Arrancan las negociaciones del nuevo Convenio de la Industria Textil y de la Confección

Madrid – Esta semana han arrancado finalmente las negociaciones para la redacción del nuevo Convenio General de la Industria Textil y de la Confección. Acuerdo normativo a cuyas cláusulas quedarán vinculadas todas las empresas españolas que desarrollen su actividad dentro de dicho sector, desde el que se estima que se da empleo a cerca de unos más de 100 000 trabajadores, a lo largo y ancho de todo el país, pero con especial incidencia en las comunidades autónomas de Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia.

Como punto de partida de estas negociaciones, ya el pasado 23 de enero de 2024 pasó a quedar constituida la nueva mesa de negociación del nuevo convenio, quedando fijada ya entonces la fecha de este martes, 27 de febrero de 2024, como la de la jornada en la que tenían que empezar ya a negociarse los términos para el articulado del nuevo Convenio para el sector industrial del textil y de la confección. Norma que llegará para tomar el testigo del todavía en vigor Convenio para los ejercicios de 2021 a 2023, año este último para el que precisamente en la reunión del pasado enero se pasaron a revisar las tablas salariales para el correspondiente ejercicio. Una revisión que procedió a llevar cabo la Comisión Negociadora del Convenio General de la Industria Textil y de la Confección, para 2021-2023, acordando, de conformidad a lo que queda recogido en el convenio, una revisión al alza del +0,5 por ciento sobre las tablas salariales de 2023.

En respuesta a esa revisión, todas las empresas afectadas y vinculadas por el Convenio General de la Industria Textil y de la Confección, debían ya entonces pasar a hacer efectiva el alza salarial, derivada de esa actualización al alza de las tablas, con efecto desde el 1 de enero de 2023, para antes del 30 de marzo de 2024. Acción que terminará por repercutir en una elevación de los salarios de los trabajadores del sector, que verán así actualizadas al alza sus retribuciones, mientras la nueva Comisión Negociadora del nuevo convenio se encarga de salir ya a negociar el articulado y los términos del nuevo Convenio Colectivo General para los trabajadores de la industria textil y de la confección.

Nueva Comisión de Negociación, con la representación de los sindicatos CCOO, UGT y CIG

De cara ya justamente a la negociación del nuevo Convenio, era igualmente en aquella reunión del 23 de enero cuando se aprovechó la cita para igualmente pasar a llevar a cabo la constitución de la Comisión Negociadora del nuevo Convenio. Un órgano integrado por las principales asociaciones empresariales y sindicales del país con representación en el sector, un sector con cerca de esos 100 000 trabajadores en plantilla, y especialmente implantado en las regiones de Cataluña, de la Comunidad Valenciana y de Galicia.

Según quedaba de este modo finalmente recogido al final de dicha reunión, la Comisión Negociadora del nuevo convenio ha quedado integrada, por la parte empresarial, por los representantes del Consejo Intertextil Español (CIE), con representantes por su parte tanto del propio consejo como de las organizaciones que lo conforman, la Confederación de la Industria Textil (Texfor) y la Asociación de empresarios textiles de la Comunidad Valenciana (Ateval); por los de la Agrupación Española del Género de Punto (AEGP); los de la Federación Española de Empresarios de la Confección (FEDECON); y con los de la Unión Nacional de Fabricantes de Alfombras y Moquetas (UNIFAM). Una representación esta que ha quedado en manos en un 50 por ciento de el CIE y de UNIFAM, y el restante 50 por ciento en las de FEDECON y la AEGP.

Mientras tanto, y del lado sindical, representando y defendiendo a los intereses de los trabajadores van a estar las centrales sindicales de Comisiones Obreras (CCOO), ostentando el 56,75 por ciento de la representatividad, con ocho del total de los 15 representantes sindicales sentados a la mesa de negociación; la Unión General de Trabajadores (UGT), con el 38,37 por ciento de la representatividad y seis miembros sentados a la mesa de negociación; y la Confederación Intersindical Galega (CIG), con un único representante, y en lo que supone participar ostentando el 4,86 por ciento de la representatividad del sector.

Reclamación de una subida mínima del +5 por ciento de los salarios

Partiendo de este reparto de representatividades entre organizaciones empresariales y sindicales, y con la figura de Albert Núñez i Quadrat designado como secretario de la Comisión Negociadora, las negociaciones arrancaban según lo previsto este pasado martes, 27 de febrero de 2024, con una primera reunión de negociación del nuevo Convenio de la Industria Textil y de la Confección. Encuentro que tuvo lugar en las instalaciones en Barcelona de la asociación empresarial Foment del Treball, y que sirvió para una primera toma de contacto, y para que las organizaciones sindicales expusieran ya sus demandas de cara a la redacción del articulado del nuevo Convenio general para el sector. Demandas que llegaron de la mano de una plataforma de reclamación conjunta, liderada por CCOO, y desde la que, entre otros términos, se reclama una subida mínima mensual del +5 por ciento.

Según a este mismo respecto no han dudado en querer resaltar desde CCOO a través de un comunicado, coincidiendo igualmente con las que son las principales reclamaciones que exigen desde UGT como segunda organización sindical con mayor representatividad en las negociaciones, la cuestión salarial volverá a ser un asunto capital para la hora de acordar los términos del nuevo Convenio. Norma para la que, además de reclamar el que recoja ese incremento mínimo salarial mensual del +5 por ciento, las organizaciones sindicales igualmente demandan una cláusula de actualización ligada al IPC; el que se garantice que el salario base en el sector siempre pase a ser superior al salario mínimo interprofesional (SMI); una unificación de las tablas salariales con independencia del subsector en el que desarrolle su actividad el trabajador; o una reducción de la jornada anual hasta las 1 712 horas trabajadas. Cuestiones a las que además desde CCOO suman un bono de 250 euros, como mínimo, para todos aquellos trabajadores que trabajen en fines de semana o en festivos. Cuestiones todas estas que deberán terminar de debatirse en el marco de la próxima reunión de negociación del convenio, fijada para el próximo 11 de abril de 2024.

“En el transcurso de la negociación del convenio del textil, la patronal pretende congelar el complemento salarial de antigüedad; reducir la cuantía del plus de nocturnidad; ampliar los periodos de prueba y de los contratos temporales, y absorber y compensar los incrementos pactados, entre otras materias”, no dudan en censurar desde CCOO. Una postura frente a la cual desde el sindicato van a tratar de, desde estas negociaciones, “mejorar la estabilidad del empleo, regular el contrato fijo discontinuo, mejorar la conciliación”, e introducir “medidas sobre igualdad, formación, salud laboral, medio ambiente, juventud y jubilación”, junto al resto de las demás “aspiraciones” que contemplan llegar a pactar para este acuerdo, para el estiman como capital “recoger una subida salarial mínima mensual del 5 por ciento, además de una cláusula ligada al IPC”.

“A lo largo de la reunión, la parte social presentó su plataforma conjunta que, más allá de las reivindicaciones en materia de salarios, reducción de jornada anual y actualización de diferentes materias, busca un cambio estructural en el convenio” que, entre otro objetivos, “actualice y supere el obsoleto nomenclátor de grupos y categorías profesionales establecido en el año 1998 que muy poco tiene que ver con la actividad industrial actual”, apuntan por su parte desde UGT. Para todo ello, desde el sindicato advierten de que “la competitividad de las empresas no puede ser la excusa utilizada para intentar ‘colar’ incrementos exiguos en unos salarios ya de por sí bajos”, como se pone de manifiesto en el hecho de que determinadas “categorías no alcanzan ni siquiera el Salario Mínimo Interprofesional”. Y es que, censuran, “de hecho el salario base más bajo de las actuales categorías es un -18 por ciento más bajo que el SMI, una situación que no podemos permitir en un sector que da empleo cerca de 100 000 personas en nuestro país”. Una realidad frente a la cual el sindicato “va a seguir defiendo salarios dignos y con derechos con el objetivo de recuperar el 9,3 por ciento de poder adquisitivo perdido durante el periodo de vigencia del actual convenio (2021-2023)”, y trabajando “para contribuir a mejorar la competitividad de las empresas, facilitando, además, el relevo generacional en un sector cada vez más envejecido”.