Confederación de la Industria Textil (Texfor) y la Asociación de empresarios textiles de la Comunidad Valenciana (Ateval); por representantes de la Agrupación Española del Género de Punto (AEGP); de la Federación Española de Empresarios de la Confección (FEDECON); y de la Unión Nacional de Fabricantes de Alfombras y Moquetas (UNIFAM). Una presencia en la mesa, por la parte empresarial, que en número de cargos y de representatividad ha quedado dividida en un 50 por ciento en manos del CIE y de UNIFAM, y el restante 50 por ciento en las de FEDECON y la AEGP. Mientras que por el lado sindical, Comisiones Obreras (CCOO) se alzaba como el sindicato mayoritario para estas negociaciones, copando el 56,75 por ciento de la representatividad, con ocho del total de los 15 representantes sindicales sentados a la mesa de negociación; mientras que la Unión General de Trabajadores (UGT), con el 38,37 por ciento de la representatividad, se sienta a la mesa con seis miembros; y finalmente con la Confederación Intersindical Galega (CIG), con el 4,86 por ciento de la representatividad del sector, sentada y participado de estas negociaciones con un único representante.

Tras la constitución de la mesa, en los términos ya expuestos, las partes terminaban por sentarse a mantener una primera reunión de trabajo, que terminaba teniendo lugar el pasado 27 de febrero en Barcelona, desde las de la asociación empresarial Foment del Treball. Un primer encuentro del que se sirvieron las organizaciones sindicales para exponer, en sus términos más generales y tal y como ya nos encargábamos de recoger por entonces desde FashionUnited, cuáles iban a ser sus principales reclamaciones para la hora de abordar las negociaciones del nuevo convenio. Norma para la que desde las organizaciones sindicales plantearon una propuesta reivindicativa elaborada de manera conjunta, y desde la que, entre otras medidas, abrieron las negociaciones reclamando un incremento salarial del +5 por ciento, además de una cláusula ligada al IPC; o el reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales de promedio. Ambiciones que terminaron de concretar en la citada propuesta, que es la que estaba ya previsto que se empezará a debatir durante la tercera reunión de la mesa —segunda reunión de trabajo dado que la primera fue la de su constitución— que terminaba finalmente teniendo lugar a fecha del pasado 24 de abril. Un encuentro que, lejos de lo esperado, no sirvió para terminar de ir acercando posturas, y que desde la parte empresarial abrieron tildando de “fuera de la realidad” a la propuesta presentada por el lado sindical.

Un nuevo guión (por partes) para la negociación del convenio

Para terminar de desgranar cómo se sucedieron los acontecimientos durante aquella pasada reunión, según a este respecto se han encargado de detallar desde tanto CCOO como desde la UGT, los dos mayores y principales sindicatos sentados a la mesa de negociación, en lugar de valer para empezar a concretar puntos y medidas a contemplar en el próximo nuevo Convenio Colectivo de la Industria Textil y de la Confección, la reunión terminó sirviendo únicamente para trazar la hoja de ruta de las negociaciones. Único punto que se logró acordar durante el encuentro de trabajo, durante el cual, desde la parte empresarial, tras censurar las ambiciones que guardan los sindicatos para la redacción de este nuevo Convenio Colectivo, plantearon el que, tratando de abordar una postura más constructiva, las negociaciones se dividieran en dos partes, con una primera dirigida a cerrar los puntos de la propuesta presentada por los sindicatos que entienden como más factibles, y a la que le seguirá una segunda fase —se antoja ya de antemano que mucho más compleja— durante la que se buscará acercar posturas sobre aquellos puntos más trascendentales. Guión sobre el que las negociaciones empezarán a transitar ahora, desde una nueva reunión de trabajo que se ha marcado que tenga lugar a lo largo de este mes de mayo.

“Como era previsible, la patronal rechazó la plataforma reivindicativa presentada por la parte social considerándola ‘fuera de la realidad’ pero sin entrar a valorar el contenido de la misma de forma detallada”, pero “a pesar de este rechazo, hay posibilidades de ir avanzando en algunos puntos de la negociación”, explican desde UGT, a través de una nota, en relación a esa misma última reunión de trabajo de la mesa de negociación, celebrada el pasado 24 de abril. Durante el encuentro, “desde la parte social, se puso especial énfasis en que la plataforma se ha realizado teniendo en cuenta la realidad de las personas trabajadoras del textil y la confección, y no de forma ajena a la realidad”, añaden. En respuesta, “se consideró que hay aspectos a abordar de forma obligatoria, como por ejemplo, la clasificación profesional que en algunos casos, no se ajusta a las tareas realizadas, o la poca diferencia económica entre categorías, lo que provoca malestar y desmotivación a la hora de optar por ascender y adquirir nuevas responsabilidades”; y desde ese entendimiento, y “pese a la postura de la patronal, la parte social va a seguir luchando por los objetivos planteados en la plataforma, considerando que la productividad del sector no puede pasar porque la parte perjudicada sean las personas trabajadoras”. Y es que, defienden, “la posible reducción de la jornada laboral por ley a 37,5 horas semanales no puede ser la excusa para que la patronal plantee incrementos salariales escasos, y más cuando la pérdida de poder adquisitivo durante la vigencia del actual convenio (2021-2023) ha sido del -9,8 por ciento”.

Durante la última reunión “tocaba que la patronal del textil nos diera una respuesta a nuestra plataforma sindical, entregada, expuesta y defendida, con muchas ganas, fuerza e ilusión, por parte de CCOO, y del resto de sindicatos, en la reunión anterior”, explican por su parte desde CCOO. Sin embargo, “la patronal ha empezado la reunión manifestando y calificando la plataforma sindical de totalmente fuera de la realidad del sector”, y es que “considera que las propuestas que planteamos suponen un aumento de costes laborales enorme e inasumible para el sector y para las empresas que lo conforman”. Razón que llevó a la patronal a proponer “hablar, básica o principalmente, del incremento salarial, teniendo como tope el AENC (Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva) y algunos aspectos más”, máxima que fue rechazada por CCOO y el resto de sindicatos. Una negativa a la que desde la parte empresarial se respondió con una nueva propuesta, que consistiría en que “para la siguiente reunión”, llevarán “los puntos más factibles de nuestra plataforma para empezar a discutirlos y, en futuras reuniones, abordar los temas más de fondo”. En respuesta, apostillan desde CCOO, “la propuesta de qué abordar primero y qué después no nos parece mal, siempre y cuando vayamos dando pasos en la buena dirección”, de modo que será ese el guión que se seguirá para a partir de la siguiente reunión de trabajo, fijada para una jornada, que todavía no ha trascendido, de este mismo “mes de mayo”.

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